17.9.19

La emboscada

Dolia Estévez

Washington, D.C.— Una noche antes de la reunión para evaluar los 90 días del acuerdo migratorio en la Casa Blanca, a los mexicanos les preocupaba que los estadounidenses fueran a conducirse con la misa insolencia del Comisionado del Servicio de Aduanas y Patrulla Fronteriza (CBP) que acababa de regañar a México por no hacer más. Martha Bárcena se quejó con Kevin McAleena, Secretario de Seguridad Interna, por el tono “inapropiado” de Mark Morgan. Parecía más comentarista de Fox News que funcionario. Marcelo Ebrard rechazó vía Twitter las “presiones” del funcionario para convertir a México en tercer país seguro.

Presidida por Ebrard, con el apoyo de Bárcena, la delegación había sido citada a las 2:30 de la tarde en la Casa Blanca. Ingresaron por el pórtico del West Wing en dos grupos: Francisco Garduño, Comisionado del INM; Alejandro Celorio, Consultor Jurídico de la SRE; Roberto Velasco, Vocero de la SRE; Euclides del Moral (recién nombrado cónsul en Oxnard) y Francisco Anza, funcionarios de la Embajada; seguidos por Ebrard y Bárcena.

Fueron guiados al Salón Roosevelt, muy cerca de la Oficina Oval. Tomaron asiento frente al Vicepresidente Mike Pence, el Secretario de Estado Mike Pompeo, el yerno Jared Kushner, el consejero jurídico Pat Cipollone, y el Embajador en México, Chris Landau. Los retratos de Teddy Roosevelt cabalgando (“Habla suavemente y lleva un gran garrote”), y de FDR en su escritorio, testigos mudos de la tensa escena.

Los mexicanos iban decididos a pintar la raya. Sacar chispas de ser necesario. No iban a tolerar que les tronaran la voz o les dieran ordenes como si fueran súbditos. En el plan original, el altanero de Morgan también estaba en la mesa, pero en ajustes de última hora pusieron a Kushner en su lugar. La queja de Bárcena surtió efecto.

De acuerdo con fuentes mexicanas y estadounidenses que pidieron no ser identificadas, Pence inició la sesión agradeciendo al Presidente López Obrador la cooperación “sin precedente” en reducir los flujos migratorios. Desde su perspectiva, la relación pasa por su mejor momento. No obstante, falta mucho por hacer. El matiz cordial y respetuoso del segundo en la jerarquía de poder empezó a tranquilizarlos.

Procedieron a rendir su informe sobre los 90 días. Tras la introducción de Ebrard, con gráficas, mapas y estadísticas mostraron que las medidas mexicanas están dando resultados y se comprometieron a hacer permanente el despliegue de 25 mil efectivos de la Guardia Nacional en tareas de control migratorio. Pence le preguntó a McAleenan si los números eran correctos. McAleenan dijo que sí, pero insistió en negociar un acuerdo de tercer país seguro que obligue a los centroamericanos a pedir asilo en territorio mexicano. Ebrard respondió que tanto AMLO como el Senado mexicano rechazan el tercer país seguro y que no hay motivo pues la estrategia mexicana está funcionando. Celorio lo secundó recordándoles que el entendido es que sólo se firmaría si no daban resultados las medidas pactadas en junio. McAleenan los vio con mirada escéptica.

Ebrard se quejó de que mientras México cumple, Estados Unidos no. No han agilizado, como prometieron, los procesos de asilo. Respondieron que iban a abrir instalaciones en Laredo y Brownsville, con la capacidad de sostener 64 audiencias simultáneamente, algunas por video, para lo que iban a trasladar jueces de otras partes del país. Garduño, a través de una interprete pues no habla inglés, explicó que por razones de seguridad estaban llevando gente de Tamaulipas a Monterrey. La tensión empezó a aminorar. Kushner y Landau, los más blandos. McAleenan, el más duro. Pence y Pompeo, los árbitros.

Ebrard y Bárcena pidieron combatir el flujo ilícito de armas de fuego a México. Así como migración es prioridad para ustedes, el tráfico de armas es para nosotros. La petición no tuvo tracción. Quizá porque Ebrard no la condicionó a migración o porque los estadounidenses la interpretaron como un intento de nivelar el terreno. Equilibrar un poco la balanza.

Kushner, quien se había ausentado, entró y entregó un papelito a Pence. El Vicepresidente dio por terminada la sesión. Duró 45 minutos. Le dijo a Ebrard que junto con Pompeo, iban a pasar a ver a Trump en la Oficina Oval. Bárcena no recibió señal de Ebrard para que lo acompañara. Se quedó en el salón con el resto. Segundos después vinieron por McAleenan y Cipollone, pero no por Landau. Si no entraba Landau, por protocolo, no podía entrar Bárcena… a menos que Ebrard intercediera. No lo hizo. Al resto de la delegación se le vio salir por la misma puerta por la que entró, checando los celulares que les habían confiscado.

Flanqueado por Pence, Pompeo, McAleenan, Kushner y Cipollone, Ebrard entró a ver a Trump. Seis contra uno. Los diez minutos que duró el “saludo de cortesía” bastaron para emboscarlo; presionarlo entre todos por el tercer país. Trump pidió a McAleenan explicara por qué es esencial para su Gobierno.

Los mexicanos no la vieron venir. Los tomaron desprevenidos. Nadie les avisó. No tuvieron oportunidad de prepararse. El “saludo” vuelto emboscada fue acordado en el almuerzo de Pence con Trump ese mismo día. Querían tener sólo a Ebrard para arrancarle el sí, como ocurrió con el papelito del acuerdo de los 90 días que Trump sacó de su solapa.

A las 5:06 de la tarde, Ebrard soltó vía Twitter: “Tuve oportunidad de saludar al presidente Trump”. La prensa había sido convocada a las 5. Ebrard nos dijo que rechazó el tercer país y que Trump había sido “bastante amable y positivo”. Minimizó las presiones. No informó que Trump pidió hablar con AMLO al día siguiente. Fue una “buena conversación”, tuiteó AMLO.

La jornada que empezó con los mexicanos comiéndose las uñas de nervios, terminó con una copa de vino en la residencia de Bárcena, y de su esposo, el Embajador Agustín Gutiérrez Canet. Superada la etapa de tensión, vino la relajación. Ni victoria ni derrota. Un día más en la era Trump.

7.9.19

IMSS-Robledo: ¿"viabilidad financiera" como con el neoliberalismo?


Hace unos días el director general del IMSS, Zoé Robledo, declaró que durante el primer año de la 4T se reducirá la acumulación de reservas y con disciplina administrativa la viabilidad financiera institucional podrá extenderse más allá de 2030: creemos que podemos subirle dos años teniendo finanzas sanas hasta 2032 ( La Jornada, 2/9/19). Esta visión es la de su antecesor peñista José Antonio González Anaya, autor del fantástico salvamento del IMSS al servicio del PRI. ¿Dónde quedó el cambio 2018 de López Obrador?

Ante Peña, en 2015, González Anaya dijo: señor presidente, con orgullo colectivo le informo que la viabilidad financiera del instituto, está garantizada durante su administración, mientras, lo alcanzaban por minuto las denuncias sobre la calidad de los servicios.

Para Robledo: el secreto es evitar gastar más de lo que ingresa. Y para que los servicios IMSS-4T no prosigan la ruta de profundo deterioro –consolidada por el Prian– Robledo sólo puede establecer una meta menor acumulando reservas que suman 215 mil millones de pesos. Él quiere algo menos excesivo: en 2019 se acumularán sólo 29 mil millones de pesos, no 34 mil. La diferencia brindará margen para invertir en infraestructura y erguir hospitales de tiempo completo.

Este absurdo esquema neoliberal de constituir forzosamente reservas fue impuesto, con Fox, por el tecnócrata Santiago Levy (2001) y luego fue calcado, con Calderón (2007), al Issste. Con ellas se ataban ambas instituciones a la estabilidad macroeconómica: de ser un efecto, los neoliberales convirtieron a las instituciones en una causa macro de esa estabilidad. Ciertamente, aunque la seguridad social expresa el marco económico, no lo genera. Contribuye a él.

Pero Robledo –como el director del Issste, Ramírez Pineda– no entran a este debate de fondo, como debería ser el caso de la 4T. Simplemente le dan la vuelta. Y apremiados por la necesidad de recursos disminuyen la meta de constitución de reservas, porque como dice Robledo de nada sirve tener grandes reservas si, al mismo tiempo, no apostamos por mejorar los servicios médicos.

Robledo y Ramírez Pineda preservan la operación neoliberal para garantizar la viabilidad financiera, pero simultáneamente quieren usar las reservas para mejorar servicios. Nunca ordenan el gran tema pendiente: el que toda institución de seguridad social requiere una caja dorada para garantizar las prestaciones de todos los que han contribuido a los institutos. No distinguen entre constituir reservas tecnocráticas sacrificando servicios y poner los cimientos de la seguridad social de la 4T; cimientos que exigen definir y defender esa caja dorada que garantizan las prestaciones amparadas en sus respectivas leyes. No desmontan definitivamente –como corresponde a la 4T– la aberración de seguir constituyendo reservas para que IMSS-Issste sigan pretendidamente contribuyendo a la estabilidad macro-económica.

En la 4T, Robledo debería establecer que en el IMSS no cabe un concepto como viabilidad financiera, propio al lenguaje neoliberal. El IMSS jamás podrá dejar de tenerla. Por la naturaleza de los compromisos que adquiere con cada retención salarial y aportes patronales, cuenta de facto con el respaldo del Estado para que así cumpla la ley: que sus asegurados reciban justo esas prestaciones de ley. Además, ofrecer mejores servicios no excluye ni contradice establecer reglas claras y transparentes para la caja dorada de reservas que los hace posible.

Sobre el programa de mejora, Robledo refiere consultas y operaciones en fines de semana (ya iniciadas por González Anaya) y alude a los hospitales de tiempo completo ¿los hay de tiempo parcial?

En el fondo del asunto se localiza el impacto de la reforma Zedillo-IMSS-1995 sobre finanzas institucionales y en la nunca cumplida oferta del efímero ex director Germán Martínez para levantar una gran auditoría, rápida y oportuna que deberá estar lista en enero de 2019 con el fin de evitar simulación sindical, vía contratos de protección, o en la entrega de las cuotas obrero-patronales ( La Jornada, 7/12/18). Esa indispensable auditoría debería conducir a Robledo, ya como 4T, a un pronunciamiento sobre los verdaderos determinantes de la situación financiera e, incluso, a cambiar el nombre y diseño del neoliberal Informe al Ejecutivo Federal y al Congreso de la Unión sobre la Situación Financiera y los Riesgos del IMSS impuesto por Santiago Levy.

La operación cosmética fabricada por González Anaya –como la de los panistas– sobre la situación financiera institucional fue una quimera: eludió ajustar el deliberadamente equivocado diagnóstico panista de Fox-Calderón y elaboró otro principio fabulado, tan inverosímil como el previo. Pero ignoró lo principal: el impacto de la reforma Zedillo. El masivo voto de 2018 mandató otro futuro, no priísta, para la seguridad social de la 4T.

6.9.19

Además del tren, proyecto Transístmico incluye parques industriales y un gasoducto

Érika Ramírez

El Corredor Transístmico contempla en su modelo de negocio la instalación de 10 parques industriales, un tren, un gasoducto y el acompañamiento de la Guardia Nacional para garantizar la seguridad a los empresarios. En entrevista, el director del proyecto, Rafael Marín Mollinedo, asegura que ya se realizó la consulta indígena para estos propósitos

El modelo de negocio del llamado Corredor Transístmico contempla no sólo la construcción de un tren, sino también la instalación de 10 parques industriales, un gasoducto y el acompañamiento de la Guardia Nacional para garantizar la seguridad a los empresarios, de acuerdo con el titular del proyecto federal, Rafael Marín Mollinedo. La inversión sexenal será del orden de 250 mil millones de pesos.

Considerado como uno de los principales proyectos de infraestructura del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, éste presenta discursos contradictorios al interior del gabinete: por un lado, Mollinedo –director del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)– asegura que la consulta indígena ya está hecha; por el otro, Hugo Aguilar Ortiz, encargado de la Coordinación de Derechos Indígenas del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), dice que se trata “no de una consulta, sino de un proceso de consulta” (edición 653).

En entrevista con Contralínea, el funcionario de Hacienda y empresario quintanarroense, expone que este proyecto pretende ser el “motor de desarrollo” del Sureste mexicano; también, una cortina de contención para que los migrantes centroamericanos tengan empleo.

Él es uno de los militantes de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) que hicieron un trabajo arduo en Quintana Roo para que el presidente López Obrador obtuviera el triunfo en 2018, ahora encargado de ejecutar uno de los cuatro principales proyectos de infraestructura del sexenio: el Corredor Transístmico, que va de Salina Cruz, Oaxaca, a Coatzacoalcos, Veracruz.

Opositores a este megaproyecto han denunciado que aún no se hace una consulta indígena, como lo marca el artículo 169 de la Organización Internacional del Trabajo, de manera previa, libre e informada. Ante ello, el funcionario de la SHCP asegura que ya se llevó a cabo: “La gente, los indígenas ya nos aprobaron el proyecto”.

De acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo 2019, el Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec tiene como objetivo impulsar el crecimiento de la economía regional “con pleno respeto a la historia, la cultura y las tradiciones del Istmo oaxaqueño y veracruzano”.

El documento, publicado en el 12 de julio en Diario Oficial de la Federación expone que este proyecto aprovechará la posición del Istmo para “competir” en los mercados mundiales de movilización de mercancías. Y que está avalado a través de una consulta realizada durante el 30 y 31 de marzo de este año, mediante asambleas regionales, “se obtuvo la autorización del proyecto por parte de los pueblos de la región binnizá o zapoteco, ayuuk o mixe, zoque, ikoots o huave, chontal, chinanteco, mazateco, mixteco, popoluca, náhuatl y afromexicano, de acuerdo con los artículos constitucionales 1 y 133, el artículo 6 del Convenio de la Organización Internacional del Trabajo y los artículos 19 y 32 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas”.

El modelo de negocio

Entrevistado en sus oficinas de Palacio Nacional, Marín Mollinedo expone que el Corredor Transístmico pretende ser la “palanca del desarrollo” en el Sureste para “irradiar” esta región, la más atrasada en este momento.

A esta zona del país, arguye el empresario dedicado a comercialización de frutas y verduras a través de la compañía Tabana Banana, no se le ha invertido en infraestructura desde hace muchos años, se ha priorizado al centro y al Norte del país; entonces, “para tratar de equilibrar estos niveles de desarrollo, el presidente tiene cuatro proyectos estratégicos, principalmente: el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas, en Tabasco, y los programas de caminos de manos de obra, que son 300 caminos que se van a construir en las zonas más marginadas como Guerrero, Oaxaca y Chiapas; y el cuarto es el corredor del Istmo de Tehuantepec”.

Este ha sido uno de los proyectos que han trascendido la historia, sin concluir, pues desde antes del porfiriato, la parte más estrecha entre Salina Cruz, Oaxaca, y Coatzacoalcos, Veracruz, ha sido codiciada y los pueblos originarios han resistido.

Mollinedo expone que el proyecto va a descansar, principalmente, en modernizar la infraestructura que ya se tiene, los dos puertos: el de Salina Cruz y Coatzacoalcos, y unirlos a través de una vía férrea existente: “lo que pasa es que éste es un proyecto ya muy viejo, tiene más de 100 años, lo creó Porfirio Díaz pero ha estado abandonado, y lo que vamos a hacer nosotros es modernizarlo para poder hacer el cruce de mercancías entre un océano y otro”.

Con ello, el gobierno federal acompañado de la aprobación de los gobiernos estatales, pretende abrir una nueva ruta de transporte marítimo, que cruce por el Istmo de Tehuantepec (que es la zona más estrecha de la República), “tenemos algunas ventajas comparativas con el canal de Panamá, en virtud de que estamos más cerca de Asia y de la Costa Este de Estados Unidos”, añade.

“Queremos generar esta nueva ruta y que las empresas vean que van a tener el acceso a cualquier mercado del mundo y que vengan a invertir en 10 parques industriales que vamos a instalar a lo largo de toda la vía del tren”, dice.

Entre los propósitos, indica, está la instalación de empresas para generar empleos y para transformar materias primas; agregar valor a las materias primas nacionales y, que pudieran venir materias primas del extranjero para que se terminen de transformar aquí y seguir su curso al mercado estadunidense, el más demandante.

Rafel Marín Mollinedo expone que el proyecto que se le ha encomendado tiene proyectada una inversión sexenal de 250 mil millones de pesos, aproximadamente, de los cuales el gobierno federal va a aportar alrededor de 100 mil millones y el resto será de la inversión privada.

En esta ruta también se pretende instalar una red de fibra óptica, que va a venir a un lado de la vía del tren, en el derecho de vía del tren, para darle internet a toda la zona, “vamos a detonar porque las empresas necesitan internet y gas, que ese es otro proyecto: un gasoducto”.

Marín Mollinedo enfatiza que la intención es que donde se establezcan los parques industriales y se tenga que arrendar o afectar la tierra los propietarios originales sean socios. “Que queden como socios en estos desarrollos. Si vamos a hacer un gasoducto, que los dueños de la tierra se pudieran considerar como socios para que los beneficios que dejen esos desarrollos, los propietarios los tengan permanentemente”.

Para la creación de los parques industriales, la administración de López Obrador todavía está en la definición de los polígonos, mismos que podrían ubicarse en terrenos particulares y gubernamentales.

Las nuevas ZEE y las consultas

Durante la administración de Enrique Peña Nieto se promovieron las llamadas Zonas Económicas Especiales (ZEE), que también pretendían “impulsar” la economía del Sureste mexicano. Esta estrategia fue cancelada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, al considerar que no funcionaron.

La diferencia entre las ZEE y estos proyectos, comenta Rafael Marín Mollinedo, es que los anteriores se quedaron en “buenas intenciones, tan fácil como eso; y esto es un proyecto que se va a concretar porque ya estamos trabajando, invirtiendo. Es uno de los proyectos prioritarios y el presidente es una gente de palabra, si dijo que va, ¡va!”

Respecto de la consulta a los pueblos originarios refiere: “Estamos colaborando muy estrechamente con el INPI. Nosotros ya llevamos a cabo la consulta indígena. La gente, los indígenas ya nos aprobaron en proyecto. Es parte del proceso que se tiene que llevar a cabo para hacer otro tipo de obras de infraestructura, por mandato de la OIT”.

De las afectaciones que documentó Contralínea en Salina Cruz, por contaminación de Petróleos Mexicanos en la playa y la salinera, el funcionario dice: “Yo he estado ahí en la salinera y no ha habido comentarios al respecto. Nunca he visto un derrame de petróleo ni nada que me digan que les ha afectado. Hay problemas con Pemex, les deben dinero a algunos ejidatarios por los derechos de vía. Nosotros vamos a gestionar para que se resuelvan, es parte del compromiso”.

Otra de las problemáticas que se le plantea a Marín Mollinedo es el rechazo a los parques eólicos en Juchitán. Sobre el tema, el funcionario de la SHCP reconoce que el proyecto que encabeza también tiene contemplada la instalación de este tipo de infraestructura, por lo que están en arreglos con la Comisión Federal de Electricidad, que es la que tiene los proyectos. Pero “donde establezcamos estos parques vamos a ver el mecanismo de que los propietarios originales participen como socios en este proyecto, que no les des una renta sino que de las utilidades generadas, ellos tengan participación”.

El despliegue de la Guardia Nacional

El documento Situación de la Guardia Nacional, presentado en la conferencia de prensa del presidente López Obrador el 13 de agosto, indica que la Guardia Nacional contará con un importante despliegue de sus efectivos, el cual asciende a 10 mil 445.

Al respecto, el encargado de desarrollar el Corredor Transístmico dice que este corresponde, en parte, a la demanda de los empresarios: “Cuando hemos hablado con ellos para invitarlos a participar y a invertir en la zona, la demanda es de seguridad”.

“Tenemos una mesa de trabajo con la Secretaría de Seguridad Pública y ellos nos van a ayudar a diseñar un proyecto de seguridad para la zona. No es tan grave el problema de la seguridad, al menos en Oaxaca; lo duro está en Coatzacoalcos, Minatitlán (Veracruz). La zona del Norte está muy grave, pero en el Sur el problema está más tranquilo.”

El mismo documento indica que Veracruz contará con 13 mil 702 elementos desplegados por todo el estado. “Vamos a diseñar junto con ellos un programa de seguridad porque es lo que piden las empresas, tener seguridad pública para también invertir, sino no hay inversión”, enfatiza el servidor público.

1.9.19

La ignorancia económica


Óscar Enrique Díaz Santos

Desde que tomó posesión Andrés Manuel López Obrador como presidente de la República, ha tenido diversas controversias en materia económica con especialistas, calificadoras, economistas y hasta con las propias instituciones gubernamentales encargadas de medir la actividad económica del país. En forma recurrente, cuando una medición no es del agrado del señor presidente, su argumento es que están equivocadas, ya que sus cifras dicen lo contrario.

Hay algunas cuestiones económicas que son importantes considerar:

  1. Una de las primeras situaciones fue en su toma de posesión cuando expresó que recibía un país quebrado. Técnica y económicamente no era así, ya que se cumplía con todos los compromisos de deuda (principal y su costo) y no se había dejado de pagar. En el artículo que escribí en esta prestigiada revista (“Un país saqueado no es lo mismo que un país en quiebra”), señalé que la quiebra implicaba la insolvencia y la cesación de pagos de las obligaciones. Esto no podía pasar porque sería equivalente a declarar una moratoria de pagos, cuestión que no era saludable ni deseable. Para ese entonces el país contaba con un poco más de 175 mil millones de pesos en reservas internacionales, lo cual soportaba los compromisos adquiridos. Ciertamente la duda pública es de un poco más del 50 por ciento del producto interno bruto (PIB) y ello provoca que una parte importante del gasto público se destine para cubrir, ya no el principal de la deuda sino su costo, lo cual limita el crecimiento y desarrollo económico.

  1. Otro malestar que tuvo el presidente fue la calificación otorgada a la economía y, en concreto, a Petróleos Mexicanos (Pemex) por las calificadoras. Eso lo hizo explotar. Dijo que las mediciones de estas calificadoras obedecían a sus intereses propios. Es cierto que las calificadoras de inversión, en cierto sentido, se manejan por cuestiones políticas, pero también es cierto que a nivel mundial son una referencia para los mercados financieros internacionales y hay que tomar en cuenta las calificaciones que emiten.

  1. Cuando el Banco de México redujo el pronóstico de crecimiento del PIB, lo descalificó y comentó que sus cifras indicaban que se crecería más del 2 por ciento. La primera medición del PIB, en el primer trimestre, hubo un descenso del 2 por ciento en la actividad económica y en el segundo trimestre logró su mejor nivel del 0 por ciento. El dato inicial que publicó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) del 0.1 por ciento fue celebrado por el presidente como si hubiéramos crecido al 2 por ciento pronosticado para 2019. En principio, tener un crecimiento negativo en el primer trimestre no se recupera fácilmente, ya que si se bajó cierto porcentaje no basta con crecer al mismo porcentaje para recuperar lo perdido debido que la medición no es lineal sino exponencial.

  1. En los últimos días el presidente ha señalado que la economía está muy bien y que no importa el crecimiento económico, sino el desarrollo. El sostiene que con sus acciones (no programas) para ayudar a los más necesitados se genera bienestar económico. Creo que no es así. Puede dar recursos económicos para que las personas con escasos o nulos ingresos puedan elevar su consumo, pero no elevan su calidad de vida. Hay un indicador que se denomina Índice de Desarrollo Humano (IDH), el cual mide tres componentes: nivel de ingresos, nivel de salud y grado de escolaridad. Aún existen más de 20 millones de mexicanos en pobreza extrema, los cuales no tiene una buena calidad de vida. Esa es una tarea muy importante que tiene que cumplir.

  1. Para que exista desarrollo económico debe de haber crecimiento económico. Sin no lo hay, sólo se tratará de paliativos que mitigan, pero no reducen la pobreza. Para que se pueda aspirar a tener un desarrollo económico, el crecimiento del PIB debe de estar por encima del nivel de crecimiento de la población. Por ejemplo, si la población creciera al 2 por ciento anual, el PIB lo debería de hacer por lo menos tres veces más. Señor presidente, hay metodologías económicas para hacerlo. Vea usted, China es el país en el mundo que mayor crecimiento económico ha tenido en los últimos 20 años y aún con su poderío comercial y económico, sigue siendo un país subdesarrollado.

  1. Señor presidente, otro beneplácito que tuvo fue cuando el Banco de México anunció una reducción de la tasa de interés de referencia de .25 puntos base para quedar en 8 por ciento y comentó que eso era bueno porque a las personas les aumentaba los ingresos para elevar el consumo. Creo que no es así, porque no necesariamente esta reducción no beneficiará a los usuarios de servicios financieros. Hay una metodología que utilizan los bancos para determinar las tasas activas de interés. La base de la determinación de la tasa de interés que cobran los bancos es la Tasa de Interés Interna de Equilibrio (TIIE), a ésta se suman 28 puntos que son la base de los Certificados de la Tesorería (Cetes) y también se suma la Tasa o Premio de Riesgo que los bancos determinan para cada uno de sus instrumentos. La TIIE es un promedio de los intereses de los tres bancos más grandes del país. En este contexto, el beneficio será en algunos instrumentos, pero en otros no. Finalmente, cada banco lo decide. Obviamente los que no tiene actividad con los bancos, los más pobres, seguirán igual de fregados.

  1. No le gusta a usted la palabra recesión. La recesión es parte del ciclo económico que cada economía, tarde que temprano, sufre. Incluso cuando una economía permanece mucho tiempo en auge, los economistas plantean que se está sobrecalentando y hay que enfriarla, por lo que es necesario una recesión calculada y bien manejada para no caer en crisis económica que traiga consecuencias funestas para la población. Otra cuestión es que, quiera o no quiera, la dependencia que tiene México con los Estados Unidos de entre 70 y 80 por ciento en el comercio, lo hace vulnerable a una recesión internacional. Ojo, hay visos en la economía mundial que puede presentarse una recesión, quizá no en este y el próximo año, pero sí en 2 años.

Señor presidente, en lo particular lo conmino a que haga caso de las señales económicas y no caer en la ignorancia de la economía. Usted mencionó en su conferencia mañanera que la recuperación económica es una tarea que no se ha cumplido. Ciertamente, así como hay economistas malos también los hay brillantes y hay que hacerles caso. También en los presidentes de la República también hay muchos malos y quizá alguno bueno. Hay que buscarlo en un pajar como una aguja.

Óscar Enrique Díaz Santos*
*Doctor en economía por la Universidad Nacional Autónoma de México y especialista en gasto público y presupuesto