13.11.01

Bush, tras el control de la segunda cuenca del mundo

Proceso 1300
30.09.2001
Bush, tras el control de la segunda cuenca del mundo
Eduardo Huerta

Los atentados terroristas contra Estados Unidos "cayeron comoanillo al dedo" a George W. Bush:ahora tiene una justificación para intentar apoderarse de Asia Central, la segunda cuenca petrolera más grande del mundo.Desde la caída de la URSS, hace 10 años, Estados Unidos aplica una serie deestrategias políticas y bélicas para darle forma al nuevo marco económico mundial, basado en el control de la explotación y distribución del petróleo y del gas natural.

Miguel García Reyes, investigador del Centro de Estudios Asia y África de ElColegio de México (Colmex), asegura que Bush busca actualmente consensos para, con el pretexto de atrapar a Osama Bin Laden, posesionarse y controlar Afganistán, Turkmenistán, Uzbekistán, Tayikistán y Kirguistán, naciones de Asia Central que tiene cerca de 200 mil millones de barriles de reservas de petróleo, lo que los convierte en la segunda zona proveedora del mundo, después del Golfo Pérsico, que posee 660 mil millones de barriles. Además, Estados Unidos podrá controlar, mediante inversiones de trasnacionales petroleras, los ductos que surten de gas y petróleo a Europa, con lo que "abrirá o cerrará la llave del suministro cuando quiera".

Doctor en economía energética por la Universidad Estatal de Moscú Mijail V. Lomonosov, García Reyes señala que la política petrolera expansionista de Estados Unidos buscó controlar la parte sur de los Balcanes, empezando por Kosovo, pasando por Azerbaiyán, Armenia y Georgia, dirigiendo los oleoductos hacia el Mar Caspio, Turquía y de ahí hacia Europa. Ahora, dice, el turno es de Asia Central.

Sigue los pasos del padre
Para el experto, no es raro entender la política que seguirá Bush hijo en la zona que ya se vislumbra de conflicto.

Explica: durante el gobierno de su padre, George Bush, Estados Unidos comenzó su política petrolera expansionista. Bush padre, que antes de llegar a la Presidencia fue empresario petrolero, logró, entre otras cosas, abrir la industria petrolera soviética, colocar a Estados Unidos en el Medio Oriente y apoderarse de los campos petroleros del Mar Caspio. Aprovechó para ello tres sucesos que marcaron el cambio en la correlación de fuerza políticas en la región: La derrota de la Unión Soviética en Afganistán en 1989, el arribo de los ayatolas chiitas al poder en Irán en 1982 y la desintegración de la Unión Soviética en 1991.

Embajador en China, funcionario de la Agencia Central de Inteligencia y después presidente de Estados Unidos, Bush padre conocía a fondo la situación que imperaba a mediados de la década de los ochenta en el mercado petrolero internacional y sabía cómo abrir las puertas a las trasnacionales en el ámbito mundial.

Ejemplo de esto, indica el investigador, fue cómo convenció en julio de 1991, durante su visita a la Unión Soviética, a Mijail Gorbachov para que ambas naciones colaboraran en el ramo petrolero por medio de empresas privadas y no de gobiernos ni de organizaciones financieras internacionales. Con esto, Chervron, por ejemplo, ganó contratos de exploración en Kazakstán, Amoco lo hizo en Azerbaiyán, Mobil concluyó jugosos contratos en la región de Sajalin, mientras que Exxon hizo lo mismo en la región septentrional de Rusia, Pechora.

Señala que Bush padre enfrentó de manera muy rápida la invasión de Irak a los campos petroleros de Kuwait. Y es que, explica, Washington sabía que la verdadera finalidad de Irak eran los pozos petroleros de Arabia Saudita, donde se encuentran 259 mil millones de barriles de petróleo; esto es, 20% de las reservas petroleras mundiales.

Las enseñanzas
En el libro El nuevo orden petrolero global, publicado el año pasado, Miguel García Reyes y Djalma Ojeda Fierro mostraban ya las intenciones de expansión de Estados Unidos en la zona de Asia Central. El libro destaca que la región que rodea a Afganistán tiene un gran valor petrolero: reservas de más de 200 mil millones de barriles, además de que también es rica en gas natural.

García Reyes destaca que el deseo de Estados Unidos es controlar el puente euroasiático en la comercialización petrolera de la zona. Expone que la idea de Bush es cercar a Rusia mediante el control de Afganistán que tiene frontera con Tayikistán, nación que impulsa a la llamada Alianza del Norte. Pero, acota, Rusia está tratando de recuperar la periferia que perdió cuando se acercó al capitalismo. Ahora busca acuerdos con India y China, que deben concretarse pronto. De lo contrario, Estados Unidos tomará posesión también de Asia Central, como lo hizo del Golfo Pérsico después de la guerra.

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