20.12.15

Guerra global de divisas de la Fed de EU: América Latina en la lona

Alfredo Jalife-Rahme

El histórico fin de la era del dinero barato que operó la Fed (Reserva Federal de Estados Unidos) en forma unilateral mediante el alza de un cuarto de punto de las tasas de interés repercute con cataclísmicos daños colaterales e implicaciones geopolíticas profundas al restante del catatónico planeta, en particular a América Latina (AL).

La Fed representa de facto el único banco central global: conglomerado de bancos privados (sic) de Wall Street que aplican políticas monetarias estatales/federales que resultan globales debido a la perniciosa hegemonía del dolarcentrismo: el máximo poder de EU, al unísono de su panoplia multifacial del Pentágono, Hollywood, los multimedia y el grupo cibernético Gafat (Google/Apple/Facebook/Amazon/Twitter).

Ambrose Evans-Pritchard, feroz palafrenero de la Casa Real británica, pondera los altos riesgos de la aventura del alza por la Fed cuando “los cementerios de la política global están sembrados con los centralbanquistas, quienes han elevado las tasas a prisa, para solamente retractarse después de haber empujado a sus economías a la recesión o después de haber realizado un mal juicio sobre las poderosas fuerzas deflacionarias en el mundo post-Lehman (http://goo.gl/3ysCWl)”. Se refiere a la quiebra de Lehman Brothers en 2008, que sumió a EU y, por ende, al mundo en su grave crisis que aún no ha sido resuelta.

Los ejemplos de Evans-Pritchard son ilustrativos desde las dos fallidas alzas del Banco Central Europeo de 2011 que casi llevó al colapso a la unión monetaria hasta el curso reverso de Suecia, Dinamarca, Corea del Sur, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Israel y Chile.

El alza no es solamente un vulgar incremento, sino que comporta también un singular ritmo cuando la Fed tiene contemplado elevar las tasas en forma gradual a lo largo de 2016 para alcanzar 1.375 por ciento (http://goo.gl/Qn7f5s).

¿Aguantarán el mundo y el México neoliberal itamita otras cuatro alzas consecutivas de un cuarto de punto cuando a la primera llevó a la quiebra a ICA, una de las principales constructoras de AL?

Fue lastimoso que el Financial Times (FT) –que teledirige sin desparpajo la política petrolera y monetaria del México neoliberal itamita– haya anunciado dos días antes (¡supersic!) el alza local de las tasas a 3.25 por ciento.

FT sentencia que la economía del México neoliberal itamita está esclavizada (¡supersic!) a la política monetarista de EU cuando en lugar de apretar las tuercas necesita relajarlas (http://goo.gl/Z7EdDn).

El New York Times se lamenta de que la atadura de México a la política monetaria de EU “haya devaluado al peso cerca de 30 por ciento en menos de una semana (http://goo.gl/FuTxGx)”.

Hasta Stratfor (https://goo.gl/6800XF) –la CIA empresarial tras bambalinas– admite que la Fed maneja en forma egoísta y unilateral las tasas sin miramiento al estado cataléptico del restante del planeta que afecta(rá), a mi juicio, primordialmente a la Unión Europea y a China: dos de los principales motores del crecimiento global.

Según Peter Spence, de The Telegraph, los países más expuestos son Brasil, Chile y Sudáfrica y los mercados emergentes pudieran ser particularmente vulnerables cuando muchos de ellos han amasado enormes cantidades de deuda que pudieran ser inmanejables. (Nota: como es el caso del parasitario Grupo Monterrey: desde Cemex hasta Alfa.)

Brasil y Sudáfrica pertenecen a los vapuleados BRICS, lo cual abona a la teoría de que el alza por la Fed tiene la intención colateral de golpearles de lleno ya que también Rusia es apaleada por la abrupta disminución de los ingresos petroleros a los límites de 35 dólares el barril, mientras la divisa china yuan/renmimbi será aporreada hasta una devaluación proyectada de 30 por ciento (http://goo.gl/CvY58m).

Así funciona la guerra multidimensional que ha decretado EU para arrinconar al resto del planeta.

Zhang Yi, de la agencia noticiosa Xinhua, comenta que China puede muy bien lidiar con el alza, ya que el dinero será necesario para invertir en los “trenes de alta velocidad, satélites y supercomputadoras que ahora fabrica China (http://goo.gl/tTsjJB)” y no solamente en juguetes.

En forma hipócrita, la israelí-estadunidense Janet Yellen, que jefatura la Fed –cuyo vicegobernador es extrañamente Stanley Fisher, ex mandamás del Banco central de Israel– se dice sorprendida por el desplome del petróleo que acompañó al alza y predijo que existen límites (sic) debajo de los cuales los precios del petróleo eran improbables de caer.

Ya había señalado que los yihadistas habían colocado el límite a 15 dólares en el que rematan el barril expoliado que venden a Israel (http://goo.gl/5XZI56).

Evans-Pritchard considera que el momento del alza es propicio debido a cuatro años de recortes presupuestales y de una tasa de desempleo que ha caído 5 por ciento.

Más allá de las triviales y aburridas medidas monetaristas, existe un panorama turbio, ya que la manufactura de EU no es nada boyante y el crecimiento de su PIB nominal no despunta de un mediocre 3 por ciento anual.

Tampoco el mercado laboral es tan apretado como parece y no faltan analistas que consideren que la Fed eche reversa.

Otros analistas aducen que el verdadero apretón sucedió hace dos años cuando la Fed cesó de comprar 85 mil millones de dólares al mes bajo el esquema de la facilitación monetaria (quantitative easing: QE).

Más allá de las piruetas y alquimias de los casi siempre equivocados monetaristas, el verdadero problema radica en los 9 billones de dólares (trillones en anglosajón) de deuda foránea que incurrieron en la demencia de endeudarse en dólares y que desde julio de 2014 ha llevado a una revaluación inédita de casi 20 por ciento del superdólar que ha perpetrado una carnicería en los mercados emergentes supeditados a las aplastadas materias primas, con los consecuentes cambios de regímenes que operan desde Venezuela hasta Argentina.

A ocho días de ascender a la presidencia, el Macri-neoliberalismo sumió la riqueza de Argentina a niveles de Guinea Ecuatorial después de su superdevaluación de más de 30 por ciento, según FT, mientras en Brasil, el ministro de Finanzas, el israelí-brasileño Joaquim Levy, renunció después de haber conseguido la degradación de los bonos a niveles chatarra de la máxima economía de AL, por la descalificada calificadora Fitch. ¿Nos encontramos ante una guerra global de divisas operada por la Fed contra el resto del mundo catatónico y atónito? La única divisa respetable que se ha revaluado ha sido el superdólar que ha propinado severas palizas a todos sus competidores.

La divergencia es atroz, ya que EU efectúa su apretón (léase: sequía crediticia que encarece el valor del dinero), mientras China y Europa luchan por mantener un relajamiento monetario que, de paso, devalúa sus divisas respectivas. ¿Conviene a EU un superdólar que comprará a precio de remate los activos, más que nada, de los mercados emergentes, como México, que rematará sus principales activos petroleros en las aguas profundas en el Golfo de México en beneficio de las cuatro petroleras anglosajonas Exxon, Chevron, Shell y BP?

Nada está predeterminado y el alza de la Fed metió en forma riesgosa al mundo a un incierto mapa aún por navegar.

8.12.15

Maestro: educarse en la autonomía o desaparecer con la reforma educativa

Lev Moujahid Velázquez Barriga

Las instituciones formadoras de docentes y las encargadas de la profesionalización, así como actualización del magisterio, han sido ocupadas por el discurso economicista de los órganos financieros, éstos imponen, por medio de la violencia física, laboral y judicial a través del Estado, una visión alejada de la escuela, las preocupaciones sociales y del desarrollo humano.

La reforma educativa carece de una propuesta de formación para los maestros. Lo que oferta es un “estatuto laboral” llamado servicio profesional docente, que pobremente incita a la capacitación técnica para uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), a la memorización de leyes y reglamentos laborales y administrativos para la funcionalidad de la escuela. Eso fue lo que priorizaron sus falsas “evaluaciones” que a falta de legitimidad y fundamentos pedagógicos, impusieron a sangre y fuego contra los docentes.

En este marco de acontecimientos, propios de un régimen fascista, no podemos ya pensar en que la formación de docentes con altos compromisos éticos y sociales pueda ser un acto dirigido en la verticalidad y el autoritarismo. Es necesaria una ruptura que recupere la capacidad autónoma de los maestros para constituirse como verdaderos educadores con autonomía para definir desde su condición social el tipo de sociedad y el modelo educativo que se requiere construir para detener el avance de un Estado antidemocrático.

No es posible que la sociedad siga confiando a los organismos de la globalización económica, a la iniciativa privada o empresarial, la formación de los docentes, porque sencillamente los proyectos son opuestos al desarrollo colectivo, a los intereses plurales de la nación, pero una alternativa sólo adquiere sentido en tanto se materializa, es decir, se llevan a cabo las prácticas de empoderamiento de los subalternos. En este caso hablamos de los educadores que alienadamente han transitado sobre caminos hechos para que otros logren sus intereses particulares y hegemónicos.

Esta alternativa para la formación docente sólo puede venir de los educadores mismos, y tendrá que desinstalar los sistemas meritocráticos de profesionalización que se han configurado con base en escalas de trabajo gerencial al estilo McDonald’s y el fetichismo por la medición de resultados a través de la “evaluación”; tendrá que evidenciar la propuesta oficial para reformar las normales, por su carácter “minimalista” en la reducción de saberes, cuyo objetivo central es el desarme cultural de la formación didáctica, ética, pedagógica, filosófica, histórica y política, incluso, hasta desaparecer la profesión docente.

El gran reto es descolonizarse, desaprender, no formarse más como docentes para repetir las mismas tesis de la educación empresarial, porque el resultado será igual al que se necesita cambiar. Estamos frente al desafío de proclamarse en la independencia educativa, en la autonomía y descolonización cultural de la clase en el poder; esta perspectiva obliga al reconocimiento de las raíces latinoamericanas de nuestras formas propias de entender lo pedagógico como un proceso de educación popular para la emancipación social y la afirmación de una identidad arraigada en los excluidos, desde sus diferentes formas de opresión racial, sexual, económica o política, pero identificando una sola raíz de la dominación, el sistema-mundo capitalista.

La herramienta principal de los docentes en el terreno ideológico para empezar a ser educadores populares, sin renunciar a la resistencia de las movilizaciones pacíficas, debe ser precisamente la “razón crítica”, con base en ella tendrán que enfocar el análisis educativo. Se trata de hacer visibles las relaciones de poder, control y dominación en el ámbito microsocial de la escuela y el aula; de someter a juicio reflexivo los planes y programas de los sistemas educativos, enfoques y didácticas, políticas y marcos jurídicos reproductores del poder, este es un paso fundamental para la elaboración de propuestas alternativas.

La crítica al currículo es, sin embargo, sólo el parteaguas para la deconstrucción de la escuela como aparato de reproducción ideológica, material y cultural de los dueños del dinero, lo que sigue es hacer de ella un campo de disputa de lo que ahí se enseña y se aprende, de cómo se organiza y para qué fines, de otro modo sólo habrá protesta y no propuesta, la resistencia será negación sin un proyecto educativo viable que haga posible un mundo mejor; en otras palabras, la invitación es a no sólo ocupar las calles y plazas públicas, sino también las escuelas, las bibliotecas escolares, las instituciones de formación docente, los libros de texto, las reuniones de consejos técnicos escolares, los planes y programas de estudio, con un proyecto que materialice lo que se escribe en cada manta o pancarta como demanda educativa, lo que se repite en cada consigna como aspiración colectiva de lo que debe ser la educación pública, científica y popular.

El nuevo educador que demanda este proceso de ocupación ideológica y empoderamiento pedagógico no debe ser lineal, ni enarbolar el pensamiento único, mecanicista y productivista de la reforma educativa. Los maestros que en ella se forman para educar en competencias, medir los conocimientos con instrumentos de estandarización y organizar la escuela como empresa para lograr la “calidad”, están totalmente limitados, son incapaces de explicar el mundo en su complejidad y fomentar el desarrollo integral de los alumnos.

Los docentes tendrán que formarse en la comprensión de una realidad natural y social que tiene muchas facetas y dimensiones con relaciones estrechas entre sí, en la atención de alumnos también diversos, irreductibles al individualismo competitivo, a números estadísticos o a su sola capacidad laboral; por el contrario, los alumnos se definen en múltiples facultades éticas, estéticas, políticas, económicas, sociales, culturales, creativas, emocionales, racionales, existenciales y demás que tenemos los seres humanos y que jamás podrían desarrollarse en la cuadratura de las competencias o medirse con exámenes estandarizados.

Junto a los tiempos y espacios de movilización y protesta social, deberán crearse otros en los que los educadores se formen en la conciencia crítica, en el conocimiento de las pedagogías liberadoras, en los principios de la educación popular; pero de manera sistemática, práctica, teórica, académica, rigurosa, estratégica y consciente, para saldar los vacíos y compromisos de la educación neoliberal con el pueblo, pero sobre todo para formar educadores que sean constructores de sueños, de sociedades libres, de hombres y mujeres críticos.

A esta instrumentación violenta de la reforma para despojar a los maestros de su identidad histórica como forjadores de la patria y convertirlos en reproductores de la escuela-fábrica, proponemos la conceptualización que Paulo Freire elaboró para referirse al maestro como “educador”, es decir, como un sujeto que enseña y aprende a su vez, revestido de conciencia crítica, sentido ético y compromiso colectivo; pero que es también “popular” porque se reconoce como pueblo, como parte de una clase social que no es opresora y por tanto su papel liberador es inherente al de su profesión educativa.

Está claro que los nuevos educadores populares no se harán en la espontaneidad, no existe una conciencia social que surja de la nada, adquirida de modo automático en la experiencia o preconstituida, y que pueda simplemente trasmitirse, tampoco instalarse como un dispositivo desde fuera de cada persona, esto se hace en el diálogo, en el intercambio de experiencias, en la lectura crítica de los textos y contextos, en la reflexión y la práctica. La gran tarea de las maestras y maestros de México es abrir esos canales de diálogo, materializar cada propuesta y desmantelar las bases que dan sustento a la reforma educativa de los empresarios.

7.12.15

La militarización de la contrarreforma educativa

Carlos Fazio

Impulsada por la plutocracia y sus operadores políticos en el gabinete presidencial, la contrarreforma laboral diseñada para la administración vertical y autoritaria del sistema escolar nacional es pieza clave en la actual ofensiva del capitalismo depredador. Por eso, la élite empresarial intenta imponer a toda costa su evaluación punitiva mediante la fuerza coercitiva del Estado, encarnada en la coyuntura por una Policía Federal militarizada y agentes encubiertos de los aparatos de seguridad del Estado.

Enmarcada en una vasta campaña de intoxicación desinformativa focalizada en la satanización del magisterio disidente, mediante sobornos corruptores y mentiras se intenta someter a las y los maestros del país, y establecer un nuevo régimen de control y vigilancia acorde con la visión de la clase dominante. Como señaló Noam Chomsky en su obra Lucha de clases (Grijalbo, 1997), la intención de la comunidad empresarial es contener y limitar la democracia (así sea meramente formal), las libertades públicas y los derechos laborales y humanos, y hacerlos retroceder y si es posible abolirlos. Se trata de una estrategia de rollback, de dominio y vuelta atrás.

La millonaria y demagógica campaña propagandística de la Secretaría de Educación Pública (SEP) tiene esa finalidad: destruir las hilachas del antiguo contrato social y desarticular los escasos espacios democráticos conquistados por la lucha los trabajadores. Se busca volver a la estructura social de los días del porfiriato, cuando los salarios eran casi de esclavos. Y desaparecer también todos los derechos gremiales. Primero buscan acabar con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE); después seguirá el SNTE y todos los sindicatos. La disyuntiva es clara: hambre o cárcel. Y puede ser aún peor: la muerte.

Chomsky ha citado en muchas ocasiones a Adam Smith −uno de los héroes del resurgimiento de la derecha mundial− para describir la máxima infame de los dueños de la humanidad: Todo para nosotros y nada para los demás. También ha recurrido a otra frase que aparece unos cientos de páginas después en La riqueza de las naciones, en la que Smith afirma que la división del trabajo destruirá a los seres humanos y los convertirá en unas criaturas tan estúpidas e ignorantes como pueda llegar a ser un ser humano. Por eso, en una sociedad civilizada, el gobierno debería tomar medidas para impedir que se llegue a esos límites.

En sentido contrario, hoy, en México, a través de mandaderos políticos como Enrique Peña Nieto y Aurelio Nuño, el todopoderoso Consejo de Hombres de Negocios y su principal sindicato, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), hacen grandes esfuerzos para que las personas sean, para tomar prestada la frase de Adam Smith, tan estúpidas e ignorantes como pueda llegar a ser un ser humano. De muy atrás, gran parte del sistema educativo fue diseñada para cumplir ese objetivo: conseguir la obediencia y la pasividad de educadores y educandos.

Con la aspiración de ser el delfín del gran capital para los comicios de 2018, cada lunes Aurelio Nuño manipula y utiliza con fines propagandísticos a niños y niñas de primaria (con los que se saca la foto) y gasta millones de pesos del erario en posicionarse políticamente como hombre duro. Amparado en prácticas policiales intimidatorias y represivas, el Rudolph Giuliani de la SEP conjuga casi a diario los verbos someter, despedir y encarcelar, y con su lenguaje totalitario exige la rendición incondicional de los maestros descontentos.

La sobrexposición de su vena autocrática busca convencer al gran elector: los megamillonarios de Forbes y la élite clasista de la OCDE, que tiene interiorizado el pensamiento de los que mandan: hay que educar a las masas según lo que Mexicanos Primero-Televisa −como brazo operativo del CCE− entiende por educación. Si no se educa a la chusma (Chomsky dixit) según lo que la oligarquía considera educación, ellos tomarán el control. Y ellos son lo que Alexander Hamilton llamó la gran bestia. Es decir, el pueblo oprimido.

De allí la necesidad de estigmatizar a la CNTE, que en contraposición a la educación alienante y domesticadora del gran capital –que considera a la mujer y el hombre objetos, simples mercancías− impulsa una educación humanista, dialogal, que busca hacer pensar y formar el hombre-sujeto, ciudadano. Que a la manera de Paulo Freire concibe la educación como práctica de la libertad, como una educación emancipadora.

El CCE tiene buenas razones para contener y limitar al máximo los espacios democráticos, puesto que cuanta más libertad posee una sociedad, más peligrosa se convierte la gran bestia y mayor es el cuidado que hay que tener para enjaularla. A medida que crece la libertad, la necesidad de coaccionar y controlar la opinión también aumenta para evitar que la plebe haga uso de ella. Y allí entra una de las funciones principales de los medios de difusión masiva: estigmatizar y criminalizar a la gran bestia, con la finalidad de ayudar a someterla y domesticarla.

La evaluación militarizada y el examen punitivo no son simples procedimientos técnicos y, sobre todo, no son neutrales. Se usan para impulsar determinado modelo y están directamente vinculados al tipo de proyecto político-ideológico que está implantando el régimen a marchas forzadas. Como consignó aquí Arturo Cano, un modelo educativo que necesita 3.3 policías por cada maestro que presentó examen habla por sí solo. Desnuda la verdad oficial y exhibe el fracaso gubernamental.

Ni la violencia ni la administración selectiva de la justicia con fines político-disciplinarios podrán resolver la gran polarización provocada por la contrarreforma del CCE, Televisa y Peña Nieto. Frente a la ley del garrote de Nuño hace falta distensión, diálogo y una mesa de negociación pública con la mediación de expertos en la materia. La disyuntiva es entre una educación liberadora o el sometimiento para el despojo por el capital depredador.