18.6.14

Decálogo de la salvajada energética

Jenaro Villamil

MÉXICO, D.F. (apro).- Tenía razón el expresidente Ernesto Zedillo, el más neoliberal de los mandatarios del siglo XX. Ni en sus “sueños más salvajes” se hubiera imaginado el grado de apertura a los capitales privados, sobre todo, trasnacionales, en los dos sectores ejes del país: energéticos y energía eléctrica, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.

No es un proyecto de modernización. Tampoco busca beneficiar a los mexicanos con la disminución de precios de luz, gas y menos gasolinas. De hecho, el precio de las gasolinas en México se puede disparar a 20 pesos en menos de cuatro años.

Se trata de un proceso de desmantelamiento de los bienes nacionales. Se abre a la inversión extranjera no sólo nuestro sistema de hidrocarburos y eléctrico, sino también el minero, el del gas, el del agua, el de las principales cuencas y reservas naturales de México.

El artículo 27 de la Constitución, reformado en diciembre de 2013, en medio del sigilo y la complicidad de los principales medios de comunicación, ahora será desmantelado. Al igual que el 25, el 28 e, incluso, el primero constitucional porque con ello se va a obligar a los propietarios originales de las tierras mexicanas a vender a las compañías privadas.

Es una ambiciosa y compleja contrarreforma que es necesario conocer.

Las trampas están en los vasos comunicantes de estas leyes.

Por esta razón, compartimos un pequeño decálogo para entender los puntos sustanciales de estas leyes:

1.Todas las leyes están vinculadas en un punto: máxima apertura a los contratos privados en todas las áreas de los recursos naturales.

Las leyes directamente relacionadas con el sector energético son Ley de Hidrocarburos, Ley de Petróleos Mexicanos, Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos, Ley del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilidad y el Desarrollo y Ley de los Órganos Reguladores Coordinados en Materia Energética.

Las relacionadas con el sector eléctrico son Ley de Industria Eléctrica, la Ley de Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección.

Las leyes “complementarias”, en realidad, permiten no sólo la apertura a las empresas petroleras, gaseras o eléctricas, sino la apropiación de nuestros recursos naturales. Estas son: Ley Minera, Ley de Aguas Nacionales y Ley de Geotermia.

Y las que se modifican para unificar el diseño de máxima apertura y desmantelamiento de Pemex y CFE son: Ley de Inversión Extranjera, Ley de Asociaciones Público-Privadas, Ley de la Agencia de Seguridad Industrial y Ley de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos.

Son un auténtico galimatías. Sin embargo, hay cuatro grandes leyes-eje que debemos tomar en cuenta: Ley de Hidrocarburos (reglamentaria del 27 constitucional), Ley de Pemex, Ley de la Industria Eléctrica (en la que desaparece la CFE) y la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos.

Las tres primeras se discuten en el Senado. La última y otras que se refieren a la materia fiscal y hacendaria se discuten en la Cámara de Diputados.

2.-Desmantelan Pemex y Desaparece CFE

Las dos principales empresas de nuestras industrias energética y eléctrica dejan de ser del Estado para convertirse en apéndices del “gobierno” y éste, a su vez, facilitará la inversión privada en ambas.

En el caso de Pemex no la desaparecen, sino la reeestructuran, con la idea de desmantelarla en forma paulatina hasta el 2018. En el caso de la CFE la reducen a su mínima expresión para darle servicio de suministro básico. A Pemex no la unifican en una sola empresa sino en dos: Pemex Exploración y Producción (el verdadero filete del negocio) y Pemex Petroquímica y Refinación.

Sacan a Pemex del negocio del gas y crean una nueva entidad: Cenagas, a partir de la infraestructura que le quitan a Pemex.

Pemex se vuelve no un competidor más sino el suministrador del gran negocio para las petroleras y compañías subcontratistas. La ley le ordena entregar la información privilegiada no sólo de las áreas de interés petrolero (proceso actual en la llamada Ronda Cero), sino también toda su información procesada e interpretada de cada campo y yacimiento para que la Secretaría de Energía (sener) y la Secretaría de Hacienda tengan libre acceso y sin restricciones a esta información, considerada de alto valor estratégico y de seguridad nacional.

También entregará su información geológica a la Comisión Nacional de Hidrocarburos.

A su vez, CFE dejará de ser la principal empresa en el sector eléctrico. Se crea el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), que será el responsable de operar el Sistema Eléctrico Nacional.

Los permisos y contratos para privados los administrará la Secretaría de Energía y las tarifas la Comisión Reguladora de Energía.

El objetivo, en ambos casos, es quitarle a Pemex y a CFE actividades, mercados y áreas de oportunidad para facilitar la inversión privada y multiplicar a los operadores.

3. El Estado y el gobierno al servicio de los privados

Todo el paquete energético y eléctrico tiene un objetivo: darle facilidades reguladoras, fiscales y jurídicas a los inversionistas privados, a cambio de mantener un régimen fiscal confiscatorio a Pemex y desmantelar la CFE.

Los dos nuevos órganos reguladores, Comisión Nacional de Hidrocarburos y Comisión Reguladora de Energía, en realidad dependerán de la Sener y de la SHCP.

Esta última dependencia se volverá el gran administrador de los contratos y negocios con los privados. De ahí el enorme poder que adquirirá el secretario Luis Videgaray.

El máximo de inversión del Estado en contratos con privados será de 30% y, en el caso de los yacimientos transfronterizos, será de 20%.

4. Usarán la expropiación, pero a favor de los privados, sobre todo en el campo

En un giro de 180 grados a la práctica jurídica que fortaleció al Estado y a la economía nacionales, ahora se aplicará la figura de expropiación, pero para beneficiar a los privados.

Se establecen la figura de la requisa, la expropiación, la ocupación temporal, la utilidad pública y la intervención (artículos 57, 58 y 59 de la Ley de Hidrocarburos y 68 de la Ley de Industria Eléctrica) para proteger y salvaguardar los intereses de las petroleras.

Van a despojar a muchos pequeños, medianos y grandes productores del campo, incluyendo a quienes tienen concesiones mineras (a éstos se les ordena que no podrán oponerse al tendido de ductos, cables o instalación de energía eléctrica, de acuerdo con el artículo 69 de Ley de Industria Eléctrica). Incluso, habrá multas millonarias para los poseedores de la tierra que incumplan acuerdos con las compañías privadas (artículo 88 de Ley de Hidrocarburos).

5. Privatización del agua

La expropiación también afectará la propiedad del agua. Pretenden privatizar el uso del agua para beneficio de las hidroeléctricas, productoras de gas shale y otras. Modifican tres artículos de la Ley de Aguas Naturales para eliminar las diferencias entre los acuíferos convencionales y los yacimientos geotérmicos hidrotermales.

Ambos podrán ser concesionados.

La Ley de Energía Geotérmica redefine lo que se entiende por “agua geotérmica” y “yacimiento geotérmico hidrotermal”. Al hacerlo, permiten que los concesionarios de un yacimiento geotérmico hidrotermal no tengan necesariamente los derechos de uso sobre el territorio.

6. Contratos que son concesiones

Para encubrir el hecho de que se abre el sector primario a las concesiones, se establece un enredado régimen de contratos que, en esencia, busca consolidar la concesión no sólo sobre los recursos del subsuelo, sino del suelo mexicanos.

Las cuatro figuras están en la Ley de Hidrocarburos, Ley de Pemex y Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos, y son las siguientes:

–Licencias. Pagan contraprestación. Se quedan con la producción.

–Utilidad compartida. Pagan contraprestación. Contratista entrega la totalidad de la producción al comercializador del Estado (que ya no será Pemex) y se le paga un porcentaje de la utilidad estipulada.

–Producción compartida. Pagan contraprestación. Contratista entrega un porcentaje de la producción acordada con el Estado y le entrega un porcentaje de la producción al comercializador del Estado.

–De Servicios. Contratista entrega totalidad de la producción. Se le paga en efectivo.

Las asignaciones sólo aplicarán para Pemex y puede haber migración de asignaciones a contratos, es decir, privatizar asignaciones.

Y sería la Secretaría de Hacienda la que definiría las condiciones de estas “migraciones”. Si Pemex quiere asociarse no podrá escoger su socio privado: éste será designado por la autoridad luego de un proceso de selección.

El Estado, así, no tiene la posibilidad de cancelar los contratos, cuando así lo considere pertinente para el interés nacional. Sólo en “situaciones específicas”, a beneficio de los contratistas privados.

Los contratos se adjudicarán por licitación, pero en el caso de las mineras podrán ser por asignación directa para desgasificar mantos de carbón.

7. Falta de responsabilidad ambiental

Todo el paquete energético y eléctrico minimiza las responsabilidades medio ambientales de los privados. La responsabilidad ambiental y los programas de apoyo a las comunidades no se incluyen dentro de las cláusulas de los contratos (artículo 19 de la Ley de Hidrocarburos).

Toda la regulación hacia Pemex con respecto del daño medio ambiental desaparece para los privados.

Se incrementará el daño ambiental con el uso de la tecnología del fracking para extraer el gas shale. Los promotores de este negocio dicen que ya mejoraron sus tecnologías. Nada, hasta ahora, en el paquete energético, los sanciona u obliga a compromisos medioambientales.

La utilización de un gran número de químicos en la explotación del gas shale mediante el fracking ha generado consecuencias como: los sismos resultantes de la perforación del subsuelo; la liberación de metano y radón a la atmósfera, así como la contaminación de mantos freáticos, y graves afectaciones a la salud humana.

8. Aumentarán gasolinas, gas y electricidad

En contra del gran aparato de publicidad para engañar a los mexicanos –la mayoría en contra de la reforma energética–, no disminuirán ni los precios de las gasolinas, ni del gas ni de las tarifas eléctricas. Por el contrario, se prevé que las gasolinas puedan aumentar hasta 20 pesos por litro. El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, lo admitió con todas sus letras el sábado 14 de junio ante directivos y analistas de Accival:

“No esperamos que baje el precio de la gasolina, ya que está subsidiada”.

Y en relación con los precios del gas y la electricidad, dijo que el gobierno “espera que bajen” con la competencia.

Las iniciativas no prevén eso. A partir del 1 de enero de 2018 habrá libre importación de gasolina y diesel. A partir de 2017 existirán estaciones de servicio con bandera extranjera. Las trasnacionales importarán o venderán la gasolina que produzcan.

Y en 2019, Hacienda ajustará mensualmente los precios de gasolina y diesel de acuerdo con la inflación.

La política tarifaria de los nuevos organismos reguladores de hidrocarburos y energía eléctrica está en función del beneficio de los contratistas, no de los consumidores. ¿Alguien cree que vendrán a vender gas y luz más baratos?

9. El negocio sospechoso: el gas shale

La llamada “revolución energética” del gas de lutitas o gas shale en Estados Unidos se encuentra en un punto de inflexión debido al aumento de la oferta del gas en el país vecino. Pasó de 18 mil a 23 mil billones de pies cúbicos. La potencia norteamericana presiona para que este gas se convierta en el nuevo posicionamiento geoestratégico.

La Sener ha declarado que empezará a trabajar con 20 mil pozos del gas de lutitas. Pemex y Sener hablan de 681 billones de pies cúbicos de gas como “potencial de recursos” en México, pero no pasarán a formar parte de las reservas mexicanas.

El plan de Pemex prevé la producción de lutitas en tres etapas: evaluación; caracterización geológica, y desarrollo masivo de lutitas.

Así, Pemex se quedará en la Ronda Cero con sólo 15% de los recursos prospectivos del gas de lutitas.

10. El negocio del gas

La Ley de Hidrocarburos faculta a la Secretaría de Energía para que, en cinco años, ninguna empresa pública tenga una participación superior a 50% en materia de transporte e importación de gas. En diez años este porcentaje debe quedar en un máximo de 20%. En otras palabras, 80% de la distribución del gas en México quedará en manos privadas.

A Pemex la sacan del negocio por completo.

El asunto no es menor. La nueva geopolítica se está definiendo a partir del suministro del gas. Y México, en lugar de plantear una legislación que lo fortalezca en este juego de fuerzas internacionales, se adhiere completamente a los intereses y designios de Estados Unidos.

16.6.14

HOMBRE DE MÉXICO

Aurora Reyes

Algo oscuro ha pasado por el cielo de México.
Está herida la tierra
Y en los labios del viento
Silba el agudo filo de antigua profecía.

El horizonte ahoga un paisaje de alas
Ceñido en ondulantes anillos de serpiente.
¡Águila deshojada!
Un sueño de poetas llora un sueño de héroes.

Algo ha sabido el agua de litorales libres;
La nave de la espuma
Hace viajes de alarma entre azules y grises.

Inmóviles metales conspiran en las sombras
Batallones de arboles manifiestan sus brazos
La noche vigilante se apresta para el alba.

¿En donde estas creciendo silencioso gigante?
¿Qué paisaje florece distancia en tu mirada?
¿Qué sombras te transitan?
¿Que verdades te hablan?

Nutrido de hambres públicas,
De olvidos de ceniza,
De espinas colectivas,
De muchedumbres-lágrimas.
¡Ya levántate y surge!
Ya congrega y trasciende
Esta imposible angustia panorámica

Múltiple voz eleva sus hojas verticales
Clamando por el fruto maduro de tu frente.
¡Desolada bandera!
Otra vez patria suave…
Ya vienen otra vez los mercaderes.

Ya vienen a llevarse tu riqueza,
Tus cándidos tesoros,
Tu color solferino,
Tu morado rabioso
Y únicos en el mundo, los ojos de tus niños

Se acabaran tus pueblos de gardenia,
Tus provincias de nardo,
Tus novias de amapola,
Tu cempasúchil de oro
Y los intensos campos de tu flor madreselva.

Ya no tendrás esquinas con vueltas de cilindro,
Ni jardines de mantos,
Ni ventanas de celo,
Ni serenata tierna.
Ni habrá más lotería de cartoncitos.

Apagarán tus júbilos de cohete y chinampina,
La deslumbrada luz de tus “castillos”,
Aquella verde danza de tu ancestral amiga
Y tu alucinación de maguey liquido.

Se romperá el hechizo de tus sirenas,
Centro de zapateado y conquián
Los irisados gallos de las peleas
Y los viernes de cábala y copal.

En mecánico ritmo tomarán la armonía
Del ardiente prodigio que modela tu mano
La magia de tu lenta caricia, la alegría
De los florecimientos de tu amor artesano.

Tus veneros de azul serán cegados
En el color caliente de tu sangre.
Envolverán en dólares tus huesos
Y en humo celofán tu joven aire.

Escucha cómo crecen las tinieblas del odio,
Oye cómo caminan los desiertos del hambre,
Cómo construye firmes paraísos la fiebre
Y murmura cuchillos la prisión de la sangre.

Ven a ver cómo lloran las escuelas.
¡Que cielos de amargura filtran las vecindades!
Las mujeres con alma de montaña
Amasan en su rostro silencios vegetales.

Ven a cumplir tu entero destino, sombra clara;
Te invocamos anónimo y auténtico,
Hermano sin ayer y sin mañana
¡Ven a morirte, Hombre de México!

Te espera la impaciencia,
Lo encuentros te buscan,
Arden las multitudes,
Se queman las palabras.
Surge ya, ¡capitán de la angustia!
Te llama la voz verde de las cañas.

Por este barro en marcha que somos,
Por el amor del agua,
Por la muerte del árbol inocente
Y su cosecha trágica.

Por tu serena dignidad de cacto
Erguido en los desiertos de la sed,
Tu corazón de tuna colorada,
Y tu canción de miel.

Por el incomprendido desorden de tus sueños
Allí, de donde parten los caminos de sal,
Por la lluvia vendida,
Por el pan traicionado,
Por los ojos nocturnos del jacal.

Por el sol,
Por la nube,
Por la flor,
Por la palabra “Tierra”,
Por la voz “Libertad”,
Por los dioses de elote del cañaveral.

México, abre los brazos, ¡crécelos!
-mar que has purificado los ríos de otras aguas-
Acoge nuestra voz.
¡Recíbela! ¡Levántala!
Y coloca tu cifra de justicia
En el cielo más alto del amor.

Abre tu antiguo rostro golpeado de infinito,
El volcán de tu entraña,
Tu potencia de abismo azul.

Alcanza los contornos morenos de la raza,
Desnuda las tinieblas,
Multiplica las flechas de la luz.

Crece los brazos, ¡crécelos mas!
Y en un himno de cumbres liberadas que crispe el huracán.
Irrumpan el espacio de la Indoamérica
Las palomas de azúcar de la paz.
Ven a cumplir tu entero destino, sombra clara;
Te invocamos anónimo y auténtico,
Hermano del ayer y del mañana
¡Surge ya!, ¡Hombre de México!

15.6.14

Vicepresidente de EU apadrina la "cumbre energética de Norteamérica" de Goldman Sachs

Alfredo Jalife-Rahme

Fue muy reservada la cumbre energética de Norteamérica del 10 y 11 de junio en Nueva York, patrocinada por el omnipotente banco de inversiones Goldman Sachs (http://www.goldmansachs.com/our-thinking/our-conferences/north-american-energy-summit/) –que provee de recursos humanos al sector financierista de los gobiernos trasatlánticos–, donde se deslizó, lejos de los reflectores acostumbrados, el director entreguista de Pemex, Emilio Lozoya Austin, otro apparatchik itamita, quien participó en un panel deslucido (http://www.alfredojalife.com/north-american-energy-summit/).

Los multimedia de Estados Unidos –ya no se diga los desinformadores del “México neoliberal itamita”, con la excepción de algunas notas marginales que espulgué– pasaron deliberadamente por alto la trascendental cumbre energética a la que asistieron el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el secretario de Estado, John Kerry (http://www.ibtimes.com/watch-live-vice-president-biden-delivers-keynote-goldman-energy-summit-new-york-1598280).

David Giambusso reseña que en la cumbre de Goldman Sachs, Biden urgió a inversiones en infraestructura y en energía renovable con el fin de “arrear (sic) el boom (sic) energético de las décadas (sic) por venir” (http://www.capitalnewyork.com/article/city-hall/2014/06/8547001/goldman-summit-biden-urges-investment-infrastructure-and-renewable).

Joe Biden prosigue obstinadamente con el contumaz discurso mendaz y pugnaz sobre la revolución energética de Estados Unidos como la nueva Arabia Saudita del siglo XXI, pese a las aparatosas refutaciones de la EIA (http://www.jornada.unam.mx/2014/05/28/opinion/018o1pol), a menos que el vicepresidente considere ya como expropiadas las pletóricas reservas del “México neoliberal itamita”: tanto en las aguas profundas del Golfo de México como en la Cuenca de Burgos y el noreste mexicano, donde la dupla Peña/Videgaray participará como lejana observadora sin capacidad tecnológica ni de vigilancia, ni física ni contable.

Joe Biden emitió la aburrida arenga transformadora de la propaganda de la dupla Peña/Videgaray que convertirá a Estados Unidos (nota: ¡no a México!) en una superpotencia (¡supersic!) energética, cuando Estados Unidos se encuentra –que no México– en medio de una transformación (sic) energética que literalmente está cambiando el mundo.

Estados Unidos debe invertir sincrónicamente en la infraestructura que ha quedado rezagada y Joe Biden advirtió que específicamente la infraestructura del gas natural (léase: gasoductos y terminales para su licuación) necesitaba reparaciones, así como triplicar la presente tasa de inversión.

El polémico vicepresidente –que acaba de agraviar a los alemanes como xenófobos– exultó que Estados Unidos es “el principal exportador de productos del petróleo –nota: de elevado valor agregado– y el mayor productor de gas natural”, además de que la administración Obama ha triplicado la energía eólica y ha incrementado más de 10 veces la energía solar.

Joe Biden no está actualizado de los estrujantes desmentidos de la EIA que podaron en 96 por ciento las cuentas alegres sobre las reservas del yacimiento Monterey, que hubiera abastecido con dos terceras partes el total de extracción del gas shale (esquisto/lutita/grisú/bituminoso/pizarra) de Estados Unidos, y alardea que el boom del shale gas estadunidense ha apaciguado los mercados foráneos, donde la menor demanda de Estados Unidos ha dado mayores opciones de combustible fuera de Rusia y la OPEP a las empresas europeas y asiáticas.

La cosmogonía ultrarreduccionista de Joe Biden extrapola desde el vacío que la suficiencia (¡supersic!) energética de Estados Unidos incrementa su habilidad para influir en los eventos en el mundo y reduce la habilidad de algunos países de usar a la energía como arma. ¡Ajá!

Aconsejó a los banqueros apostar en el carbón cuando Obama acaba de anunciar parámetros para restringir su emisión, mientras advertía sobre el riesgo de que Estados Unidos importe energía renovable.

Maria Galucci, de International Business Times, reporta su visión de la cumbre muy reservada y coloca en relieve la apuesta de Joe Biden en la energía limpia debido al impacto del cambio climático cuando “el boom energético debe ser visto como una transición (sic) no sólo hacia una mayor independencia energética, sino también en energía renovable” (http://www.ibtimes.com/biden-speech-highlights-paradox-all-above-energy-strategy-celebrating-oil-gas-calling-1598784).

Desde luego que la independencia energética de Estados Unidos pasa por la dependencia del “México neoliberal itamita” bajo el esquema de seguridad energética de Norteamérica, próxima a ser colocada bajo el paraguas militar del Comando Norte (NorthCom).

Ya expuse que los infogramas de Goldman Sachs demuestran que el principal sostén de Norteamérica provendrá de las pletóricas reservas de hidrocarburos del “México neoliberal itamita” (http://www.jornada.unam.mx/2014/06/11/politica/018o1pol?partner=rss).

Maria Galucci reporta que la cumbre de Goldman Sachs congregó a la “ crème de la crème” de los sectores público y privado de Estados Unidos/Canadá/México (Norteamérica), cuando los tres países han creado una relación comercial de un millón de millones de dólares (un trillón en anglosajón) y su cooperación (¡supersic!) en energía crece cada día más íntimamente (sic), con algunos escollos como es el caso del oleo/gasoducto Keystone XL de Canadá. Joe Biden no exhibió ningún escollo del lado del sumiso “México neoliberal itamita”.

Dejo de lado los megaescándalos del mancillado Goldman Sachs, que se dispone a tomar el lugar de otros bancos de inversiones para crear la especulativa burbuja financierista en el “México neoliberal itamita”, tanto en las aguas profundas del Golfo de México como con el shale gas del noreste mexicano.

¿Asistió a la cumbre de marras y amarres el mayor banco inversionista del mundo Black Rock, que preside el israelí-estadunidense Larry Fink (http://www.jornada.unam.mx/2013/12/11/opinion/026o1pol)?

El tropismo energético/gasero del clan Biden es proverbial: Hunker, hijo del controvertido vicepresidente, es copropietario de la principal gasera privada de Ucrania (http://rt.com/business/158660-biden-son-ukraine-company/).

Antes del espíritu de Toluca, donde Obama selló con Peña la seguridad energética de Norteamérica, Joe Biden –en forma insólita contraviniendo la verticalidad del protocolo– se había reunido con Videgaray (http://es.scribd.com/doc/192136282/Biden-Videgaray), mientras Emilio Lozoya Austin, miembro del Instituto México (sic) del Wilson Center/ITAM (apadrinado por el Departamento de Estado), recibía instrucciones de Condy Rice (http://www.jornada.unam.mx/2013/07/31/politica/020o1pol), directiva de Chevron, ex secretaria de Estado y ex asesora de Seguridad Nacional de Baby Bush (http://es.scribd.com/doc/190772672/CRice1).

¿Cuál es la dimensión geopolítica de la cumbre energética de Norteamérica?

Mediante las pletóricas reservas de sus dos vecinos sumisos, México y Canadá, y bajo la metáfora de Norteamérica diseñada para cándidos, Estados Unidos responde así al histórico acuerdo gasero de Rusia y China (http://www.jornada.unam.mx/2014/05/25/opinion/012o1pol), que asienta un nuevo orden geoestratégico tripolar: Estados Unidos, Rusia y China.

10.6.14

Estado sacrificial

Pedro Miguel

Para entender lo que ocurre en el México contemporáneo hay que remontarse a la presidencia de Miguel de la Madrid. En su gobierno, con Carlos Salinas en los controles de la extinta Secretaría de Programacion y Presupuesto, se puso fin al fin del estado de bienestar y se ensayó la aplicación generalizada de la ley de la jungla que habría de imponerse en toda regla en el sexenio siguiente y que todavía es paradigma económico y social del grupo en el poder. El último acto relevante del poder presidencial delamadridista fue el robo de la Presidencia, práctica que volvería a repetirse en 2006 y 2012.

Entre junio y noviembre de 1987 arribaron al país tres barcos procedentes de Irlanda que transportaban, en conjunto, cerca de 17 mil toneladas de leche en polvo irlandesa, contaminada por la radiación procedente del accidente de Chernobyl. La mayor parte de esos cargamentos fue distribuida entre la población por la también desaparecida Comisión Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo) y consumida por un número indeterminado de niños y adultos. Hasta la fecha no se ha realizado una investigación seria sobre los impactos del cesio 137 y el estroncio 90 entre la población que consumió esa leche envenenada.

En su libro Caso Conasupo: la leche radioactiva (Planeta, 1997), Guillermo Zamora cuenta cómo distintas dependencias del gobierno federal –la Presidencia, las secretarías de Salud y Comercio, la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias, la propia Conasupo– intentaron ocultar la información. No se sabe a ciencia cierta quiénes fueron los funcionarios más beneficiados con esta transacción porque la comisión de la Cámara de Diputados creada en tiempos de Zedillo para investigar el asunto más bien lo sepultó con el mayoriteo priísta (los remanentes del cargamento tóxico fueron sepultados en un basurero de San Miguel de Allende), pero la lista de sospechosos de corrupción y/o encubrimiento empieza con el propio Miguel de la Madrid y los hermanos Carlos y Raúl Salinas (Zamora, p. 97) y culmina, como lo sostuvo el fallecido Adolfo Aguilar Zínzer, integrante de la Comisión Conasupo, en Ernesto Zedillo (id., p. 150).

Hace unos días se conmemoró el quinto aniversario del incendio de la Guardería ABC, en Heremosillo, en el que 49 niños murieron quemados y otros 70 sufrieron lesiones graves. El accidente fue la consecuencia de una cadena de descuidos y omisiones que sólo pueden explicarse por el afán de lucro de los propietarios del establecimiento, los del local y, presumiblemente, funcionarios que no supervisaron o que lo hicieron y omitieron en sus reportes las miserables condiciones de seguridad. Alguien se fue de juerga con lo que se ahorró al no comprar extinguidores. Entre los dueños había parientes políticos del entonces gobernador Eduardo Bours y de Felipe Calderón. El máximo responsable administrativo de esas guarderías subrogadas era Juan Molinar Horcasitas, titular del Instituto Mexicano del Seguro Social. El procurador federal era Eduardo Medina Mora. El encubrimiento y la impunidad estaban garantizados.

Son muchos los ejemplos de este Estado que en tres décadas pasó de ser benefactor a sacrificial. De entre los que más laceran la memoria, la masacre de Acteal, la represión criminal en Atenco, el asesinato industrial de mineros en Pasta de Conchos, la negativa de Peña Nieto a reconocer la epidemia de feminicidios en el Estado de México. El cálculo electorero, el afán de lucro, las privatizaciones y subcontrataciones de todas las propiedades, potestades y funciones públicas imaginables, la corrupción a escala neoliberal –que hace palidecer la que había en el país hasta los años 80– se traducen, para la población, en pérdida de derechos, de garantías, de seguridad. Por tremendas que sean las pérdidas la impunidad está asegurada. Gobernantes y trasnacionales no se llevan tan mal con las organizaciones delictivas cuando hay de por medio negocios para compartir. El clima de zozobra y caos sangriento a la manera de Chihuahua, instaurado a ciencia y paciencia de las autoridades, puede ser funcional a una sucesiva entrada de trasnacionales que se aprovechan de la situación, señala Federico Mastrogiovanni, autor de Ni vivos ni muertos. La desaparición forzada en México como estrategia de terror.

Tal vez la regresión sea más profunda y larga de lo que tiende a pensarse y la oligarquía apátrida que se hizo descaradamente del poder desde 1988 no nos haya regresado al Porfiriato ni a la colonia sino a las épocas del sacrificio humano. Sólo que el Hutzilopochtli contemporáneo tiene la advocación de la rentabilidad y Tlazoltéotl se alimenta de comisiones.

8.6.14

La burbuja financierista de Wall Street en el Golfo de México sin Pemex, según FPIF


Alfredo Jalife-Rahme

Mientras los itamitas que dirigen la privatización de Pemex desde la Secretaría de Hacienda no saben responder insólitamente a la incógnita hierática de la renta petrolera y las regalías que serán obsequiadas a las trasnacionales ( La Jornada, 06/6/14), el think tank FPIF (de Estados Unidos) advierte el riesgoso negocio de la privatización del petróleo en México http://www.jornada.unam.mx/2014/06/ 04/opinion/016o1pol) y el flagrante ejemplo negativo de Bolivia.

¿Por qué se entrometen los fracasados financieristas itamitas en asuntos geológicos/petroleros cuando tienen a la economía de México de cabeza? Pues para crear la burbuja financierista en beneficio de Wall Street, esta vez mediante el truco contable del booking: la bursatilización encubierta mediante la enajenación catastral para el productor trasnacional.

El carácter financierista de la enajenación catastral de Pemex será transmutado en una burbuja especulativa por las petroleras anglosajonas basada en las pletóricas reservas –una de las mayores del planeta que confiesa The Financial Times (06/6/14)– en las profundidades del Golfo de México, el famoso tesoro, que andaría en 100 mil millones de barriles y que obscenamente es objeto del booking, según los criterios de la Comisión Reguladora de Valores (SEC, por sus siglas en inglés) de Nueva York, cuya brillante idea entreguista es atribuida por Bloomberg Bussines Week y Forbes (http://www.forbes.com/sites/doliaestevez/2013/08/22/british-billionaire-ayman-asfari-defends-mexican-presidents-proposed-oil-reform/ y http://www.bloomberg.com/news/2013-08-13/mexico-plans-oil-reserve-sweetener-to-lure-exxon-chevron.html) a Enrique Ochoa Reza, ex subsecretario de Energía y hoy flamante director de la CFE.

La burbuja financierista del petróleo mexicano por Wall Street sin Pemex la desnuda hasta cierto punto el artículo de Laura Carlsen del FPIF, quien se queda muy corta en el organigrama expoliador y en los vínculos que llevan hasta BlackRock/Televisa (http://www.jornada.unam.mx/2013/12/11/opinion/026o1pol).

Laura Carlsen aduce que existe otra capa semioculta (¡supersic!) en la privatización del petróleo de México, ya que lo que el gobierno mexicano y las trasnacionales privadas codician en el esquema de la privatización de México no es tanto el flujo del petróleo como el flujo de capitales (¡supersic!). La tesis financierista/ itamita de Bajo la Lupa, a la que fue entrenado Videgaray en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), según su tesis fiscalista en respuesta a los choques petroleros (http://es.scribd.com/doc/228505482/39767685-1) que dirigió el fallecido latinófobo Rudiger Dornbusch, un fanático neoliberal fondomonetarista.

Laura Carlsen cita los secretos revelados por The Wall Street Journal (http://online.wsj.com/news/articles/SB10001424052702303492504579111360245276476): La mayor parte del crecimiento en la producción del combustible fósil proviene de empresas que necesitan vender acciones (¡supersic!), endeudarse (¡supersic!) o vender activos (¡supersic!) para cerrar la brecha con la colocación de un tapón entre su gasto y sus ingresos.

El meganegocio de los hidrocarburos, el máximo del planeta, no es geológico ni lógico, sino financierista/especulativo.

A mi juicio, la verdadera privatización de Pemex se gestó con la extranjerización de la otrora banca nacional, cuando México se quedó sin el arma financiera en sus manos. En términos de capitalización de mercado (su valor bursátil), México fue el país que más se abrió a la banca foránea, entregando hasta 92 por ciento del total.

Los fariseos y/o samaritanos que propalan la vinculante consulta popular estarán cazando moscas si no agregan la creación de una sólida banca nacional que sea competitiva con la existente.

Tal consulta popular, sin la creación simultánea de una banca nacional, quedaría totalmente truncada y a merced de los chacales especuladores de Wall Street, porque el juego global es financierista.

Según The Wall Street Journal, el controvertido banco británico Barclays PLC estima que “las 50 (¡supersic!) principales exploradoras de petróleo y gas necesitaron recaudar el año pasado 50 mil 300 millones de dólares para cerrar tal tapón (¡supersic!), de lo que Maynard Holt, copresidente del banco de inversiones de energía Tudor Pickering Holt & Co., con sede en Houston, exulta: Los dólares necesitados (sic) nunca habían sido tan amplios. El dinero se encuentra verdaderamente aquí y los raudales (¡supersic!) de los capitales de la energía global están fluyendo en nuestro sentido.

¡Obviamente!: para eso sirve gran parte de la impresión masiva de dólares por la Reserva Federal y su Quantitative Easing.

Por cierto, Bobby Tudor, mandamás del banco de inversiones en energía Tudor Pickering Holt & Co., trabajó por dos décadas para el pestilente Goldman Sachs (http://www.tphco.com/bobby-tudor), donde obtuvo un excepcional entrenamiento especulativo.

No hay que perder de vista que detrás del cataclismo financiero del Fobaproa/IPAB en México –que abrió la puerta a la privatización de Pemex por la vía financierista– se encontró un funcionario de Goldman Sachs, el itamita Martín Máximo Werner Wainfeld (Cuando el multigenocida Goldman Sachs saqueó México y Ghana http://www.jornada.unam.mx/2010/05/02/politica/016o1pol), hermano de otro itamita, Alejandro Mariano, quien pagó la deuda del Fobaproa/IPAB desde la Secretaría de Hacienda y ahora es director del FMI para Latinoamérica. ¡Misión cumplida del círculo virtuoso!

Laura Carlsen fustiga que las élites (¡supersic!) políticas y económicas de México están ansiosas de subirse al juego financierista cuando el imperativo (sic) de crecimiento del capitalismo empuja a la especulación hacia el siguiente estallido financiero. Su diagnóstico es impecable e implacable sobre la próxima burbuja financierista de Wall Street en las profundidades del Golfo de México: Nunca fue sobre el bien común. Debajo de la retórica, se trata de asegurar que los raudales (sic) de capitales fluyan en los bolsillos del poder.

Hace un año expuse (http://www.jornada.unam.mx/2014/01/05/opinion/010o1pol) la opinión de Philip K. Verleger Jr., de los economistas que más saben de hidrocarburos, quien exhibe que Wall Street, y no los productores estatales con grandes reservas y producción, determina el precio de los hidrocarburos (http://www.international-economy.com/TIE_W07_Verleger.pdf).

Ninguna variación en cuanto a la próxima burbuja financierista en el Golfo de México de los megabancos de Wall Street cuando está a punto de estallar la burbuja del fracking del gas shale (http://www.jornada.unam.mx/2014/05/28/opinion/018o1pol), que constituyó el opio del modelo neoliberal financierista http://www.jornada.unam.mx/2014/06/01/opinion/018o1pol. Ahora la banca de Wall Street –desde BlackStone/BlackRock pasando por JP Morgan hasta Goldman Sachs/Banca de Inversiones en energía Tudor Pickering Holt & Co.– se prepara a inflar una súperburbuja financierista sobre el cadáver de Pemex (https://www.youtube.com/watch?v=3UVjCUStmo0) en las aguas profundas del Golfo de México.

4.6.14

FPIF (de EU) advierte: "riesgoso negocio" de la "privatización del petróleo en México"

Alfredo Jalife-Rahme

De no haber sido por la opinión de Diana Villiers de Negroponte, esposa del poderoso ex embajador de Estados Unidos en México y Honduras (además de zar del espionaje con Baby Bush), no me hubiera detenido en el feroz ataque de Foreign Policy in Focus (FPIF) sobre el riesgoso negocio de la privatización del petróleo en México.

FPIF pertenece al Instituto de Estudios de Política (IPS, por sus siglas en inglés), con sede en Washington, y es uno de los cinco principales think tanks independientes de EU.

Laura Carlsen, del FPIF, aborda el futuro cuestionable de la privatización del petróleo: “aún si es aprobada la legislación secundaria, una amplia oposición –y la posibilidad de un referéndum para rechazar la privatización– crea un panorama inestable (¡súpersic!) para los inversionistas”.

No serviría así de mucho la cobertura del Mundial de futbol para pasar apresuradamente la reforma de marras por un Congreso supino que vota a contracorriente histórica y en sentido contrario a la voluntad de sus supuestos electores, lo cual, a mi juicio, lo desviste de cualquier legitimidad democrática.

La opinión más nihilista proviene de Diana Villiers de Negroponte, hoy becaria del muy influyente Brookings Institution y una de las notables impulsora de las reformas donde expuso sus dudas de que exista alguna compañía internacional dispuesta a invertir hasta después del referéndum. Se ha de referir a la famosa consulta popular que hasta ahora han eludido los poderes Ejecutivo/Legislativo/Judicial del México neoliberal itamita.

Carlsen considera que existen otras cuestiones (sic) que encapotan el futuro de las reformas y una versa en la habilidad de las trasnacionales para la bursatilización encubierta de las reservas mediante el truco contable del booking para los contratos de Pemex sin tener la propiedad y deja claro que el booking –la bursatilización encubierta que le otorga una propiedad de facto a las trasnacionales– aboliría la propiedad catastral del pueblo mexicano. Cita al respecto el polémico artículo de Forbes en el que el entonces subsecretario de Energía y hoy flamante director de la CFE, Enrique Ochoa Reza, se desvive en formular la bizantina hermenéutica del booking, que resume Carlsen en una frase perentoria: para muchos mexicanos, suena como un eufemismo para la privatización. Pero los inversionistas nunca estarán más cuidadosos.

El día después a la aprobación de las leyes secundarias, mediante la alianza del PRI y el PAN, juzga que la controversia no concluirá, ya que el orgullo (sic) nacional (¡súpersic!), las preocupaciones sobre la pérdida de soberanía, el sentimiento antineoliberal y la aversión a las trasnacionales petroleras se han combinado para conformar una oposición masiva (¡súpersic!) a los planes de privatización del gobierno, que “ha lanzado una campaña multimillonaria de publicidad para promover la inversión privada de energía”.

Si se consigue colocar la consulta popular en la votación federal de julio de 2015 algunas encuestas muestran que gozan de una gran oportunidad de ganar.

Arguye que la privatización y la disolución (sic) de Pemex ha sido desde siempre la aspiración principal de los planificadores neoliberales en Norteamérica (¡súpersic!) cuando los “promotores del modelo de libre mercado y los defensores del TLCAN –incluyendo el Banco Mundial (sic), el Wilson Center financiado (¡súpersic!) por el Departamento de Estado y Coparmex– han celebrado predeciblemente las reformas”. Le faltó mencionar a los mendaces IMCO y Rozental y Asociados.

Expone la declaración de la entrega de lo ajeno del pirata británico Duncan Wood, director del Instituto México (sic) del Wilson Center/ITAM, ante la Cámara de Representantes de EU.

La liberalización energética está resultando un espejismo del BM, ya que la economía sigue más estancada que nunca, mientras su máximo impulsor en el gabinete, Luis Videgaray, ha comentado que los resultados se apreciarán en 30 años (sic), un poco más de los 10 años estimados por Vicente Fox, cuando hasta la revista neoliberal The Economist ha perdido el optimismo sobre el “México’s Moment”.

Carlsen aborda otro argumento especioso (sic) del debate [nota: ¿cuál?] sobre la privatización: la idea de que el sector privado automáticamente reducirá la corrupción, lo que desafía el conocimiento público de cómo operan las trasnacionales en el mundo y en México mismo cuando la misma petrolera Shell enfrenta un juicio de Pemex por la compra del gas contrabandeado por los grupos del crimen organizado, además del caso notable de Oceanografía [nota: donde están implicados las familias de Fox y del ex secretario de Hacienda, el itamita Gil Díaz].

A juicio de Carlsen, el historial ambiental y social de Chevron, Shell, ExxonMobil y Repsol son lúgubres cuando la asociación estratégica de Shell con Pemex en Deer Park –que los funcionarios manejaron como ejemplo para el futuro– ha sido criticada por su falta de transparencia y su mínima transferencia de tecnología.

El problema con los recursos del petróleo en manos foráneas es que México tendrá menos (¡súpersic!) vigilancia directa (sic) y capacidad (¡súpersic!) para intervenir en las operaciones. ¡Cómo!

Otra grave preocupación reside en la entrada de estas poderosas trasnacionales y su significado para la soberanía de México, ya que una vez que han obtenido concesiones masivas para la exploración del petróleo y el gas, tendrán mucho mayor control (¡súpersic!) sobre el territorio mexicano y sus recursos, adquiriendo mayor poder político y económico.

Ni duda quepa que los intereses financieros (sic) y petroleros de EU se beneficiarán de un mayor acceso a los recursos de México cuando “según las filtraciones de Snowden, la Agencia Nacional de Seguridad de EU espía(ba) a Pemex, para otorgarle a las trasnacionales de EU una ventaja competitiva y asistir la planeación estratégica de energía de EU”. ¡Ni más ni menos que la Seguridad Energética de Norteamérica bajo la férula del Comando Norte!

Llama la atención que sectores muy influyentes de la élite del poder en EU se desmarquen del “México’s Moment” antes de las elecciones intermedias de noviembre allá, y aquí, en julio del año entrante.

1.6.14

Las autodefensas y el modelo zapatista

Miguel Ángel Ferrer

Luego de los varios meses que han transcurrido desde la aparición pública y mediática de las autodefensas michoacanas, el panorama empieza a clarificarse en cuanto al potencial insurreccional y revolucionario de esos grupos armados.

Ese panorama en trance de esclarecimiento muestra primeramente que las autodefensas responden a la legítima necesidad de la población, sobre todo rural, del estado de Michoacán de protegerse del accionar de la delincuencia organizada. Víctima de ésta y ante la indiferencia o complicidad de los gobiernos federal, estatal y municipal, esas comunidades rurales no tuvieron otra salida que organizarse en milicias populares armadas.

Y parece hasta el momento que merced a la existencia y actividades de las autodefensas el grave fenómeno delictivo en Michoacán se ha visto notoriamente atemperado. Tal cosa, desde luego, no es sólo fruto de la actuación de las autodefensas; también lo es de que las acciones de estos grupos obligaron al gobierno federal a hacerse presente en Michoacán para buscar una solución al grave deterioro de la seguridad pública.

Es claro que sin el nacimiento y desarrollo de las autodefensas, el gobierno federal no se habría visto en la necesidad de cumplir su obligación legal de proteger a la ciudadanía y combatir la delincuencia. Es obvio que el gobierno federal decidió intervenir ante la súbita aparición de una situación insurreccional o al menos preinsurreccional. Y con su presencia, antes inexistente en Michoacán, el gobierno de Peña Nieto decidió golpear con las dos manos. Con una, reducir las actividades de la delincuencia organizada; y con la otra buscar la reducción, eliminación, cooptación, domesticación o represión de las autodefensas.

También hasta el momento, la estrategia gubernamental ha tenido éxitos. Sobre todo por la vía de la cooptación, la domesticación y la franca represión policiaca y judicial.

Pero a veces, como se dice popularmente, donde menos se espera salta la liebre. Y la liebre ha saltado en la anunciada e incipiente conversión de las autodefensas de un movimiento armado a una organización política de lucha pacífica.

Digamos que por otras vías y en distintas circunstancias, las autodefensas han tomado el camino que 20 años antes tomó el movimiento zapatista. Y que ante la represión policiaca, judicial, mediática y militar desatada contra ellas, no les ha quedado otro camino que optar por la participación política.

Frente a la nueva situación, quizás a las autodefensas les sirva el lúcido ejemplo del EZLN y que puede resumirse o condensarse en su preservación y actividades a lo largo de dos décadas, sin haber sido cooptado, eliminado, destruido o desprestigiado.

De modo que por distintas vías y en diferentes circunstancias, se ha extendido a otras regiones de México el modelo de lucha, de resistencia y de autonomía (frente al Estado) del zapatismo. El tiempo dirá si las autodefensas prevalecen en este camino. Y si son capaces de dar las muestras de lucidez que a lo largo de cuatro lustros han dado los dirigentes y las bases del movimiento indígena chiapaneco.

Si este es el caso, y si las autodefensas logran resistir los indudables afanes represivos del Estado, es probable que logren su consolidación como fuerza política capaz de librar a sus comunidades del flagelo de la delincuencia organizada.

Y dando ese primer e importantísimo paso, es posible que logren dar forma y contenido a nuevas modalidades de organización popular y de autonomía frente al Estado

A primera vista puede parecer un logro modesto. Pero indudablemente ahí se encuentra el germen de una nueva organización política del país. Una organización horizontal, democrática, libre y participativa. Como la anunciada, prefigurada y vigente en el movimiento zapatista.