28.9.10

Huelga y lucha de clases

John Brown
"el salario constituye la forma más radical de privatización pues no es otra cosa que el precio de mercado de la mercancía capitalista por excelencia, la fuerza de trabajo." A. Gavriilidis

Huelga decirlo, la huelga es necesaria. Necesaria como medida evidente y elemental de resistencia ante una ofensiva feroz y sin final previsible. Necesaria también desde otro punto de vista: las organizaciones sindicales que representan o dicen representar lo que queda del trabajo de contractualidad indefinida llaman a un movimiento testimonial cuya derrota ellos mismos predicen e incluso auspician. Esta limitadísima representación no puede corresponder a la actual composición social del trabajador colectivo: la mayoría de los trabajadores y de las personas que contribuyen a la reproducción de esta sociedad sin llamarse trabajadores (jubilados, amas de casa, niños, parados, marginados, errantes etc.) necesitan ir más allá de lo representable por los sindicatos, partidos y demás aparatos de Estado y seguir dando valor no a su trabajo, sino a sus propias vidas. La huelga debe para ello afirmar la fuerza social de quienes producen y constituyen en sus propios cuerpos y vidas los comunes productivos mediante su inteligencia, su imaginación y sus afectos, sin los cuales ninguna producción sería posible. Y es que sin algo tan común, en todos los sentidos del término como el lenguaje y el afecto, como el amor de lo colectivo y de lo compartido, sin la comunicación e incluso el malentendido, ninguna sociedad sería posible. Ni el lenguaje ni el afecto pertenecen ni pueden pertenecer a ningún patrón. La huelga debe proyectarse más allá del trabajo y del salario como afirmación soberana de lo común y de sus productores. Ante el fracaso ridículo del capitalismo y de sus comparsas laboristas que sólo reconocen como productivo de valor al trabajo asalariado, se trata de afirmar no ya que otro mundo es posible, sino que el del capitalismo está dejando de ser real, se convierte como el extinto socialismo real en fantasma de sí mismo.

La crisis somos todos: la crisis no es una crisis que los capitalistas nos impongan, sino algo que el trabajo vivo asalariado y no asalariado, en cualquier caso ya no definible por el salario, ha impuesto al propio capital. Por eso no tiene sentido hablar de que "ellos nos imponen su crisis". El principal motivo de la crisis es el endeudamiento público y privado generalizado con el que el trabajador colectivo ha respondido a la ofensiva neoliberal en su propio terreno. Frente al eclipse del Estado del bienestar programado por los neoliberales, ha impuesto el endeudamiento público como manifestación por excelencia de lo común. La crisis es el resultado de la incompresibilidad del deseo de quienes producen lo común, de los únicos que hacen el mundo y que no son desde luego los capitalistas. Deuda pública y privada no son más que un modo de (re)apropiación de la riqueza común por parte de las mayorías. Por mucho que haya puritanos en la izquierda que critiquen esta actitud como consumista.

Hoy lo más utópico e inviable son las consignas reformistas: pleno empleo, mantenimiento de los servicios públicos estatales etc. Son simplemente irrealizables en el marco actual, el de un capitalismo que nunca más volverá atrás, al modelo fordista y keynesiano o a sus caricaturas socialistas. Y no lo hará, porque el proletariado realmente existente ha impuesto el abandono del fordismo que sólo sigue siendo una utopía para cierta izquierda poco al tanto de la "situación concreta". Lo realista hoy es exigir la apropiación colectiva de la riqueza mediante formas de renta enteramente disociadas del trabajo. Hacer lo que ya hacen los capitalistas financieros, pero de forma generalizada, convirtiendo el acceso a la riqueza común en el derecho básico de una nueva ciudadanía. Lo realista hoy es reivindicar el comunismo como democracia basada no en la propiedad privada o pública, sino en el libre y general acceso a los comunes.

La huelga fracasará si sigue limitándose a la franja asalariada con contrato indefinido (mal) representada por los sindicatos y por la izquierda tradicional. Debe adquirir la dimensión de la producción efectiva actual y hacerse metropolitana: no paralizar los centros de producción y administración, sino el propio tejido urbano, desde los poros mismos del tejido de (in)comunicación y afectosque hace y reproduce en cada momento la sociedad como tal. Parar es hacer cosas tan absurdas como hablar con cualquier desconocido de lo que nos ocurre individualmente y de lo que nos ocurre a todos, afirmar por doquier el desprecio hacia quienes pretenden mandarnos y representarnos. Participar en las manifestaciones y huelgas, pero no de cualquier manera, rechazando no esta economía, sino la lógica de la economía en general. Se trata de salir de la trampa de los supuestos "intereses de clase" que los sindicatos y partidos de izquierda dicen representar e incluso "conocer". El único interés "de clase" del proletariado es dejar de serlo: por ello mismo, quienes pretenden representarlo y reforzar su "identidad de clase" sólo consiguen ser fieles agentes de la "economía", esto es de la reproducción del capital.

El griego moderno tiene una misma palabra para "orden" y para "clase": "taxi". Es la raíz de la palabra taxinomia, utilizada en biología para referirse a la clasificación de las especies animales. En el término "clase", como en todo lo que tiene que ver con el poder biopolítico de la economía anida la animalización de nuestra especie por medio de su despolitización. La gran paradoja del marxismo es que la lucha de clases proletaria, incluso la dictadura del proletariado, no tienen por finalidad representar los intereses del proletariado, sino abolir al proletariado como tal, suprimir la definición de los explotados como clase que es inseparable de la propia explotación.

La lucha de clases no es una relación entre dos términos, dos clases, sino más bien la imposibilidad de constituir un todo social pacificado cuando la sociedad se basa en la explotación, la necesaria y permanente división del todo social, la imposibilidad de una relación constitutiva. No hay complementariedad posible entre las clases: una tiene una existencia plena y se organiza en Estado, en poder dictatorial que reproduce la explotación y expropia los comunes mediante la propiedad pública o la privada; la otra tiene una existencia evanescente que coincide sólo con su resistencia. El proletariado no reivindica ninguna propiedad, sea esta pública (estatal) o privada, sino el acceso a la riqueza productiva común. No hay así encuentro posible entre el proletariado y la burguesía, no es posible ninguna coincidencia. Entre estas clases que no son dos, pero que no pueden ser un Estado, pasa lo mismo que según Epicuro nos ocurre con la muerte: cuando ella está, nosotros no estamos, cuando nosotros estamos, ella no está. Como recordaba Louis Althusser en su Respuesta a John Lewis: "hay que superar la imagen del campo de rugby, por lo tanto, de dos grupos de clases que llegan a las manos, para considerar lo que hace de ellas clases y clases antagonistas: a saber la lucha de clases. Primacía absoluta de la lucha de clases (Marx, Lenin). No olvidar nunca la lucha de clases (Mao)." No hay copresencia de las clases, no hay relación entre ellas. La lucha de clases, al igual que la relación sexual según Lacan, es una no-relación. Por mucho que se empeñen en convencernos de lo contrario los distintos aparatos del Estado capitalista, no hay ni puede haber relación social entre las clases.

Fuente: http://iohannesmaurus.blogspot.com/2010/09/huelga-y-lucha-de-clases.html

27.9.10

Las 10 estrategias de manipulación mediática

CubaDebate
Publicado el 15 Septiembre 2010
El lingüista Noam Chomsky elaboró la lista de las “10 Estrategias de Manipulación” a través de los medios


1. La estrategia de la distracción El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

9. Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

(Publicado por Omar Montilla, en el Blog Gramscimanía)

Fabricando Disidencia: Globalistas y Elites Controlan Movimientos Populares

Imperialismo y barbarie imperialista



El imperialismo, su carácter, medios y fines, han ido cambiando según la época y el lugar. Históricamente, el imperialismo occidental ha ido adoptando las modalidades tributaria, mercantil, industrial, financiera y, en el período contemporáneo, una forma única de construcción del imperio “brutalmente militarista”. Dentro de cada “período”, “coexisten” con el modo dominante elementos de pasadas y futuras formas de dominación y explotación imperialista. Por ejemplo, en los antiguos imperios griego y romano, los privilegios comerciales se complementaban con la extracción de pagos tributarios. El imperialismo mercantil se vio precedido y acompañado inicialmente por el saqueo de las riquezas y la extracción de impuestos, en ocasiones referido como “acumulación primitiva”, donde el poder político y militar diezmaba a las poblaciones locales y extraía la riqueza, transfiriéndola obligatoriamente a las capitales imperiales. Cuando el ascendiente comercial imperial se consolidó, empezó a aparecer cada vez más, como co-participante, el capital industrial, que se vio apoyado por las políticas estatales imperiales de manufacturación de productos que acabaron con los fabricantes nacionales locales consiguiendo controlar esos mercados locales. El imperialismo impulsó la industria moderna, combinó producción y comercio, ambos complementados y apoyados por el capital financiero y sus instrumentos auxiliares: los seguros, el transporte y otras fuentes de “ingresos invisibles”. Bajo las presiones de los movimientos nacionalistas y antiimperialistas socialistas, los imperios coloniales estructurados tuvieron que dar paso a nuevos regímenes nacionalistas. Algunos de ellos reestructuraron sus economías, diversificando sus sistemas productivos y socios comerciales. En algunos casos impusieron barreras protectoras para promover la industrialización. El imperialismo basado en la industria se opuso primero a estos regímenes nacionalistas, colaborando con los sátrapas locales para deponer a los dirigentes nacionalistas que se orientaban hacia la industria. Su objetivo era conservar o restaurar la “división colonial del trabajo”, la producción de base que se intercambiaba por productos terminados. Sin embargo, en la tercera parte del siglo XX, la construcción del imperio industrial empezó un proceso de adaptación “saltando sobre las barreras tarifarias”, invirtiendo en formas elementales de “producción” y en el trabajo intensivo en productos de consumo. Los fabricantes imperiales contrataron plantas de ensamblaje organizadas alrededor de productos ligeros de consumo (textiles, zapatos, productos electrónicos).
Sin embargo, esos cambios básicos en las estructuras políticas, sociales y económicas, tanto del imperio como de los antiguos países coloniales, llevaron por caminos imperiales divergentes a la construcción del imperio, lo que motivó actuaciones opuestas de desarrollo en ambas regiones.
El capital financiero anglo-estadounidense consiguió aventajar al industrial, invirtiendo en tecnología altamente especulativa, biotecnología, sector inmobiliario e instrumentos financieros. Los constructores del imperio japonés y alemán decidieron modernizar las industrias de exportación para asegurarse los mercados exteriores. Como consecuencia, se aumentaron las cuotas de mercado, especialmente entre los países emergentes en la industria, como los del Sur de Europa, Asia y Latinoamérica. Algunos antiguos países coloniales y semicoloniales evolucionaron también hacia formas más elevadas de producción industrial, desarrollando industrias de alta tecnología, produciendo capital e intermediarios, así como productos de consumo, desafiando la hegemonía imperial de Occidente alrededor suyo.
En los primeros años de la década de 1990 se produjo un cambio básico en la naturaleza del poder imperial. Esto llevó a una profunda divergencia entre las políticas imperialistas pasadas y presentes y entre los regímenes expansionistas establecidos y los emergentes.
Pasado y presente del imperialismo económico
La construcción del imperio moderno de base industrial (IMI) se lleva a cabo asegurando las materias primas, explotando mano de obra barata y aumentando las cuotas de mercado. Esto se ha logrado en colaboración con gobernantes maleables, ofreciéndoles reconocimiento político y ayuda económica en términos que superaban a los de sus competidores imperiales. Esa es la senda seguida por China. El IMI se abstiene de cualquier intento de obtener posesiones territoriales, ya sea en forma de bases militares o de posiciones ocupantes “consultivas” en el núcleo de instituciones del aparato coercitivo. En su lugar, el IMI trata de maximizar el control a través de inversiones que consigan la propiedad directa o “asociación” con el estado y/o funcionarios privados en sectores económicos estratégicos. El IMI utiliza incentivos económicos en forma de subvenciones y préstamos concesionarios a bajo interés. Ofrece construir proyectos de infraestructuras de ferrocarriles, aeropuertos, puertos y autopistas a gran escala y largo plazo. Estos proyectos tienen el doble objetivo de facilitar la extracción de la riqueza y abrir mercados a las exportaciones. El IMI mejora también las redes de transporte para los productores locales a fin de conseguir aliados políticos. Es decir, que los IMI de China y la India dependen en gran medida del poder del mercado para ampliar o eliminar competidores. Su estrategia se basa en crear “dependencias económicas” para conseguir beneficios económicos a largo plazo.
En contraste, la barbarie imperial se desarrolla a partir de una fase anterior de imperialismo económico que combinó el uso inicial de la violencia para asegurar los privilegios económicos seguida del control económico sobre los recursos lucrativos.
Históricamente, el imperialismo económico (IE) recurrió a la intervención militar para derrocar a los regímenes antiimperialistas y asegurarse clientes políticos colaboradores. Posteriormente, el IE estableció bases militares frecuentemente y formó y envió misiones de asesoramiento para reprimir los movimientos de resistencia y asegurar una oficialía militar local receptiva al poder imperial. El objetivo era asegurar los recursos económicos y una dócil fuerza laboral dócil para maximizar las rentabilidades económicas.
Es decir, en esta vía “tradicional” de la construcción del imperio económico, el ejército quedaba subordinado a la necesidad de maximizar la explotación económica. La potencia imperial trataba de preservar el aparato estatal post-colonial y el equipo profesional, utilizándolos para el nuevo orden económico imperial. El IE busca preservar a las elites para mantener la ley y el orden como cimientos básicos de la reestructuración de la economía. El objetivo era asegurar una serie de políticas que se adaptaran a las necesidades económicas de las corporaciones y bancos privados del sistema imperial. La táctica principal de las instituciones imperiales era designar profesionales educados en Occidente para que diseñaran políticas que maximizaran las ganancias privadas. Esas políticas incluían la privatización de todos los sectores económicos estratégicos; la demolición de todas las medidas protectoras (“mercados iniciales”) que favorecían a los productores locales; la implantación de impuestos regresivos sobre los consumidores locales, trabajadores y empresas mientras reducían o eliminaban los impuestos y controles sobre las firmas imperiales; la eliminación de legislación laboral protectora y la ilegalización de las organizaciones independientes de clase.
En su apogeo, el imperialismo económico occidental llevó a la transferencia masiva de beneficios, intereses, royalties y riquezas espurias de las elites nativas de los países post-coloniales a los centros imperiales. En la medida en que el imperialismo post-colonial se adaptaba, los trabajadores, agricultores y empleados locales eran quienes soportaban los costes de administrar todas estas dependencias imperiales.
Aunque el imperialismo económico histórico y el contemporáneo tienen muchas similitudes, se aprecian varias diferencias importantes. Por ejemplo, tenemos el caso de China, el modelo principal de imperialismo económico contemporáneo, que no ha establecido sus “puestos de avanzada” mediante golpes o intervenciones militares, de ahí que no posea “bases militares” ni una casta militarista poderosa compitiendo con su clase empresarial a la hora de moldear la política exterior. A diferencia, el imperialismo económico occidental contenía las semillas para la aparición de una poderosa casta militarista capaz, en determinadas circunstancias, de afirmar su supremacía moldeando las políticas y prioridades de la construcción del imperio.
Esto es exactamente lo que se ha transpirado en los últimos veinte años, especialmente con respecto a la construcción del imperio estadounidense.
El surgimiento y consolidación de la barbarie imperial
El doble proceso de intervención militar y explotación económica que caracterizó al imperialismo occidental tradicional fue evolucionando gradualmente hacia una variante del imperialismo dominante intensamente militarizada. Los intereses económicos, tanto en términos de costes económicos, beneficios y cuotas de mercado global, fueron sacrificados en aras a la dominación militar.
La desaparición de la URSS y la reducción de Rusia al estatus de estado roto, debilitaron a los estados que eran sus aliados, “abriéndoles” a la penetración económica occidental, haciéndoles vulnerables al ataque militar occidental.
El Presidente Bush (padre) percibió la desaparición de la URSS como una “oportunidad histórica” para imponer unilateralmente un mundo unipolar. Según esta nueva doctrina, EEUU reinaría de forma suprema a nivel global y regional. Las proyecciones del poder militar estadounidense operarían ahora sin ningún estorbo de disuasión nuclear alguna. Sin embargo, Bush (padre) estaba profundamente incrustado en la industria petrolera estadounidense. Por tanto, trató de alcanzar un equilibrio entre la supremacía militar y la expansión económica. De ahí que la primera guerra de Iraq de 1990-91 provocara la destrucción militar el ejército de Sadam Husein, aunque sin ocupar todo el país ni destruir la sociedad civil, la infraestructura económica ni las refinerías de petróleo. Bush (padre) representó un difícil equilibrio entre dos series de intereses poderosos: por una parte, las corporaciones petrolíferas ansiosas de acceder a los campos petrolíferos de propiedad estatal y, por otra, la configuración militarista del poderoso poder sionista dentro y fuera de su régimen. El resultado fue una política imperial que perseguía debilitar a Sadam identificándole como amenaza para los estados clientelistas estadounidenses del Golfo, aunque sin derrocarle del poder. El hecho de que siguiera en su cargo y continuara apoyando la lucha palestina contra la ocupación colonial del estado judío irritó muchísimo a Israel y a sus agentes sionistas en Estados Unidos.
Con la elección de William Clinton, el “equilibrio” entre el imperialismo económico y militar cambió de forma espectacular a favor del segundo. Bajo Clinton, se nombró a varios fervientes sionistas para muchos de los puestos estratégicos de política exterior de su Administración. Esto aseguró el bombardeo continuo e inmisericorde de Iraq que destrozó su infraestructura. Este brutal giro se vio complementado con un boicot económico para destruir la economía del país y no sólo “debilitar” a Sadam. De igual importancia es que el régimen de Clinton adoptó completamente y promovió el ascendiente del capital financiero nombrando a bien conocidos elementos de Wall Street (Rubin, Summers, Greenspan y demás) para puestos clave, debilitando el poder relativo de las industrias petroleras y del gas como fuerzas motrices de la política exterior. Clinton puso en movimiento a los “agentes” políticos de un imperialismo altamente militarizado, totalmente comprometido con la destrucción de un país en aras a su dominación…
El ascenso de Bush (hijo) amplió y profundizó el papel del personal sionista-militarista en el gobierno. Las explosiones inducidas que derrumbaron las torres del World Trade Center en Nueva York sirvieron como pretexto para precipitar el lanzamiento de la barbarie imperial y auguraron el eclipse del imperialismo económico.
Mientras la construcción del imperio estadounidense se convertía en militarismo, China aceleraba su giro hacia el imperialismo económico. Su política exterior se encaminó a asegurar las materias primas a través del comercio, las inversiones directas y las empresas mixtas. Fue ganando influencia mediante fuertes inversiones en las infraestructuras, una especie de imperialismo del desarrollo, estimulando el propio crecimiento y el del país “anfitrión”. En este nuevo contexto histórico de competición global entre un mercado emergente, dirigido por un imperio, y un atávico estado militarista imperial, el primero obtuvo inmensos beneficios económicos sin coste administrativo o militar prácticamente alguno, mientras que el segundo vaciaba su tesoro para asegurar efímeras conquistas militares.
La conversión del imperialismo económico en militarista fue en gran medida la consecuencia de la omnipresente y “profunda” influencia de políticos de credo sionista. Los políticos sionistas combinaron habilidades técnicas modernas con lealtades tribales primitivas. Su singular búsqueda del dominio de Israel en Oriente Medio les llevó a orquestar una serie de guerras, operaciones clandestinas y boicots económicos que han paralizado la economía estadounidense, debilitando las bases económicas de la construcción imperial.
La deriva militarista de la construcción del imperio en el actual contexto global post-colonial fomentó inevitablemente las invasiones destructivas de estados-nación relativamente estables y funcionales, con fuertes lealtades nacionales. Destructivas guerras convirtieron la ocupación colonial en conflictos prolongados con movimientos de resistencia vinculados a la población general. De ahí que la lógica y práctica del imperialismo militarista llevara directamente a la barbarie y adaptación generalizada y a largo plazo del modelo israelí de terrorismo colonial contra toda una población. Esto no fue una mera coincidencia. Los fervientes defensores sionistas de Israel en Washington habían “bebido profundamente” en la fosa séptica de las prácticas totalitarias israelíes, incluyendo el terrorismo masivo, las demoliciones de casas, el saqueo de la tierra, los equipos de asesinas fuerzas especiales en el exterior, los arrestos masivos sistemáticos y las torturas. Estas y otras prácticas brutales, condenadas por las organizaciones de derechos humanos del mundo entero (incluidas las existentes en Israel), se convirtieron en prácticas rutinarias de la barbarie imperialista estadounidense.
Los medios y objetivos de la barbarie imperialista
El principio organizador de la barbarie imperialista es el concepto de guerra total. Total en el sentido de que 1) se aplican todas las armas de destrucción masiva; 2) toda la sociedad se convierte en objetivo; 3) se desmantelan, completamente, los aparatos civil y militar del estado y se reemplazan por funcionarios coloniales, mercenarios y sátrapas corruptos y sin escrúpulos. Se ataca a toda la clase moderna profesional por constituir una expresión del estado nacional moderno y se la reemplaza con bandas y clanes retrógrados de carácter étnico-religioso, bien dispuestos a los sobornos y a compartir cuotas del botín. Se pulverizan todas las organizaciones existentes de la sociedad civil y se las reemplaza con compinches del saqueo vinculados con el régimen colonial. Se desarticula la economía entera mientras se bombardean las infraestructuras elementales como las referidas al agua, electricidad, gas, carreteras y sistemas de saneamiento, junto con las fábricas, las oficinas, los lugares del patrimonio cultural, los campos cultivados y los mercados.
El argumento israelí de objetivos de “uso doble” sirve a los políticos militaristas como justificación para la destrucción de las bases de una civilización moderna. Desempleo masivo, desplazamientos de población y retorno a los intercambios primitivos característicos de las sociedades pre-modernas son los rasgos que definen la “estructura social”. Las condiciones sanitarias y educativas se deterioran y en algunos casos hasta desaparecen. La población se ve acosada por enfermedades que tendrían curación y las deformidades en los recién nacidos, como consecuencia del uso del uranio empobrecido, son las armas principales de la barbarie imperialista.
En resumen, el ascendiente del imperialismo brutal produce el eclipse de la explotación económica. El imperio agota su tesoro buscando la conquista, la destrucción y la ocupación. Incluso son “otros” los que explotan la economía residual: los comerciantes y fabricantes de estados colindantes no beligerantes. En el caso de Iraq y Afganistán, eso va referido a Irán, Turquía, China y la India.
El evanescente objetivo del imperialismo brutal es el control militar total, basado en la prevención de cualquier renacimiento económico y social que pudiera llevar a una recuperación del antiimperialismo laico enraizado en una república moderna. El objetivo de asegurar una colonia gobernada por compinches, sátrapas y señores de la guerra de carácter étnico-religioso –que proporcionan bases militares y permiso para intervenir- es fundamental en toda la concepción de la construcción del imperio de carácter militar. La eliminación de la memoria histórica de un estado-nación moderno, laico e independiente y de su correspondiente patrimonio nacional resulta de singular importancia para el imperio de la barbarie. Esa tarea se le asigna a los prostitutos académicos y publicistas afines que van y vienen entre Tel Aviv, el Pentágono, las universidades de la Ivy League y las fábricas de propaganda para Oriente Medio en Washington.
Consecuencias y perspectivas
De forma muy clara, la barbarie imperial (como sistema social) es el enemigo más retrógrado y destructivo de la vida civilizada moderna. A diferencia del imperialismo económico, no explota el trabajo y los recursos, destruye los medios de producción, asesina trabajadores, agricultores y socava la vida moderna.
El imperialismo económico es claramente más beneficioso para las corporaciones privadas pero también coloca potencialmente las bases para su transformación. Sus inversiones llevan a la creación de unas clases trabajadora y media capaces de asumir el control en los momentos culminantes de la economía a través de la lucha nacionalista o socialista. En cambio, el descontento de la población asolada y el pillaje de las economías bajo la barbarie imperial han provocado la aparición de movimientos de masas pre-modernos étnico-religiosos, con prácticas retrógradas (terrorismo de masas, violencia sectaria, etc.). La suya es una ideología adecuada para un estado teocrático.
El imperialismo económico, con su “división colonial del trabajo”, extracción de materias primas y exportación de productos terminados, llevará inevitablemente a nuevos movimientos nacionalistas y quizá, posteriormente, socialistas. Aunque el IE destruye a los productores locales y desplaza, mediante las exportaciones industriales baratas, a miles de trabajadores de la industria, hace que aparezcan una serie de movimientos. China puede tratar de evitar esto a través de los “transplantes de plantas”. En contraste, el imperialismo brutal no es sostenible porque lleva a guerras prolongadas que drenan el tesoro imperial e hieren y matan a miles de soldados estadounidenses cada año. La población interna no puede aceptar inacabables guerras imposibles de ganar.
Los “objetivos” de la conquista militar y del gobierno sátrapa son ilusorios. Una clase política estable, “arraigada”, capaz de gobernar mediante consentimiento tácito o manifiesto es incompatible con los supervisores coloniales. Los objetivos militares “extranjeros”, impuestos a los políticos imperiales mediante la influyente presencia de sionistas en los puestos clave, han asestado un golpe fortísima en contra de la búsqueda de oportunidades de las multinacionales estadounidenses mediante políticas de sanciones. El recurso a la barbarie, impulsado arriba y abajo por los altos gastos militares y por los poderosos agentes de una potencia extranjera, tiene poderosos efectos en perjuicio de la economía estadounidense.
Es mucho más probable que los países que buscan inversión extranjera acepten empresas mixtas con exportadores económicos de capital que arriesgarse a atraer a EEUU con todo su ejército y sus clandestinas fuerzas especiales y otros muchos equipajes violentos.
Actualmente, el panorama global se muestra sombrío para el futuro del imperialismo militarista. En Latinoamérica, África y especialmente en Asia, China ha desplazado a EEUU como principal socio comercial en Brasil, Sudáfrica y el Sureste Asiático. Mientras, EEUU se revuelca en guerras ideológicas imposibles de ganar en países marginales como Somalia, Yemen y Afganistán. EEUU organiza un golpe en la diminuta Honduras, mientras China firma empresas mixtas por miles de millones de dólares en proyectos alrededor del acero y del petróleo en Brasil y Venezuela y de producción de grano en Argentina. EEUU se especializa en apoyar estados rotos como Méjico y Colombia, mientras China invierte fuertemente en industrias extractivas en Angola, Nigeria, Sudáfrica e Irán. La relación simbiótica con Israel convierte a EEUU en el aliado ciego de la barbarie totalitaria y de inacabables guerras coloniales. En contraste, China profundiza sus vínculos con las dinámicas economías de Corea del Sur, Japón, Vietnam, Brasil y las riquezas petrolíferas de Rusia y las materias primas de África.

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Al-Cokeda 2010

Por Juan Ramón Jiménez de León
Economista, Académico y Periodista
www.yumka.com

 La reciente reunión de los expresidentes Carlos Salinas de Gortari y Vicente Fox Quesada con Felipe Calderón Hinojosa, presidente espurio de México, da idea de hasta donde ha llegado la Operación Irán-Contra en México, este trípode de Malefactores, es el ejemplo de la destrucción de una nación, Carlos Salinas es economista de la UNAM, con doctorado en Harvard, Vicente Fox es Administrador de Empresas, con licenciatura de la Universidad Iberoamericana (UIA) y con un curso corto de Administración Publica en Harvard, Felipe Calderón es licenciado en Derecho por la Escuela Libre de Derecha, con cursos de Administración Publica por Harvard.

Carlos Salinas llega con el halo de haberse robado la Presidencia de México en las elecciones de 1988, que ganó el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del mítico general que nacionalizó el petróleo en 1938, los personajes que participaron en ese robo están alrededor del Peje (a) AMLO; Vicente Fox, gana también sospechosamente en el año 2000, representando al PAN, partido de derecha que se preciaba de honesto, que representaba las luchas democráticas electorales frente al PRI (70 años en el poder), que ponía como plus que sus mejores gentes venían del sector privado y por lo tanto transparentarían los dineros públicos,  pero que todo esta demostrado fue una mentira y en el fondo fue un acuerdo imperial impuesto por William Clinton a Ernesto Zedillo, para entregar la presidencia al PAN, se supo que hubo una operación paralela de manipulación de cifras en el centro de computo alterno localizado en la empresa DESC de donde salió la CIA mexicana (CISEN), localizado ese centro en la calle de Cantú 8, Nueva Anzures; y pues Felipe Calderón, todo mundo sabe que se robo la presidencia en el 2006, “haiga sido como haiga sido” en base a un fraude mediante un algoritmo llamado Hildebrando, en honor a su cuñado, que el popular Peje tabasqueño, fue el ganador, aunque en la recta final cometió continuos errores que mostraron un perfil, ya bastante estudiado, de un líder absolutista, demagogo, mentiroso, pedante, autosuficiente de si mismo,  y sin embargo fuertemente carismático en las masas lumpenizadas por el modelo neoliberal depredador y ahora criminalizado y en la elite de izquierda del país, embelesados con su fuerte figura que sin embargo ha sido el mayor destructor de la izquierda nacional, pero este articulo estará orientado hacia dilucidar que todo es parte de una conspiración global de las aguas negras del imperio, basadas estas líneas en los trabajos del investigador Sherman Skolnic, de Chicago, ya fallecido, pero que intituló COCA-COLA, THE CIA, and the COURTS, Coca-Cola es una marca registrada en 1886 de una bebida gaseosa, las oficinas centrales de la compañía (The Coca-Cola Company) están en Atlanta, Georgia.

Las acciones  son cotizadas bajo el símbolo KO en la bolsa de Nueva York (NYSE). El nombre Coca-Cola deriva de las hojas de coca y la nuez de cola usada como aromatizante. La receta secreta, denominada «Merchandise 7X» está guardada bajo llave en el Sun Trust Bank Building de Atlanta, Georgia, cuna del inventor de la bebida.

En algunos países, como EUA y Argentina, Coca-Cola ahora está endulzada con jarabe de maíz llamado técnicamente fructosa. En México, Coca-Cola cuenta con un contrato otorgado por Vicente Fox, que le permite el uso ilimitado del agua potable dentro del país.

Para empezar escribía el autor, la coca-cola tiene trazas de contener cocaína, por ello su adicción, que tiene efectos directos en problemas estomacales y hasta en la proliferación de diabetes debido a su alto contenido de azucares refinados, ahora sustituidos en la coca light por aspartame otro producto nefasto para la salud pues produce cáncer, y además puede ser usada como destapa caños, como lo hace Drano, o bien para limpiar la sangre en las carreteras, como la hace la policía federal de caminos, Skolnick mencionaba que entrevistó a la empresa de Chicago que elaboraba la Coke, Stepan Chemical, que la cocaína sobrante en la elaboración del refresco era vendida a los laboratorios farmacéuticos, aunque también surtían a los grandes carteles de la droga urbana de la ciudad de los vientos, esta empresa siempre ha estado cercana al Clan Daley, de donde han venido dos alcaldes, apoyados por la mafia irlandesa, la italiana y la mexicana, menciona de nuevo Skolnick, que en la Operación Irán-Contra, de acuerdo a las audiencias congresionales, se dijo que los agentes de la CIA, se surtían de cocaína, armas y dinero de las empresas de la Coca-cola, es menester recordar que Skolnick basaba sus investigaciones en información de las cortes, pues su grupo de trabajo se llamaba, the Citizens Committee to Clean Up the Courts, o sea el Comité Ciudadano para Limpiar las Cortes (de corrupción), además era un respetable periodista que tenia un programa televisivo en el Canal 6 de Chicago, en donde explicaba sus hallazgos.

El escándalo Irán-Contra, también conocido como Irangate, fue un acontecimiento político ocurrido entre 1985 y 1986 (en México era presidente Miguel de la Madrid), destapado a raíz de las investigaciones llevadas a cabo por una comisión del Senado de los Estados Unidos. Se acusó a altos funcionarios de la administración del presidente Ronald Reagan de la presunta organización de una red de tráfico ilegal de armas con destino a Irán, en guerra por entonces con Irak, cuyas ganancias irían destinadas a financiar a la Contra nicaragüense y a la realización de acciones terroristas contra Nicaragua debido al ámbito ideológico de izquierda de su gobierno que estaba constituido por el Frente Sandinista de Liberación Nacional FSLN.

El aspecto más turbio de esta triangulación fue el uso de cocaína de los carteles colombianos para financiar a la Contra mediante un presupuesto "negro". Se usaron aviones militares norteamericanos e instalaciones del mismo país en Ilopango, El Salvador, para mover dicha droga hacia Estados Unidos y las armas se movían via Palmerola en Honduras. Se usaron asesinos de la Operación 40 de la CIA en este maniobra .El más importante fue Barry Seal del cual HBO efectuó una película tocando el tema del narcotráfico en el Escándalo Irán Contras.

Dicho aspecto fue plasmado en la serie "Dark Alliance" del periodista Gary Webb en el San José Mercury News y quien vivió en Yucatan antes de ser asesinado. Esta serie periodística sería convertida en el libro del mismo nombre y ganadora del premio Pulitzer de Periodismo.

El puerto de entrada a este país fue Mena, Arkansas. El Gobernador de entonces era William Jefferson Clinton. Los banqueros de los Clinton eran Jackson Stephens y James Bath este último amigo personal de James Carter, compañero de Inteligencia Naval en la Academia Naval de Annapolis y luego mencionado como el financiero en las etapas iniciales de George W Bush y su empresa Harken Energy de Midland, Texas...los fondos que se transferían pertenecían a la familia Bin Laden e iban a ser manejados por el economista Osama Bin Laden para la guerra en Afganistan contra la URSS.

Oliver North, quien era teniente del Cuerpo de Marina de los Estados Unidos, resultó ser una de las piezas claves de toda la operación. Otro coronel mencionado era Russell Herman que tenia de socio al saudita economista Adnan Kassoghi, uno de los mas connotados traficantes de armas y que operaba desde San Antonio, Texas teniendo como cobertura a la empresa Valero Energy, muy ligada al vice-gobernador de Texas, David Dewhurst, quien participó de joven en la CIA y estuvo asignado en Bolivia en la labor de “cazar” al mítico guerrillero argentino, Ernesto Che Guevara. En esta empresa petrolera, sospechosa de ser la gran beneficiaria de la refinación del petróleo mexicano, también estuvieron dos personajes femeninos de los que se cree son parte de la llamada CIA académica (ver la excelente película The Ghost Writer-El Escritor Fantasma con Pierce Brosnan, ex James Bond y dirigida por el polaco Roman Polanski, en donde se muestra la existencia de la CIA académica), Sally Shelton Colby, hija de un coronel de  los Estados Unidos y nativa de San Antonio, esposa del Jefe de la CIA, William Colby y ahora asignada a la OCDE de Paris, junto a su amigo mexicano, José Ángel Gurria, Sally estuvo casada en Harvard con el mexicano Eduardo Jiménez Macías, luego embajador en Noruega; el otro personaje femenino es Susan Kaufman Purcell, ahora escribiendo para la revista América Economía, y miembro del poderoso y tenebroso Consejo de Relaciones Exteriores (ahora encabezado por Dimitri Negroponte, entonces Embajador en Honduras y luego en México, y como subordinado tiene a Elliot Abrams, entonces Subsecretario de Estado para México y América Latina, hoy trabajando para Negroponte) , Ronald Reagan admitiría el tráfico de armas, justificándolo como acto de buena voluntad hacia Irán, pues en aquel momento-1980- cerca de 50 ciudadanos norteamericanos estaban secuestrados por estudiantes, dirigidos por el actual presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, quien era el principal representante del IUST {Universidad de la Ciencia y la Tecnología} en las diversas sesiones de reuniones de estudiantes guardianes de la revolución islámica con el ayatolá Jomeini. Durante el ataque a la embajada de Estados Unidos, Ahmadineyad sugirió una tentativa simultánea contra la embajada de la Unión Soviética, pero se votó en contra.

En 1987 una comisión de investigación a cargo del ex-senador John Tower emitió una dura condena a la acción presidencial de Reagan-Bush. En 1992 el presidente George Bush padre, vicepresidente entonces y luego Presidente, indultó a los seis altos cargos que habían sido encarcelados por haber mentido al Congreso sobre la existencia de la venta de armas a Irán. Bush Pardons 6 in Iran Affairs, Aborting a Weinberger Trial; Prosecutor Assails 'Cover-Up', By DAVID JOHNSTON, Special to The New York Times, WASHINGTON, Dec. 24, 1988. El primer perdonado  fue el Secretario de la Defensa de Reagan, Caspar W. Weinberger, que antes había escrito su controversial libro, The Next Wars (orientado hacia las próximas guerras contra México, China y Rusia), solo para que vean lo profético del mismo, pues esos grupos continúan en el poder militar y de inteligencia de los Estados Unidos. Otros oficiales perdonados fueron Robert C. McFarlane, Consejero de Seguridad Nacional, Elliott Abrams, Subsecretario de Estado, padrino de boda de Ariela Katz, en el Waldroff Astoria de Nueva York, hija de Marcos David Katz, dueño de Aeromar, encargado de traficar con las armas de la Irán-Contra, hoy beneficiario de la cancelación de Mexicana de Aviación, que probablemente se le entregue a otro miembro de esta operación en México, Andrés Holzer, economista de la Universidad de Boston, dueño de la tenebrosa Torre Omega de Polanco, además de estar en negocios con FONATUR, Aereoplazas, Aereoboutiques, GE Capital y el extinto Canal 40 de Televisión, cancelado por Martha Sahagún debido a las revelaciones pederastas del Padre Marcial Maciel Degollado, Fundador de los Legionarios de Cristo y favorito del Papa Juan Pablo II,  Holzer es cuñado de Andres Rosenthal Gutman, medio hermano venezolano de Jorge Castañeda Gutman, Secretario de Relaciones Exteriores de Fox. George Bush I, también perdonó a Clair E. George, Jefe de la CIA para Operaciones Clandestinas en México y Centroamérica, Duane R. Clarridge, Jefe de Operaciones de la CIA para Europa, Alan D. Fiers Jr, otro agente de la CIA encargado de Medio Oriente y probablemente quien eliminó en México, en Michoacán, al Jefe de Inteligencia Israelí, Amiram Nir, debido a que iba a declarar en el Congreso de Estados Unidos, su participación en esa operación, según lo menciona el prestigiado novelista de temas de espionaje, Gordon Thomas en su libro, la Historia Secreta de la Mossad, (pagina 466, en ingles Gideon's Spies: The Secret History of the Mossad. New York: St. Martin's Press, 1999. ISBN 0-312-25284-6),  Thomas escribía que fue asesinado en Michoacán, cerca de la tierra de Martha Sahagún, su primo, Bernardo Sahagún Baca de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) fue el encargado de echarle tierra al asunto, ahora multimillonario y según dicen en tierra tarasca líder de la Famiglia, el Cónsul de Chicago, ahora severamente cuestionado por parte de la comunidad mexicana en la Ciudad de los Vientos, dicen los morelianos era parte de esta operación. Ya en la Presidencia, Martha tenia de inversionistas en la Casa Maya del Caribe a los posibles agentes del Mossad, Moisés Becker Kabachnick,Vivian Schwarz y Alain Becker Schwarz.

Sherman Skolnick, fallecido en el 2006, escribía que en alguna ocasión Vicente Fox fue detenido en la ciudad de los vientos, en el aeropuerto local de Lansing, Illinois , traficando cocaína para los Bush, esto sucedió cuando era ejecutivo de la Coca-cola y encargado de la exportación a Chicago, esta información la había detectado el FBI Division Five, Counter-Intelligence, y con datos de Danny Harkenrider, este personaje tenía un popular Pub, llamado Shannon's Landing [teléfonos (708) 895-6919 begin_of_the_skype_highlighting  y (708) 895-6919end_of_the_skype_highlighting], en donde se traficaban armas, drogas, secretos militares, y en donde confluían grupos irlandeses entre ellos el ERI {el padre de Fox era de ascendencia irlandesa, originario de Ohio, la tierra de Samuel Bush, bisabuelo de George W Bush}, y es famoso el caso de un barco llamado "California Rose”, que viajaba por el Caribe y el Golfo de México, lleno de armas y drogas y  que utilizaba a Tampico para operaciones clandestinas de la Irán-Contra.

Skolnick en su pagina de Internet, hizo 16 reportes  que llamó COCA-COLA, THE CIA, and the COURTS, de donde tomamos la siguiente información; la relación entre CIA-Cocacola se inició con Roberto Goizueta, cuando este trabajaba para la firma en La Habana antes de la revolución castrista y por ello su odio contra toda la izquierda, y por lo tanto iniciaron las conspiraciones para derrocar a Fidel, contando con el apoyo entusiasta de Claire Boothe Luce, esposa del magnate dueño de Time-Life, y con George Herbert Walker Bush, entonces empresario (1959) de Zapata Petroleum junto a su socio y compadre mexicano,  Jorge Díaz Serrano, después director general de PEMEX y quien puso a esta empresa estatal como la quinta mundial, sin embargo, por sus conocimientos acerca de las actividades encubiertas de Bush, este conspira con Miguel de la Madrid, su secretario particular Emilio Gamboa Patrón y su operador preferido, Carlos Salinas de Gortari, para poner en la cárcel a Díaz Serrano durante todo el sexenio de De La Madrid, coincidentemente cuando Bush era Vice-presidente y se embarcaba en la operación Irán-Contra; el proveedor del endulzante de la bebida, era Archer-Daniels-Midland-ADM,  cuyos ejecutivos Michael D. Andreas, Terrance S. Wilson, Mark E. Whitacre  fueron denunciados como participantes en el asunto Watergate, que significó la caída de Nixon-Kissinger y el ascenso de Hillary Rodham Clinton, ADM también muy ligada al affaire del niño Elián González, esta empresa es una de las grandes especuladoras del maíz, el azúcar y otros granos en las Bolsas de Chicago, Chicago Board of Trade y Chicago Mercantile Exchange que en 1989 quiso manipular a través de una mafia de 10 corredores, llamados Soybean Ten.

Otro personaje mencionado por Skolnick es el Oráculo de Omaha, Warren Buffet, quien mediante fuerte especulación se hizo de grandes partes de las acciones de Coca-cola, por lo que era miembro del Consejo de Administración de la empresa, viniendo su riqueza del lavado de dinero relacionado con la cocaína colombiana, su nieto Jimmy y su conjunto rockero, llamado The Corral Reefers continuamente cantaba loas a las drogas pesadas, Skolnick recomendaba leer el libro de Deborah Davis "Katherine the Great" (Catalina la Grande), lo mismo que la revista Spy Magazine, 9/92, y seguirle la pista al juicio llevado por la Jueza Blanche M. Manning [(312)435-7608]. Y el caso de RANDOM MAGIC, Robert E. Kolody vs. Simon Marketing and The Coca-Cola Company, No. 97 C 190.

El prestigiado periódico The Chicago Tribune, le daba seguimiento a estos eventos que salieron a relucir en el caso judicial, USA vs. Joseph Jerome Miedzianowski et al., No. 98 CR 923, un personaje cercano a los altos mandos policíacos de la ciudad de Chicago, relacionado con el trafico de drogas. En cuanto a México, los embotelladores de Coca-Cola se han visto beneficiados del Fobaproa el fraude bancario más escandaloso de México, Miguel Fernández Iturriza del Grupo Argos y Zaragoza, dos de los más importantes de Ciudad Juárez de donde se dijo se triangularon los dineros de los Amigos de Fox, Argos es el embotellador de Coca Cola de Ciudad Juárez,  Hermosillo, Tijuana, y Culiacán,  y es una fuerte empresa constructora de Ciudad Juárez. Antes de ser Presidente Mexicano, Vicente Fox Quesada, fue Gerente de Coca-Cola México y ahora dicen que Big Cola de Colombia es la firma que esta asociada con Fox para el mercado latinoamericano.

Y de ahí viene una leyenda negra de la bebida mexicana, pues uno de sus impulsores fue Herman Fleishman, un descendiente judío de los representantes de la Standard Oil (ESSO) en Tampico, entonces la ciudad del oro negro, corporación petrolera de los Rockefeller y los Guggenheim. Otro de los asociados de Fleishman es Marcos David Katz del que ya escribimos acerca de su hija Ariela, ahora la heredera de la Coca-cola en Tampico es Cinthia Grossman, hija del socio de Fleishman, Burton Grossman, ese grupo se denomina Grupo Continental (CONTAL son sus siglas de cotización en la Bolsa Mexicana de Valores), esa empresa maneja las marcas Coca-Cola, Coca-Cola Light, Coca-Cola Light Caffeine Free, Coca-Cola Zero, Fanta, Fanta Zero, Sprite, Sprite Zero, Fresca, Fresca Zero, Manzana Lift, Manzana Lift Golden, Manzana Lift Zero, Delaware Punch, Senzao, Ciel, Ciel Mineralizada, Ciel +, Minute Maid Revita, Nestea, Nestea Light, Nestea Green Tea, Powerade, Gladiator Energy Drink, Del Valle, Frutsi, Beberé, Valle Frut, Glacéau Vitaminwater and Illyissimo. La empresa tiene las siguientes embotelladoras, Embotelladora de Coahuila, S.A. de C.V., in Torreón, Coahuila, Embotelladora Guadiana, S.A. de C.V., in Durango, Durango, Embotelladora San Luis Potosi, S.A. de C.V., Embotelladora Aguascalientes, S.A. de C.V, Grossman y Asociados, S.A. de C.V., y Fomento Industrial Azteca, S.A. de C.V., en Tampico, Tamaulipas, Embotelladora Gómez Palacio, S.A. de C.V. en La Laguna, en 1976, Grupo Continental adquirió Embotelladora La Favorita, S.A. de C.V. de Guadalajara, Jalisco. En 1978 Embotelladora Ameca de Jalisco, S.A. de C.V.

Actualmente la compañía tiene 72 centros de distribución nacional. Del grupo de la Coca cola de Tampico salió Lino Korrodi, el gran amigo de Vicente Fox y Carlota Robinson Kawaghi, (a) La Ignota,  de Ciudad Juárez, pues nunca se le permitió presentarla a la prensa mexicana, era pariente del secretario particular de Adnan Kasoghi y la lavadora de dinero de los Amigos de Fox. Los recursos fueron triangulados a través de las cuentas del Instituto Internacional de Finanzas, con sucursales en León y Puebla y de las empresas de Lino Korrodi, K-Beta, Grupo Alta Tecnología en Impresos y ST y K de México asociado con el Partido Verde y el boxeador diputado Kawaghi, también mezclados en la secta Casa sobre la Roca cercana a Margarita Zavala de Calderón.

El Instituto Internacional de Finanzas recibió 900 mil 880 dólares provenientes de la empresa belga Dehydration Technologies Belgium como resultado de un contrato de Mandato General para la Administración de Bienes, mediante el cual la empresa otorgó 2000 mil dólares que serían destinados para que el instituto internacional supervise administrativamente Productos del Trópico, ubicada en San Pedro Sula, Honduras y después de las triangulaciones registradas se detectó que sólo pudieron haber ingresado al PAN los 900 mil 880 dólares. Luís Ernesto Derbez, ahora profesor del ITESM, fue el encargado del lavado y su esposa es alta funcionaria de Calderón. Como escribía Skolnick al final de sus artículos……seguiremos informando

25.9.10

México, país cementerio

Cien mil víctimas directas de una guerra civil no declarada
ALAI

Cualquiera, y todos, pueden ser asesinados. Así de simple y tremendo a la vez. Los puestos de venta de diarios y revistas, en distintas ciudades de México, chorrean sangre desde las portadas, matizadas con alguna modelito desnuda o semidesnuda.“Si esto sigue así tendremos que irnos a otro país”, se escucha decir a algunas gentes que creen que todavía el Distrito Federal no ha sido ganado por la guerra. Aunque en su periferia no han faltado cadáveres, montados arriba de otros, con leyendas que advierten que las batallas recién comienzan. Queda mucho por matar y poco dónde guarecerse, si se observan la militarización creciente y los millones de personas que para salvar el día a día deben ir pasando a gusto, o a disgusto, a las filas de los contendores, o, mientras puedan, caminar por la cornisa neutral sin que una bala, no tan perdida, se los lleve por delante.
México quedó encapsulado en una trampa mortal. Por sus tierras se pasean fuerzas del ejército y policiales, divididas en bandos que confrontan. Paramilitares, parapoliciales, sicarios orgánicos e improvisados; agentes –soterrados y de superficie– de la CIA y la DEA; comandos de elites dependientes del gobierno de Felipe Calderón y las “Compañías de la Muerte S.A.” encargadas de trasegar inmigrantes de un lado a otro.
Recordemos que en los últimos diez años –según cifras que repican por distintos medios, dentro y fuera de México–, fueron desaparecidas unas sesenta mil personas, la mayoría mexicanas y mexicanos y muchas otras provenientes de países centroamericanos, que nunca llegaron a destino, sea el de ida: EE.UU, o el de regreso: a sus casas, luego de haberse arrepentido cuando estaban a mitad de camino de uno y otro punto.
Entre asesinados y desaparecidos, tomando como medida las últimas tres décadas, se puede arriesgar –sin salirse siquiera de las cantidades que se conocen como revelaciones oficiales– que en México ha habido aproximadamente cien mil víctimas directas de una guerra civil no declarada como tal, ni admitida, incluso, por no pocos de aquellos que la padecen a diario. Una guerra civil, en la que EE.UU. tiene una enorme injerencia y graves responsabilidades, que vienen de lejos en el tiempo y se ahondaron con el Tratado de Libre Comercio (TLC): componendas y negocios que, como lo denunciaran miles de trabajadores mexicanos, no fueron más que parte de las atrocidades económicas y sociales, afines a las recetas neoliberales.
Tirando de esa cuerda, con la inestimable ayuda del ex presidente Vicente Fox –un títere grandullón de George W. Bush– EE.UU., que no pudo clavar el ALCA en el corazón del conjunto de la región, aceleró el desangre de un país que con una población de más de ciento diez millones de habitantes, lo único que vio crecer, tras el acuerdo, fue la economía informal y amplios bolsones de miseria lacerante. Caldo de cultivo, innegable, de violencia, en este caso: armada hasta los dientes y signada por la ferocidad que impone toda lucha por el final del botín, o el principio del control total del mercado. El del petróleo, las drogas duras y blandas y los nichos de negocios selectos, para clases también selectas.
En el País Cementerio, así como se muerde el polvo de la derrota en la esquina menos pensada, se puede, aún, sorberse unos tragos en los cafetines con terrazas, tipo París, cerca del monumento a Benito Juárez. Así, como si tal cosa; como si todo fuera ajeno, hasta el día en que llega la noticia de una víctima cercana.
Como suele ocurrir en el mundo entero, ahora en México hay mexicanos a los que su propio país, con esa escalofriante ristra de muertos y desaparecidos, les queda demasiado distante. Los archiconocidos contrastes sociales entre ricos y pobres –siempre expuestos en una urbanización que no disimula nada– se han acentuado. La pretensión de la topadora yanqui quizás se salga con las suyas: demostrar que México se sumerge en la “categoría” de inviable. “País fallido”. “Estado fallido”. Y, entonces, más brutalmente que hoy, se le facilitaría a EE.UU. una intervención directa sobre una sociedad descuartizada.
Nada más y nada menos que eso es lo que está en juego en una realidad de tierra, aparentemente, de nadie. Sólo aparentemente.
Hay organizaciones de derechos humanos y de periodistas –entre éstas la Federación de Asociaciones de Periodistas de México, FAPERMEX–, que aseguran que del total de asesinatos a periodistas –y otros–, ocurridos en los últimos tres años, el seis por ciento está vinculado a represalias ejecutadas por el narcotráfico en sus diferentes versiones. Y que en el porcentaje más alto de crímenes –por arriba del treinta por ciento– están implicadas las fuerzas armadas que, en teoría, responden al poder político. Y otras fuerzas, tan armadas como las “institucionales”, de neto corte paraestatal: grupos con status de “autónomos”.
¿Quién pondrá fin a una carnicería que corre el riesgo de naturalizarse como sistema de vida?
Si no llegaran a ser las fuerzas políticas y sociales más progresistas de México y de la sociedad mundial, entonces los bárbaros guerreristas, amarrados al diagrama global del caos, pergeñado por el Pentágono, lo harán a su manera. Destrozándolo todo menos sus negocios. Entre éstos, los de la reconstrucción, a manos de las mismas empresas que hoy azuzan la muerte.
Sin dudas asistimos a una muestra más del único futuro posible que nos propone el actual círculo vicioso de la reproducción capitalista y la expansión imperialista.
* Juan Carlos Camaño es presidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP).