25.1.13

ELLOS Y NOSOTROS.

IV.- Los dolores de abajo.
Enero del 2013.
¿Cuántas veces no nos ha parado en la calle una patrulla por el delito de
“portación de cara” sospechosa o cresta y después de unos golpes y de ser
extorsionados nos dejan ir?
“Represión y Criminalización”, Cruz Negra Anarquista-México. Enero/2013
- ¿Y a la gente joven que ahora mismo ven en ti un héroe y un ejemplo de
una persona que ha sido injustamente castigado por un sistema represor? –
- Que héroe, no. Que héroe es cada uno de los jóvenes que salen cada día a
la calle a organizarse a cambiar esta sociedad injusta y este sistema
económico, político. Y se organizan, se defienden… Que no teman, que el
miedo va a cambiar de bando –
Alfonso Fernández, detenido en prisión a raíz del 14N, en el Estado Español,
entrevistado por Shangay Lily, en Kaos en la Red. enero del 2013.
“Es necesario un enemigo para darle al pueblo una esperanza. (…) Ahora
bien, el sentimiento de la identidad se funda en el odio hacia los que no son
idénticos. Hay que cultivar el odio como pasión civil. El enemigo es el
amigo de los pueblos. Hace falta a quien odiar para sentirse justificados en
la propia miseria. Siempre. El odio es la verdadera pasión primordial.”
Umberto Eco. El Cementerio de Praga.

¿Dónde y cuándo empieza la violencia?
Veamos.
Frente a un espejo, en cualquier calendario y en cualquier geografía…
Imagine que usted es diferente al común de la gente.
Imagine que usted es algo muy otro.
Imagine que usted tiene determinado color de piel o de cabello.
Imagine que lo desprecian y lo humillan, que lo persiguen, que lo encarcelan, que lo matan por eso, por ser diferente.
Imagine que desde que nace, todo el sistema le dice y le repite que es usted algo raro, anormal, enfermo, que debe arrepentirse de lo que es y que, después de achacarlo a la mala suerte y/o a la justicia divina, debe hacer todo cuanto le sea posible por modificar ese “defecto de fabricación”.
/ Y, claro, mire usted, precisamente tenemos un producto que sencillamente
hace m-a-r-a-v-i-l-l-a-s con defectos congénitos. Este pensamiento lo alivia
de la rebeldía y ese tan molesto estarse quejando de todo. Esta crema le
cambia el color de la piel. Este tinte para el cabello le da la tonalidad de
moda. Este curso de “cómo ganar amig@s y ser popular en la red” le da
todo lo necesario para ser una persona moderna. Este tratamiento le
devolverá la juventud. Este dvd le mostrará cómo comportarse en la mesa,
en la calle, en el trabajo, en la cama, en los asaltos ilegales (ladrones), en
los asaltos legales (bancos, gobernantes, elecciones, empresas legalmente
establecidas), en las reuniones sociales… ¿qué? Oh, ¿no lo invitan a las
reuniones sociales?… ok, también le indica cómo hacer para que lo inviten.
En fin, aquí sabrá usted el secreto de cómo triunfar en la vida. ¡Deje muy
atrás a lady Gaga y yustin biber en número de seguidores en tuiter! Incluye
una máscara según su elección. ¡Tenemos de todas! También la de CSG…
ok, ok, ok, ése fue un mal ejemplo, pero sí tenemos una para cada necesidad.
¡Que ya no lo miren con asco! ¡Que ya no le digan nac@, indi@, prole,
negr@, región 4, zombie, filozapatista! /
Imagine usted que, a pesar de todos sus esfuerzos y buenas acciones, no logra ocultar su color de piel o de cabello.
Ahora imagine que se lanza una campaña para eliminar a tod@s quienes son como usted.
No es que haya un evento para darle inicio, o una ley que lo establezca, pero usted se da cuenta que todo el sistema empieza a andar y dirigirse contra usted, y contra quienes son como usted. Toda la sociedad convertida en una máquina cuyo propósito principal es aniquilarlo.
Primero hay miradas de desaprobación, asco, desprecio. Siguen los insultos, agresiones. Después hay detenidos, deportados, encarcelados. Luego muertos por aquí y por allá, legal e ilegalmente. Finalmente una campaña en forma, la máquina en toda su capacidad, para desaparecerl@ a usted y a tod@s l@s que se le asemejen. La identidad de quienes forman la sociedad se afirma con el odio hacia usted. ¿Su culpa? Ser diferente.
-*-
¿Todavía no lo ve?
Ok, imagine entonces que usted es… (ponga usted el masculino, el femenino o lo otro, según su caso).
Un indígena en un país dominado por extranjeros. Una parvada de helicópteros militares se dirige a sus tierras. La prensa dirá que la ocupación del parque eólico impedía la disminución de la contaminación o que la selva estaba siendo destruida. “El desalojo era necesario para reducir el calentamiento global del planeta“, secretario de gobierno.
Un negro en una nación dominada por blancos. Un juez WASP le va a dictar sentencia. El jurado lo declaró culpable. Entre las pruebas presentadas por la fiscalía está un análisis de la pigmentación de su piel.
Un judío en la Alemania nazi. El oficial de la Gestapo lo mira fijamente. Al otro día el informe dirá que se ha depurado la raza humana.
Un palestino en la Palestina actual. El misil del ejército israelí apunta a la escuela, el hospital, el barrio, la casa. Mañana los medios dirán que se abatieron objetivos militares.
Un inmigrante en el otro lado de cualquier frontera. Se acerca una patrulla de la migra. Al día siguiente no aparecerá nada en los noticieros.
Un cura, monja, seglar que optó por los pobres, en medio de la opulencia del Vaticano. El discurso del Cardenal va dirigido contra quienes se inmiscuyen en cosas terrenales.
Un vendedor ambulante en un centro comercial exclusivo en una zona residencial exclusiva. El camión de granaderos se estaciona. “Defendemos el libre comercio“, declarará el delegado gubernamental.
Una mujer sola, de día o de noche, en un transporte público lleno de hombres. Una pequeña variación en el porcentaje de “violencia de género”. El agente policial dirá: “es que luego ellas provocan”.
Un gay solo, de día o de noche, en un transporte público lleno de machos. Una mínima variación en el porcentaje de “violencia homofóbica”.
Una trabajadora sexual en una calle extraña y esquina ajena… se acerca una patrulla. “El gobierno combate la trata de blancas con eficacia” dirá la prensa.
Una punk, un rastafari, una skatera, un cholo, una metalera, en la calle, de noche… se acerca otra patrulla. “Estamos inhibiendo las conductas antisociales y el vandalismo“, jefe de gobierno.
Un grafittero “rayando” en el World Trade Center… se acerca una otra patrulla. “Haremos todo lo necesario para tener una ciudad bella y atractiva para el turismo“, cualquier funcionario.
Un comunista en una reunión del partido fascista de derecha. “Estamos en contra de los totalitarismos que tanto daño han hecho en el mundo“, el presidente del partido.
Un anarquista en una reunión del partido comunista. “Estamos en contra de las desviaciones pequeño-burguesas que tanto daño han hecho a la revolución mundial“, el secretario general del partido.
Un programa del noticiero “31 minutos” en la barra informativa de CNN. Tulio Triviño y Juan Carlos Bodoque se miran desconcertados, no dicen nada.
Un grupo alternativo de música tratando de vender su disco en un concierto de Lady Gaga, Madona, Justin Bieber, el o la que les siga. La tira se acerca. Las fans gritan a rabiar.
Una artista danzando fuera del gran centro cultural donde se presenta la función (sí-de-gala-sólo-con-invitación-lo-sentimos-señorita-está-usted-estorbando), del ballet Bolshoi. Seguridad procede a restablecer la tranquilidad.
Un anciano en una reunión presidida por el ministro japonés de finanzas Taró Asó (estudió en Stanford y hace poco pidió a las personas mayores de edad “que se den prisa en morir” porque sale muy caro que sigan vivos). Se recorta aún más el gasto social.
Un Anonymus criticando el “copyright” en una junta de accionistas de Microsoft-Apple. “Un peligroso hacker tras las rejas“, señalarán los medios.
Un joven Mapuche que, en Chile, reclama el territorio de sus antecesores mientras ve venir las tanquetas y el verde ofensivo de los carabineros. La bala que lo hiere mortalmente en la espalda seguirá impune.
Un joven y/o estudiante o desempleado en un retén del ejército-policía-guardia civil-carabineros. ¿Lo último que escuchó? “¡Disparen!
Un comunero nahua en las oficinas de una empresa minera trasnacional. Uniformados lo secuestran. “Estamos investigando“, respectivos gobiernos.
Un disidente frente a los muros de gris metal levantados, mientras del otro lado la clase política mexicana se traga el sapo de una imposición más. Recibe el golpe de una bala de goma que le hace perder un ojo o le rompe el cráneo. “Se llama a la unidad por el bien del país. Hora de dejar las rencillas detrás“, cabezas de noticieros.
Un campesino frente a un ejército de abogados y policías escuchando que la tierra que trabaja, donde nacieron y crecieron sus padres, sus abuelos, sus tatarabuelos, y así hasta que el tiempo se confunde, es ahora propiedad de una empresa inmobiliaria y que usted está despojando a los pobres empresarios de algo que legalmente les pertenece. La cárcel.
Un opositor al fraude electoral que ve cómo son exonerados los 40 ladrones y sus lame-suelas. La burla: “hay que darle la vuelta a la página y mirar hacia adelante“.
Un hombre o una mujer que se acerca a ver de qué es la bulla y de pronto es “encapsulada” por las fuerzas del orden. Mientras la o lo empujan, golpean y patean para llevarla a la patrulla, usted alcanza a ver que las cámaras de conocido canal de televisión están apuntando para otro lado.
Un indígena zapatista en la cárcel del mal gobierno (PRI-PAN-PRD-PT-MC) desde hace varios años. Lee en el periódico: “¿Por qué el EZLN reaparece hasta ahora que el PRI regresó al Poder? Muy sospechoso.
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¿Nos sigue?
Ahora…
¿Siente la certeza de estar fuera de lugar?
¿Siente el miedo de ser ignorad@, insultad@, golpead@, burlad@, humillad@, violad@, encarcelad@, asesinad@ sólo por ser quien es?
¿Siente la impotencia de no poder hacer nada para evitarlo, para defenderse, para ser escuchado?
¿Maldice usted el momento en que se metió en ese lugar, el día en que nació, la hora en que comenzó a leer este texto?
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Varios de los ejemplos arriba mencionados tienen nombre, calendario y geografía:
Juan Francisco Kuykendall Leal. El compa Kuy, de la Sexta, profesor, dramaturgo, director de teatro. Cráneo destrozado el 1 de diciembre del 2012 por un disparo de las “fuerzas del orden”. Planeaba hacer una obra de teatro sobre Enrique Peña Nieto.
José Uriel Sandoval Díaz. Joven estudiante de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, e integrante del Consejo Estudiantil de Lucha. Perdió un ojo en la represión del 1 de diciembre del 2012, a raíz del ataque de las “fuerzas del orden”. Planeaba resistir la imposición de Enrique Peña Nieto.
Celedonio Prudencio Monroy. Indígena Nahua. secuestrado el 23 octubre del 2012 por las “fuerzas del orden”. Planeaba resistir el despojo de las tierras nahuas por parte de las mineras y los talamontes.
Adrián Javier González Villarreal. Joven alumno de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica de la Universidad Autónoma de Nuevo León, México, asesinado en enero del 2013 por las “fuerzas del orden”. Planeaba graduarse y ser un profesional exitoso.
Cruz Morales Calderón y Juvencio Lascurain. Campesinos tomados prisioneros en Veracruz, 2010-2011, por las “fuerzas del orden”. Planeaban resistir el despojo de sus tierras por parte de empresas inmobiliarias.
Matías Valentín Catrileo Quezada. Joven indígena Mapuche, asesinado el 3 de enero del 2008, en Chile, Latinoamérica, por las “fuerzas del orden”. Planeaba resistir el despojo de la tierra mapuche por parte del gobierno, latifundistas y empresas trasnacionales.
Francisco Sántiz López, indígena zapatista, preso injustamente por las “fuerzas del orden” Planeaba resistir la contrainsurgencia gubernamental de Juan Sabines Guerrero y Felipe Calderón Hinojosa.
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Ahora… no se desespere, ya casi terminamos…
Ahora imagine usted que no tiene miedo, o que sí lo tiene pero lo controla.
Imagine que va usted y, frente al espejo, no sólo no oculta o maquilla su diferencia, sino que la remarca.
Imagine que usted hace de su ser diferente un escudo y un arma, se defiende, encuentra a otr@s como usted, se organiza, resiste, lucha, y, sin darse apenas cuenta, pasa del “soy diferente” al “somos diferentes”.
Imagine que no se esconde usted detrás de la “madurez” y la “sensatez”, detrás de los “no es el tiempo”, “no hay condiciones”, “hay que esperar”, “es inútil”, “no hay remedio”.
Imagine que no se vende, que no claudica, que no se rinde.
¿Pudo imaginarlo?
Bueno, pues aunque ni nosotros ni usted lo sepamos todavía, somos parte de un “nosotros” más grande y aún por construir.
(continuará…)
Desde cualquier rincón, en cualquiera de los mundos.
SupMarcos.
Planeta Tierra.
Enero del 2013.

16.1.13

Tareas de clase

Luis Linares Zapata
 
El feroz desprecio hacia Hugo Chávez, lejos de amainar con su crítico estado de salud actual, se recrudece. La propaganda que azuza la discordancia y el descrédito hacia el presidente sureño, en gran parte inducida desde los centros de poder hegemónico, ha surtido efecto, al menos entre determinadas clases sociales de distintos países. México es un caso ejemplar de ello; la inoculación colectiva ha sido por completo eficaz entre las capas medias, en especial las de mejores ingresos. La fobia hacia tal personaje alcanza decibeles pocas veces vistos, ni siquiera la figura de Fidel Castro sufrió tales malquerencias. La visceralidad se trae a flor de piel, rayando lo racial, y poco o nada puede hacerse para que, los ya afectados por las tareas de zapa difusiva puedan abrir sus mentes a otros recuentos y visiones. El análisis de datos específicos, aun los provenientes de fuentes independientes, es rechazado de inmediato al simple conjuro del nombre del venezolano.

Tratar de llevar una discusión ordenada, racional, informada, que intercambie puntos de vista, es casi perder el tiempo. La posibilidad de recapacitar cuando se trata de observar lo que sucede en el país sudamericano se reduce a lo mínimo. Todo se traduce en juicios terminales: es un tirano, estúpido, tramposo, feo, hablador, insoportable: está hundiendo a su país. Un bufón, tal como lo calificó Carlos Fuentes en un arranque de sonoro desprecio. No hay que olvidar, en este preciso aspecto, que el escritor recién fallecido fue amigo cercano del zar de medios venezolanos, Cisneros, con quien vacacionaba con frecuencia. Poco importa entonces que el ingreso per cápita venezolano sea de los tres mejores en Latinoamérica (13 mil dólares), muy por encima del de México, que ocupa un pobre sexto lugar (10 mil 500 dólares). También se ignora la mejoría reciente en la igualdad, medida por el índice de Gini. Venezuela tiene la menor desigualdad en este continente, similar a la canadiense, según datos confiables.

Solicitar que se ponga atención a cifras económicas, logros educativos, de salud y vivienda, elecciones calificadas, interacciones continentales, nuevas concepciones latinoamericanas, es tarea de titanes. Todo retorna al origen de la viral discordancia en la persona de Hugo Chávez. Intentar la descripción del fenómeno venezolano es rechazado de inmediato; las voces se uniforman con desdén inocultable. La labor destructiva llevada a cabo desde dentro de Venezuela y, sobre todo, desde los distintos ambientes decisorios de varios países, en especial los patrocinados o afines a las posturas de la inteligencia estadunidense, no tiene parangón. Chávez ya es, para estos grupos sociales afectados, el demonio de la democracia, el libertino manirroto, el zar de la corrupción, el populista megalómano, el tirano eternizado en el poder. La CNN, y demás agencias noticiosas imperiales, no pierden la ocasión para trasmitir algún complemento informativo negativo, poner énfasis en cualquier escándalo de drogas, de inseguridad, priorizar los muchos juicios condenatorios, terminales, que se emiten por críticos enterados (desde Miami) y que sumen a la encomienda de acabar con el enemigo mayor de la decencia, la libertad, la propiedad y el futuro.

La crisis social chilena, centrada en la desigualdad y la educación privatizada, al ser presentada por los medios masivos –la televisión en primer lugar– se congela en las pantallas como luchas callejeras de estudiantes contra policías. Nada se dice del endeudamiento familiar, de la baja calidad y elevado costo de las escuelas, de la pauperización del trabajo, de la insuficiencia de las cuentas de retiro, de los millones de inconformes y un largo etcétera. El modelo chileno, idealizado por seguidores neoliberales, es preservado a toda costa, incluyendo, claro está, el silencio y la desinformación. Similar fenómeno acontece con el asunto venezolano, pero en sentido inverso. Hasta las mismas manifestaciones de apoyo a Chávez y las preocupaciones por su salud son presentadas como actos compulsivos, llenos de fanatismo, rasgo común, se presupone, entre la masa de color oscuro.

El desconocimiento de las clases medias mexicanas sobre lo que acontece en varios países sudamericanos, en especial Bolivia y Ecuador o, en menor grado, en Argentina o Uruguay, es rampante, discriminador e intencionado. Es por eso que también se ningunean los efectos y preocupaciones que la enfermedad de Chávez causa en esas naciones y sus gobiernos. La pesadumbre que invade a países como Brasil, varios centroamericanos y del Caribe no es suficiente para repensar posiciones ya encallecidas por la intensa propaganda. Poco importa que la presidenta Fernández viaje hasta Cuba para mostrar su congoja con el grave enfermo. O que el de Perú, Humala, haga lo mismo. Y qué decir de la intermediación venezolana en las negociaciones de la paz colombiana, tan incómoda para Estados Unidos. Esos actos, de significación política innegable, son descartados sin discusión y, en su lugar, se aduce, en las pantallas y la radio, la sospechosa cantaleta de siempre: nadie ha visto a Chávez desde tal fecha.

Muy a pesar del efecto demoledor que causa la campaña difusiva fincada en Chávez (y en menor medida en Correa y Evo), pero centrada en realidad en la continuidad del modelo neoliberal vigente, éste está siendo contrariado en amplias regiones latinoamericanas. Y es precisamente ahí, en esos lugares, donde el crecimiento económico es mayor, la mejoría de los beneficios sociales se nota y la riqueza empieza a repartirse con equidad creciente. La pérdida de protagonismo totalizador del empresariado, de las clases medias, las partidocracias, de los enclaves industriales, comerciales y financieros globales, de la hegemonía estadunidense, de la academia y la crítica orgánica, en esos países es considerable. En sentido contrario sobresale, eso sí, la emergencia –como actores y sujetos decisorios– de amplios conjuntos de los de mero abajo y un proceso solidario e integracionista a escala subcontinental.

7.1.13

Peña, Wayne y la seguridad

Carlos Fazio

A cinco semanas de la entronización cívico-militar de Enrique Peña como administrador de los intereses de los poderes fácticos y el capital transnacional, el arranque de la nueva era del Partido Revolucionario Institucional (PRI) arroja pocos datos duros. A escala práctica, lo más visible en la transición ha sido el protagonismo del embajador de Estados Unidos, Anthony Wayne, con eje en la agenda de seguridad y la contrarreforma energética. También algunos ajustes retóricos en el discurso oficial de turno, dirigidos a promover la amnesia histórica y la destrucción de la memoria, y la reaparición de los halcones como grupo de choque del Estado, combinada con el uso de las balas de goma por los fusileros de Manuel Mondragón y Ángel Osorio Chong, con la complicidad de Marcelo Ebrard.

En el plano simbólico, destaca el hecho de que en el momento de su entronización en el Congreso, fue el general comandante de estado mayor quien le acomodó la banda presidencial a Peña y no un representante de la soberanía popular. Aunque en rigor, como ocurrió hace seis años en Los Pinos, la ceremonia de transmisión del mando se dio al filo de la medianoche en Palacio Nacional, cuando en un singular evento protocolario Felipe Calderón entregó la bandera a su sucesor, y Peña procedió a tomar protesta a los nuevos responsables de las fuerzas armadas y del gabinete de seguridad nacional, en una ceremonia más militar que civil, homosintonizada a través de la cadena monopólica mediática privado-estatal.

Envueltos en la vieja iconografía priísta, ambos actos y escenarios fueron decorados, iluminados, concebidos y configurados como acontecimientos litúrgico-mediáticos para las cámaras de la televisión. Salvo algunas pequeñas escaramuzas de legisladores de oposición, en el recinto de San Lázaro la operación guarura funcionó. A su vez, el blindaje mediático de Estado copó las estaciones de radio y televisión. Con intermitencia, debajo de las pantallas aparecieron dos cintillos: el arranque y nueva era. Lo cual remite al conocido análisis de Walter Benjamin en el epílogo de su pequeño ensayo La obra de arte en la era de su reproductibilidad técnica, sobre la estetización de la política y lo que eso significa: el arranque de una nueva era de violencia extrema.

Escribió Benjamin: Todos los esfuerzos por un esteticismo político culminan en un solo punto. Dicho punto es la guerra. Profético, Benjamin escribió ese texto en 1935, en pleno ascenso del nazismo. El acontecimiento mediático de la entronización de Peña, culminada a coro con el mexicanos al grito de guerra, fue un verdadero ejemplo de una estetización superlativa de la política y anuncio de otro sexenio de liturgia kitsch exacerbada. Es decir, como en el calderonismo, de violencia, miedo y terror, siempre culminando en una invocación a guerra y más guerra.

Los ajustes para la nueva guerra de Peña contra el pueblo están en curso. Subordinado a la agenda de seguridad de Washington –como garantía para la imposición de la contrarreforma energética: la privatización de Pemex, con el petróleo y el gas shale como las frutas maduras a enajenar por Luis Videgaray y Pedro Joaquín Coldwell–, Peña ha sido empujado a adoptar algunos cambios de forma para que todo siga igual. Bajo el monitoreo in situ del embajador Wayne y de Janet Napolitano, secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, el equipo de seguridad del nuevo régimen ha ido tomando contacto directo con sus contrapartes en Washington y con los elementos de las agencias de inteligencia, policial y militar estadunidenses que operan en el territorio mexicano.

Los encuentros de Wayne y Napolitano con los secretarios Miguel Ángel Osorio Chong, Emilio Chuayffet y Luis Videgaray, de Gobernación, Educación y Hacienda respectivamente, y con el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, y el encargado de despacho de la Secretaría de Seguridad Pública federal, Manuel Mondragón, en el marco de la Declaración sobre la administración de la frontera en el siglo XXI (mecanismo ejecutivo bilateral suscrito por los presidentes Calderón y Barack Obama en mayo de 2010), junto con las filtraciones sobre la designación del ex procurador Eduardo Medina Mora como próximo embajador en Washington, formaron parte de los amarres para la continuidad de la agenda de seguridad en su nueva fase.

Precedidas del breve encuentro Peña/Obama en Washington el 27 de noviembre –cuando el jefe de la Casa Blanca propuso el tuteo como forma de relación a su homólogo mexicano: El primer punto de la agenda es que tú me llames Barack y yo te llamaré Enrique–, las asimétricas conversaciones de poder de Napolitano y Wayne con los funcionarios mexicanos deben de haber versado sobre el nuevo giro de la Iniciativa Mérida, el aterrizaje de la Gendarmería Nacional, el uso y aplicación de la Plataforma México, la formación de una supersecretaría de Gobernación (que coordinará todos los centros de inteligencia civil), y la necesidad de introducir cambios retóricos en el discurso del nuevo régimen en relación con el eje seguridad-educación-derechos humanos, elementos que han aparecido ya en el discurso de Peña.

El enfoque policiaco en el gasto de la Secretaría de Gobernación, que en 2013 destinará 76 por ciento de sus recursos a tareas de seguridad nacional y pública, y donde destaca una partida de mil 500 millones de pesos para la creación de una Gendarmería Nacional, es tal vez lo más significativo del arranque de la nueva era del PRI. Aunque en principio, la construcción de una policía de élite, con disciplina militar, capacitación de alto nivel y elevados sistemas de control y confiabilidad, y formada por 10 mil elementos del Ejército y la Marina, es un remedo de la Policía Federal del calderonismo, cuerpo al que sustituye la nueva Gendarmería y que quedará relegado ahora, previa su reorganización, a misiones especiales.