27.6.10

Entrenan al Ejército en contrainsurgencia

El Universal
Doris Gómora

El Comando Norte de Estados Unidos entrena a miembros de las fuerzas armadas de México en programas de contrainsurgencia que utiliza para desmantelar redes en Afganistán e Irak, y que en algunos aspectos se aplican para combatir a los cárteles del narcotráfico, indica información del comando estadounidense.

Al respecto, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que las fuerzas armadas de México reciben entrenamiento por parte del Comando Norte y del ejército de Estados Unidos en su conjunto, pero no dio detalles sobre los programas en los que participan los militares nacionales.

“La prioridad número uno será nuestra asociación con México. No hay duda”, afirmó James Winnefeld Jr, nuevo comandante del Comando Norte de los Estados Unidos, quien agregó que la relación entre las fuerzas armadas de ambos países nunca ha sido mejor.

El reporte de mayo del Comando Norte indica que basados en la experiencia que han adquirido las fuerzas estadounidenses en Afganistán e Irak combatiendo contrainsurgentes, éste comando trabaja con las fuerzas armadas de México entrenándolos con la idea de que el enemigo vive entre civiles y no es un enemigo externo al país, como tradicionalmente se ha formado al ejército y armada mexicanos.

Mediante entrenamientos y programas de intercambio con las fuerzas armadas de México, el Comando Norte se ha concentrado en proporcionar entrenamiento en áreas de inteligencia y en la forma en que deben trabajar de manera conjunta en operaciones con otras agencias de la ley.

Al destacar el respeto a la soberanía de México, Winnefeld señaló que existen grandes oportunidades para “compartir entrenamiento, información e inteligencia, y ayudar al ejército mexicano a construir capacidades”.

“Nuestra relación —militar a militar— con México se está fortaleciendo, con total respeto a la soberanía mexicana y con responsabilidad compartida en el combate a la actividad del tráfico ilícito transnacional que afecta nuestras naciones”, afirmó en marzo pasado el entonces comandante del Comando Norte Victor Renuart ante el Comité de Fuerzas Armadas del Senado estadounidense.

Seguridad binacional

Renuart destacó que, como parte del acercamiento total del gobierno de Estados Unidos, la más significativa contribución del Comando Norte es el fortalecimiento de la capacidad operativa del Ejército Mexicano, la Fuerza Aérea y la Armada, “centrándose en la capacidad de desarrollar análisis y compartir información que permita al Ejército Mexicano conducir operaciones en contra de las organizaciones del narcotráfico para, sistemáticamente, desmantelarlas”.

La información de mayo del Comando Norte señala que desde hace dos años el ejército de Estados Unidos envía anualmente 20 equipos, integrados por cuatro o cinco militares, que viajan a México en visitas cortas para proporcionar entrenamiento a sus contrapartes sin participar en operaciones en el país, y destacó que la mayoría de esos militares han participado en operaciones en Afganistán e Irak, incluyendo trabajo social y de reconstrucción.

“El nivel de comunicación, cooperación e intercambio de entrenamiento entre las fuerzas armadas de Estados Unidos y México se ha incrementado dramáticamente en los últimos dos años y representa una histórica oportunidad para mejorar la estrategia de largo plazo de asociación en seguridad entre Estados Unidos y México”, destacó Renuart ante el comité del senado.

Administración de justicia

Información del Comando Norte destaca que el Ejército Mexicano envía también oficiales a Estados Unidos para observar operaciones o recibir entrenamiento en diversas áreas, entre ellas en derechos humanos y legislación, aspectos que, afirmó, “se necesitan para transformar a los militares, de una fuerza convencional diseñada para combatir amenazas externas, a un ejército que tiene que enfrentar una guerra irregular donde el enemigo vive entre civiles”.

Lo anterior, destaca el informe, es un proceso similar al que enfrentó el ejército de Estados Unidos tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, por lo que abogados del Comando Norte y de las fuerzas armadas de México participan en cursos, talleres y conferencias para integrar la currícula de los litigantes militares.

“Adicionalmente, abogados de las fuerzas armadas de México han visitado varias entidades militares estadounidenses para observar, de primera mano, cómo los oficiales norteamericanos se organizan y entrenan para la administración de la justicia militar y para conducir operaciones en cumplimiento con las leyes nacionales e internacionales”, refirió Renuart.

Por petición de Renuart el Instituto para la Cooperación de la Seguridad Hemisférica (WHINSEC, por sus siglas en inglés) proporcionará, en los próximos meses, entrenamiento a las fuerzas armadas de México en el tema de derechos humanos, y se estableció que no se revelarán los nombres de los estudiantes ante el riesgo de que puedan ser objetivos de organizaciones del narcotráfico o de grupos terroristas.

Las acciones del Comando Norte son coordinadas con los esfuerzos para construir las capacidades de las fuerzas de la ley civiles de México, que realizan el Departamento de Estado y otras agencias, detalló Renuart.

En este sentido, dejó en claro que si bien se trabaja con México en desarrollar y fortalecer la capacidad militar para combatir al narcotráfico, el objetivo de largo plazo es establecer una relación duradera para cooperar en futuros aspectos de seguridad mutua.

Por su parte, Winnefeld el nuevo comandante del Comando Norte, externó que existen grandes oportunidades para favorecer la relaciones entre militares de Estados Unidos y México, pero siempre en términos aceptables para ambos países, especialmente con respeto a la soberanía mexicana.

La mayoría de la asistencia militar y de seguridad por parte de los Estados Unidos se ha enfocado a la violencia y al tráfico de siete organizaciones dedicadas al narcotráfico, señala Graham Turbiville, en un reporte sobre “El compromiso del ejército de Estados Unidos con México: pasado difícil y futuro desafiante” que publicó en marzo pasado la Universidad de Operaciones Conjuntas que depende del Pentágono.

A través del reporte hace un recuento de la historia y destaca cómo desde 2002 con el surgimiento del Comando Norte, las fuerzas armadas de México han tenido una mayor participación en ejercicios de operaciones con los ejércitos de otros países y en entrenamientos con el ejército de Estados Unidos.

El desafío más grande que tienen el ejército y las fuerzas de la ley de México, apoyados por oficiales estadounidenses, es el enfrentar grupos de narcoparamilitares bien equipados, algunos de los cuales están integrados por ex militares o ex policías cuyo poder más efectivo se encuentra en la corrupción multiplicadora, señaló Turbiville, quien sirvió por 30 años en la comunidad de Inteligencia del Departamento de Defensa de Estados Unidos.

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