13.11.01

Gabinete de guerra II

El Universal
14 de abril de 2001
Gabinete de guerra
Heinz Dieterich Steffan
(Segunda parte)

LA red terrorista de Estado, creada en los años 80 por la Casa Blanca para destruir al gobierno sandinista y los movimientos populares en Centroamérica, es una de las principales fuentes de reclutamiento del nuevo gobierno de George Washington Bush, para América Latina. Otto Reich, nominado por Bush para cubrir el puesto de secretario asistente para el Hemisferio Occidental, en el Departamento de Estado, es un ejemplo de esos funcionarios reciclados de la era Reagan. Reich nació en Cuba en 1945 y llegó a Estados Unidos en 1960. De 1983 a 1986, el presidente Ronald Reagan lo puso a cargo de un programa clandestino de guerra psicológica (Office of Public Diplomacy , OPS), destinado a engañar a la opinión pública sobre la campaña de terrorismo de Estado que Washington ejecutaba en Centroamérica.


Oficialmente subordinado al Departamento de Estado, Reich era de hecho parte integral de la red terrorista antinicaragüense ("contra"), que operaba desde la Casa Blanca y su Consejo de Seguridad Nacional (NSC), coordinada por el teniente coronel Oliver North. Durante su tenencia en el cargo, Reich se volvió delincuente, realizando "actividades propagandísticas clandestinas, prohibidas en Estados Unidos", como sentenció un comité de investigación del Congreso en 1987. En 1986, el propagandista fue premiado por sus actividades ilegales con el puesto de embajador en Venezuela, donde se quedó hasta 1989. Fue durante su estancia que el terrorista cubano Orlando Bosch, responsable de la muerte de 73 pasajeros a bordo de un avión de Cubana de Aviación que fue destruido por una bomba, "escapó" de una cárcel venezolana. Durante los últimos seis años, Reich ha vivido de las prebendas de las empresas transnacionales, como "lobbista" en Washington. En esa función ha promovido los intereses armamentistas de la empresa Lockheed frente a la venta de cazabombarderos F-16 a Chile; de la transnacional British American Tobacco (BAT), de la cual ha recibido al menos 100 mil dólares en los últimos tres años y de la Bacardí-Martini que le ha desembolsado más de 600 mil dólares.


Reich jugó un papel importante en la redacción de la ley HelmsBurton que intensificó el ilegal bloqueo contra Cuba y que tiene provisiones que benefician a los dueños de Bacardí. Entre los padrinos que lo promueven para el cargo más importante de la política latinoamericana de Bush II, se encuentran el gobernador de Florida y hermano del presidente, Jeb Bush; las cabezas de la camarilla cubano-estadounidense en Miami, los diputados republicanos Lincoln Diaz-Balart e Ileana Ross-Lethinen; el senador republicano de extrema derecha, Jesse Helms, y la Fundación Heritage. John Negroponte, embajador de la Casa Blanca ante las Naciones Unidas, es otro funcionario reciclado de la red de terrorismo de Estado (red contra-Irán ), creada por Reagan. Negroponte, calificado por Bush II como "miembro clave" de su equipo de política exterior, fue embajador en Honduras entre 1981 y 1985, cuando el gobierno de Reagan convirtió a este país centroamericano en la base de agresión militar contra el gobierno nicaragüense y el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), en El Salvador. Parte de esta agresión militar que derramó al gobierno colaboracionista hondureño alrededor de mil millones de dólares, fue la creación del Batallón 316 , de Inteligencia Militar. Financiado y entrenado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Washington, el Batallón 316 fue, de hecho, el principal escuadrón de la muerte que operó en Honduras y que desapareció a 140 personas, cuyos cuerpos nunca fueron encontrados.

Documentos desclasificados del gobierno estadounidense demuestran que Washington mintió sistemáticamente a la opinión pública del país para ocultar sus crímenes. Negroponte fue el más alto funcionario de la agresión estadounidense en Honduras y, por lo tanto, según las Leyes de Nuremberg, es responsable de los crímenes de guerra cometidos por su gobierno. Pero, en lugar de ser llevado a una corte internacional de justicia, para responder por sus delitos, es premiado como embajador ante las Naciones Unidas, por el gobierno de George Washington Bush. El actual secretario del Departamento de Estado, general Colin Powell, proviene de esta misma red. Siendo jefe del Estado Mayor, bajo el secretario de Defensa Dick Cheney, Powell recomendó al presidente Bush padre la invasión a Panamá.

En un libro suyo se jacta de haber sido el "principal promotor dentro del gobierno" de los contras nicaragüenses. En septiembre de 1983 acompañó al entonces secretario de Defensa, Caspar Weinberger y a Oliver North a Centroamérica, para supervisar la agresión contra Nicaragua. También fue elemento activo en el escándalo Irán-contra, en el cual se vendieron cohetes a Irán, a cambio de apoyo financiero de Arabia Saudita a la contra.

No hay comentarios.: