11.12.16

La militarización del "muro Trump", al estilo israelí

Alfredo Jalife-Rahme

Abunda la flagrante desinformación sobre la construcción del muro Trump, sobre todo del lado más afectado, el mexicano, que jugó al avestruz durante un cuarto de siglo, hasta que el destino lo alcanzó.

El portal texano-israelí Stratfor (https://goo.gl/CoCifG), que se ostenta como la CIA de los empresarios, rememora el cuarto de siglo (sic) del inicio de la construcción del muro por varias administraciones de Estados Unidos (EU) ante la pusilanimidad de cinco presidentes mexicanos en turno, quienes impulsaron la vulgar mercantilización en detrimento de la seguridad nacional:

1. A inicios de la década de 1990: se empezó a construir en áreas urbanas, con tapetes metálicos y material de la guerra de Vietnam.

2. En 1995: Sandia National Laboratories creó una barrera de tres capas de profundidad con vigilancia tecnológica: cámaras, imágenes termales y sensores.

3. En 2006: Secure Fence Act extendió los muros (sic) existentes (el “muro Baby Bush”) a un costo de 3 mil 400 millones de dólares, pagado por Seguridad del Hogar, que completó mil 30 kilómetros de los programados mil 50 km.

Baby Bush construyó la tercera parte del muro, con apoyo de la senadora de Nueva York, Hillary Clinton, ante las narices de los panistas Fox y Calderón, quienes no protestaron en absoluto, como ahora en forma cacofónica, quizá por sus fuertes vínculos con George Soros.

4. 2016/2017: Proyecto de terminar la construcción de sus 2/3 partes (el muro Trump), con excepción de 322 km al sur de Texas, a un costo entre 7 mil millones y 10 mil millones de dólares, por la empresa israelí Magal Security Systems (https://goo.gl/Diia5V).

Trump seleccionó al general retirado John Kelly como jefe de la Seguridad del Hogar, quien estará a cargo de terminar el muro (https://goo.gl/f4oxvf).

Kelly jefaturó el Comando Sur –que se traslapa con el Comando Norte en referencia al desahuciado y desaseado “México neoliberal itamita”–, y ha sido feroz crítico de la amenaza de terroristas y el contrabando de los narcotraficantes en la transfrontera con México.

Sin contar al flamante director de la CIA, Mike Pompeo, quien se formó en la Academia Militar de West Point, el gabinete Trump profundiza su militarización, con tres militares seleccionados (http://goo.gl/QFXdZc).

A quien hay que seguir en forma estrecha sobre el devenir del muro Trump es a Michael McCaul, representante texano (sic) del Partido Republicano y jefe del Comité Camaral de la Seguridad del Hogar, quien ha externado la securitización de la transfrontera y la confrontación de la emigración ilegal, y ha prometido colocar a México en un plan de pagos (sic) para financiar la terminación del muro.

Mientras el Congreso de EU trabaja su plan de emergencia (sic) para obliterar la transfrontera, el frívolo Senado mexicano, después de haber exhibido en forma degradante sus camisetas pro Hillary, ahora en un acto de exorcismo folclórico golpea una piñata con la efigie de Trump (http://goo.gl/D3lK1S). ¡No, bueno!

McCaul expone la militarización del muro (http://goo.gl/sOM6uz), que profundizó en The Heritage Foundation (http://goo.gl/mEVjyr): “Es más que un muro. Hablamos de un sistema histórico (sic) de defensa (¡supersic!) de varias capas (sic) para que los cárteles de la droga y los terroristas (sic) no puedan insinuarse a través de sus grietas”, lo cual significa más agentes de patrulla fronteriza (nota: quienes, como los maltratados Veteranos, votaron en forma masiva a favor de Trump), nuevas autoridades, vigilancia aérea, sensores y otras tecnologías para sellar nuestro territorio de los ilegales.

El abordaje será de tipo militar otorgando a las agencias de inmigración y de la frontera el real comando y control.

No sólo el Congreso de EU participará en el esfuerzo de financiamiento, sino también los vecinos (sic) quienes han fracasado en contener la crisis dentro de sus propios países, por lo que se ha colocado a México en un plan de pagos, a lo que aporta varias ideas razonables: nuevas tarifas de inmigración, cuotas de peaje de seguridad en la transfrontera, “captura y congelamiento de los activos de los cárteles de la droga”.

¿Se le ocurrirá al texano McCaul pagos a varios años sin intereses, ventas nocturnas con descuentos o un consumista Buen Fin?

Toda la securitización y matriculación de la transfrontera no será limitada a México y tendrá en la mira a otros países en Latinoamérica (¡supersic!) que han contribuido a la crisis y fracasado en frenar el caos, por lo que deben también pagar para arreglar la situación. Algo así como dime de dónde provienes y te diré cuánto debes pagar.

Hay que prepararse para el modelo mural israelí, impuesto en Gaza y Cisjordania, que sería implementado en las dos fronteras del fallido “México neoliberal itamita”: en el próspero norte y en el miserable sur.

¿Se contempla otro muro entre Chiapas y Guatemala y/o entre Chetumal y Belice, con supervisión israelí-estadunidense?

A McCaul se le olvida que él mismo es producto de la migración europea a EU y sentencia que el gabinete Trump tomará acciones inmediatas para buscar (¡supersic!) y deportar a todos los extranjeros criminales y asegurarse que sus gobiernos los reciban (sic).

Las medidas serán extremas, de corte persecutorio, y con una severa investigación de los antecedentes con el fin de detener a los yihadistas que exploten el sistema inmigratorio para entrar a EU como turistas, inmigrantes y refugiados.

¿Tiene contemplado la novicia secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz, entronizada en el peor momento imaginable como Reina del guacamole, dónde colocar a millones de ilegales mexicanos?

Más que a la terminación del muro, el consenso en el Congreso se encamina a una trifecta: una combinación de tecnología, vigilancia policiaca y construcción física, como aduce el presbiteriano Dennis Ross, representante republicano de Florida (sic) y miembro del equipo de transición, para quien el término muro es una metáfora, cuando en realidad se refiere a seguridad y puede ser también una valla (http://goo.gl/4YoTTn).

Si el muro Trump representó un exitoso ingrediente mercadotécnico –79 por ciento de quienes lo apoyaron insisten en frenar la inmigración–, su implementación por el Congreso no será automática, ya que en el Senado requiere de 60 votos para su aprobación cuando los republicanos sólo controlan 52.

¿Quién protegerá a los dreamers: 800 mil jóvenes indocumentados que han sido abrigados en forma temporal de la deportación, gracias a una orden ejecutiva de Obama en 2012?

Increíble: su protección no provendrá aquende el río Bravo, sino allende, donde se prepara una legislación bipartidista al respecto (http://goo.gl/Z1rLgB).

Sin que yo ampare el híper-complejo crimen transfronterizo, McCaul soslaya que la gran mayoría de migrantes de México/Centroamérica son refugiados económicos quienes, debido al neoliberalismo global que impuso el decálogo del Consenso de Washington por la unilateralidad geoestratégica de EU, huyen de sus países plutocráticos, donde no encuentran libertad económica para laborar y quienes, por efecto de ósmosis demográfica, se refugian en los países de mayor prosperidad.

3.12.16

Incertidumbres en la relación con Estados Unidos


CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Pasada la estupefacción con que fue recibido el resultado electoral en Estados Unidos, la incertidumbre se convirtió en un sentimiento generalizado. El discurso de Donald Trump carente de precisión, sus cambios de estilo después de la elección y su conocida falta de experiencia en la administración pública han sembrado dudas sobre las formas y tiempos con que planea gobernar. Tales sentimientos están muy presentes en México, el país que ocupó un lugar tan central en una campaña caracterizada por los ataques a la relación que hoy existe entre los dos países, entre otras, en materia de migración y comercio.

En la etapa de transición entre presidente electo y toma de posesión la necesidad de tener mayor claridad sobre sus propósitos se hace urgente. ¿Cuáles son, a dos semanas de su elección, las incertidumbres y certezas que están presentes?¿Cómo evalúan la relación con Estados Unidos las voces tan diversas que se están expresando en México?

La primera certeza que se ha obtenido, atendiendo a los nombramientos que ya han sido decididos por Trump, es que se mantienen sin lugar a dudas los sentimientos antiinmigrantes. La designación como procurador general de Sessions, conocido por sus ataques raciales, es suficiente para reafirmar la preferencia por una política de mano dura contra los migrantes, así como de una clara complacencia con la exaltación de una “Gran América” encabezada por blancos.

Ahora bien, paralelamente a esa certeza también hay dudas e incertidumbres sobre el grado en que los pesos y contrapesos que siempre han operado en el sistema político de Estados Unidos permitirán cumplir prontamente con tales propósitos. La decisión según la cual durante los cien primeros días se expulsarán de dos a tres millones de inmigrantes indocumentados que han cometido algún delito puede decretarse, exclusivamente, por el Ejecutivo. No obstante, su implementación requiere de la colaboración de autoridades locales. En un país con un federalismo tan fuerte como el existente en Estados Unidos, la posición de gobernadores, tribunales locales, alcaldes, defensores de derechos humanos, no puede pasarse por alto. Numerosas declaraciones aparecidas en la prensa permiten ver el grado de resistencia que pueden encontrar las deportaciones a nivel estatal.

Lo anterior no significa que va a desaparecer la voluntad de tomar medidas contra los inmigrantes, tampoco que se pueda controlar el discurso de odio contra los mexicanos en Estados Unidos que quizá estaba latente y Trump lo desencadenó. Lo importante es destacar que hay fuerzas encontradas en ese país y ello es fundamental para determinar las acciones que tomen gobierno y sociedad mexicanos para la protección de los connacionales en Estados Unidos durante la era de Trump.

Desde la perspectiva económica, la incertidumbre más notoria se da respecto a los efectos que la llegada del nuevo presidente de Estados Unidos tendrá sobre la economía mexicana. Existe ya la certeza de que a corto plazo ha sido muy negativa. La caída en el tipo de cambio, las nuevas previsiones sobre los niveles de crecimiento del PIB el próximo año dadas a conocer por el Banco de México, la parálisis en la toma de decisiones sobre nuevas inversiones extranjeras no dejan lugar a dudas. Sin embargo, el punto decisivo es el destino del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en el contexto proteccionista que domina los ánimos del actual presidente estadunidense y en numerosas partes del mundo.

Las posiciones en México sobre el tema del TLCAN y cómo defenderlo, o dejarlo a su suerte, no son homogéneas. Por lo contrario, se advierten dos grandes tendencias que, a su vez, pueden ser decisivas para el diseño de la posición de México en la economía internacional durante el presente siglo. De una parte, los defensores sin matices del libre comercio –ubicados desde hace más de dos décadas en las filas gubernamentales– consideran indispensable tomar posiciones firmes para proteger el texto vigente y “modernizarlo” a través de protocolos adicionales que podrían inspirarse, por ejemplo, en algunos de los textos negociados para el Tratado de Asociación Transpacífica. Es muy incierto el futuro de semejante propuesta la cual requiere, de una parte, el firme apoyo de Canadá y, por la otra, la aceptación de los negociadores del nuevo equipo de Trump.

En otro extremo se encuentra un buen número de economistas mexicanos cuyo punto de vista es muy crítico del texto actual del TLCAN y contemplan, en consecuencia, la pertinencia de “modernizarlo” pero desde una perspectiva distinta a las de las voces gubernamentales. Por ejemplo, sería el momento de diseñar un protocolo que contemple la movilidad laboral como un elemento del TLCAN. Aunque parezca paradójico, sería quizá el mejor camino para un acuerdo en materia de migración que sustituye a los trabajadores indocumentados, tan golpeados, por trabajadores temporales cuya presencia sería regulada por visas temporales.

No existe todavía, ni en la academia ni en las filas gubernamentales, un punto de vista articulado sobre la mejor manera de posicionar a México en este mundo en transformación donde la elección de Trump es, quizá, sólo una de las manifestaciones más visibles. El tema no ha preocupado demasiado a las élites políticas mexicanas, tradicionalmente desinformadas sobre el acontecer internacional e indiferentes a las reflexiones geopolíticas. Algunos piensan que la fuerza del imán que representa la gran potencia americana no deja muchas opciones. Cierto que se podría diversificar, pero no mucho. Por lo demás, tal diversificación depende de cómo se muevan las fichas del ajedrez internacional en este comienzo de época inaugurada por la llegada de Trump.

Finalmente, la incertidumbre está presente respecto a la manera en que la nueva relación con Estados Unidos se reflejará en la lucha electoral que se avecina. A diferencia de otras campañas para la sucesión presidencial en México, en las cuales las relaciones exteriores han tenido un lugar secundario, esta vez será ineludible tomar posición sobre la relación con Estados Unidos. Es posible que esta se limite a frases tan irrelevantes como: la voluntad de trabajar juntos para el bien de los dos países. Pero también es posible que las circunstancias inviten a una reflexión más profunda sobre como eludir confrontaciones estériles al mismo tiempo que se acorta la vulnerabilidad mexicana que hoy se resiente de una manera tan brutal.

27.11.16

Presidencia sitiada de Trump: ambiente de guerra civil

Alfredo Jalife-Rahme

El choque tectónico del triunfo de Trump ha sacudido las entrañas del epicentro de EU y provocado reverberaciones telúricas a sus dos fronteras, México y Canadá, y a los cuatro rincones del planeta donde, en medio del caos doméstico/global que lega la sectaria presidencia de Obama, permanecen como fractales dos superpotencias, Rusia (a escala geoestratégico nuclear) y China (a escala geoeconómica); mientras, en Medio Oriente se consolida como el gran vencedor Israel, en la etapa de Estado Apartheid/racista/paria del primer Netanyahu y, en cierta medida, con las victorias relativas de Turquía y Egipto, que gozan de óptimas relaciones con Trump.

Ya había advertido los prolegómenos de “guerra civil larvada (https://goo.gl/2JHxaK)” y el “fracking doméstico” de la revuelta del trumpismo, con o sin Trump: supremacismo/populismo/nacionalismo blanco (https://goo.gl/i86rDg).

Los multimedia rusos culpan a George Soros de organizar una guerra civil: una revolución de color púrpura para el cambio de régimen en EU.

Dos manifestaciones multitudinarias anti Trump de los grupos que maneja Soros serán celebradas, una el 20 de enero, día de la toma de posesión, y otra el 21 con la marcha del millón de mujeres pro Hillary, las cuales en forma ominosa colisionarán con la avalancha de 2 millones de supremacistas/populistas/nacionalistas WASP que viven fervientemente, a mi juicio, el cuarto despertar de los fundadores nativistas/puritanos de EU (https://goo.gl/RMSQvT).

Pese a que dejen mucho que desear (https://goo.gl/y687jO), una reciente encuesta Gallup expone que 77 por ciento de los estadunidenses perciben a su país muy dividido en los valores más importantes.

Siguen las manifestaciones en las universidades, calles y en varias ciudades, a favor y en contra de Trump.

A mi juicio, similares manifestaciones multitudinarias de los WASP hubieran sucedido en caso del triunfo de Hillary, quien también hubiera tenido su presidencia sitiada.

Soros, supremo perdedor que financió a Hillary con Goldman Sachs y los Rothschild, versó ahora 10 millones de dólares para combatir las fuerzas oscuras de Trump (https://goo.gl/eNaJ4Z).

El grupo global de Soros maneja en forma incontinente el término odio, de acuerdo con la técnica Hasbara, que significa odio ajeno cuando no provenga de Israel.

Es irónico que Soros, desde su malignidad, que encubre de filantropía, evoque una inmanente y demente superioridad moral de la que carece cuando ha sembrado el caos por doquier, con el fin de obtener exorbitantes ganancias bursátiles (https://goo.gl/8M7b0s).

Entre los escollos centrífugas que enfrenta Trump, antes de su toma de posesión, que desestabilizarán aún más a EU, se encuentra la súbita cuan extraña resurrección de Jill Stein, del Partido Verde, con uno por ciento del voto popular (https://goo.gl/KwpStz), que pagó 5 millones de dólares por un recuento de votos en Wisconsin (10 votos electorales; diferencial de 27 mil 257 sufragios entre Trump y Hillary), dejando bajo la espada de Damocles a Michigan (16 votos electorales; diferencial de 11 mil 612 votos) y Pensilvania (20 sufragios electorales; diferencial de 68 mil 236 votos) que en teoría podrían revertir el resultado y poner en tela de juicio la legitimidad del Colegio Electoral que emitirá su sufragio el 19 de diciembre (https://goo.gl/FQHBkT).

Detrás del insólito recuento desestabilizador en Wisconsin se encuentra Soros (https://goo.gl/jXRvTG).

En plena transición suena inverosímil que Obama coadyuve una permuta presidencial.

Lawrence Lessig, jurista de Harvard (pro Hillary), incita al Colegio Electoral a pronunciarse por Clinton, mientras no faltan quienes alegan que existió ciberfraude (https://goo.gl/g7XP6s). ¿Un INE mexicano en EU?

California busca(ba) su secesión antes de Trump –Calexit: plebiscito para su independencia en 2019–, y hoy menos que nunca querrá ser gobernada por un presidente que abomina.

Muchos estados de la Unión buscan la secesión: desde Oregon hasta Texas.

Los alcaldes demócratas de Chicago, el israelí-estadunidense Rahm Emanuel (ex jefe de gabinete de Obama), y de Nueva York, Bill de Blasio, han declarado a ambas ciudades santuarios ante la inminente deportación masiva de 3 millones de ilegales.

No es para menos la sicosis colectiva que ha provocado el choque tectónico de Trump: desde México –donde un accionista de Televisa exigió en forma sicótica el magnicidio de Trump en un twitt que luego borró (https://goo.gl/BBwhKP)– hasta Fred Hiatt, editor del Washington Post, rotativo del establishment , quien aboga la lucha para defender la democracia, como si, guste o disguste, los 306 votos electorales de Trump –36 más del mínimo de 270 y 74 más que Hillary– fueran anti-democráticos (https://goo.gl/sFTKST). ¡No, bueno!

El grave problema, aún para mentes brillantes, en esta fase de descomposición de EU –y quizá de su balcanización– es que sucumben a sus soliloquios onanistas que niegan la nueva realidad nacionalista/populista que no asimilan en su gueto mental.

El incendiario Pat Buchanan, ultraconservador católico y ex jefe de prensa de Nixon/Ford/Reagan, marginado por los multimedia controlados por Wall Street, diagnostica que EU se encuentra dividido sin esperanza (sic) en temas culturales, morales y políticos, y cada vez más en los ámbitos raciales y étnicos, por lo que la presidencia de Trump “estará sitiada (https://goo.gl/iluT41)”.

A mí nunca me preocupó tanto Trump como el trumpismo per se, cuyas tendencias detecté con bastante antelación e, incluso, 12 horas antes de la elección, como consta en mi ponencia auspiciada por Casa Lamm/ La Jornada (https://goo.gl/9ZlC9h).

EU sufre poderosas fuerzas centrífugas que carcomen su Unión, en sincronía de fuerzas centrípetas nacionalistas anti EU en el mundo, mientras que, en forma paradójica como reflejo del caos global, el dólar escala los niveles más altos de los pasados 13 años y sus bolsas superan récords históricos.

Hace ocho años señalé que el decano diplomático ruso y especialista en ciberguerras, Igor Panarin (IP), había vaticinado 10 años atrás, la protobalcanización de EU en seis pedazos y su debacle económica (https://goo.gl/IWwY6n): 1. La República de California; 2. La República de Texas; 3. La República Centro/Norte; 4. EU del Atlántico, que a mi juicio se uniría al Brexit; 5. Alaska, y 6. Hawaii (https://goo.gl/9x7SjN).

En forma impactante, tres de los seis pedazos balcanizados de EU por IP (https://goo.gl/Vjgcs9) prevalecieron: el voto costero occidental del eje California/Oregón/Washington se volcó por Hillary, frente al voto pro Trump en el cinturón industrial (rust belt), dominado por el eje Pensilvania/Michigan/Ohio, y el cinturón bíblico (bible belt), encabezado por la República de Texas.

Sea el escenario que fuere en EU, lo real es que su destino etno-teo-geopolítico alcanzó también a sus dos vecinos: Canadá y México, que no disponen de muchos anticuerpos geopolíticos ni geofinancieros.

Lo peor que puede suceder, como en forma insensata operó el frívolo Senado del México neoliberal itamita, es tomar partido en una guerra civil ajena porque se corre el grave riesgo de sufrir las consecuencias colaterales. México debe serenarse.

15.11.16

Después de Ayotzinapa, el terror interminable


CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Aún no ocurrían los operativos policiacos contra maestros disidentes en Oaxaca y Chiapas (en junio), ni su extensión a los pobladores que los apoyaban en la sangrienta jornada de Nochixtlán, pero la estadística dejaba ver que las violaciones a los derechos humanos de quienes se dedican a defenderlos se mantenían como parte de una espiral represiva iniciada en el sexenio de Felipe Calderón, aunque nunca tan radical y dispuesta a asumir los costos políticos como ocurrió a partir del 1 de diciembre de 2012.

Cada año las organizaciones Acción Urgente para Defensores de Derechos Humanos, Campaña Nacional contra la Desaparición Forzada y el Comité Cerezo México, emiten el único informe que documenta –con nombre, fecha y lugar– la represión contra dirigentes sociales y defensores de derechos humanos en el país.

En su edición 2016, dicho informe fue intitulado “Defender los derechos humanos en México: la normalización de la represión política”, y sus conclusiones parten de interpretar los datos obtenidos mediante el registro de los casos de desaparición forzada, ejecución extrajudicial, prisión política, así como de las diferentes modalidades de agresiones cometidas contra defensores de derechos humanos.

Desde sus primeras páginas el documento da cuenta de las diferencias entre el sexenio de Felipe Calderón y el de Enrique Peña Nieto: con el primero se llamaba la atención sobre una guerra contra el narco que servía para “normalizar” la violencia; con el segundo, la violencia ya normalizada, se ha concentrado en configurar al enemigo en quienes se oponen a las reformas y políticas derivadas de éstas, centrando el discurso político en los beneficios que habrá con la implementación.

Es decir, después de Calderón el proceso represivo entró a un segundo momento: “Lo que estamos viendo no es sólo un aumento en las estrategias represivas y una mayor selectividad, sino que estamos presenciando que el Estado llegó a una fase en la que está dispuesto a pagar los altos costos políticos que le trae el ejercer sus actos represivos”.

Desaparecer la disidencia

Cuando cinco jóvenes desaparecieron en Tierra Blanca, Veracruz, Claudia Ivonne Vera García se sumó a la búsqueda. Desde 2011, cuando su sobrina de seis años desapareció en esa entidad, reclamaba al gobierno su inacción y participaba en iniciativas ciudadanas de localización, algo que siguió haciendo hasta que el pasado 23 de marzo ella misma desapareció.

Veracruz es uno de los estados con mayor registro de agresiones contra defensores de derechos humanos y dirigentes sociales desde que Javier Duarte asumió el poder, y en su último año de gobierno la entidad ascendió al primer lugar en desapariciones de personas activas en el movimiento social.

Además de Claudia Ivonne, también desaparecieron el académico René Hernández Luis (en agosto de 2015) y el activista Naviel Pérez Pérez (el 3 de enero), aunque sólo en ese caso se le localizó sin vida 10 días después. Con ese registro, Veracruz concentró tres de las siete desapariciones contabilizadas en el país de junio de 2015 a mayo pasado.

Los otros estados donde ocurrieron hechos con el mismo tinte son: Tamaulipas, donde en julio de 2015 desapareció Enrique López Gutiérrez; Jalisco, Mirian Patricia Almanza Cruz, en octubre siguiente; Ciudad de México, donde la Policía Federal desapareció a Julio Emmanuel Marcel de Jesús, quien luego quedó en libertad, y Chiapas, entidad en la que Fidencio Gómez Santís fue desaparecido en marzo pasado.

La edición anterior del informe mencionaba que desde el inicio del sexenio de Enrique Peña Nieto a mayo de 2015, 81 personas defensoras de los derechos humanos o dirigentes sociales habían sido víctimas de desaparición forzada. Entre junio de 2014 y mayo de 2015 fueron 52, es decir, la mayor parte de los casos que hasta ahora se han contabilizado.

Este año hay una diferencia, pues entre junio de 2015 y mayo de 2016 desaparecieron sólo siete personas (el informe anterior incluía a los 43 estudiantes de Ayotzinapa), lo que indica una disminución significativa respecto del período anterior. Pero en suma se trata de 89 víctimas en lo que va del sexenio, de las cuales, tras su desaparición, 17 fueron víctimas de ejecución extrajudicial, nueve más fueron liberadas y siete quedaron presas. Del resto, su paradero sigue siendo una incógnita.

La desaparición de dirigentes sociales en la última década se observa en 15 estados de la República, pero son Guerrero (69), Michoacán (16), Oaxaca (14), Veracruz (ocho) y Chiapas (siete), los que encabezan la lista de entidades donde ocurre con mayor incidencia esa grave violación a los derechos humanos.

Adiós al refugio

Rubén Espinosa era un fotorreportero cercano al movimiento social veracruzano y su trabajo se había vuelto incómodo al gobierno de Javier Duarte, así que, amenazado, decidió trasladarse a la Ciudad de México, el refugio de los periodistas que en el resto del país se encuentran en riesgo.

Semanas después se reunió con Nadia Vera, una joven que acompañaba diferentes movimientos sociales, y en especial el universitario veracruzano, que mediante los cauces regulares de la protesta social confrontaba al mismo mandatario. La joven radicaba en la Ciudad de México desde que su vivienda en Jalapa fue allanada y las acciones violentas contra estudiantes se radicalizaron.

El 31 de julio de 2015, Rubén y Nadia aparecieron muertos junto con tres mujeres, dos que compartían la renta con Nadia y la empleada doméstica. El refugio capitalino fue vulnerado y el multihomicidio continúa impune.

Las ejecuciones extrajudiciales cometidas contra defensores de derechos humanos y dirigentes sociales registran un incremento notable en la administración de Peña Nieto:

En 2007, apenas se registraron tres casos; entre 2008 y 2010, hubo en total 21. Pero a partir de 2011, la incidencia creció hasta sumar 20 casos, y la tendencia se mantiene, pues en 2012 hubo 21 ejecuciones extrajudiciales, 20 en 2013, 19 en 2014, 18 en 2015, y en los primeros cinco meses de 2016 ya sumaban nueve.

Al comparar por sexenio, con Calderón fueron asesinadas 67 personas. En lo que iba del gobierno peñanietista, hasta mayo pasado sumaban 66, una cifra que se incrementó en los meses siguientes.

Sólo con los casos de mayor cobertura, de junio a la fecha –que no son contemplados aun por el Informe–, el incremento es claro en 2016, pues a los nueve casos mencionados se suman los ocho muertos en Nochixtlán, Oaxaca, entidad donde al menos dos personas más murieron en junio.

Para mayo pasado, el informe había documentado siete casos en Oaxaca, la entidad con más ejecuciones extrajudiciales; cuatro en Chiapas; tres en Guerrero, y dos casos más en la Ciudad de México.

Redadas y prisión

Durante la jornada electoral del 7 de junio de 2015, integrantes del Frente Popular Revolucionario (FPR) se manifestaron por el desarrollo comicial. Cuando regresaban a sus casas fueron embestidos por un operativo policiaco que detuvo a 75 personas, de las cuales 25 fueron consignadas y siguen presas.

El FPR es una de las organizaciones sociales que más ha padecido de represiones en el país, y en Oaxaca suele ser objeto de las distintas formas de represión. En el caso de los 25 presos de aquella jornada electoral, el proceso no avanzó porque el juez tercero de distrito, Amado Chiñas, argumentó que no tenía traductores de mixe y zapoteco, lengua materna de varios miembros del grupo. Pero los mandaron a penales de alta seguridad, sin proceso y sin sentencia.

Por ser una detención masiva y haber sucedido en Oaxaca, el caso es emblemático. Y es que al aspecto de la masificación enfatizado por el informe, se suma el hecho de que se trata de una de las entidades con mayor registro de defensores de derechos humanos o miembros de movimientos sociales presos.

Junto con Oaxaca, el Distrito Federal, Guerrero y Chiapas son los estados donde el uso de las detenciones arbitrarias y la prisión por motivos políticos es mayor. Pero en el último año el encarcelamiento de dirigentes se amplió a los estados de Michoacán, Jalisco y Morelos.

En el informe anterior, Guerrero tuvo el primer lugar en detenciones arbitrarias, todas relacionadas con el movimiento magisterial, precisamente el que en el último año sumó más de cien casos, sólo en Oaxaca y Michoacán.

En el rubro no sólo se contabilizan los casos de quienes son sujetos a proceso penal, sino de aquellos que aun siendo detenidos por unas horas, lo son a consecuencia de su participación en el movimiento social. No obstante, los redactores del informe previenen que muchas de las detenciones ocurren en lugares aislados, no siempre es posible documentarlos y la estadística podría ser superior.

Hasta el pasado mayo sumaban 497 casos de detenciones arbitrarias ocurridas en los 12 meses previos, por lo que la cifra aumentó, dado que en 2015 se documentaron 459 casos.

Respecto de quienes están sometidos a proceso penal o fueron sentenciados, hasta el 31 de mayo de 2015 estaban presas 224 personas por motivos políticos en México, y actualmente, hasta el 31 de mayo de 2016, suman 277. La cifra incluye a todos las personas que están detenidas desde 1995, algunas de los cuales llevan ya alrededor de 21 años en prisión.

El incremento en las detenciones y prisión para dirigentes sociales es notorio en la estadística. Los informes de represión abarcan cada año de junio a mayo siguiente, y por lo que respecta al período 2012-2013, se registraron sólo 50 casos, para 2014 sumaron 175, en 2015 la cifra ascendió a 224, y en el año próximo pasado, hasta mayo, se acumularon 277 casos.

En el tiempo que lleva Peña Nieto, el número de detenciones arbitrarias aumentó casi al doble respecto del sexenio anterior, pues en tres años y medio se realizaron mil 635 detenciones arbitrarias, lo que por otra parte representa 62% del total de detenciones arbitrarias realizadas desde 2006.

Un dato adicional es que alrededor del 70% de los detenidos están libres sin cargo alguno, es decir, no existió ningún elemento para mantenerlos en prisión y ese simple hecho convierte en arbitraria una detención. De acuerdo con los redactores del informe, constata el hecho de que se utiliza como un mecanismo para inhibir las manifestaciones organizadas de descontento, y sobre todo el ejercicio al derecho humano a la protesta.

Hasta el cierre de este informe, el número de personas que fueron detenidas de manera arbitraria y que se encuentran en prisión asciende a 81; además, 67 personas que están libres bajo caución o con reservas de ley.

Finalmente, a diferencia del informe anterior, donde la mayoría de las personas fueron detenidas bajo delitos del fuero común –lo que señalaba que eran ejecutadas por las autoridades y policías de los estados–, actualmente hay un porcentaje similar entre aquellos a los que les fueron imputados delitos del fuero común y aquellos imputados por delitos del fuero federal.

Ataques, amenazas, hostigamiento…

A unos cien metros del caserío, en la villa de Cloete, en Coahuila, los caciques de la región intentan extraer carbón. Sin embargo, un grupo de deudos de mineros muertos en los socavones y la defensora de derechos humanos Cristina Auerbach Benavides se han opuesto por la vía judicial.

Los priistas Antonio Nerio, padre e hijo homónimo, cuando no son alcaldes son diputados. Ambos controlan parte del transporte carbonero y también tienen minas irregulares, una de las cuales exhibió Auerbach. La concesión es del regidor Álvaro Jaime, también priista, en el municipio de Sabinas.

Además de las amenazas, demandas, vigilancias y difamaciones en medios de comunicación, Auerbach Benavides también fue víctima –el pasado 30 de marzo– del allanamiento de las oficinas de la Organización Familia Pasta de Conchos, por parte de un grupo clientelar del PRI regional. El caso concentra todos los tipos de agresión que documenta el informe de la represión, pero es apenas uno de los ataques a defensores de derechos humanos en todo el país.

Se trata de 136 eventos que contienen 446 ataques que afectaron a 165 personas, 48 organizaciones y 15 comunidades. En 2015 se habían documentado 330 ataques que afectaron a 248 personas, 47 organizaciones y 35 comunidades.

La aparente disminución en los eventos y los actos registrados del informe de 2015 al de 2016, muestra que los ataques fueron masivos.
Sobre los estados en los que ocurrieron, Guerrero concentra 18.6% (83 ataques) de todos los actos documentados, seguido de Chiapas con 15% (67), Oaxaca con 12.3% (55), Michoacán (48) con 10.7%, Veracruz con 8.9% (40) y la Ciudad de México con 7.8% (35).

El informe expresa su convicción de que la alta concentración de casos en Guerrero es una respuesta del Estado a la efervescencia del movimiento social motivada por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y la reforma educativa, lo que también explica que sean los estados con movimiento magisterial los que registraron más ataques.

Por su tipología, se observa una intensificación de la violencia represiva, pues a diferencia del año pasado, cuando el hostigamiento fue el tipo de ataque más utilizado, actualmente son las agresiones las que se presentan como el acto más usado con 261 casos (58.5% del total), seguido de la amenaza, con 62 casos (13.9%); criminalización, con 61 (13.6%), y hostigamiento, con 43 episodios (9.6%).

Para las organizaciones que emitieron el informe, la estadística en general no es sólo un recuento o exposición de datos. Se trata, en síntesis, de un gobierno que intenta imponer las reformas estructurales y sus políticas y programas derivados, mediante una estrategia de control social que con militarización, paramilitarismo y la construcción de un enemigo –en lo que llama “inercias y resistencias que deben vencerse”– perfeccionó un modelo represivo que pretende normalizar.

9.11.16

El día después: Trumpismo con o sin Trump

Alfredo Jalife-Rahme

La elección pasó y se queda el trumpismo: movimiento estructural del supremacismo/nacionalismo blanco WASP de los desempleados red necks y cuellos azules.

A un día de los sufragios, ¿habrá impactadola enésima voltereta del director de la FBI, JamesComey, vilipendiado por tirios y troyanos, quien por segunda vez exoneró a Hillary de sus polémicos correos (https://goo.gl/pLfCts)?

La primera víctima de la post elección ha sido la institucionalidad de la FBI, la policía orwelliana de EU, también fracturada, como todos los elementos de la sociedad que pasa por una alarmante fase centrífuga.

Newton Gingrich, anterior líder camaral del Partido Republicano, acusó al director de la FBI de encapsularse y advirtió que EU puede encontrarse en turbulencias durante una década (sic), independientemente de quien gane la Casa Blanca (https://goo.gl/lsM1nZ).

A juicio del británico Edward Luce (EL), del Financial Times –que se pronunció, como TheEconomist, a favor de Hillary–, quien conoce como pocos el sistema,“la democracia (sic) estadunidense se encuentra ante su más grave prueba (https://goo.gl/5Dr34R)”: el sistema se tambalea, independientemente del resultado de la elección cuando EU se está volviendo cada vez más difícil de gobernar. ¡Cómo no, si la desigualdad del modelo neoliberal ha carcomido sus entrañas en forma ininterrumpida!

En otro artículo, La Era del Vitriolo, EL diagnostica que es improbable que el vitriolo se evapore, ya que “son reales (sic) las fuerzas inconexas que han apoyado a Trump (https://goo.gl/8MRBDW)”.

El trumpismo sufre de alienación demográfica y sicológica cuando todavía los blancos no latinos ostentan 64% de la población, en franco declive, frente al ascenso irresistible de los latinos, a cuya cabeza se encuentran los mexicanos y, más que nadie, de los asiáticos que cambiarán la estructura racial de EU en 2050 (https://goo.gl/ozZCKn).

El trumpismo, con o sin Trump, representa el canto de cisne del supremacismo/nacionalismo blanco que se subsume en los WASP (https://goo.gl/dvrlr2).

La polarización de EU es real y Haviv Rettig Gur, de The Times of Israel –pro Hillary– analiza correctamente que la furia detrás de Trump es sólo el principio, cuando “el desprecio y el vitriolo de la carrera de 2016 no fueron causados por un solo fanfarrón provocador, sino por angustias arraigadas por las extensas fracturas (sic) que no desaparecerán rápidamente, independientemente de la decisión de los votantes (https://goo.gl/vOg247)”.

Cuando una superpotencia como EU se encuentra en decadencia exhibe serias contradicciones domésticas, regionales y globales.

Ya había formulado que tanto Samuel Huntington en sus dos libros –el Choque de civilizaciones (https://goo.gl/zPEKFl), eminentemente islamófobo, y ¿Quiénes somos? (https://goo.gl/QhrGCY), eminentemente mexicanófobo– como Trump abrevan de las mismas raíces evangelistas puritanas de los padres fundadores y sus previos 4 despertares de corte religioso,racista y sociopolítico (https://goo.gl/gmEHuO).

Huntington fue un trumpiano avant la lettre de la política exterior de EU y su nefario Choque de civilizaciones, cuyo último libro es la quintaescencia del trumpismo doméstico.

Lo contradictorio ahora de EU, como reflejo de su caos en su notable crisis declinante, así como de la ruptura de su previa identidad nacional, subyace en que Trump expresa el supremacismo de los blancos WASP, mientras la política exterior de Hillary –basada en gran medida en el pugnaz Choque de Civilizaciones de Huntington– respalda el Supremacismo bélico anglosajón, con o sin latinos –usados como carne de cañón–, donde predomina la anglósfera y convergen tanto la dinastía bananera de los republicanos Bush como de los neoconservadores straussianos encabezados por el republicano Paul Wolfowitz, cuando ambos sectores del establishment anti-Trump se volcaron por Hillary.

Si fue un grave error mayúsculo haber recibido en forma oficial al candidato Trump en Los Pinos con toda la pompa presidencial, fue mucho peor que los senadores, la panista Mariana Gómez del Campo –prima exhibicionista de la esposa de Calderón– y Zoe Robledo –cuyo padre es íntimo de Carlos Menem en Argentina, para decir lo menos (y la perredista Dolores Padierna),– se hayan expuesto en forma impúdica con camisetas a favor de Hillary, delante del letrero “La Patria es Primero (https://goo.gl/IQCgg4)”. Estos dos (tres) senadores entreguistas, colaboradores del letal Pacto por México –que desmanteló la última seguridad soberana del México profundo–, amén de haber actuado con frivolidad, han puesto en riesgo a nuestros hermanos mexicanos en EU, donde pueden cundir represalias del supremacismo/nacionalismo de la furia blanca de los desempleados WASP.

¿Cómo puede apoyar un verdadero patriota mexicano a Hillary cuando fue quien primero aprobó la construcción de la tercera parte del ignominioso muro en nuestra frontera (https://goo.gl/TJLDgD) ante las narices de los panistas fariseos Fox y Calderón, y segundo, cuandofue coautora de la captura del petróleo de México: nuestro último resguardo geopolítico que nos quedaba (https://goo.gl/y1Q8Rx)?

La infatuada Mariana Gómez del Campo y el soez Robledo han de confundir a patriotas mexicanos con el equipo de futbol los Patriotas de Nueva Inglaterra.

A los disfuncionales cuan ignaros senadores mexicanos se les pasa por alto que los supremacistas blancos –avalados por la Segunda Enmienda y la poderosa Asociación Nacional del Rifle– son los más armados del planeta, a diferencia de nuestros despojados hermanos mexicanos que no tienen esa cultura balística.

Les recuerdo a los desinformados senadores que Hillary desprecia a los mexicanos, a quienes calificó de antiestadunidenses, y también a los católicos –ella pertenece a la denominación protestante metodista–, a quienes insultó de bastardos. Parece que los senadores mexicanos sufren patente masoquismo y vocación de ser esclavos maltratados.

Los aventureros poderes Ejecutivo y Legislativo del México neoliberal itamita cometieron graves errores infantiles en política exterior y lo peor es haber personalizado y/o satanizado a Trump cuando no entienden que se trata de una real dislocación estructural del sistema estadunidense que epitomiza el trumpismo.

Los clones del indefendible trumpismo empiezan a pulular desde Europa hasta Israel, donde Haaretz –pro Hillary– señala que el premier Bibi Netanyahu es una versión astuta de Trump (https://goo.gl/i3P1d9).

El feroz portal Zero Hedge fustiga que la “élite estadunidense no tiene la menor idea de que la sociedad se encuentra cerca de su punto de quiebre (https://goo.gl/r2yygE)”.

En una visión de ondas largas del eminente historiador galo Fernand Braudel, el Brexit anglosajón de Gran Bretaña se rencuentra casi 400 años después con el trumpismo y su línea de continuidad que proviene desde el Mayflower y sus primeros evangelistas fundamentalistas puritanos.

La grave crisis de EU y su fracking doméstico reflejan la decadencia del modelo financierista israelí-anglosajón que aniquiló la democracia y a la política.

24.10.16

La emboscada, el desgaste militar y los derechos humanos

Carlos Fazio

A 23 días de los hechos de Culiacán, Sinaloa, en los que según la narrativa de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) un convoy militar fue emboscado por un grupo armado con saldo de cinco soldados muertos y 10 heridos, no existen datos periciales, de balística ni criminológicos de una autoridad competente que permitan saber qué ocurrió y cómo, ni quiénes fueron los atacantes y cuál fue el móvil.

Si bien el pasado 22 de octubre, en presencia del comandante de la novena Zona Militar, general Rogelio Terán, el titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación y Delincuencia Organizada (Seido), Gustavo Salas Chávez, aseveró que se tiene claramente establecido el móvil, la cadena de decisiones y acciones ilícitas que motivaron la emboscada, así como el número de delincuentes que participaron y a qué organización pertenecen, se reservó nombres y motivos. Asimismo, dijo que hay varias personas detenidas, pero no especificó cuántas ni quiénes son. Por lo que desde el punto de vista informativo no aportó ningún dato nuevo y todo queda sujeto a la especulación.

No obstante, a partir de un video filtrado a un medio televisivo por mandos castrenses, sobre un evento anterior en el poblado de Bacacoragua, municipio de Badiraguato, donde se observa a dos soldados que asisten a una persona herida (que en el relato de la Sedena y la PGR es identificada como Julio Óscar Ortiz Vega, presunto delincuente), se construyó y desencadenó toda una trama, que, con base en un encendido discurso del titular de la Defensa, general Salvador Cienfuegos −quien definió el ataque como alevoso y cobarde y a los ejecutores de la emboscada como enfermos, insanos, bestias criminales−, llevó a un grupo de columnistas de Estado a impulsar una campaña de intoxicación mediática con una matriz de opinión que puso el acento en el hartazgo y el fastidio castrense, la sordera civil y el supuesto abandono en que se tiene al Ejército. Lo que sumado al desgaste del instituto armado, descrito en un discurso posterior del jefe de la Sedena, puso en la agenda político-parlamentaria la necesidad de regular ya la intervención militar en tareas de seguridad pública.

La sucesión de hechos en apariencia inconexos: la emboscada, el malestar castrense, el renovado patriotismo de los formadores de opinión pública y la consecuente necesidad de una nueva legislación sobre seguridad interior, el estado de excepción (o de emergencia) con suspensión de derechos humanos y garantías, y la prolongación de la intervención de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública (o policiales) que lleva ya 10 años, tiene en su origen algunos puntos oscuros.

El evento de Badiraguato, la construcción narrativa sobre el enigmático y elusivo “alias Kevin” (Julio Óscar Ortiz Vega, supuestamente rescatado por las bestias criminales), quien vestía un uniforme similar al de los dos soldados que presuntamente le salvan la vida en el video y con quienes sostiene un diálogo inusual (por humanitario) entre un delincuente y elementos del Ejército tras un enfrentamiento −mismos que además después murieron en una emboscada de precisión militar que rompe la tendencia y el modus operandi−, con todo y su dramatismo real o ficticio, puede ser una cortina de humo (la fabricación de una noticia que cause el impacto esperado desplazando a la anterior) para pasar a una nueva fase de militarización del país, en momentos en que más de un centenar de organizaciones de la sociedad civil demandan al gobierno de Enrique Peña Nieto que cumpla con las 14 recomendaciones formuladas al Estado mexicano por el Alto Comisionado para Derechos Humanos de la ONU, Zeid Ra’ad Al Hussein, y se adopte un cronograma para el retiro de las fuerzas armadas de las funciones de seguridad pública.

La emboscada que profundizó el desgaste del Ejército (general Cienfuegos dixit) y reactivó en los círculos parlamentarios la discusión sobre la ley de seguridad interior, en particular sobre la ley reglamentaria del artículo 29 constitucional, podría resultar muy peligrosamente tentadora para la imposición de un régimen autoritario de nuevo tipo.

Cabe consignar que, en su origen, la intervención militar en el combate a las drogas, se dio en el contexto de una doctrina de seguridad hemisférica impulsada por Estados Unidos desde los años 90 del siglo pasado. Desde entonces, la tendencia hacia una militarización y trasnacionalización de la guerra a las drogas contribuyó al reforzamiento y a la relegitimación del papel doméstico de las fuerzas armadas y de cuerpos policiales militarizados, estrategia diseñada por Washington en detrimento de las tendencias regionales hacia la democratización de sus sociedades, la desmilitarización y una mayor protección de los derechos humanos.

Desde entonces, también, el estado de derecho en países como México se fue transformando en un cascarón vacío, donde las funciones y las instituciones garantes de un sistema democrático siguieron existiendo como estructura, pero en lugar de cumplir con sus mandatos constitucionales, se pusieron al servicio de los intereses de la plutocracia y sus administradores civiles, borrando cualquier garantía constitucional, erigiendo la impunidad a regla de convivencia civil, en un proceso de contaminación y resquebrajamiento que se ha venido profundizando hasta nuestros días.

A todas luces México no es un Estado democrático de derecho. Durante el sexenio de Peña Nieto la descomposición del principio de legalidad y la vulneración flagrante de los derechos humanos se han profundizado. Así lo revela el más reciente estudio del World Justice Project 2015, de Washington, DC, que ubica a México en el lugar 79 de 102 países estudiados, reprobado con una calificación de 0.47, debajo de Burkina Faso, Tanzania, China y Túnez.

En ese contexto, el actual dictamen de la Ley Reglamentaria del Artículo 29 constitucional, cuyo contenido forma parte de las garantías individuales, es una pieza jurídica propia de un Estado autoritario.

10.10.16

La emboscada

Carlos Fazio

La agresión armada contra un convoy militar en Culiacán, Sinaloa, sigue generando contradicciones. Como pocas veces antes, la narrativa de los mandos castrenses parece ajustarse a la verdad de los hechos: tanto el general Alfonso Duarte Múgica, comandante de la tercera región militar en Mazatlán, como el secretario de Defensa, general Salvador Cienfuegos, señalaron que hacia las 3:30 horas del 30 de septiembre, una ambulancia de la Cruz Roja y dos vehículos Humvee del Ejército fueron emboscados en la carretera México 15 en el acceso norte a Culiacán, con saldo de cinco soldados muertos, 10 lesionados y dos ilesos. Los soldados fueron agredidos con armas de gran volumen y potencia de fuego (granadas de fragmentación y fusiles Barret .50, AR-15 y AK-47), por un grupo de la delincuencia organizada que los estaba esperando, dijo Duarte.

Más allá de la retórica adjetivada de dos profesionales de la violencia como son los divisionarios Cienfuegos y Duarte, quienes calificaron el ataque de alevoso y cobarde, propio de enfermos, insanos, bestias criminales −seguido de amenazas de retaliación o represalia que se retrotraen incluso a la ley del talión del siglo XVIII aC−, cabe consignar que la emboscada es una de las técnicas guerreras más eficaces para hostigar, aniquilar, destruir, obtener e incautar material y equipo al enemigo, y que por definición es un ataque violento, sorpresivo y engañoso breve, contra un blanco u objetivo en movimiento o detenido de manera temporal, que incluye una retirada rápida y segura sobre una ruta prestablecida.

Las bases esenciales de una emboscada son buena información, una cuidadosa planificación y la elección inteligente del lugar. Pero en el caso de marras, más que un plan detallado a partir de información previa que permitiera conocer cómo opera el enemigo y la hora en que pasaría por cierto punto o área, parece tratarse de una acción improvisada o inmediata contra un blanco de oportunidad, montada y ejecutada a partir de la intervención (o escucha) de las frecuencias de radio utilizadas por soldados de la 24 Compañía de Infantería No Encuadrada (CINE), con sede en San Ignacio, desde que un par de horas antes incursionaron en Bacacoragua, municipio de Badiraguato, donde tras un supuesto enfrentamiento resultó herido el presunto delincuente Julio Óscar Ortiz Vega, ataviado con ropa militar.

El aparente objetivo de la emboscada fue rescatar a Ortiz Vega, quien era trasladado en la ambulancia. En la operación, los agresores habrían utilizado algún tipo de aditamento explosivo para incendiar las dos unidades donde se transportaban los militares, dos de los cuales fueron consumidos por las llamas. Según la narrativa oficial, en la emboscada participaron alrededor de 40 sicarios que habrían utilizado unas 15 camionetas blindadas.

Una cronología de hechos elaborada por la policía ministerial de Sinaloa señala que a partir de una llamada anónima denunciando disparos en la avenida Salvador Dalí, frente al número 3059 del fraccionamiento Espacios Bar­celona, a las 3:26:21 una operadora del Centro de Emergencias y Respuestas Inmediatas de Sinaloa (CERI) avisó, por radio, del incidente a las autoridades federales, estatales y municipales del estado, incluida la Sedena, que dio acuse de recibido. Doce minutos después llegó al lugar un policía ministerial y en seguida varias patrullas municipales y el coordinador de Seguridad Pública de Sinaloa, general retirado Moisés Melo. El Ejército arribó una hora después.

A juzgar por los datos descritos, la emboscada se ejecutó en un lapso breve (10 minutos) y con una precisión y fuerza militar inusuales en los grupos de la economía criminal. Dado que desde 2007 está vigente la Operación Sinaloa y en septiembre último se instaló en la entidad un grupo especial de reacción inmediata integrado por elementos del Ejército, la Marina y de las policías Federal, estatal y municipal, no queda claro qué falló, por qué y quiénes son los responsables en la cadena de mando.

¿Cómo fue posible que a esa hora de la madrugada una concentración de 15 vehículos con al menos 40 hombres haya pasado desapercibida ante las cámaras de videovigilancia del sistema de monitoreo C-4? ¿A qué obedecieron las declaraciones y filtraciones de fuentes militares y de inteligencia a columnistas de Estado, que de manera indistinta atribuyeron la autoría del hecho a los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán (Alfredo e Iván); a las llamadas Fuerzas Especiales, de Dámaso López Núñez, El Licenciado (integradas presuntamente por desertores del Ejército, la Marina y la Policía Federal), y al cártel Jalisco nueva generación, de Nemesio El Mencho Oceguera, en una eventual alianza con Alfredo Beltrán Guzmán, alias El Mochomito, de los Beltrán Leyva? ¿Se trató de enturbiar el caso?

¿Pudo ejecutar la emboscada un comando militar de otro tipo? Y si fuera así, ¿con qué objetivo? ¿Para llevar la guerra no convencional, asimétrica y de contrainsurgencia por territorios y recursos al llamado Triángulo Dorado formado por los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango bajo la pantalla de la guerra al crimen organizado?

¿A qué obedeció la operación de saturación e intoxicación mediática −chan­tajista y manipuladora− impulsada por el ciudadano-general Cienfuegos con el aparente aval de su comandante en jefe, el autista Enrique Peña Nieto, coreografiada en el Zócalo el 7 de octubre? ¿Fue para apaciguar el enojo castrense en momentos que se rompen pactos y cunden las deslealtades? ¿Se fracturó la hegemonía del sistema político y asistimos a un acelerado proceso de descomposición del régimen?

La agresión contra los soldados en Culiacán constituye un delito que debe ser investigado por las autoridades competentes de manera pronta, objetiva e integral, y sus responsables sancionados. A 10 días del hecho no hay detenidos. Ante el fracaso de las fuerzas de seguridad del Estado mexicano y el desbloqueo de los fondos de la Iniciativa Mérida, ¿se prepara la llegada formal de soldados y contratistas de Estados Unidos?

2.10.16

Consecuencias del alza de la tasa de interés

Arturo Huerta González*

El Banco de México (BdeM) decidió el jueves 29 de septiembre aumentar la tasa de interés interbancaria de 4.25 a 4.75 por ciento con la finalidad de frenar las presiones inflacionarias derivadas de la devaluación del peso. Señala que es crucial reforzar las políticas orientadas a fortalecer los fundamentos macroeconómicos del país y que ello coadyuvará a una mayor estabilidad financiera.

El problema es que con la contracción del gasto público que realiza la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, como el alza de la tasa de interés del BdeM, no se fortalecen los fundamentos macroeconómicos ni se logra la estabilidad financiera. El alza de la tasa de interés aumenta la carga del servicio de la deuda pública, lo que presiona las finanzas públicas. La contracción del gasto público dirigida a disminuir el déficit fiscal, como el monto de la deuda pública, y la actividad económica para reducir el crecimiento de importaciones y las presiones sobre el sector externo, tampoco logra dichos propósitos. La contracción de la actividad económica derivada del alza de la tasa de interés, como del menor gasto público, disminuye el ingreso nacional y con ello la recaudación tributaria, que depende del ingreso nacional, por lo que siguen las presiones sobre las finanzas públicas. Asimismo, la menor actividad productiva, lleva a que las importaciones sigan creciendo para satisfacer la demanda interna, por lo que siguen las presiones sobre el déficit de comercio exterior.

El alza de la tasa de interés va orientada a promover entrada de capitales y a frenar su salida del país para evitar mayor déficit en la balanza de pagos y mayor devaluación, pero es difícil que el alza de la tasa de interés promueva entrada de capitales y frene su salida, dado que con la devaluación (que va en 20 por ciento en el año) pierden más que el rendimiento que les da la tasa de interés. Al encarecerse el costo del crédito y al restringirse el gasto público, la inversión crece menos, así como la productividad y la capacidad productiva, por lo que seguirán las presiones de oferta sobre la balanza de comercio exterior, no alcanzándose la fortaleza buscada en el sector externo.

Con el alza de la tasa de interés y la contracción del gasto público, el costo de la deuda tiende a crecer más que el ingreso nacional, es decir, que el ingreso de empresas, individuos y del gobierno, por lo que se restringe la capacidad de pago de la deuda. Ello aumenta la cartera vencida que llevará nuevamente a otra crisis bancaria, por lo que tales políticas no coadyuvan a una mayor estabilidad financiera como el BdeM ha declarado.

El BdeM no puede seguir con su política monetaria restrictiva en la supuesta defensa de la baja inflación. El problema del país no es la inflación, sino la falta de crecimiento. Ellos mismos reconocen que en el segundo semestre de 2016 se registró una contracción económica, y el alza de la tasa de interés y el recorte del gasto público que ellos consideran correcto, nos lleva a menor crecimiento, a agravar los problemas económicos, políticos y sociales del país.

Con tales políticas ellos tratan de seguir viabilizando lo que por décadas se ha evidenciando que es inviable. Sus políticas se orientan a crear condiciones de confianza al gran capital, de que se ‘mantendrá’ la estabilidad macroeconómica del país y la libre movilidad de mercancías y capitales, pero la economía nacional no tiene condiciones para ello ni tampoco se logra contrayendo la actividad económica ni aumentando la pobreza y extranjerización del país. El contexto de recesión económica y de presiones permanentes sobre las finanzas públicas y el sector externo y los crecientes niveles de endeudamiento, llevan a que el riesgo país aumente, por lo que el capital seguirá saliendo del país y no vendrá, lo que compromete el financiamiento de los desequilibrios macroeconómicos que se enfrentan (déficit fiscal y del sector externo), acentuando la crisis económica nacional.

Estamos viviendo la crónica de una crisis anunciada. Cada día la economía nacional se adentra a un colapso que nos lleva a la recesión, a mayor desempleo y subempleo, mayor pobreza y desigualdad, que retroalimenta el clima de violencia e inseguridad que se vive.

No se puede seguir insistiendo en un modelo económico que no responde a los intereses nacionales, sino a los propósitos de los dueños del dinero. Ello es inviable económica y políticamente. Con los crecientes problemas que afrontamos, irá cambiando la correlación de fuerzas, que demandarán cambio de rumbo, a fin de evitar crisis de mayores proporciones, de la que ya enfrenamos.

*División de Estudios de Posgrado. Facultad de Economía, UNAM

24.9.16

La lucha de clases no ha terminado: regresarán las rebeliones

Marcelo Colussi

La humanidad sigue debatiéndose entre explotados y explotadores. El capitalismo, sin aparente rival en el mundo, se ensaña con los seres humanos, los recursos naturales y el planeta mismo. La discusión se ha centrado en la pertinencia o no de la existencia del Estado, cuando debería centrarse en el hecho más trascendental e incontrovertible del devenir histórico-social del homo sapiens: la lucha de clases

“Defiendo la construcción del Estado como uno de los asuntos de mayor importancia para la comunidad mundial, dado que los Estados débiles o fracasados causan buena parte de los problemas más graves a los que se enfrenta el mundo: la pobreza, el sida, las drogas o el terrorismo”. Esta idea jamás podríamos asociarla al pensamiento neoliberal, que se caracteriza por una apología de la libre empresa y de la reducción del Estado.

Pero curiosamente es lo que dice Francis Fukuyama en su libro Construcción del Estado: gobierno y orden mundial en el siglo XXI, del 2004.

Funcionario del gobierno estadunidense, Fukuyama se hizo famoso cuando en 1992 (acompañando la desintegración de la Unión Soviética y la caída del campo socialista de Europa del Este) pronunció el grito triunfal en su libro El fin de la historia y el último hombre: “la historia ha terminado”.

Pero, en realidad, lo dicho por él ni es un pensamiento profundo ni encierra verdad alguna. La historia no había terminado. ¿A quién se le podría ocurrir tamaño dislate? Es más que obvio que se trata de una visceral manifestación ideológica, un grito de fanático atolondrado más que una serena reflexión de un acendrado académico.

A inicios de la década de 1990, caído el muro de Berlín y derrumbado el campo socialista europeo, el capitalismo se sintió exultante, triunfal. Todo parecía indicar que la economía planificada no llevaba a ningún lado, y que el mercado se imponía como modelo único e inevitable. Coadyuvaba a esta visión la idea de democracias parlamentarias más “civilizadas”, con más respuestas a los problemas sociales que las “dictaduras” del proletariado de partido único.

La misma población rumana, por ejemplo, se encargó de fusilar a un Ceaucescu con la misma saña que lo hicieran anteriormente los italianos con Mussolini. La derrota del experimento socialista, al menos la “presentada” por la prensa capitalista, parecía total.

Fue tan grande el golpe –y, en buena medida, el golpe mediático que el capital supo implementar al respecto– que el discurso dominante inundó toda la discusión. La izquierda misma quedó perpleja, sin argumentos. Parecía cierto que la historia nos dejaba sin respuesta. Pero la historia no había terminado. ¿Puede terminar acaso? ¿De dónde saldría esa monumental tontería?

El término “globalización” se adueñó de los espacios mediáticos y el ámbito académico, pasando a ser sinónimo de progreso, proceso irreversible, triunfo del capital sobre el “anticuado” comunismo que moría. Y nos lo hicieron creer. La siempre mal definida globalización pasó a ser el nuevo dios y, según se nos dijo –Fukuyama fue uno de sus principales difusores–, ésta traería desarrollo y prosperidad para todo el planeta. La historia había terminado (mejor dicho: el socialismo había terminado), y el término que lo expresaba con “elegancia” –por no decir con refinado sadismo– era globalización. No se podía estar contra ella.

Levantar los “viejos”, “anticuados”, “antediluvianos” planteos del socialismo, del “defenestrado” marxismo, condenaba al ostracismo. Eran sólo quimeras de nostálgicos trasnochados. Ése fue el discurso dominante que buena parte de la izquierda terminó aceptando.

A tal grado que, en muy buena medida, esa izquierda fue cooptada por la ideología del posibilismo, de la resignación. De ahí que, ante tanto golpe recibido, algunos años después la aparición de izquierdas  (encabezadas en muy buena medida por Hugo Chávez en Venezuela con la propuesta de un renovado socialismo del siglo XXI –nunca definido hasta hoy– encendieran tantas esperanzas.

Para la década de 1990 del pasado siglo, el optimismo triunfalista del neoliberalismo en boga campeaba sobre el mundo. Después de las “fracasadas” experiencias socialistas –habría que discutir más eso del “fracaso”– o, mejor dicho, después de la presentación mediática, que hacía al capitalismo victorioso de los acontecimientos que marcan estos años, no parecía quedar mayor espacio para las alternativas.

Con fuerza irrefrenable, las políticas neoliberales barrieron el planeta. Según nos aseguraban sus mentores, por fuerza traerían la paz y la felicidad. Se quitaban así del medio, de un plumazo, los inconmensurables logros derivados de todas esas experiencias socialistas, en cualquiera de sus expresiones: en la Rusia bolchevique, en la China con Mao Tse Tung, en la Cuba revolucionaria, en Vietnam, en la Nicaragua sandinista.

En todas esas experiencias, no hay que olvidarlo nunca, se terminó con el hambre, con la desnutrición crónica, con el analfabetismo, con la exclusión de los por siempre excluidos. En todas esas experiencias –no hay que olvidarlo jamás– el poder popular fue un hecho, las mujeres mejoraron sustancialmente su condición de eternas oprimidas, no hubo niños de la calle, el deporte y la cultura pasaron a ser política de Estado, y los logros científicos (Premios Nobel a granel) brillaron rutilantes.

Ningún país que fue intervenido con planes neoliberales (léase: capitalismo despiadado sin anestesia) logró algo de esto; por el contrario, en todos ellos (tanto en el opulento primer mundo como entre los pobres del Sur) creció alarmantemente la pobreza, aunque hubiera supermercados abarrotados de productos maquilados en el Tercer Mundo.

Pero hoy, 2 décadas y media después del grito de guerra proferido por Fukuyama y respaldado por el “No hay alternativas” de la dama de hierro, Margaret Tatcher, la realidad nos muestra una cara bastante distinta a la paz y felicidad planetarias. El capitalismo creció, sin duda, pero a condición de seguir generando más pobreza y devastando el planeta. La riqueza se reparte cada vez en forma más desigual, con lo que puede decirse que, si algo creció, es la injusticia. Y las guerras no sólo no han desaparecido sino que pasaron a ser un elemento vital en la economía global.

De hecho, en la dinámica de la principal potencia –Estados Unidos– son su verdadero motor: ocupan alrededor de un cuarto de todo su potencial y definen su estrategia política, tanto en el plano interno como internacional.

Peor aún: las estrategias bélicas siguen dominando el panorama político mundial, con la posibilidad de un enfrentamiento con armas nucleares como una circunstancia real, lo que suscitaría la peor tragedia para la humanidad.

Por tanto: la historia no había terminado. ¿Podemos quedar impasibles ante tamaña estupidez intelectual? ¿No debemos reaccionar ante la fanfarronería académica y levantar nuestra voz? La historia sigue, y aunque la escriban quienes la ganan, ahí está devorando seres humanos, cambiando, transformándose continuamente, haciéndonos ver que, junto a la “oficial”, hay otra historia: la verdadera.

Después de algunos primeros años de impactante conmoción, tanto el campo popular como el análisis objetivo de los hechos fue emergiendo del estado de shock, y se hizo evidente que el momento de euforia de los grandes capitales era un triunfo coyuntural, pero no más que eso: un triunfo puntual (una batalla) en una larga historia que sigue su curso. ¿Por qué iba a terminar la historia?

“Siéntate al lado del río a ver pasar el cadáver de tu enemigo”, señaló hace 2 mil 500 años el sabio chino Sun Tzu en el Arte de la Guerra. Al parecer, él entendió mejor el sentido de la historia que ese moderno oriental americanizado, Fukuyama. La historia no termina.

Tras los desastres que ocasionó el retiro del Estado en la dinámica económico-social de tantos países –siguiendo las recetas impuestas, por supuesto de los organismos financieros internacionales de Bretton Woods (Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial)–, en esta ola neoliberal absoluta también hay gente pensante que reacciona. Este desastre –con éxodos imparables de inmigrantes desde el Sur hacia el Norte, niveles de violencia creciente y brotes desesperados de terrorismo– torna el mundo cada vez más problemático, más invivible. Y ahí aparece nuevamente Francis Fukuyama.

En realidad en el libro de 2004 citado inicialmente, Fukuyama no se desdice radicalmente de lo dicho años atrás, pero lo matiza, lo cual, en otros términos, no es sino expresión de una inconsistencia intelectual enorme. Un grito de guerra no es teoría. Y lo que años atrás se nos presentó como formulación seria y sesuda –que la historia había terminado– no pasa del nivel de pasquín barato de pueblito de provincia, mal redactado y peor pensado.

No hay en juego ningún concepto riguroso: sólo fanfarronería ideológica. Si luego Fukuyama debió apelar a esta revalorización del papel del Estado es lisa y llanamente porque la historia le demostró la inconsistencia del show propagandístico lanzado años atrás.

Además, pone el acento en el Estado, y no en las relaciones estructurales que en él se expresan. El problema no consiste en si el Estado debe ser fuerte o débil: el problema sigue siendo las luchas de clases, la estructura real de la sociedad, de la cual el Estado es expresión. ¿Acaso terminaron las luchas de clases? Si así fuera, ¿por qué los centros de poder siguen almacenando armas y denostando al marxismo como su peor enemigo?

La historia no ha terminado porque la matriz misma del ser humano es eso: la historia, el devenir, el fluir. Ser y tiempo (historia), dijo Heiddeger. “No podemos bañarnos dos veces en un mismo río”, sentenció Heráclito de Efeso hace 2 milenios y medio en la Grecia clásica. No se equivocaba: la historia pasa, fluye, no se detiene.

El capitalismo –exultante, victorioso, lleno de glamour y de gloria en la actualidad, pero que hace agua por doquier– es solo un momento de esa historia. Nada es eterno. Sí hay alternativas, habría que responder. En tanto haya injusticias, habrá quien levante la voz y se oponga a ellas, aunque hoy día se amarre la protesta, se criminalice y se intente reemplazarla por espejitos de colores. Esa lucha interminable es nuestra historia como especie.

18.9.16

Adquisición telúrica de Monsanto por Bayer

El ocaso de los campesinos de Estados Unidos y el mundo

Alfredo Jalife-Rahme

La industria agrícola global sufre un giro telúrico de alcances geopolíticos cuando se han escenificado varias megafusiones a los dos lados del Atlántico-Norte, sumadas a la repentina aparición de China.
 
La adquisicíón de Monsanto, reina de los polémicos transgénicos, por Bayer, consagrada a la industria farmacéutica, sacudió al mundo agrícola.

Si para Hugh Grant, mandamás de Monsanto, la adquisición por Bayer es un matrimonio celestial, para los ambientalistas Amigos de la Tierra condensa un “matrimonio hecho en el infierno (https://goo.gl/Fznu06)”.

Werner Baumann (WB), el mero mero de Bayer, exulta que la mega-fusión creará un líder global en agricultura, ya que constituye el género de abordaje revolucionario (sic) en el sector que será necesario para alimentar al mundo, cuando se espera un crecimiento de 3 mil millones de personas en 2050 que habrá que alimentar.

Para WB no se trata de un recorte de costos, sino de crecimiento e innovación de dos empresas que son muy complementarias en términos de cobertura regional y productos de portafolios.

Mas allá de que Europa se opone a los transgénicos –no se diga del choque de dos culturas empresariales y alimentarias–, la amalgama de Monsanto y Bayer, los dos principales vendedores de cultivo de algodón en EU, oligopolizará 70 por ciento de los acres de cultivo.

Con una inocencia que no le queda, la británica BBC cuestiona: “¿Cuál es exactamente (sic) el interés del gigante Bayer en Monsanto, el mayor productor de semillas del mundo (https://goo.gl/n9JTpk)?”

Bayer no vende sólo aspirinas; sus actividades van desde la producción e investigación de medicinas hasta semillas, pesticidas, abonos e ingeniería genética. Del negocio de la compañía alemana, 49 por ciento procede del sector médico. Del resto, 26 por ciento corresponde a su división especializada en materiales científicos (llamada Covestro), y 22 por ciento a lo que la empresa denomina ciencia de los cultivos, según BBC.

Su interés en el negocio agrícola y su captura de Monsanto –cuya marca tendrá que ser borrada de la faz de la tierra por el rechazo de ambientalistas y consumidores europeos por su laxa producción de transgénicos– radica en posicionarse como líder agrícola global, ya que “la mitad del volumen de negocio del nuevo conglomerado –que será el mayor suministrador agrícola del mundo– estará relacionado con la agricultura”, a juicio de la BBC.

¿Cuál es la razón del giro brutal de Bayer de su principal enfoque farmacéutico?

Según el portal ruso Sputnik, “la compra de Monsanto se da en una época de reorganización en el sector agrícola mundial (https://goo.gl/NpXqmP)”.

En 1996 existían 600 empresas independientes de cultivo, cuya mayoría ha sido adquirida por seis grandes jugadores, tres de Estados Unidos (Monsanto, Dow Chemical y DuPont), dos de Alemania (Bayer y BASF) y uno de Suiza (Syngenta), que ahora controlan 63 por ciento del mercado global.

Las tres recientes grandes adquisiciones o megafusiones –las estadunidenses Dow Chemical y DuPont (130 mil millones de dólares); ChemChina y Syngenta (44 mil millones), y ahora Bayer/Monsanto (66 mil millones) “reducirá de seis a cuatro el número de jugadores globales en el sector agribusiness (https://goo.gl/NgTZ1n)”.

Llama la atención la quietud de la alemana BASF, que opera en más de 80 países con ingresos por 78 mil millones de dólares en 2015.

Nada nuevo bajo el sol agrícola cuando una de las tendencias inherentes a la globalización financiera es su oligopolización, cuando no su monopolización, como expuse desde hace 16 años en mi libro El lado oscuro de la globalización: post globalización y balcanización (https://goo.gl/JylqXV)”.

Es notorio el malestar de los medios anglosajones, como The New York Times y Financial Times, que ahora se propulsan como defensores de los agricultores y consumidores en Estados Unidos, cuando sus homólogos en el México neoliberal itamita, Latinoamérica, África y Asia nunca les importaron un comino (http://nyti.ms/2cITuKR).

Según The New York Times, las cuatro principales adquisiciones del agribusiness en el lapso de un año han creado la posibilidad de mayores costos para los agricultores, mientras Roger Johnson, presidente de la Unión Nacional de Agricultores de Estados Unidos, invoca en el desierto la amenaza a la seguridad nacional.

The New York Times mueve el tapete del muerto en pleno periodo electoral para impedir la adquisición alemana de Bayer, que ha capturado la atención de los legisladores y reguladores en Washington, ahora preocupados por sus regulaciones antitrust, que aplican en forma selectiva.

Por lo pronto, la implacable calificadora Fitch amenazó con degradar a Bayer, lo cual denota el malestar anglosajón.

La consolidación global, que tiende a un oligopolio de cuatro empresas –donde ha aparecido China, cuya estatal (¡ojo!) ChemChina adquirió a la suiza Syngenta–, se escenifica cuando los precios de los cultivos se han desplomado –en particular la soya y el maíz–, lo cual presagia el ocaso de los campesinos en el mundo, de por sí al borde de la extinción en países como el México neoliberal itamita, totalmente (des)integrado al esquema agrícola estadunidense.

El aniquilamiento en el México neoliberal itamita de sus miserables campesinos –25 por ciento de la población (¡31 millones!), más de la mitad inactiva–, con un salario de muerte de 60 dólares al mes (https://goo.gl/FSSlST), antecedió la agonía similar de los agricultores de Estados Unidos, quienes han emitido su canto de cisne por la venta de Monsanto, sin contar la futura robotización agrícola con la participación de drones (aviones automatizados).

Y eso que Estados Unidos, superpotencia agrícola cabal, subsidia generosamente su sector agrícola con 956 mil millones de dólares (https://goo.gl/q9e8rq), casi el PIB nominal de México. ¿Cómo competir?

WB, mandamás de Bayer, comentó que necesitan el consentimiento de 30 jurisdicciones y la aprobación de los reguladores de EU, Canadá, Brasil y la Unión Europea. Es curioso que WB que no haya citado a México.

Se da por descontado que la disfuncional Comisión Federal de Competencia (sic) Económica del México neoliberal itamita, franquicia del proyecto irredentista de Estados Unidos, obedecerá lo que ordene Washington.

Las muy bien lubricadas comisiones en el México neoliberal itamita –nidos parasitarios de su kakistocracia– nunca son escudriñadas por el Congreso ni por los ciudadanos, operan con opacidad, como la fracasada Comisión Nacional (sic) de Hidrocarburos, que encabeza el itamita Zepeda Molina, acoplada al entreguista Fondo Mexicano (sic) del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, donde destaca Federico Reyes-Heroles, que ni ha de saber de qué color es el oro negro que remata; ya no se diga el inolvidable SAM, que ni fue Sistema ni Alimentario ni Mexicano (https://goo.gl/9CqVy0) y que provocó una hambruna artificial en México, hoy totalmente capturado por los esquemas estadunidenses y, peor aún, arrumbado en la irrelevancia ante el giro telúrico de la oligopolización agrícola global.

15.9.16

Traición a la patria

Gilberto López y Rivas

En la Ciudad de México, siendo el día 15 del mes de septiembre de 2016, el suscrito comparece nuevamente ante las autoridades que correspondan y ante el pueblo de México, para exponer e interponer, con fundamento en lo establecido en los artículos 8 y 39 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 2º. fracción I, 113, 116, 118 y demás relativos y aplicables del Código Federal de Procedimientos Penales, una ratificación y ampliación de denuncia de hechos por la posible comisión del delito de traición a la patria, tipificado en el artículo 123 del Código Penal Federal, contra Enrique Peña Nieto, sus funcionarios y quienes resulten responsables de anteriores gobiernos, por acción u omisión en el ejercicio de sus funciones en los actos que a continuación se describen:

1.- Alentar, permitir y coadyuvar para que un porcentaje considerable del territorio nacional sea entregado a corporaciones extranjeras mineras, en 70 por ciento canadienses, que contaminan aguas, flora y fauna y atentan gravemente contra la salud de los habitantes de su entorno, despojando en los hechos a los legítimos dueños de las tierras de propiedad ejidal, comunal y privada, mediante concesiones otorgadas a esas empresas, sin tomar en consideración que las mismas se encuentran protegidas por el artículo 27 de la Constitución. Otras corporaciones, como la Coca-Cola y cerveceras, al igual que las mineras, se han adueñado de numerosas fuentes de agua, privatizando este líquido vital en perjuicio de millones de mexicanos. Igualmente, enormes extensiones de litorales y playas, han sido adjudicados a corporaciones extranjeras. Estas acciones violentan gravemente la independencia, soberanía e integridad de la nación mexicana, al enajenar y gravar territorio nacional y sus recursos, y contribuir con ello a su desmembración.

2.- Ratificar y continuar cumpliendo lo estipulado en el Tratado de Libre Comercio (TLC), la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (Aspan), y la Iniciativa Mérida, que dañan gravemente la soberanía económica y política de la nación, en beneficio del gobierno y las corporaciones de Estados Unidos, particularmente, sin que estos tratados y mecanismos injerencistas hayan sido sancionados por el Congreso de la Unión ni hayan sido consultados a la ciudadanía. Por medio de Aspan y la Iniciativa Mérida, impuestas por los gobiernos anteriores, y aceptados por el titular del Poder Ejecutivo federal en funciones, agentes de corporaciones militares, policiacas y de inteligencia extranjeros actúan en territorio nacional, algunos de ellos presuntamente armados; estos agentes realizan tareas de seguridad e inteligencia e interfieren y monitorean nuestras comunicaciones desde la Oficina Binacional de Inteligencia, con sede en la Ciudad de México, donde actúan la Agencia de Inteligencia Militar (DIA), la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO) y la Agencia Nacional de Seguridad Nacional, dependientes del Departamento de la Defensa de Estados Unidos. Asimismo, están presentes agentes de la Agencia Federal Antinarcóticos (DEA), la Oficina Federal de Investigación (FBI) y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), que responden al Departamento de Justicia de ese país, y, claro, la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Estos organismos mantienen enlaces que consiguen información requerida por los extranjeros en todas las dependencias militares, de seguridad e inteligencia mexicanas, en una clara violación a la soberanía y a la seguridad nacionales.

Ya en 2007 emplazamos al entonces procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, a responder sobre el hecho de que el gobierno de Estados Unidos contrató a la empresa Verint Technology Inc para intervenir todos los sistemas de comunicación de nuestro país, según el contrato 5-INLEC-07-M-0002, por un monto de 2 millones 963 mil 438 dólares. El anuncio del contrato que ganó la licitación fue publicado el 23 de febrero de 2007, en el sitio web de la administración pública estadunidense. De lo que se desprende que dicha empresa, u otra similar, continúa trabajando en el escrutinio de las comunicaciones de los ciudadanos, afectando las garantías individuales y, nuevamente, la soberanía nacional, sin que el gobierno actual haya dado cuenta de esta denuncia pública. En ese entonces planteamos estas interrogantes, hoy vigentes: ¿Quiénes deciden qué particulares, organizaciones u organismos deben ser vigilados? ¿Qué marco legal permite o no estas interferencias? ¿Quién clasifica la información y bajo qué criterios? ¿Qué organismo local o extranjero interpreta los datos obtenidos? ¿Es legal que un gobierno extranjero contrate una compañía también foránea para intervenir comunicaciones nacionales? ¿Qué opinan al respecto la CNDH, los integrantes del Congreso de la Unión, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quienes sin duda también serán intervenidos en sus comunicaciones, en razón de la seguridad nacional y lucha contra el terrorismo?

3.- Otro hecho que configura el delito de traición a la patria es la reforma energética que modificó los artículos 27 y 28 constitucionales, que ha profundizado la privatización de Pemex en beneficio de corporaciones extranjeras y firmas privadas de los allegados de Peña Nieto. Esta reforma constituye en los hechos un acto de desnacionalización del petróleo y su entrega a las grandes corporaciones estadunidenses, como Exxon, Mobil y Chevron, acorde con los documentados artículos de mi colega y experto en el tema John Saxe-Fernández (La Jornada, 25 de julio y 22 de agosto de 2013). Con la entrega de Pemex se complementó el ciclo de la ocupación integral del país que ha venido denunciando el grupo Paz con Democracia (La Jornada, 16/11/ 07).

4.- Recibir al candidato republicano Donald Trump en la residencia oficial de Los Pinos, quien es un abierto y autodeclarado enemigo de México y los mexicanos, suceso también censurable de traición nacional. Por lo anteriormente expuesto, respetuosamente pido se sirvan: Único.- Tener por interpuesta la presente denuncia, solicitando a las autoridades competentes de los poderes Judicial y Legislativo, en virtud de su interposición, procedan a efectuar todas las diligencias pertinentes para que se acredite de manera fehaciente la responsabilidad de los acusados en el delito que se les imputa.

9.9.16

Ante el derrumbe, ¿qué México?

Jorge Carrillo Olea

Mi respeto a Carmen Aristegui.

Este escrito parte de una premisa: nuestro México, el de las actuales generaciones, no da para más. Se agotaron sus magnificencias y se preservaron vicios. Eje de un deseable remedio es aceptar que nuestros grandes propósitos de patria, democracia y justicia fallaron en su conjunto. Se agotó el sistema en todo lo deseable. Su derrumbe incluyó a un sepulturero. Hay que crear un nuevo orden, no con los antiguos modelos, sino con otros visionarios, promotores del mejor futuro posible y rigurosamente realistas.

Los viejos propósitos siguen siendo los mismos, son principios inmutables, imperativos. Las que produjeron este desfase fueron las prácticas aplicadas. Resultaron claramente contrahechas, fallidas y costosísimas. Fueron décadas de simular, de protagonismos triunfalistas, nefastos. En tanto, el mundo ha sido arrebatado en un torbellino de cambios en lo geopolítico y en la vida interna de los países. ¿Las causas?, muchas. Muchas, algunas que México comparte; lo que no compartió fue el sentido visionario y la capacidad de ejecución de ciertos líderes de aquellos rumbos. En un examen corto, para nuestro terruño han sido más de 15 años de quehacer errante.

En 1980 se formuló una alerta, un libro que se llamó Última llamada. Sus argumentos eran totalmente válidos. La crítica oficialista lo trivializó burlona. El gobierno lo despreció y llevó a su autor a exiliarse en Falfurrias, Texas, lo que llevaba todo un mensaje de desprecio del exiliado a quien lo expulsó. Alertas como aquella se han multiplicado inútilmente. Las críticas que hoy se producen ya no operarían para el presente, es muy tarde. Hay que empezar a dibujar el mañana. No es sugerir futurismo político. Es pensar en lo que debemos dejar como legado. Es un acto de responsabilidad.

A dos años, ante el derrumbe, ¿qué México? es la gran cuestión. Debemos empezar por ahí, definir el México deseable. Deseable con prudencia, con serenidad e inteligencia. ¿Qué México? es la gran cuestión. Es una tarea antes que todo de patriotas, de ilustrados en la brega o en el aula, de experimentados y sobre todo es tarea de honestos. El México deseable, viable, no es de difícil definición, el problema es aceptar y enfrentar los graves problemas que hemos postergado. El país por todos anhelado es aquel donde haya justicia, probidad, salud, educación, empleo, cohesión social, compromiso con el ambiente y prestigio internacional. No son eufemismos, si no todos, a los más los hemos tenido ya en términos discretos.

El inmediatismo nos vuelve a empujar a analizar a los supuestos candidatos, inercia engañosa. No es ningún mérito señalar que primero habría que dilucidar qué México deseamos, compatible con lo posible, y sólo entonces deducir el quién ofrecería el mejor programa. Actuar al revés es sencillamente inconducente al fin deseado.

Se necesitan seres humanos que en el conjunto de sus decisiones y acciones ratifiquen poseer una idea de Estado. Que sus solitarias meditaciones los lleven a grandes conclusiones, que posean gran habilidad para leer las estrellas. Que sus actos no sean diseñados para salvar el momento, sino que acaben por inscribirlos en la historia de la grandeza. Que sepan pensar largo y actuar corto. Sí, pero el hombre vendrá después. Hoy urge dar respuesta a la interrogante que definirá el futuro: ¿Qué México?

Estamos ante la gran incógnita para el sistema político, que es si sabremos hacia dónde debemos ir. La tradicional pregunta: ¿quién será el bueno? no debe ser lo primero. Hoy, antes de personalismos, el reto histórico de anticipar el futuro nacional es enorme y demanda gran serenidad y perspicacia. Debemos ofrecer a la nación ideas, compromisos, firmeza, sobriedad y ser capaces de contestar a ¿qué México estamos buscando?

Como inspiración inicial sería bueno releer una suma de talentosos ensayos coordinados por Jesús Ramírez Cuevas en 2011, que es Nuevo proyecto de nación. En aquel tiempo no sufrió descalificación alguna y hoy, seis años después, lamentablemente sigue siendo actual, pues poco ha mejorado para la apreciación popular.

Es lamentable que en estos días sea subversivo alentar la revolución de las conciencias y el pensamiento crítico; hoy es subversivo promover la vuelta a una ética republicana y al combate a la corrupción. Para un cierto establishment es atentatorio plantear un retorno al estado de bienestar corrigiendo desviaciones, como inaceptable les resulta pensar que el derecho a la felicidad es la aspiración esencial del hombre. Por eso, con preocupación se plantea: a dos años, ¿qué México?

8.9.16

Zonas Económicas Especiales del gran capital

David Luna Hernández

El Sur-Sureste Mexicano sufre desde hace 16 años del proceso acelerador de los planes de “integración Económica” con el ya antagónico Plan Puebla Panamá, que por cuestiones estratégicas del Imperialismo Norteamericano fue cambiado su nombre a un esquema micro, según el Estado Mexicano “Planes de Desarrollo Regional”.

Este Desarrollo Regional tienen como objetivo lo macroeconómico de la “Integración Imperialista”, el Plan Puebla Panamá sigue vivo, pero llamado de diferente forma; ahora en su tercera etapa es llamado por el Estado Mexicano como Zonas Económicas Especiales y debemos observar su consistencia para defender lo que aún es nuestro.

El pasado 1 de junio fue publicado en el diario oficial de la federación la Ley Federal de Zonas Económicas Especialesi donde Enrique Peña Nieto pretende generar el desarrollo para la Zona Sur-Sureste del país principalmente; con el fundamento de abatir la desigualdad y permitir cerrar la creciente brecha de desarrollo regional, a partir del crecimiento económico equilibrado entre regiones de mayor rezago social. Dicha Ley presentada por el Ejecutivo Federal y aprobada por el congreso de la Unión.ii

En el discurso el Estado Mexicano plantea impulsar “el crecimiento económico, reducir la pobreza, permitir la provisión de servicios básicos, y expandir las oportunidades para vidas saludables”. En realidad, el objetivo final, es otro.

La Ley Federal de Zonas Económicas Especiales (LFZEE) regulará toda acción que realice en la zona la iniciativa privada y social, pero no social de las organizaciones sociales sino de “Empresas Socialmente Responsables” como un ejemplo la Coca Cola, Shell, kellogg´s, Bimbo, McDonald´s etc.iii. Para el gran capital estos tipos de empresas trasnacionales son de carácter social, por sus programas “supuestos” de responsabilidad social. En realidad su objetivo es el aprovechamiento y explotación de los recursos naturales y humanos, sin traer un verdadero beneficio social. La iniciativa privada es representada por las grandes multinacionales Mineras y aquellas empresas que son financiadas por el BM, FMI, OCDE, BID.

Con esta ley se adecuan las facilidades para las inversiones del gran capital, recibiendo aún más beneficios fiscales, aduanales y financieros, así como facilidades administrativas e infraestructura competitiva. Es claro que el gran capital podrá adquirir hectáreas de tierras, caudales de ríos, mares y pozos de yacimientos de agua, gas, petróleo, y de explotación de minerales a cambio de generar “fuentes de empleos” en los lugares donde se establezcan aprovechando al máximo los recursos de vital importancia.

Recordemos que en esta zona el desarrollo en vías de comunicación en estos últimos tres sexenios ha sido acelerado con mega autopistas para el mayor y rápido desplazo de las mercancías de un lugar a otro, destruyendo a su paso las reservas nacionales en biodiversidad y el tejido social. Otro caso son los parques eólicos que se encuentran en la zona de istmo de Tehuantepec y Puebla sin traer algún beneficio. Refieren autoridades municipales que han estado realizando encuentros con otros municipios que se ven afectados por estos parques eólicos puesto que son un engaño, porque se les habían prometido pagar impuestos y realizar obras sociales en sus municipios.iv Ninguno de los beneficios llegó.

Con la LFZEE, las administraciones privadas de estas zonas estarán coordinadas permanentemente con los tres niveles de gobierno y sin consensar a los ciudadanos. Se realizaran reordenamientos territoriales así como ejecutar acciones de seguridad pública, esto para tener control Y buen funcionamiento de las “Zonas Económicas”. No se podrá evaluar el funcionamiento a corto, mediano y largo plazo, sino será hasta cada 5 años que se evalué y realicen los ajustes necesarios para incrementar la productividad de las zonas. Con esto las empresas aprovecharan al máximo los mantos acuíferos, el aire, la tierra, el petróleo, el gas, los minerales, la fuerza de trabajo hasta saciar su sed de explotación e irse a otra zona estratégica o permanecer en ella.

Como nos damos cuenta esta Ley otorga todas las facilidades a las trasnacionales y al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) para generar obras de infraestructuras de transporte, de comunicaciones, de logística, energética, hidráulica, ambiental entre otras que requieran ejecutar en el exterior de la zona para operación de la misma.

El PPP en su Primera Etapa con Vicente Fox Quezada fue la apropiación de la biodiversidad y de las tierras originarias a costos bajos como consecuencia de políticas públicas que generaron pobreza e hizo que millones de mexicanos del sur sureste vendieran sus tierras a trasnacionales o al CCE y emigraran a Estados Unidos de Norteamérica con la esperanza del sueño americano; La Segunda Etapa con Felipe Calderón Hinojosa fue el rompimiento del tejido social de los pueblos con la supuesta lucha contra en narcotráfico, el acelerado desarrollo de las vías de comunicación, la creación de parques eólicos y la acelerada explotación minera, por consecuente desapariciones forzadas, familias divididas, sin tierras, sin agua, sin trabajo digno.

Y la tercera etapa, con Enrique Peña Nieto La Ley Federal de Zonas Económicas Especiales plantea que estas zonas industriales atenderán los principios de sostenibilidad, progresividad y respeto de los derechos humanos de las personas y pueblos de las áreas de influencia. Recordemos y no es difícil para el lector que estos han sido siempre los principios del Estado Mexicano, por lo cual, nunca de estos principios se cumplirán en la realidad, puesto que la explotación de los recursos naturales y humanos son los que siempre salen perdiendo; para esto es de suma importancia mencionar que en este sexenio se agudiza la superexplotación del trabajo, recomiendo le puedan echar un vistazo a un reporte de investigación del Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAMv donde se analiza la pérdida del poder adquisitivo del trabajador en el Neoliberalismo y el abaratamiento de la ganancia de la fuerza del trabajo en nuestro país. Sin duda nos dice este reporte que a pesar de que existan programas donde se inviertan fuertes cantidades millonarias de pesos, la pobreza de nuestro país crece. En 42 años, creció 58% la pobrezavi y en la actual administración federal no hay mejoras. Hoy el déficit de empleo asciende a 34 millones de plazas, por ello 26 millones de mexicanos de la Población Económica Activa PEA se ven obligados a emplearse en la economía “informal” y 8 millones de personas buscan trabajo que nunca encuentran.vii

Es un claro ejemplo que la pobreza está asociada a la Política Económica Neoliberal que durante los últimos cinco sexenios se han implementado, beneficiando por encima de la población al gran capital. Empobreciendo con los planes de desarrollo a cerca de 102 millones de mexicanos.

Con esta Tercera Etapa del PPP, la ley plantea generar fuentes de empleo; no se dice que tipo de empleos, lo más seguro es de outsourcing,viii donde se tiene salarios bajos, condiciones de trabajo deplorables y sin prestación de ley alguna; lo más preocupante es que no se tiene certeza el tiempo que pueda durar una persona trabajando en esas zonas industriales, quedando al vil desamparo. Por otro lado la ley especifica que los permisos que se podrán otorgar a las sociedades mercantiles serán hasta por 40 años. Se desarrollará el flujo del capital trasnacional otorgando permisos a empresas como Wal-Mart, Aurrera, soriana para que los trabajadores compren sus productos y en esa circulación del capital el trabajador sea el que más pierda. (Su fuerza de trabajo-su salario-sus recursos naturales-su vida) las trasnacionales se apropian de la vida y fuente de la riqueza de los mexicanos.

El Estado Mexicano con esta ley garantiza para las trasnacionales la paz social y privada de las zonas industriales, prestando la vigilancia de la Policía estatal, gendarmería, fuerzas armadas, etc. Si pensábamos que ya lo habíamos visto todo, creo que nos equivocamos, los inversionistas ahora tendrán a su favor los fundamentos legales para construir edificaciones, instalar maquinarias y equipos para realizar actividades económicas productivas, obtener autorizaciones, licencias y permisos, obtener financiamiento tanto nacional como del extranjero para continuar con sus actividades de explotación.

Es sin duda analizar desde la geografía correspondiente, todo aquel intento; es cierto que el Sistema Político Mexicano está desgastado, podrido en la corrupción y no sirve, pero es ahí donde se está ejecutando todas las leyes que permiten este saqueo; sin embargo debemos de ser muy audaces en presionar con la lucha social y organizativa a los Cabildos Municipales, Congresos Locales y al Congreso de la Unión para rechazar estos planes Geopolíticos Económicos que benefician al Gran Capital. Debemos de exigir la derogación de esta ley y su rechazo nacional conjuntamente o nos estaremos lamentando. Necesitamos profundizar más prospectiva social para estar listos en esta colisión, los escenarios son muchos, pero hay una única necesidad; transformar esta realidad a través de la acción directa y organizada contra el poder político y económico del sistema.

Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejorix

Notas:
i http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5439557&fecha=01/06/2016
ii El 14 de diciembre de 2015 la H. Cámara de Diputados aprobó el Dictamen relativo a la Iniciativa de la Ley de Zonas Económicas Especiales con 366 votos en pro, 1 en contra y 54 abstenciones; El 14 de abril del 2016 la H. Cámara de Senadores aprobó dicho dictamen con 89 votos en pro, 8 en contra y 0 abstenciones. El 19 de abril del 2016 la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados turnó la minuta con Proyecto de Decreto por lo que se expide esta Ley de Zonas Económicas Especiales.
iii http://www.cemefi.org/esr/pdf/2015/Lista%20empresas%20ESR%202015%20OK%202110.pdf
iv http://www.jornada.unam.mx/2016/07/19/estados/026n1est
v http://cam.economia.unam.mx/reporte-de-investigacion-122
vi Ídem
vii http://cam.economia.unam.mx/mexico-fabrica-de-pobres
viii http://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/index.php/2016/07/13/el-outsourcing-sucio-negocio-del-gobierno/
ix Palabras del último discurso de Salvador Allende ante golpe de estado en chile, 11 de septiembre 1973.