8.6.14

La burbuja financierista de Wall Street en el Golfo de México sin Pemex, según FPIF


Alfredo Jalife-Rahme

Mientras los itamitas que dirigen la privatización de Pemex desde la Secretaría de Hacienda no saben responder insólitamente a la incógnita hierática de la renta petrolera y las regalías que serán obsequiadas a las trasnacionales ( La Jornada, 06/6/14), el think tank FPIF (de Estados Unidos) advierte el riesgoso negocio de la privatización del petróleo en México http://www.jornada.unam.mx/2014/06/ 04/opinion/016o1pol) y el flagrante ejemplo negativo de Bolivia.

¿Por qué se entrometen los fracasados financieristas itamitas en asuntos geológicos/petroleros cuando tienen a la economía de México de cabeza? Pues para crear la burbuja financierista en beneficio de Wall Street, esta vez mediante el truco contable del booking: la bursatilización encubierta mediante la enajenación catastral para el productor trasnacional.

El carácter financierista de la enajenación catastral de Pemex será transmutado en una burbuja especulativa por las petroleras anglosajonas basada en las pletóricas reservas –una de las mayores del planeta que confiesa The Financial Times (06/6/14)– en las profundidades del Golfo de México, el famoso tesoro, que andaría en 100 mil millones de barriles y que obscenamente es objeto del booking, según los criterios de la Comisión Reguladora de Valores (SEC, por sus siglas en inglés) de Nueva York, cuya brillante idea entreguista es atribuida por Bloomberg Bussines Week y Forbes (http://www.forbes.com/sites/doliaestevez/2013/08/22/british-billionaire-ayman-asfari-defends-mexican-presidents-proposed-oil-reform/ y http://www.bloomberg.com/news/2013-08-13/mexico-plans-oil-reserve-sweetener-to-lure-exxon-chevron.html) a Enrique Ochoa Reza, ex subsecretario de Energía y hoy flamante director de la CFE.

La burbuja financierista del petróleo mexicano por Wall Street sin Pemex la desnuda hasta cierto punto el artículo de Laura Carlsen del FPIF, quien se queda muy corta en el organigrama expoliador y en los vínculos que llevan hasta BlackRock/Televisa (http://www.jornada.unam.mx/2013/12/11/opinion/026o1pol).

Laura Carlsen aduce que existe otra capa semioculta (¡supersic!) en la privatización del petróleo de México, ya que lo que el gobierno mexicano y las trasnacionales privadas codician en el esquema de la privatización de México no es tanto el flujo del petróleo como el flujo de capitales (¡supersic!). La tesis financierista/ itamita de Bajo la Lupa, a la que fue entrenado Videgaray en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), según su tesis fiscalista en respuesta a los choques petroleros (http://es.scribd.com/doc/228505482/39767685-1) que dirigió el fallecido latinófobo Rudiger Dornbusch, un fanático neoliberal fondomonetarista.

Laura Carlsen cita los secretos revelados por The Wall Street Journal (http://online.wsj.com/news/articles/SB10001424052702303492504579111360245276476): La mayor parte del crecimiento en la producción del combustible fósil proviene de empresas que necesitan vender acciones (¡supersic!), endeudarse (¡supersic!) o vender activos (¡supersic!) para cerrar la brecha con la colocación de un tapón entre su gasto y sus ingresos.

El meganegocio de los hidrocarburos, el máximo del planeta, no es geológico ni lógico, sino financierista/especulativo.

A mi juicio, la verdadera privatización de Pemex se gestó con la extranjerización de la otrora banca nacional, cuando México se quedó sin el arma financiera en sus manos. En términos de capitalización de mercado (su valor bursátil), México fue el país que más se abrió a la banca foránea, entregando hasta 92 por ciento del total.

Los fariseos y/o samaritanos que propalan la vinculante consulta popular estarán cazando moscas si no agregan la creación de una sólida banca nacional que sea competitiva con la existente.

Tal consulta popular, sin la creación simultánea de una banca nacional, quedaría totalmente truncada y a merced de los chacales especuladores de Wall Street, porque el juego global es financierista.

Según The Wall Street Journal, el controvertido banco británico Barclays PLC estima que “las 50 (¡supersic!) principales exploradoras de petróleo y gas necesitaron recaudar el año pasado 50 mil 300 millones de dólares para cerrar tal tapón (¡supersic!), de lo que Maynard Holt, copresidente del banco de inversiones de energía Tudor Pickering Holt & Co., con sede en Houston, exulta: Los dólares necesitados (sic) nunca habían sido tan amplios. El dinero se encuentra verdaderamente aquí y los raudales (¡supersic!) de los capitales de la energía global están fluyendo en nuestro sentido.

¡Obviamente!: para eso sirve gran parte de la impresión masiva de dólares por la Reserva Federal y su Quantitative Easing.

Por cierto, Bobby Tudor, mandamás del banco de inversiones en energía Tudor Pickering Holt & Co., trabajó por dos décadas para el pestilente Goldman Sachs (http://www.tphco.com/bobby-tudor), donde obtuvo un excepcional entrenamiento especulativo.

No hay que perder de vista que detrás del cataclismo financiero del Fobaproa/IPAB en México –que abrió la puerta a la privatización de Pemex por la vía financierista– se encontró un funcionario de Goldman Sachs, el itamita Martín Máximo Werner Wainfeld (Cuando el multigenocida Goldman Sachs saqueó México y Ghana http://www.jornada.unam.mx/2010/05/02/politica/016o1pol), hermano de otro itamita, Alejandro Mariano, quien pagó la deuda del Fobaproa/IPAB desde la Secretaría de Hacienda y ahora es director del FMI para Latinoamérica. ¡Misión cumplida del círculo virtuoso!

Laura Carlsen fustiga que las élites (¡supersic!) políticas y económicas de México están ansiosas de subirse al juego financierista cuando el imperativo (sic) de crecimiento del capitalismo empuja a la especulación hacia el siguiente estallido financiero. Su diagnóstico es impecable e implacable sobre la próxima burbuja financierista de Wall Street en las profundidades del Golfo de México: Nunca fue sobre el bien común. Debajo de la retórica, se trata de asegurar que los raudales (sic) de capitales fluyan en los bolsillos del poder.

Hace un año expuse (http://www.jornada.unam.mx/2014/01/05/opinion/010o1pol) la opinión de Philip K. Verleger Jr., de los economistas que más saben de hidrocarburos, quien exhibe que Wall Street, y no los productores estatales con grandes reservas y producción, determina el precio de los hidrocarburos (http://www.international-economy.com/TIE_W07_Verleger.pdf).

Ninguna variación en cuanto a la próxima burbuja financierista en el Golfo de México de los megabancos de Wall Street cuando está a punto de estallar la burbuja del fracking del gas shale (http://www.jornada.unam.mx/2014/05/28/opinion/018o1pol), que constituyó el opio del modelo neoliberal financierista http://www.jornada.unam.mx/2014/06/01/opinion/018o1pol. Ahora la banca de Wall Street –desde BlackStone/BlackRock pasando por JP Morgan hasta Goldman Sachs/Banca de Inversiones en energía Tudor Pickering Holt & Co.– se prepara a inflar una súperburbuja financierista sobre el cadáver de Pemex (https://www.youtube.com/watch?v=3UVjCUStmo0) en las aguas profundas del Golfo de México.

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