31.3.14

Sobre mitos, crimen y política III

Carlos Fazio

Con el antecedente de un plan del Pentágono para cazar a Joaquín El Chapo Guzmán igual que a Osama Bin Laden en Pakistán –mediante un operativo quirúrgico ejecutado por comandos especiales de infantes de marina estadunidenses−, la fabricación del mito en torno al traficante nacido de Badiraguato, Sinaloa, incluiría el 14 de febrero de 2013, ya con Enrique Peña Nieto en la Presidencia de México, una declaración de enemigo público número uno de la Comisión Anticrimen de Chicago. Según J. R. David, director de la comisión, comparado con Guzmán, el gángster Al Capone parece un amateur.

Ya entonces resultaba evidente que Washington no iba a cejar en su empeño por matarlo o capturarlo. Era cuestión de tiempo. Y finalmente, el 22 de febrero de 2014 Joaquín Guzmán se entregó mansamente en un edificio de Mazatlán. Según la versión oficial de las autoridades mexicanas, la detención del Chapo se debió a una acción quirúrgica de un comando de élite de la Marina de guerra mexicana y se produjo sin disparar un solo tiro, como se ufanó en destacar el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam. Ni rastro de los 300 hombres que según la agencia estadunidense Associated Press (Ap) custodiaban al capo día y noche, según la versión atribuida al ex secretario de Defensa general Guillermo Galván.

Casualidad o no, la primera noticia sobre el operativo la dio en Washington la misma Ap, que citó como fuente a un alto funcionario de seguridad pública estadunidense que pidió el anonimato. Agentes de la DEA y oficiales del servicio de alguaciles estuvieron ampliamente involucrados en la detención, reveló la agencia.

A su vez, la primera imagen tras la captura, que exhibió a un Chapo con magullones en el rostro, el pelo revuelto y el torso desnudo, fue difundida por The New York Times cuatro horas antes de que aquí el titular de la PGR anunciara el hecho. Aunque admitió que hubo colaboración tecnológica de agencias estadunidenses, el procurador exaltó el trabajo de inteligencia y la acción coordinada de los distintos cuerpos de seguridad del Estado mexicano, elementos éstos que han venido siendo el eje de la nueva narrativa oficial en materia de seguridad del gobierno de Enrique Peña, en un intento discursivo por desmarcarse de la cruenta guerra del ex presidente Felipe Calderón, que sumió al país en una catástrofe humana.

Un día después, La Jornada reveló que drones (aviones no tripulados) de la DEA permitieron localizar el equipo de comunicación satelital de Guzmán Loera en los alrededores del condominio Miramar, en Mazatlán. Y según consignó Proceso, la información de inteligencia fue suministrada a la Secretaría de Marina de México, con la cual la DEA tiene una excelente cooperación (en alusión implícita a la desconfianza que le generan el Ejército y la Policía Federal). Un agente de esa corporación, que no quiso identificarse, reveló al semanario que se trató de una operación conjunta: agentes de la DEA “estuvieron presentes en el operativo al momento de la captura” y “fotografiaron al Chapo” después de que los efectivos de la Marina lo sometieron. Incluso, tomaron de inmediato sus huellas digitales y pruebas de ADN para corroborar su identidad, que se enviaron a Washington y en el curso de la mañana resultaron positivas.

Más allá del papel protagónico que no quiso ocultar la DEA, las siete horas que mediaron entre el operativo militar y el anuncio oficial de la captura por las autoridades mexicanas, más una serie de contradicciones en la trama expuesta al público, vinieron a generar dudas acerca de la verdad de los hechos.

Por razones de soberanía el gobierno priísta quiso minimizar la intervención de Washington, amén de su interés por aprovechar el golpe para fines propagandísticos de Peña. Si la DEA no intervino más que con inteligencia operacional y a los efectos de la geolocalización del sujeto, como afirmaron el procurador y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ¿cómo fue que The New York Times obtuvo la primera foto de Guzmán Loera detenido?

De allí que afloraran interrogantes acerca de si se trató de una entrega acordada o impuesta por interés de Washington, que pudo haber seguido los procedimientos estándar utilizados por agencias estadunidenses que suelen negociar la entrega de un delincuente a cambio de beneficios durante el juicio.

Despertó suspicacias el énfasis del procurador Murillo en la versión de que fue una cacería de una semana, que se inició en Culiacán, donde El Chapo habría estado a punto de ser capturado el lunes 17 de febrero, cuando se le ubicó en un conjunto de siete casas de seguridad conectadas por túneles, que a su vez derivaban en el drenaje pluvial de la ciudad.

Uno de esos túneles fue encontrado oculto debajo de una tina de baño que conectaba con el sistema de desagüe en una casa de la colonia Libertad, cuya puerta de entrada estaba reforzada con acero. Cuando entraron los comandos descubrieron que el capo se había esfumado en sus narices por las cañerías. Según Murillo, los minutos que los marinos tardaron en abrir la puerta facilitaron la fuga. Pero gracias al apoyo tecnológico de la DEA, que con geolocalizadores de última generación detectó el teléfono satelital que utilizaba El Chapo y logró cotejar su voz, sus perseguidores supieron que ese día Guzmán lo encendió y apagó varias veces para hacer llamadas, presuntamente solicitando auxilio para escapar.

Horas después, la señal del aparato fue localizada en Mazatlán y se procedió a cerrar el cerco. Después de ese día hubo varios momentos en que pudo haber sido aprehendido, pero la prudencia y el sentido común hicieron que evitáramos hacer la detención en un lugar donde pudiera ser afectada la ciudadanía y preferimos no ponerla en riesgo. Y ese momento se dio con una enorme eficiencia y sin un solo disparo, relató a los medios Murillo. Una chingonería, pues.

30.3.14

Ronda cero…reprobados con cero

Javier Jiménez Espriú

La reforma energética, aprobada con procedimientos desaseados, en trashumantes búnkers parlamentarios, de espalda a los mexicanos, con modificaciones constitucionales cuyo objetivo único fue privatizar el sector energético, será –de consumarse las pretensiones de la clase gobernante– un verdadero atraco al pueblo de México, la entrega de una parte sustantiva de la renta petrolera a los ricos de aquí y de allá, la cancelación de la seguridad energética de la Nación, porque tratarán de llevarse lo más que puedan en el menor tiempo posible, y la vulneración de nuestra soberanía, porque con las trasnacionales petroleras vendrán las presiones y la injerencia de los gobiernos que las abanderan.

En uno de tantos foros de discusión sobre esta reforma en los que he participado, la doctora Miriam Grunstein, investigadora del CIDE, proclive a la apertura, citando a Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, señalaba que para una reforma de este calado, el país que la intentara debía cumplir con 5 requisitos: tener instituciones fuertes con alto grado de aceptación, capacidad reconocida del impulsor de las reformas para negociar con un espectro amplio de grupos sociales, una política consistente en el sector sobre el que recae el cambio, una cultura de cumplimiento voluntario del derecho y una cultura sólida de transparencia e inclusión. Yo estuve de acuerdo con ella en estos requisitos y ella estuvo de acuerdo conmigo en que en nuestro país no se cumple uno sólo de ellos, ni remotamente.

Véase tan sólo con detenimiento la reforma constitucional en la que permanece la exploración y la extracción de los hidrocarburos como área de exclusividad del Estado, para lo que no se darán concesiones y los transitorios en los que se señala cómo se darán las concesiones, disfrazadas de contratos de utilidades o de producción compartidas. Estos no son otra cosa que concesiones mondas y lirondas.

O véase igualmente la trampa de la ronda cero en la que en plazo perentorio, el gerente de Pemex, sumiso empleado del Presidente, hizo una solicitud conservadora –hasta Canacintra dixit–, lamentable y pusilánime, no en función de las capacidades de Pemex, sino para dejar a los privados las dos terceras partes de las reservas nacionales, atractivo inmejorable e inédito en el mundo, según la propaganda de la Subsecretaría de Hidrocarburos en sus declaraciones al Financial Times. Lo que puede hacer Pemex no cuenta, lo que diga la Constitución no tiene importancia y lo que pregona el Presidente no es sino otro más de los engaños con que se han presentado las reformas y se instrumenta la entrega de la Patria.

Y ya no digamos la transparencia y el estado de derecho. El caso Oceanografía, es sólo un botón de muestra de la urdimbre de connivencias, acuerdos vergonzantes, reparto de privilegios y canonjías, abusivo manejo de influencias, que trasciende sexenios y partidos políticos en un reparto asqueroso de los bienes de la nación entre políticos, funcionarios y ex funcionarios, parientes, amigos, empresarios inescrupulosos, solapados y protegidos con información reservada y confidencial, que han hecho millonarios negocios personales con Petróleos Mexicanos (Pemex) y que quieren ahora hacer del petróleo de los mexicanos, un negocio personal.

Ya empezó también la guerra entre los cárteles de esa delincuencia organizada, pero como siempre, no para poner orden y limpiar de corrupción, sino para eliminar a los corruptos descubiertos y apoderarse de los territorios. La acusación a Oceanografía y el chantaje del PAN al PRI de estorbar la aprobación de las leyes secundarias para que no se afecte a sus miembros involucrados en los fraudes, no son sino luchas intestinas en el PRI-PAN para los reacomodos, visto el enorme negocio que se avecina.

Si se consuma el atraco, el caso de Oceanografía, será el mar nuestro de cada día. La misma tragicomedia, pero con nuevos protagonistas y elenco trasnacional.

Ya aparecen en la prensa nacional los nombres de las empresas y de los socios de las mismas, que se aprestan para formar las nuevas castas de plutócratas petroleros. Igualmente, los nombres y apellidos de ex funcionarios y sus familias brillan con descaro inocultable en las marquesinas del nuevo teatro.

No debemos permitirlo, porque a diferencia del gobierno, que debiera ser del pueblo y para el pueblo y no lo es, el petróleo de México sí es del pueblo y para el pueblo y sólo para el pueblo debe ser.

Estamos en espera de la propuesta de leyes secundarias, en las que una vez resueltos los pleitos de familia entre PRI y PAN, acordado el reparto de utilidades, pretenderán dar la puntilla al sector petrolero público del país, lo que señalaremos implacablemente los hoy llamados conservadores –seguramente porque queremos conservar para la Nación lo que es de la Nación–, hasta detener o revertir el agravio.

Ha llegado a su límite el hartazgo del pueblo, de que unos pocos, mirando únicamente sus personales intereses políticos y económicos, tomen decisiones por todos, sin consultar a nadie.

Esperamos, eso sí, que la Suprema Corte de Justicia de la Nación sea sensible a las circunstancias y a la necesidad de avanzar en la democracia y cumpla a cabalidad su responsabilidad de preservar el espíritu de la Constitución, que para eso está, sin complicidades ni subterfugios que impidan que la opinión de las mayorías sea considerada y prevalezca sobre los intereses de quienes atentan contra la propia Carta Magna que protestaron cumplir y hacer cumplir.

29.3.14

A subasta, dos tercios de las reservas petroleras

Roberto González Amado
El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto subastará entre empresas privadas un área de explotación de petróleo y gas en la que se halla un potencial de hidrocarburos equivalente a la producción que ha tenido el país en los pasados 110 años, la cual representa dos terceras partes de los recursos con que cuenta la nación, reveló este viernes Petróleos Mexicanos (Pemex).

Como uno de los primeros efectos de la reforma energética, que por primera vez en 75 años abre el sector a particulares, Pemex solicitó a la Secretaría de Energía (Sener) mantener la exclusividad para explorar un tercio de las áreas con recursos prospectivos de petróleo y gas, mientras otras dos terceras partes serán puesta a subasta por el gobierno federal entre inversionistas privados, de acuerdo con información proporcionada ayer por la paraestatal a representantes de empresas con interés en participar en la apertura de la industria.

México cuenta con recursos prospectivos de petróleo, gas e hidrocarburos no convencionales por 112 mil 800 millones de barriles. De esa cantidad, 60 mil 200 millones corresponden a recursos no convencionales, como gas de lutita, y los restantes 52 mil 600 millones a los llamados convencionales: petróleo y gas, informó ayer Gustavo Hernández García, encargado del despacho de Pemex Exploración y Producción.

Los recursos prospectivos son un estimado del volumen de hidrocarburos que aún no se descubren, pero que son recuperables mediante la aplicación de proyectos de desarrollo futuro, de acuerdo con Pemex, que solicitó exclusividad sobre un área que tiene 34 mil 500 millones de barriles de dichos recursos, 31 por ciento del total con que cuenta México, dijo Hernández García. Las dos terceras partes restantes se dejan al Estado para que por medio de la Sener se convoque a rondas con el propósito de que, con la participación de terceros, se continúen desarrollando áreas que tienen un recurso prospectivo aún por descubrir, confirmar, evaluar el potencial e incorporar reservas que totalizan 78 mil 300 millones de barriles, más del doble que tiene solicitado Pemex, agregó.

Podemos decir que las zonas que quedarán a disposición de particulares tienen un volumen atractivo, porque es ligeramente mayor a lo que hemos producido en 110 años, subrayó.

Como parte de la reforma energética propuesta el año pasado por el presidente Peña Nieto y aprobada por PRI y PAN, se modificó la Constitución para abrir el sector a la participación privada.

En el artículo sexto transitorio de dicha reforma se señala que Pemex tiene derecho a solicitar a la Sener exclusividad para explorar áreas y explotar campos productores de hidrocarburo, antes de que el gobierno federal inicie las subastas de los recursos energéticos al capital privado, proceso conocido como ronda cero.

El pasado día 21, la paraestatal presentó a dependencia la solicitud de exclusividad en algunos campos, al amparo de dicho proceso. Los detalles sobre las áreas y campos respecto de los que la paraestatal pidió exclusividad fueron explicados ayer a inversionistas por Hernández García y Lourdes Melgar, subsecretaria de Hidrocarburos de la Sener. El próximo 21 de septiembre termina el plazo para que la dependencia responda a la solicitud de Pemex.

La participación del capital privado en el sector energético se dará tanto en las áreas en exploración como en los campos que ya están en producción. En ambos casos, Pemex tiene derecho a hacer la primera solicitud de exclusividad para explotarlas, al amparo de la ronda cero.

La solicitud hecha a la Sener para mantener la exclusividad sobre áreas en exploración incluye principalmente regiones que se encuentran cercanas a infraestructura ya construida, que representan un riesgo geológico y técnico bajo, así como zonas petroleras conocidas pero que están por desarrollar, donde el riesgo técnico y geológico es medio, explicó Hernández García.

También licitarán campos en activo

Además de las áreas en exploración, Pemex pido exclusividad para seguir explotando campos que actualmente están en etapa de producción, antes que la dependencia subaste a particulares los que no asigne a Pemex.

En este caso, los campos en producción sobre los que se demandó exclusividad concentran 83 por ciento de las reservas probadas y posibles de hidrocarburos, mientras en el 17 por ciento restante se abrió la posibilidad de que sean subastados a la IP, de acuerdo con la información proporcionada ayer a inversionistas por Gustavo Hernández.

Las reservas probadas y probables de petróleo, conocidas como reservas 2P, alcanzan 24 mil 800 millones de barriles de crudo equivalente, dijo el funcionario. Pemex pidió exclusividad sobre 20 mil 600 millones de barriles, 83 por ciento del total; los 4 mil 200 millones restantes, que se encuentran en campos ya en producción, serán subastados entre particulares.

En cuanto a las llamadas reservas 3P, que incluyen las probadas, posibles y probables, el país dispone de 43 mil 800 millones de barriles de petróleo crudo equivalente. Hernández dijo que la paraestatal solicitó exclusividad para mantener el control sobre 31 mil 300 millones de barriles, 71 por ciento del total. Los restantes 12 mil 500 millones, que representan 29 por ciento, quedaron a disposición de la Sener para que sean subastados, si así lo decide la dependencia, entre particulares.

Este volumen que estamos requiriendo significa, de manera comparativa, casi la mitad de lo que hemos producido en la historia del país, o en el caso de las reservas 2P, la mitad de lo que ha producido la cuenca del sureste (la principal región petrolera de México), dijo.

¿El ministro Cossío y Mercedes Juan racionan el "derecho" a la salud?

Gustavo Leal F.

Con Enrique Peña Nieto se desató una inaceptable ola de negligencias médicas. Éstas expresan el abandono de la salud y la seguridad social con los gobiernos panistas. También confirman la inviabilidad del parche de aseguramiento financiero denominado Seguro Popular, diseñado por los secretarios foxistas Julio Frenk y Francisco Gil Díaz, en el contexto de un federalismo extraordinariamente centralizador.

El nuevo Partido Revolucionario Institucional (PRI) sólo ha modificado la Ley General de Salud para recentralizar los recursos del Seguro Popular, sin ajustar sus fallas de diseño y sin extraer las lecciones de la fracasada descentralización de los pasados 30 años.

La titular del ramo, Mercedes Juan, apenas ha promovido una comisión para evitar que se repitan casos de jóvenes que dan a luz o abortan por ser rechazadas en hospitales. En ella participarían la Comisión Federal contra Riesgos Sanitarios y la Comisión de Arbitraje Médico. Busca capacitar a las personas en unidades de salud: que tengan esa sensibilidad. La instrucción del Presidente es que haya cero rechazo, sin importar que la paciente tenga o no afiliación a las instituciones a la que acude ( sinembargo, 11/3/13).

Pero, ¿es acaso un asunto de sensibilidad? Para Mercedes Juan ese inaceptable cuadro de negligencias, prioridad de cualquier secretario de Salud, apenas merece una comisión, mientras la tarea que realmente la desvela se concentra en promover –desde la visión de la Fundación Mexicana para la Salud AC (Funsalud), que presidía antes de su designación– otra reforma financiera sectorial de difuso impacto médico-clínico, para establecer una universalidad sanitaria como derecho humano restringido y acotado.

Justamente, en la 32 asamblea de Funsalud, Peña comunicó que, para cumplir su compromiso de construir el sistema de salud universal, el sector deberá transformarse ( Reforma, 28/6/13).

Para el arquitecto José Santos Asseo, presidente de Funsalud y director de Ópticas Lux, el modelo mexicano de salud está agotado. Por la transformación multifactorial de la sociedad, ahora, precisó, hay que buscar la separación del financiamiento de la prestación y que éste venga de impuestos generales. Propuso, además, que se establezcan redes plurales de servicio, tanto públicas como privadas, donde los asegurados puedan elegir dónde quieren ser atendidos: el individuo debe tener el empoderamiento vía la adopción de hábitos de vida saludable.

Son muchos los pronunciamientos de Mercedes Juan sobre la conformación de un fondo único –que seduce a Santos Asseo–, empresa en que la acompaña un coro de voces interesadas: Banorte, Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, Cámara de Comercio Británica, consultora PricewaterhouseCoopers, Centro de Estudios Espinosa Yglesias y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), entre otros.

En ocasión de un seminario organizado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Mercedes Juan declaró que la secretaría a su cargo contempla la creación de una Procuraduría de la Salud, que sería una instancia de evaluación, de seguimiento, de atención al usuario para que las intervenciones explícitas, insumos y atención que están en el Seguro Popular tengan tiempos acotados, para que los usuarios sepan que tienen derecho a éstos y en qué tiempo. No se trataría, abundó, de una instancia para recibir quejas, pues para ello existe la Comisión de Arbitraje Médico. Y confió en que la nueva figura haga un seguimiento de los derechos de los usuarios y que realmente vigile y evalúe esas garantías ( Reforma, 14/3/13).

El ministro de la SCJN José Ramón Cossío ha señalado que el cambio constitucional que ha hecho de la salud un derecho humano no es un asunto semántico. Conlleva el riesgo de una avalancha de demandas por su no cumplimiento por el Estado (Maltrato a parturientas denuncian ante la CIDH, La Jornada, 28/3/13). Después de la intervención de Mercedes Juan, Cossío precisó que si en la Constitución se tiene ya el derecho a la salud, se debe pensar cómo se debe satisfacer, no en la retórica constitucional, sino en acciones concretas, para que nosotros, los juzgadores, lo entendamos y podamos saber qué podemos proteger, hasta dónde o cuáles son las condiciones reales de esa protección ( Milenio Diario, 14/3/13).

¿La procuraduría de Mercedes Juan busca enfrentar este riesgo acotando –o racionando– los derechos de los usuarios a la baja, tal como ya se los raciona en el Catálogo Universal de Servicios Esenciales del Seguro Popular, que sólo incluye 284 intervenciones explícitas que no atienden aquello que efectivamente enferma y mata a los usuarios?

Como establece la propuesta del nuevo artículo cuarto constitucional en la elaboración de proyecto de iniciativa de reforma a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para garantizar el acceso al sistema universal de salud, del CIDE, firmada por Gonzalo Moctezuma: Toda persona tiene derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud. Cuando el artículo cuarto vigente señala que toda persona tiene derecho a la protección de la salud.

¿Ya tomó atentísima nota el ministro Cossío? Porque el posible de Moctezuma ya raciona el derecho que él, como ministro, garantiza proteger. Que no lo sorprendan y juzgue efectivamente sobre las condiciones reales de esa protección.

Para Mercedes Juan el inaceptable cuadro de negligencias que debería ser su prioridad inmediata como titular de Salud merece apenas una comisión. Pero su proyecto de reforma en pro de una salud universal amerita hasta una Procuraduría de la Salud. Aunque ésta, vigilando el cumplimiento de derechos a la baja o posibles, sólo legitime el estado de cosas que generan las negligencias médicas que deberían ser su prioridad.

23.3.14

¿El Estado vs Pemex? (Ronda Cero)

Fluvio Ruiz Alarcón

El conjunto de reglas para la llamada Ronda Cero fueron establecidas en el artículo sexto transitorio de la reforma energética. Dichas reglas son desafortunadas por varias razones que mueven a reflexionar sobre la actitud del Estado para con su operador petrolero.

En primer lugar, porque establecieron un brevísimo plazo para que Pemex seleccionara y justificara las áreas que busca retener en materia exploratoria. El proceso de asignación podría ser concluido en tan sólo nueve meses, cuando en otros países tomó dos o tres años hacerlo. Este lapso no garantiza un proceso ordenado y pausado, con visión de largo plazo. Tampoco una transición sin sobresaltos, de un modelo centrado en un operador exclusivo de la Nación a otro en el que Pemex sería el operador dominante, pero no único del sector. La Comisión Nacional de Hidrocarburos, en la que descansa el peso técnico de las asignaciones, difícilmente contará con los recursos para cumplir a cabalidad una operación de gran envergadura y para la cual no fue diseñada. Pemex mismo no habrá terminado de convertirse plenamente en empresa productiva del Estado. El apresuramiento no es justificable, sobre todo a la vista de los riesgos que se enfrentan.

Por otra parte, la reforma deja en manos de la Secretaría de Energía la última palabra sobre las áreas que conservará Petróleos Mexicanos. No se prevé ningún mecanismo, recurso o instancia; que pudiera utilizar o a la cual recurrir Pemex, en caso de inconformidad con la resolución de la Secretaría. Además, no existe un mandato explícito para que en la legislación secundaria se establezcan los objetivos, alcances y limitaciones del proceso de reasignación de áreas. No hay ninguna mención a la metodología que deberá utilizar Pemex para probar que cuenta con las capacidades técnicas, financieras y de ejecución necesarias para explorar y extraer los hidrocarburos de forma eficiente y competitiva en sus diferentes asignaciones. Tampoco se aclara cómo será calculado el justo valor económico para efecto de la indemnización que recibiría Pemex por las inversiones ya realizadas en áreas que fueran revertidas al Estado.

En síntesis, se deja a Pemex en estado de indefensión frente a las decisiones de la Secretaría de Energía, cuyo juicio es inapelable. Es normal que la autoridad instruya y el operador ejecute. Sin embargo, al tratarse de una autoridad con funciones políticas, ésta toma sus decisiones en un contexto de posible conflicto de intereses, confrontación ideológica y divergencias en torno al significado del interés nacional; sobre todo si no se han analizado a detalle las implicaciones del desplazamiento de Pemex.

En el plano fiscal, no se trata sólo de abordar la cuestión presupuestal, sino también las condiciones que aseguren la reproductibilidad, continuidad y confiabilidad de los ingresos petroleros, en un marco de responsabilidad social. No hemos conocido aún previsiones alrededor de las implicaciones técnicas, económicas, sociales, ambientales y financieras; de la salida de Pemex de ciertos campos, zonas y regiones petroleras. Existen numerosos acuerdos, convenios y contratos con clientes, suministradores de fondos, proveedores de bienes y servicios; que no se pueden deshacer de la noche a la mañana.

La capacidad crediticia del Estado mexicano y el pago oportuno de la deuda pública pende del hilo del petróleo, el gas natural y los demás hidrocarburos que Pemex produce. El petróleo alimenta a gobiernos estatales y municipales, a programas sociales y de infraestructura. Ha sido muy difícil llegar a los acuerdos y equilibrios que hoy existen entre la Federación, los estados y municipios. A pesar de todo eso, se soslayan las capacidades, habilidades y resultados obtenidos por nuestra paraestatal en los últimos años; al punto de negarle la posibilidad de elegir a sus socios y someterla a un proceso decidido por la autoridad regulatoria.

Quitarle a Pemex las áreas de exploración donde ya disminuyó considerablemente el riesgo geológico, con la finalidad de entregarlas a compañías privadas, sería un error descomunal. Pemex debe seguir explorando y desarrollando, donde ya realizó cuantiosas inversiones en adquisición, tratamiento e interpretación de datos sísmicos, así como en perforación de pozos. Asignar el área a otros operadores sería equivalente a transferir parte de la renta petrolera. Así, por ejemplo, si Pemex ya descubrió petróleo en el área de Perdido, lo correcto es que tenga la oportunidad de desarrollar los yacimientos, ya sea solo o en alianza con socios de su elección. A México no le conviene que Pemex quede constreñido a trabajar en aguas someras y en los yacimientos del sureste. Esa idea de ponerle a Pemex una especie de corralito refleja una clara falta de voluntad para que se desarrolle y fortalezca en el futuro.

Lo que está en juego en la Ronda Cero es de máxima importancia para México, por lo que el resultado debe ser producto de una decisión de Estado y no sólo de gobierno. La legislación secundaria debe acotar la discrecionalidad, diluir los riesgos y brindar certidumbre sobre el apego del proceso al interés nacional. Se deberá explicar, con la mayor claridad y precisión, a la sociedad mexicana las razones que tuvieron los poderes públicos para quitarle ciertas áreas a Pemex y dejarle otras; así como las ventajas y desventajas de la decisión tomada. Es fundamental que impere la sensatez para que la Ronda Cero no sea un proceso cuya única finalidad sea quitarle áreas a Pemex para entregarlas al sector privado.

Más allá de prejuicios ideológicos, políticos, institucionales o hasta personales; el momento reclama la mayor altura de miras posible. Asumamos todos, plenamente, nuestra responsabilidad.

21.3.14

Las cinco fracturas de las autodefensas


MÉXICO, D.F. (apro).- La detención de Hipólito Mora –uno de los líderes de las autodefensas michoacanas– por parte del gobierno federal evidenció algunos de los grandes problemas que enfrentan las guardias comunitarias. De su resolución depende no sólo la victoria de los inconformes, sino su supervivencia y la naturaleza de la futura lucha antinarco. He aquí cinco de los grandes retos que afrontan.
La infiltración
Mora ha aceptado que uno de sus mayores errores fue permitir y fomentar la entrada de extemplarios a las autodefensas. Los “buenos” usaban a los otrora narcos como “carne de cañón” en los combates y para obtener información del cártel. Es el caso de Simón El Americano, cuya pelea con Mora derivó en el encarcelamiento de este último. El caso de El Americano no es un hecho aislado. Sistemáticamente, ciertas facciones de las autodefensas abrieron la puerta a redimidos. Esto significa dos problemas: Los “pentiti” podían ser infiltrados del narco (sea de Los Templarios o de sus rivales, el Cártel Jalisco Nueva Generación), o podían adquirir demasiado poder dentro de las guardias. Esta segunda opción encierra también muchísimos riesgos: los exnarcos podían ejecutar “golpes de Estado” y monopolizar los recursos financieros y armamentísticos, entre otros. No hay que olvidar que las autodefensas han argüido que sus arsenales vienen de los decomisos que hacen a Los Templarios…. Y quienes mejor sabían dónde estaban las bodegas de fusiles eran los arrepentidos.

La situación, pues, es sumamente grave para las autodefensas. De inicio tomaron una mal decisión, que seguirá dando frutos malos. La mayor parte de los comunitarios está interesada genuinamente en recobrar la tranquilidad y repudió esta política de admisión. Eso también genera tensiones entre “la tropa” y los jefes de las guardias. Muy probablemente la fractura sea más grande de lo que parece. Esto puede terminar en una “guerra civil” dentro de una “guerra civil”.
La reorganización
Tras la detención de Mora, el liderazgo (al menos el mediático) vuelve a recaer en el doctor José Mireles, que había dado un paso atrás después de que sufriera un accidente aéreo y tuviera diferendos con otros jefes por difundir posicionamientos no consensuados. En este contexto vuelve a ser la principal figura del levantamiento. Él lo sabe y sus acciones y discursos han ido encaminados a este fin. No es una tarea fácil. Los infiltrados y los cárteles querrán mover ficha e incluso guardias “legítimos” pueden ver la ocasión de hacerse con parcelas de poder, que les permitan allegarse de recursos.

¿Quién decide ahora cómo se regresarán las propiedades arrebatadas al narco?, ¿cómo funcionará la comunicación en la línea de mando? Y otra pregunta que será central: ¿Se respetará el proyecto estratégico perfilado durante la jefatura de Mora o habrá cambios? Y si este es el caso, ¿qué poder tendrá Mireles para instrumentarlo? ¿Cuánto tiempo le tomará?
La ruptura con el gobierno
La detención de Mora también desató un sentimiento de traición entre buena parte de las facciones de comunitarios. Si es cierta la versión oficial (que coincide con la de Mora), el líder pidió ayuda al gobierno ante un inminente ataque de El Americano. La federación envió un helicóptero a sacarlo del sitio, pero después le informó que estaba detenido. Hace apenas unas horas se le dictó el auto de formal prisión. El encono, entonces, no sólo se desató al interior del movimiento, sino contra los ejecutores de la detención: los soldados y el aparato gubernamental. Así, hasta este jueves sumaban al menos tres balaceras entre comunitarios y Ejército. Tres. Es una cifra pasmosa, que no se había dado ni siquiera antes de que el gobierno legalizara a las autodefensas. En redes sociales ya hay comunitarios que detallan la realización de “operativos” para neutralizar las labores militares.

Esta situación significa un grave retroceso institucional e insufla vida a las versiones de que es la administración de Enrique Peña Nieto la que busca desarticular las autodefensas a la brava. Los defensores de esta teoría aseguran que es más fácil tratar con un cártel (con el que se negocia fuera de la ventana pública) que con un conjunto heterogéneo de gente que exigirá cuentas.
Medios, de la complacencia a la diatriba
El conocimiento  de la crisis en Michoacán está fuertemente ideologizado, entre los medios que rápidamente decidieron dar el beneficio de la duda a las autodefensas y se mostraron a favor, como Aristegui noticias, Proceso y El País, y los que –también de inicio– los vieron con resquemor, como Milenio o Excélsior. Si de suyo entender el tema es complicado, esto le ha agregado otro nivel de dificultad. Así, hacer la comunicación política se ha tornado en una tarea doblemente difícil para los comunitarios.
Asegurar el financiamiento
Las autodefensas dicen que ellas mismas generan los recursos para mantener su lucha. Pero es sabido que empresarios michoacanos, tanto en el país como en el extranjero, están financiando la resistencia. ¿Cómo convencer a esos hombres de negocios de que sigan invirtiendo su dinero en el actor ganador? En una lucha que se atomiza –y que por lo tanto complica su triunfo– es dable pensar que habrá quienes decidan retirar sus fichas, lo que desatará un círculo vicioso desde la perspectiva de las guardias: menos dinero lleva a menor poder de fuego, que lleva a menos resultados y a menor financiamiento.

19.3.14

Lo más novedoso del TLCAN: la llegada impetuosa de China

Marcos Chávez 

Los países del TLCAN han sido arrasados por China. Aunque los neoliberales mexicanos decían que el desigual Tratado había permitido que México se integrara a una región exitosa,  para justificar la entrega de la economía del país a Estados Unidos y Canadá, se han quedado sin otra falacia. La balanza comercial entre China y cada país del TLCAN o en bloque es descomunalmente a favor de la primera

Pese al aumento espectacular de las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos y del aparatoso superávit registrado a favor de México, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es un proceso agotado. Dos décadas de experiencia han sido más que suficientes para demostrar su inutilidad si se contrastan los resultados obtenidos con el pletórico catálogo de buenos deseos que justificó su firma. Mismos que no se alcanzarán en los siguientes 20 años, como elucubra Ildefonso Guajardo, titular de la Secretaría de Economía, porque la propuesta del gobierno peñista para tratar de renovar el ajado acuerdo trilateral sólo se limita a un simple ajuste cosmético, el cual mantendría sin cambios el funcionamiento de la actual estructura socioeconómica, comercial, financiera y política, que reproducen la integración asimétrica, subordinada y satelital de México a la región norteamericana que beneficia fundamentalmente a los estadunidenses y sus corporaciones.

Pero incluso para las trasnacionales que soñaron con el “megamercado de las Américas” como una zona de explotación, depredación y acumulación exclusiva, jungla en donde sobrevivirían las más fuertes protegidas por sus gobiernos, a contrapelo del acuerdo y el librecambismo mundial el TLCAN ha sido insatisfactorio para la lógica esperada de los vasos comunicantes de la reproducción ampliada del capital regional y global. A un crecimiento económico trinacional más alto debería corresponderle un aumento de los consumidores voraces incluidos por el neoliberalismo y, por añadidura, mayores ventas (locales, exportaciones e importaciones). No obstante, la convergencia ha sido hacia un menor ritmo de expansión real medio de Canadá (2.7 por ciento), Estados Unidos y México (2.6 por ciento en ambos casos) durante 1994-2013, menor en alrededor de la mitad al registrado durante la posguerra hasta principios de la década de 1970 en los dos primeros países, y en México hasta 1982. Las exportaciones-importaciones en Norteamérica han sido fluctuantes, determinadas por el ciclo económico de los tres países que, a su vez, condicionan las variaciones cíclicas de la pobreza, debido a las crisis, el nivel del empleo, los ingresos reales y la protección pública social, que es más desventajosa en México.

Además, los peñistas tendrán que esperar mejores tiempos para sugerirles nuevamente a sus “socios” norteamericanos e intentar convencerlos de la necesidad de incorporar el tema migratorio al Tratado, del cual ninguno se mostró interesado en tomarlo en cuenta en la reunión de Toluca, Estado de México, ocurrida en febrero pasado; de los tiempos políticos de los otros; del conservador primer ministro canadiense Stephen Harper, cuyo mandato concluye en 2015, por lo que, dentro de poco, se encontrará ocupado en otros menesteres domésticos más importantes; y de quien sustituya a Barack Obama en la presidencia imperial. Difícilmente éste volverá a proponer su discusión en el Congreso estadunidense, en virtud de los reveses sufridos, en el pasado reciente, al escaso interés de los legisladores por volver a negociarlo y la importancia migratoria en sus intereses de seguridad nacional.

La Cumbre de Líderes de Norteamérica en Toluca fue una especie de remedo de Alejandro Dumas. Veinte años después, D’Artagnan-Peña Nieto reunió a los sustitutos de Los tres mosqueteros del TLCAN y, al final de la comedia, éstos se separaron definitivamente. Nunca más volverán a reunirse para considerar el fastidioso tema de los migrantes.

La posteridad definirá el rumbo. Es decir, los caprichos de la Casa Blanca, alrededor de la cual gira absolutamente el satélite mexicano y, en menor medida, el canadiense. O el eventual triunfo de un candidato presidencial progresista en México en 2018, el cual esté dispuesto a replantear unilateralmente los términos del TLCAN o a terminar con el mismo. Aunque estas opciones son remotas, debido a que los líderes conocidos son modestos en la materia: como al neoliberalismo, sólo aspiran a limarle los colmillos. Ninguno de ellos comparte una visión política del desarrollo similar a la del extinto Hugo Chávez (Venezuela), o la de Cristina Fernández (Argentina), Rafael Correa (Ecuador) o Evo Morales (Bolivia).

En realidad, lo interesante no es el aumento en el intercambio trilateral con el TLCAN, ni la mayor subordinación y dependencia de México de Estados Unidos, ni el desmantelamiento del aparato productivo, ni la especialización tradicional neocolonial, ni la pobreza y miseria generalizada; ésas y otras secuelas ya habían sido advertidas por analistas serios, con fundamentos rigurosos.

Era naturalmente esperado el aumento de los flujos comerciales y financieros, merced a la eliminación de los aranceles, las barreras a la inversión extranjera directa o al movimiento de capitales por el trato de nación más favorecida otorgado, entre otros aspectos.

A nadie debe sorprender, por tanto, que las exportaciones de México hacia Estados Unidos pasaran de 43 mil millones de dólares en 1993 a 300 mil millones en 2013; y a Canadá, de 2 mil millones a 11 mil millones. Es decir aumentaron 600 por ciento y 569 por ciento, en cada caso, ambas a una tasa media anual de 10 por ciento. Las importaciones mexicanas de esos países subieron de 45 mil millones de dólares a 187 mil millones, y de 1 mil millones a 10 mil millones, lo que representa un aumento de 313 y 738 por ciento, a un ritmo anual de 7 y 11 por ciento de manera respectiva.

Lo llamativo serían los balances comerciales favorables a México en los años citados. Se esperaba que fueran crecientemente negativos, debido a las diferencias productivas, competitivas o tecnológicas entre un país subdesarrollado, que ahora se codea con los más pobres del mundo, y dos desarrollados, cuyas glorias se marchitan. Pero resulta que el déficit por 2.4 mil millones de dólares con Estados Unidos se convirtió en un superávit por 101 mil millones en los años citados; y con Canadá, el saldo positivo se amplió de 388 millones a 602 millones. En apariencia, el traspatio le gana al patio. Lo curioso es que la situación no sorprenda ni inquiete a los vecinos norteños. Y no porque sean buenos perdedores.

La indiferencia con que miran el asunto se explica por otras razones oscurecidas por el supuesto “éxito” mexicano. El déficit mercantil de Estados Unidos y Canadá se explica en parte por el comercio intrafirmas, de las inversiones que realizan empresas de sus propios países en México, dentro del proceso de descentralización regional de la producción, con el objeto de aprovechar la dotación de insumos y mano de obra barata o la ubicación geográfica, para beneficiarse fiscalmente y recibir subsidios y otras prebendas. El comercio intrafirmas es asiento contable de compra-venta de un país a otro entre matrices extranjeras con sus filiales ensambladoras mexicanas para beneficiarse de los costos cruzados, para abatirlos o manipularlos, al igual que los precios finales, y cuyos productos serán vendidos ventajosamente en el país anfitrión y en los de origen, según los beneficios obtenidos por el TLCAN, o en otras latitudes, bajo la fantasía de que son, en este caso, “mexicanos” y así poder evadir, en el caso de que existan, las llamadas reglas de origen –disposiciones que exigen que una mercancía tenga una “transformación sustancial” para ser calificada como “mercadería originaria” de un país, denominado “país de origen”–. El desequilibrio también se debe a la importación de productos naturales y de escaso valor agregado necesarios, que asimismo son controladas por las trasnacionales (los minerales extraídos por empresas canadienses, por ejemplo).

De cualquier manera, el control estadunidense de México y Canadá es reforzado por lo que Giovanni Arrighi llamó la dominación hegemónica monetaria y financiera (Arrighi, El largo siglo XX). Estados Unidos es el principal promotor y usufructuario de la “globalización” y la financiarización de la acumulación de capital.

Trabajo esclavo: casi gratuito

La desigualdad regional salarial ilustra la importancia de la descentralización de la producción y su expresión desequilibrada en los saldos comerciales. De acuerdo con el Departamento del Trabajo estadunidense, entre 1992 y 2013 el salario mínimo real por día de su país pasó de 22.25 dólares a 24.72, aumentando 3.48 por ciento. En México pasó de 2.76 dólares a 2.09, cayendo en 24 por ciento. En 1992, el salario mínimo de México equivalía al 12 por ciento del estadunidense. En 2013, al 8 por ciento (ver gráfica 1).
Según algunos cálculos basados en datos del Departamento del Trabajo, la remuneración directa real pagada por hora en la industria manufacturera estadunidense pasó de 11.14 dólares en 1996 a 11.58 en 2012. En Canadá, de 9.88 dólares a 12.49. En México, de 1.25 dólares a 1.89; es decir, aumentó 52 por ciento una vez descontada la inflación. El dato contrasta contra el alza del 4 por ciento en Estados Unidos y del 26 por ciento en Canadá. Pero el aumento mexicano es pírrico, una remuneración de hambre si se considera que en 1996 equivalía al 11 por ciento de la estadunidense y al 13 por ciento de la canadiense. En 2013 equivalía al 16 por ciento y 15 por ciento, respectivamente (ver gráfica 2). Es la remuneración de la miseria. El Departamento del Trabajo enlista esa clase de pagos en 34 países. Los más altos en 2012 correspondían a Noruega, Suiza y Dinamarca: 22.51, 21.18 y 18.96 dólares reales. Los peores, a Filipinas, México y Hungría, con 0.83, 1.92 y 2.96 dólares reales. Esos pagos son estimulantes para quien quiera elevar la productividad y competitividad a costa de la miseria asalariada (ver cuadro 1). ¿A quién le dan trabajadores casi esclavos y con salarios indigentes que llore?
La destrucción de las prestaciones sociales y la estabilidad en el empleo, digno o indigno, asociada a la contrarreforma laboral neoliberal peñista, agregan otro bocadillo irresistible al menú de los inversionistas: el moderno esclavo asalariado.

Los inversionistas sólo tendrán que lidiar con la molesta delincuencia y el rencor social, e invertir más en su seguridad personal, porque la inseguridad es cada vez más impetuosa en la jungla mexicana. Algún precio tendrá que pagarse por la reducción de los costos de producción y el aumento de la productividad y competitividad a través de la salvaje sobreexplotación asalariada.

El comercio exterior mexicano refleja su alto grado de dependencia de Estados Unidos, la limitada diversificación de los productos de exportación y la importancia ganada por los bienes de escaso valor agregado. En 2013, el 79 por ciento de las exportaciones se destinaron a Estados Unidos y la mitad de las importaciones provinieron de ese mercado.

El bruñido superávit comercial con Estados Unidos y el discreto con Canadá pierden su lustre hasta tornar renegrido el balance con el resto del mundo, cada vez más irrelevante.

Con América Latina, México pasó de un déficit por 83 millones de dólares en 1993 a un superávit por casi 11 mil millones. Pero con Europa el saldo negativo se potenció de 6 mil millones de dólares a 23 mil millones. Con Asia, el déficit es sobrecogedor: aumentó exponencialmente de 6 mil millones a 93 mil millones de dólares. Curiosamente, equivale al 92 por ciento del superávit obtenido con los socios del TLCAN. África y Oceanía prácticamente no existen en el radar mexicano (ver gráfica 3).

La bisutería como negocio


¿Qué vende México a Estados Unidos y al mundo global? Cosas de poco monto. Nada para vanagloriarse y simular que México es una potencia exportadora. Al contrario, esos bienes confirman a una nación primario-exportadora, vendedora de manufacturas ensambladas y de escaso valor agregado.

Recientemente, la Secretaría de Economía informó que 50 productos aportaron el 54 por ciento del valor de las exportaciones en 2012; siete, el 41 por ciento. El petróleo crudo y la trasnacional industria automotriz contribuyen con el 28 por ciento (12.4 por ciento y 14.8 por ciento). La participación de dicha industria es ligeramente mayor, pues sólo se consideran los bienes que participan con más del 1 por ciento. Los otros cinco participan con el 1 por ciento y el 4.4 por ciento: televisores de pantalla plana, máquinas de cómputo y sus unidades; oro –incluido el platinado y en polvo– para uso no monetario, lingotes de oro y demás formas en bruto, asientos, incluso los transformables en cama y perlas finas o cultivadas, piedras preciosas y semipreciosas, metales y chapados de metales preciosos (ver cuadro 2). Entre los 50 destacan máquinas, aparatos eléctricos, electrónicos y sus partes, combustóleo, cerveza de malta, legumbres, hortalizas, instrumentos y aparatos de óptica, para recepción, conversación, transmisión o regeneración de voz, imagen u otros datos, incluidos los de conmutación y enrutamiento, prendas de vestir, jeringas, catéteres y otros instrumentos similares, manufacturas y materias plásticas.

El total de las exportaciones reproduce la indigencia anterior. En 1980, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe registró que 10 productos aportaban el 80 por ciento. El petróleo y sus derivados contribuían con el 67 por ciento. El resto eran partes para vehículos, crustáceos y moluscos, café, algodón, frutas y legumbres, plata, cobre y otros minerales.

En 2012, gracias al Tratado de Libre Comercio con América del Norte y las reformas neoliberales, 10 bienes participaban con el 48 por ciento. La industria automotriz (17 por ciento) y el petróleo y sus derivados (13 por ciento), con el 30 por ciento; máquinas de estadística que calculan con base en tarjetas perforadas o cintas y aparatos receptores de televisión, con 5 por ciento cada uno. El resto eran hilos y cables con aislante, motores de combustión interna –excepto para aeronaves–, oro (platinado) no monetario, en bruto semilabrado o en polvo y mecanismos eléctricos para la conexión, corte o protección de circuitos eléctricos, como conmutadores (ver cuadro 2).

Tierra baldía y las vacas flacas

Hace poco un azorado apologista del TLCAN y las reformas neoliberales casi se cae de la silla. Se suponía que las empresas deberían crecer como los hongos después de la lluvia; pero resulta que es época de vacas flacas. Perplejo, el secretario Ildefonso Guajardo dijo: “Aunque parezca sorprendente, casi el 50 por ciento de nuestras exportaciones las realizan sólo 44 grandes empresas; todavía, si vamos a una cifra más drástica, son 15 empresas multinacionales las responsables del 17 por ciento de las exportaciones”.

El Perfil de las empresas manufactureras de exportación, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía en diciembre de 2013, fue cruelmente lapidario. En 2012 se contabilizaron 7 mil 13 empresas con operaciones de comercio exterior, 354 menos que en 2009. De ellas, 468 son exportadoras (7 por ciento), 1 mil 67 son importadoras y 5 mil 478 son mixtas. El 68 por ciento del total de las unidades representan a pequeñas y medianas compañías, y aportan el 9 por ciento del valor del comercio exterior manufacturero; el 15 por ciento son unidades grandes y el 17 por ciento son macro empresas. Cada una contribuye con el 9 por ciento y 82 por ciento del valor citado. El valor de las importaciones y exportaciones, de 428 mil millones dólares. Las empresas pequeñas, medianas y grandes arrojaron un déficit comercial global por 9 mil millones de dólares. Las macro empresas, en cambio, presentaron un superávit por 26 mil millones de dólares.

El valor total de las exportaciones asciende a 216 mil millones de dólares; el 87 por ciento (187 mil millones) corresponde a las macro empresas; el 9.3 por ciento (20 mil millones) a las grandes; el resto, a la chiquillería. Las macro empresas destinan la mitad de su producción hacia afuera; las otras, entre el 41 y el 42 por ciento. Cien empresas concentran el 50 por ciento de las exportaciones, encabezadas por Petróleos Mexicanos, Cementos Mexicanos, Fomento Económico Mexicano, Grupo Alfa y Volkswagen (en el cuadro 3 pueden verse las más importantes); 500 cubren el 72 por ciento; 1 mil, el 81 por ciento. Las macro empresas realizan el 80 por ciento de exportaciones en Estados Unidos; las grandes, el 76 por ciento; las medianas, el 74 por ciento, y las pequeñas, el 77 por ciento. Las empresas exportadoras más importantes no requieren mayores comentarios.

La novedad del peligro amarillo

Lo más novedoso del TLCAN, sin embargo, no se debe a los fantasiosos resultados exaltados por los apologistas. Se encuentra en la irrupción de un actor inesperado: China, que emerge impetuosamente en la economía mundial y, como marea incontenible, arrasa los mercados capitalistas con una lógica que cuestiona todos los fundamentos del librecambismo neoliberal (de la mano del Estado y con las regulaciones necesarias). Entre 1980 y 2013 ha crecido a una tasa media real anual de 9.9 por ciento. En la era del TLCAN su ritmo fue de 9.8 por ciento, casi cuatro veces más que el de los socios trinacionales.

De ser un irrelevante exportador en 1948 (apenas participaba con el 0.9 por ciento del total mundial, tasa similar a la de México), con el tiempo China desplazó, una a una, a las potencias del denominado Grupo de los Siete. En 2011, le arrebató a Estados Unidos el primer lugar. En 2013, el valor de sus exportaciones sumó casi 1.4 billones de dólares contra 1.3 billones de Estados Unidos. Sus reservas internacionales ascienden a 3.8 billones de dólares y tiene inversiones en bonos estadunidenses por 1.3 billones.

El país asiático ha desplazado a Canadá y México en el mercado de Estados Unidos. En 2013, las importaciones de China llegaron a 445 mil millones de dólares, de Canadá a 326 mil millones y de México a 280 mil millones, equivalentes al 19 por ciento, 14 por ciento y 12 por ciento del total. Esa situación expresa un fenómeno: la pérdida de la guerra de la productividad y competitividad.

Dice el Banco Interamericano de Desarrollo que entre 1960 y 2005 la productividad de China se incrementó en 219 por ciento con respecto de la registrada en Estados Unidos, en tanto que Corea lo hizo en 40 por ciento. Para México, el resultado fue un retroceso de 31 por ciento, similar a lo observado en países como Argelia, Uganda, Kenia y Argentina. La competitividad de Canadá cayó 5.7 por ciento. De una lista de 75 países, México ocupa el lugar 60. En el apartado correspondiente de 42 perdedores, se ubica en el sitio 27 (ver gráfica 4).
Por desgracia, México también pierde la guerra en su propio gallinero. Las exportaciones nacionales a China pasaron de 4.5 millones de dólares en 1993 a 6.5 mil millones en 2013. Las importaciones, de 386 millones a 61 mil millones. Como es lógico suponer, ese intercambio desigual eleva el saldo negativo para México de 242 millones a 50 mil millones, el peor para un país, y equivalente a casi la mitad del superávit con Estados Unidos y del déficit con Asia (ver gráfica 5).
La oferta de bienes en el mercado mexicano es pacientemente asaltada por los productos chinos. O si se prefiere, de trasnacionales disfrazadas de ojos rasgados.

Hasta el lugar del tradicional chile mexicano es ocupado por el chino.

Y eso mancilla el orgullo desnacionalizado.

Si las importaciones de América del Norte ayudaron a los neoliberales a arrasar la producción nacional, las chinas le aplican los santos oleos.

18.3.14

La universidad ensimismada

MÉXICO, D.F. (Proceso).- Los conflictos que han conducido a la paralización de actividades académicas en las universidades de Sonora, Zacatecas y Querétaro, más los movimientos que cimbran las estructuras de gobernabilidad en la UNAM y en otras instituciones de Oaxaca, Michoacán, Sinaloa y Coahuila, por mencionar algunas, son sólo atisbos de una crisis mucho más profunda en la que se encuentran sumidas las universidades públicas del país.

Se ha detectado en ellas polarización y sectarismo de grupos estudiantiles, enredados como están en algunas de sus incalificables subculturas (como se vive ahora en la UNAM); orientación individualista y sumisa de la mayoría de los docentes e investigadores, concentrados en mantener su puntaje y su estabilidad en cuerpos académicos o en el Sistema Nacional de Investigadores, y una lógica de reciclaje “internalista” de funcionarios para garantizar sus zonas de confort. Como colectivos, en general, dejan de lado su compromiso social ante la violencia criminal que nos azota, y voltean hacia la nada para no hacerse responsables de buscar una mínima solución ante la de­sesperación y el desasosiego de millones de jóvenes que sucumben a su alrededor en busca de estudio o trabajo.

Aún más, la universidad, aunque se le ha demandado su opinión, sigue sin pronunciase en torno al modelo de educación que se requiere en el país, al conflicto magisterial en crecimiento y radicalización, y a las políticas que, equivocadamente, han pretendido hacer creer que nos encontramos al inicio de una reforma educativa que “transformará al país”.

Mientras la nación se desgarra desde sus cimientos, la universidad mexicana está como ausente. Sumida en su catástrofe, se mantiene en una suerte de autismo institucional, alejándose de la esencia de la autonomía universitaria que se expresaba, en algún tiempo, como una legítima inteligencia colectiva y un faro que hacía valer la verdad y la libertad del pensamiento.

Esta es la consecuencia de haber dejado imponer una política sistemática de modelo diferenciado, a través del cual la universidad pública tuvo que mantenerse enfrentando constantes conflictos derivados de sus cargas impositivas y déficits financieros, sin un presupuesto de tipo multianual (tantas veces requerido), con una planta académica en proceso de envejecimiento alejada de un retiro digno, y con estudiantes que ven en su futuro profesional un escenario de desempleo o de precariedad laboral. Las privilegiadas del nuevo modelo fueron y son otras.

Con los gobiernos del PAN y ahora del PRI las escuelas privadas son las que han gozado de suculentas prebendas para seguir siendo un próspero negocio, y se sienten muy a gusto con los términos con los que la política pública las cobija, legitima y asume: currícula organizada en competencias; becas que se otorgan a pequeños núcleos de personas que procuren ser “líderes y emprendedores”; aplicación de evaluaciones estándar y rankings; resultados de exámenes que privilegian su “adecuada infraestructura”; becas “tipo voucher”; recursos extraordinarios para el desarrollo de posgrados y proyectos de investigación de beneficio a empresas. Ahora las “patito” son las públicas.

En un estudio promovido por la UNAM (2012) se indica que, tomando en cuenta los dos últimos sexenios, con todo y que hubo un notable aumento en la matrícula, las universidades públicas tuvieron que enfrentar apremios financieros asociados a inequidades en la asignación del subsidio federal y estatal por alumno, además de pasivos financieros acumulados producto de la rigidez de los esquemas de pensiones y jubilaciones, al igual que de procesos de lenta renovación de la planta académica. Asimismo, la investigación establece que las universidades públicas trabajan sumidas en la incertidumbre, en la disputa anual para lograr obtener alguna redistribución presupuestal, siempre demandando aumentos extraordinarios o compensatorios, o exigiendo lo que se les había prometido.

En general, las instituciones de educación superior que dependen del gasto público federal tendrán, para 2014, un decremento financiero, con excepción del IPN, la UNAM y la UAM. Las restantes deberán seguir apretándose el cinturón, como las que ya están en huelga, porque dependerán de las partidas de recursos extraordinarios que se vayan proyectando durante el año.

Ya veremos qué pasa después del primer semestre de 2014, cuando la inflación y la recesión empiecen a hacerse sentir en el egreso de las partidas del gasto público. Por lo pronto, en algunas universidades del país están extendiéndose los infiernos. Ya veremos, cuando se incendie la pradera, quién será el jefe de los bomberos.

17.3.14

Sobre mitos, crimen y política II

Carlos Fazio

La madrugada del sábado 22 de febrero fue recapturado en Mazatlán, Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, el traficante por el que la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) había ofrecido 5 millones de dólares y que en 2009 fue colocado por la revista Forbes en la lista de los millonarios más grandes del mundo. El golpe, de indudable impacto mediático y que debía transformarse en una victoria política para el régimen de Enrique Peña Nieto, chocó con el escepticismo y la incredulidad de parte de la población, y a ello abonaron las contradictorias narrativas de Estados Unidos y México sobre el suceso.

No está de más recordar el papel de las agencias de seguridad estadunidenses en la fabricación del mito Chapo Guzmán, señalado profusamente como cabeza de una multimillonaria trasnacional del crimen con ramificaciones en 54 países. En su última fase, la leyenda negra comenzó a agigantarse el 11 de marzo de 2009, cuando Guzmán, uno de los delincuentes más buscados de México (según rezaba la propaganda oficial), apareció en el selecto club de los nueve mexicanos que, según Forbes, acumulaban una riqueza colectiva de 55 mil millones de dólares. Para la publicación, Guzmán Loera (1954), originario del poblado de La Tuna, en Badiraguato, Sinaloa, no era un heredero, sino un self made man, es decir, alguien que hizo fortuna con su propio esfuerzo. Su ramo: industrial del transporte de drogas ilícitas.

Su riqueza fue calculada entonces en mil millones de dólares, debajo de Carlos Slim, Alberto Bailleres, Ricardo Salinas Pliego, Jerónimo Arango, Germán Larrea y Roberto Hernández, y a la par de Emilio Azcárraga Jean y Alfredo Harp Helú, y ocupó el escalón número 701 del catálogo de los más ricos entre los ricos. “¿Qué pretende Forbes? ¿Convertir a un criminal en modelo a seguir para millones de desesperados, o dar sustento a quienes quisieran ver a los marines en la guerra antinarco?”, cuestionaba con anticipada lucidez la Rayuela de La Jornada del día siguiente.

Más allá del complot y la campaña de desprestigio contra su gobierno, esgrimidos entonces por Felipe Calderón, y los señalamientos de su procurador Eduardo Medina Mora (actual embajador en Washington), de que Forbes hacía la apología del delito, la carga simbólica de incluir al ícono de la criminalidad organizada enviaba el mensaje implícito de que el crimen sí paga; que el poder económico se concentra por la vía legal o ilegal, y en cualquier caso, si se logra, se tiene un lugar asegurado en la lista creada por Bertie Charles Forbes en 1917.

Ya entonces, el gobierno de Estados Unidos ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares por su captura. La mitología sobre Guzmán sería abonada por enésima vez el 10 de enero de 2012, cuando la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro, identificó al jefe del cártel de Sinaloa como el narcotraficante más poderoso del mundo. Cinco días después, la directora de la DEA, Michele Leonhart, declaró en Washington que su dependencia estaba enfocada en su captura: “Nuestras operaciones y nuestra inteligencia, tanto de la DEA como de otras agencias (…) están todas preocupadas por esto. Es blanco de nuestras operaciones e investigaciones”. La funcionaria dijo que los operativos encubiertos de sus agentes consistían en infiltrar y rastrear el tráfico de drogas y el lavado de dinero en territorio mexicano.

El 27 de febrero de 2012, una pifia en la traducción de la Secretaría de Gobernación atribuyó a la responsable de Seguridad Interior de Estados Unidos, Janet Napolitano, la cacería y condena a muerte del Chapo: Nos tomó 10 años atrapar a Osama Bin Laden y lo encontramos; ustedes saben qué pasó después. Y creo que lo mismo va a pasar con Guzmán. Corregida la primera versión estenográfica de los burócratas de Gobernación, que ubicó a la Napolitano como presunta promotora explícita de incursiones asesinas contra el millonario de Badiraguato, quedó claro que, más allá de la intención del gobierno calderonista de fabricar la percepción de que enfrentaba un peligro tan grande como el terrorismo, Washington había colocado mediáticamente al Chapo como sucesor de Bin Laden y, como en Pakistán, sus comandos especiales buscarían la oportunidad de realizar una operación quirúrgica expedita.

El 13 de marzo siguiente, el titular de primera plana de La Jornada destacaba: “En Los Cabos, El Chapo se le volvió a escurrir a la PF”. Citando a José Cuitláhuac Salinas, subprocurador de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo), un despacho de Ap consignaba que la Policía Federal había estado cerca de capturar a Guzmán Loera en una mansión de Los Cabos, Baja California Sur, tres semanas antes, cuando ocurría una cumbre ministerial del G-20 a la que asistió la secretaria de Estado, Hillary Clinton.

La nota citaba datos de un cable diplomático estadunidense difundido por Wikileaks, que atribuía al secretario de Defensa mexicano, general Guillermo Galván, haber dicho que Guzmán se desplaza frecuentemente entre 10 y 15 sitios para evitar ser arrestado y que tiene un equipo de seguridad hasta de 300 hombres. Agregaba que el “séquito de escoltas y equipo de vigilancia (…) normalmente incluye helicópteros”.

Difundida por Ap, agencia que históricamente se ha prestado a las acciones encubiertas de Washington, la acción fallida parecía destinada a preparar el terreno para una inminente captura del Chapo. En agosto de 2012, fuentes militares de Estados Unidos y México confirmaron a Proceso la existencia de un plan del Pentágono para atrapar o ejecutar a Guzmán, prácticamente copiado del que llevó al asesinato de Bin Laden en Pakistán. El operativo se efectuaría exclusivamente por miembros de la Marina estadunidense; aceptado por Calderón, pero rechazado por las fuerzas armadas, el plan sería propuesto al próximo presidente de México, Enrique Peña Nieto…

16.3.14

Post-Crimea: la "guerra financiera" del G-7 frente a los BRICS

Alfredo Jalife-Rahme
Del tsunami desinformativo viciosamente rusófobo de los totalitarios multimedia de Occidente –que atizan el fuego bélico–, cabe rescatar la sabia opinión del ex presidente francés Valery Giscard d’Estaing, distinguido atlan­tista a quien se le atribuye la creación del G-7: Crimea siempre ha sido rusa y el pueblo crimeo tiene todo el derecho a decidir su propio destino (http://actualidad.rt.com/actualidad/view/ 122451-criema-referendum-rusia-opinion ).

Los superhalcones de Estados Unidos (EU), encabezados por el facineroso senador John McCain, han conseguido confrontar a Alemania –por extensión, a la Unión Europea (UE)– con Rusia (ver Bajo la Lupa, 9 y 12/3/14).

A mi juicio, una confrontación entre Rusia y Alemania beneficia a EU.
Stephen Cohen –académico de las universidades de Nueva York y Princeton, y máximo conocedor de las relaciones con Rusia– fustiga la grotesca “distorsión de Rusia por los multimedia de EU en su caricaturesca representación de Putin, Sochi y Ucrania (http://www.thenation.com/article/ 178344/distorting-russia )– y advierte que EU no respetó las dos líneas rojas de Rusia en Georgia y en Ucrania: hoy el conflicto se encuentra a dos pasos de la crisis de los misiles en Cuba y a tres de una guerra con Rusia por primera vez (CNN, 9/3/14).

Si la población de Crimea vota en su referendo en favor de su incrustación a Rusia, tanto EU como la UE expresarán su furia –creada por ellos con su temeridad de haber asestado el golpe fondomonetarista en Kiev– con su guerra de sanciones contra Rusia, donde la más dolorosa sería la guerra financiera, donde brilla EU debido a la imperante globalización financierista.

Rusia, genuina potencia económica milagrosamente resucitada (sexto lugar global), parece muy vulnerable en el reino financierista dominado por la dupla anglosajona de Wall Street y la City, cuando se ignora la capacidad de represalias del Kremlin.

Según el Financial Times (4/3/14), EU considera sanciones a los bancos rusos al estilo de Irán. EU libra un nuevo tipo de guerra durante más de una década, como revela Juan Zarate (http://georgewbush-whitehouse.archives.gov/ government/jzarate-bio.html) en su reciente libro Las guerras de la Secretaría del Tesoro de EU:el desencadenamiento de una nueva era de guerra financiera (Public Affairs, New York, 2013).

Zarate –principal arquitecto de la guerra financiera moderna, anterior funcionario de la Secretaría del Tesoro y la Casa Blanca, a cargo de las sanciones de Baby Bush –comenta que durante la crisis financiera de 2008, Rusia se acercó a China para proponer la venta de su participación en los bonos hipotecarios estatales de EU (Fannie Mae y Freddie Mac), que hubiera obligado a EU a colocar más dinero en el rescate inmobiliario, lo cual rechazó China.

A juicio de Zarate, si EU intenta aislar financieramente a Rusia pudiera ser contraproducente y golpearse a sí mismo (http://www.foreignpolicy.com/articles/ 2014/03/13/why_the_us_isnt_rushing_ to_sanction_russia), ya que en caso de que los bancos rusos sean eliminados del sistema financiero con las sanciones, podrían reaccionar al no implementar los lineamientos de las sanciones o al crear paraísos financieros: súbitamente hoy los bancos rusos están realizando más negocios con los bancos iraníes.

Tampoco hay que despreciar las reservas financieras de Rusia: quinto sitial global, con 500 mil millones de dólares.

Amenazas van y vienen y ahora el Kremlin respondió que si EU intenta dañar su economía, Rusia golpeará al dólar (http://www.testosteronepit.com/home/ 2014/3/15/kremlin-if-the-us-tries-to-hurt-russias-economy-russia-will.html).

¿Guerra financierista del G-7 contra guerra economicista de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica)?

Paul Craig Roberts, ex secretario asistente del Tesoro con Reagan, adujo que las sanciones de EU contra Rusia acelerarán el desarrollo de los BRICS, los cuales pueden crear su propia moneda ( Russia Today, 14/3/14).

Roberts considera imprudente que EU intente destruir con sanciones el comercio entre Rusia y otros países: tales medidas tendrán el efecto contrario, ante todo para los socios de EU. A su juicio, lo peor es que el secuestro del nuevo gobierno el Kiev por el FMI empeorará su situación, debido a la esclavitud financiera de sus severas medidas de austeridad.

En términos de PIB por poder adquisitivo (PPP, por sus siglas en inglés), los BRIC (sin Sudáfrica) se encuentran entre los siete primeros lugares del mundo.

Las sanciones del G-7 fracturarían al G-20, que se volvería más disfuncional a lo acostumbrado, y serían un castigo autoinfligido de suma cero (http://www.testosteronepit.com/home/ 2014/3/11/no-winners-in-the-sanctions-war.html) donde la gran perdedora sería la economía global, ya que el gobierno de India ha apoyado a Rusia http://blogs.rediff.com/mkbhadrakumar/ 2014/03/07/india-extends-hand-of-friendship-to-russia/, mientras la prensa china se ha volcado en favor del presidente Putin cuando el gobierno de Pekín ha optado por la prudencia.

La canciller alemana, Angela Merkel, amenazó que las relaciones con Rusia cambiarían con la UE y también causarán daño masivo (¡supersic!) a Rusia, económica (sic) y políticamente (sic).

Dmitry Rogozin –viceprimer ministro y hombre duro del Kremlin frente a la lisura del premier Medvedev–, encargado de las empresas de defensa, declaró que las posibles sanciones económicas podrían estimular a la industria de Rusia mediante la política de sustitución de importaciones que sólo dañaría a sus socios foráneos, mientras reflexionaba en Twitter que las sanciones ocasionarán un efecto bumerán que golpeará y dañará a los socios foráneos en medio de la recesión económica de Occidente (http://rt.com/politics/rogozin-sanctions-boomerang-russian-582/).

La relación UE-Rusia es bidireccional y codependiente: Alemania importa más de la tercera parte de su gas y petróleo de Rusia, mientras ésta es el mayor cliente de la UE.

La oposición alemana ha expuesto el doble rasero de Merkel que acepta el referendo de los albaneses en Kosovo –que culminó en su secesión– mientras se opone al referendo en Crimea (http://rt.com/news/germany-russia-massive-sanctions-590/).

Según la evaluación de la Asociación alemana de Exportadores ( http://www.testosteronepit.com/home/ 2014/3/13/german-exporters-fire-warning-shot-about-russia-sanction-spi.html ), debido a su codependencia del gas ruso, Alemania perdería más y cualquier impago de la deuda externa de Rusia sería tóxico para los bancos alemanes.

El embajador chino en Alemania, Shi Mingde, advirtió a Occidente no castigar a Rusia, ya que tales medidas podrían desembocar en una reacción en cadena peligrosa que dificultaría su control. comentó que las sanciones pueden llevar a represalias y esto desencadenaría una espiral con consecuencias imprevisibles; no queremos eso.

A mi juicio, las sanciones del G-7 empujarán a Rusia a los brazos de los BRICS. ¿Se fractura el planeta en dos: G-7 frente a BRICS: la nueva bipolaridad regional del siglo XXI?

11.3.14

Grand Puppetmaster Brzezinski Directing War Strategies from the Shadows

By Mike Whitney
“From the moment the Soviet Union collapsed in 1991, the United States has relentlessly pursued a strategy of encircling Russia, just as it has with other perceived enemies like China and Iran. It has brought 12 countries in central Europe, all of them formerly allied with Moscow, into the NATO alliance. US military power is now directly on Russia’s borders…This crisis is in part the result of a zero-sum calculation that has shaped US policy toward Moscow since the Cold War: Any loss for Russia is an American victory, and anything positive that happens to, for, or in Russia is bad for the United States. This is an approach that intensifies confrontation, rather than soothing it.”
- Stephen Kinzer, “US a full partner in Ukraine debacle”, Boston Globe

“We have removed all of our heavy weapons from the European part of Russia and put them behind the Urals” and “reduced our Armed Forces by 300,000. We have taken several other steps required by the Adapted Conventional Armed Forces Treaty in Europe (ACAF). But what have we seen in response? Eastern Europe is receiving new weapons, two new military bases are being set up in Romania and in Bulgaria, and there are two new missile launch areas — a radar in Czech republic and missile systems in Poland. And we are asking ourselves the question: what is going on? Russia is disarming unilaterally. But if we disarm unilaterally then we would like to see our partners be willing to do the same thing in Europe. On the contrary, Europe is being pumped full of new weapons systems. And of course we cannot help but be concerned.”
- Russian President Vladimir Putin, Munich Conference on Security Policy, February 2007
The Obama administration’s rationale for supporting the fascist-led coup in Ukraine collapsed on Wednesday when a “hacked” phone call between EU foreign affairs chief Catherine Ashton and Estonian foreign minister Urmas Paet revealed that the snipers who fired on protestors in Maidan Square in Kiev were not aligned with President Viktor Yanukovych, but with the protest leaders themselves. The significance of the discovery cannot be overstated since the Obama team has used the killing of protestors to justify its support for the new imposter government. Now it appears that members of the new government may be implicated in the killing of innocent civilians. This new information could force Obama to withdraw his support for the coup plotters in Kiev, which would derail the administration’s plan to remove Russia from the Crimea and expand NATO into Ukraine. Here’s a short recap of the details from an article in Russia Today:
“Estonian foreign ministry has confirmed the recording of his conversation with EU foreign policy chief is authentic. Urmas Paet said that snipers who shot at protesters and police in Kiev were hired by Maidan leaders.
During the conversation, Paet stressed that “there is now stronger and stronger understanding that behind the snipers, it was not Yanukovich, but it was somebody from the new coalition.”….
The Estonian Ministry of Foreign Affairs also issued a statement on its website, saying that the recording of the leaked telephone conversation between Paet and Ashton is “authentic.” (“Estonian Foreign Ministry confirms authenticity of leaked call on Kiev snipers“, Russia Today)
To its credit, the UK Guardian published an article reporting the basic facts, but there’s been no coverage by the New York Times, the Washington Post or any of the major TV News networks. America’s elite media are engaged in a coordinated news blackout to keep people from seeing that the Obama administration and their EU collaborators are supporting a group of far-right extremists who were directly involved in the killing of civilians in order to topple a democratically-elected government. Here’s more from the same article:
“…there is a stronger and stronger understanding that behind snipers it was not Yanukovych, it was somebody from the new coalition,” Paet says…the same handwriting, the same type of bullets, and it’s really disturbing that now the new coalition, that they don’t want to investigate what exactly happened.” (“Ukraine crisis: bugged call reveals conspiracy theory about Kiev snipers“, Guardian)
There won’t be an investigation because an investigation would reveal the truth, and the truth would undermine Obama’s plan to install a puppet regime in Kiev. The new government has already shown that it is more than willing to do Washington’s bidding, that is, to impose austerity measures on the working people of Ukraine, to pay off fatcat bondholders in Berlin and Brussels via more extortionist IMF loans, to extend NATO to Russia’s border in contravention of agreements made with Bush the Elder following the fall of the Berlin Wall, and to pursue the crackpot dreams of global hegemony laid out in “The Grand Chessboard” by New World Order fantasist Zbigniew Brzezinski. These are the primary objectives of the present policy which could be upended by the allegations of foul play.
The smoking gun revelations of the hacked phone call came just hours before US officials indicated they were planning to increase their military footprint in Eastern Europe. According to the World Socialist Web Site:
“Defense Secretary Chuck Hagel said the Pentagon will boost joint training of NATO forces in Poland and step up NATO air patrols in the Baltics…US military officials said they were deploying six F-15 fighter jets and KC-135 transport planes. ….One guided-missile frigate, the USS Taylor, is still in a Black Sea port in Turkey after patrolling the region during the Sochi Olympics…
Turkish officials confirmed that they had given a US Navy warship permission to pass through the Bosphorus straits into the Black Sea, which borders Ukraine.” (“Amid Ukraine crisis, US launches military escalation in Eastern Europe”, World Socialist Web Site)
Also Russia Today reports that: “The guided missile destroyer, the USS Truxton, is heading to the Black Sea, for what the US military said is a “routine” deployment…The ship has a crew of about 300 and is part of an aircraft carrier strike group that left the US in mid-February.” (“US navy confirms missile destroyer USS Truxton approaching the Black Sea”, RT)
“Routine deployment”? So provoking a war with Russia is “routine”? Talk about understatement.
The military escalation occurs in an atmosphere of heightened tension between the two nuclear-armed powers and will certainly add to their mutual distrust. Hagel’s deployment is consistent with a plan for antagonizing Moscow that was proposed just days earlier in the Washington Post by the Obama administration’s ideological godfather, Zbigniew Brzezinski. Here’s a bit of what Brzezinski had to say in the article titled “What is to be done? Putin’s aggression in Ukraine needs a response”:
“…the West should promptly recognize the current government of Ukraine as legitimate. Uncertainty regarding its legal status could tempt Putin to repeat his Crimean charade…
“…the West should convey.. that the Ukrainian army can count on immediate and direct Western aid so as to enhance its defensive capabilities. There should be no doubt left in Putin’s mind that an attack on Ukraine would precipitate a prolonged and costly engagement, and Ukrainians should not fear that they would be left in the lurch.
Meanwhile, NATO forces, consistent with the organization’s contingency planning, should be put on alert. High readiness for some immediate airlift to Europe of U.S. airborne units would be politically and militarily meaningful. If the West wants to avoid a conflict, there should be no ambiguity in the Kremlin as to what might be precipitated by further adventurist use of force in the middle of Europe.” (“What is to be done? Putin’s aggression in Ukraine needs a response”, Washington Post)
“Adventurist”? Dr. Strangelove is calling the Kremlin adventurist when his recommendations would put NATO, the US and Moscow on hairtrigger alert increasing the chances of an error in judgment that could lead to thermonuclear war. Isn’t that the pot calling the kettle black?
But listen to the tone of Brzezinski’s op-ed. In just a few short paragraphs, the author–who many respect as a restrained and brilliant global strategist–refers to Putin as a thug, a Mafia gangster, Mussolini, and Hitler. I imagine if he had another paragraph to work with, he would have added Beelzebub Satan to the list.
This isn’t politics; it’s hysterics. It’s incendiary, jingoistic mumbo-jumbo intended to rouse the public and fan the flames of nationalism. It’s the same kind of self-righteous raving that precipitated the invasion of Iraq.
And what is Brzezinski saying?
Is he saying that events in the Crimea are a threat to US national security? Is he saying that the US should now feel free to apply the Monroe Doctrine everywhere across the planet, sticking our big nose wherever the president sees fit?
The trouble in the Crimea has nothing to do with the United States. We have no dog in this fight. This is about military expansion into Eurasia, this is about pipeline corridors and oil fields, this is about dismantling the Russian Federation and positioning multinational corporations and Wall Street investment banks in Asia for the new century. And, finally, this is an ego-driven crusade by an old man who wants to see his looneybin NWO global hegemony vision enacted before they cart him off on a marble slab. That’s what this is really about; the glorious new world disorder, the dystopian wetdream of thinktank patricians everywhere whose only purpose in life is to initiate wars that other-peoples-sons will have to fight.
Entering Ukraine into the corporate-western alliance is a critical part of Brzezinski’s masterplan. The basic strategy has been underway since the fall of the Berlin Wall when neoliberal carpetbaggers from the US assisted in the looting of the former Soviet state leaving Russia politically broken and economically destitute. Since then, US policy towards Russia has been overtly hostile, making every effort to encircle the oil-rich nation while positioning nuclear missile installations on its perimeter. Now Washington is using its fascist-backed coup in Ukraine to force Moscow to relinquish its grip on a region that is vital to its national security.
Here’s a brief excerpt from an interview with Stephen Cohen, professor of Russian studies and history emeritus at New York University on Monday on PBS Newshour. Cohen helps to clarify what is really going on viv a vis the US and Russia:
“What we’re watching today is the worst kind of history being made, the descent of a new Cold War divide between West and East in Europe, this time not in faraway Berlin, but right on Russia’s borders through Ukraine. That will be instability and the prospect of war for decades to come for our kids and our grandchildren. The official version is that Putin is to blame; he did this. But it simply isn’t true. This began 20 years ago when Clinton began the movement of NATO toward Russia, a movement that’s continued.
…the fundamental issue here is that, three or four years ago, Putin made absolutely clear he had two red lines…One was in the former Soviet republic of Georgia. (Putin would not allow NATO in Georgia) The other was in Ukraine. We crossed both. You got a war in Georgia in 2008, and you have got today in Ukraine because we, the United States and Europe, crossed Putin’s red line.” (PBS News Hour)
There’s no doubt who is to blame for the present conflict in Cohen’s mind. It’s Washington.
So, here we are, between a rock and a hard place: Putin cannot back down on an issue that’s crucial to national security, and Washington is more determined than ever to pull Ukraine into –what Henry Kissinger calls–”a cooperative international system.” (aka–global capitalist rule) That means there’s going to be a war.
On Thursday, Crimea MPs voted unanimously to hold a referendum on whether the region should become a part of Russia or not. The balloting will take place in 10 days although Obama has already said that he will not honor the results. Apparently, other countries need to get the green-light from Washington before they conduct their elections now. This is how ridiculous things have gotten.
In 2008, Brzezinski revealed the real motives behind US aggression in Central Asia in an article that appeared in the Huffington Post that dealt primarily with the dust up in Georgia. (where Putin deployed Russian troops to defend Russian speaking civilians in South Ossetia.) Here’s what Brzezinski had to say:
“The question the international community now confronts is how to respond to a Russia that engages in the blatant use of force with larger imperial designs in mind: to reintegrate the former Soviet space under the Kremlin’s control and to cut Western access to the Caspian Sea and Central Asia by gaining control over the Baku/Ceyhan pipeline that runs through Georgia.
In brief, the stakes are very significant. At stake is access to oil as that resource grows ever more scarce and expensive and how a major power conducts itself in our newly interdependent world, conduct that should be based on accommodation and consensus, not on brute force.
If Georgia is subverted, not only will the West be cut off from the Caspian Sea and Central Asia. We can logically anticipate that Putin, if not resisted, will use the same tactics toward the Ukraine. Putin has already made public threats against Ukraine.” (“Brzezinski: Russia’s invasion of Georgia is Reminiscent of Stalin’s attack on Finland”; Huffington Post)
Huh? It sounds a lot like Brzezinski thinks that oil should be his. Or maybe he thinks it belongs to the western oil giants; is that it?
So we’re not dealing with national security, sovereignty or spheres of influence here. What we’re really talking about is “access to oil.” Not only that, but Brzezinski is being quite blunt in his assertion that “the West” –as he calls it–has a legitimate claim to the resources on other people’s land. Where’d he come up with that one?
In another interview on Kavkacenter.com, in 2008, Brzezinski sounded the same alarm with a slightly different twist. Here’s an excerpt from the article titled ”Russia tends to destabilize Georgia”:
“Brzezinski said the United States witnessed “cases of possible threats by Russia… motivated not by some territorial disputes….but caused by intention to take control over the Baku-Ceyhan pipeline”.
“If Georgia government is destabilized, western access to Baku, Caspian Sea and further will be limited”, said Brzezinski …. he stated that Russia will try to consolidate its monopoly on these markets and will use all existing political and economic levers, including “politically motivated cessation of energy supplies” in Europe and Baltic states.
“Russia actively tends to isolate the Central Asian region from direct access to world economy, especially to energy supplies”, considers the political scientist.” (“Zbigniew Brzezinski: ”Russia tends to destabilize Georgia” kavkacenter.com)
Putin is not isolating anyone and he’s certainly not taking over anyone’s damned pipeline. He’s the president of Russia. He sells oil and makes money, that’s how the system works. It’s called capitalism. But the oil is theirs. The natural gas is theirs. The pipelines are theirs. Not ours. Get over it!
Don’t kid yourself, it’s all about oil. Oil and power. The United States imperial ambitions are thoroughly marinated in oil, access to oil, and control of oil. Without oil, there’s no empire, no dollar hegemony, no overbloated, bullyboy military throwing weaker countries against the wall and extorting tribute. Oil is the coin of the realm, the path to global domination.
Putin has audacity to think that the oil beneath Russian soil belongs to Russia. Washington wants to change his mind about that. And that’s why the situation in Ukraine is so dangerous, because the voracious thirst for oil is pushing us all towards another world war.
 
Mike Whitney lives in Washington state. He is a contributor to Hopeless: Barack Obama and the Politics of Illusion (AK Press). Hopeless is also available in a Kindle edition. He can be reached at fergiewhitney@msn.com.