En el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa (2007-2012), la producción petrolera sexenal ocupó el cuarto lugar en los últimos 42 años. La venta del llamado oro negro fue impresionantemente elevada, con ingresos totales de 545 mil 496 millones de dólares por la comercialización de 5 mil 891.10 millones de barriles en 6 años, a un precio altísimo de 92.56 dólares por barril, el más alto en el periodo.
Con esos astronómicos ingresos, Calderón pudo haber pagado la deuda total de Petróleos Mexicanos (Pemex) con un sobrante de más de 300 mil millones de dólares. Por eso, hasta hoy, este pésimo y corrupto gobernante le debe una explicación al pueblo de México
respecto al destino de estos impresionantes ingresos. Con estos datos,
posiblemente el expresidente y expanista sea el máximo saqueador de
Pemex y del país en los últimos 42 años.
Las estadísticas oficiales
de la productividad petrolera anual y sexenal revelan que los ingresos
por esta actividad sí permitían pagar la deuda de Pemex en las pasadas
administraciones federales panistas de Vicente Fox Quesada y Calderón Hinojosa, y del priísta Enrique Peña Nieto.
Con el análisis de las cifras diarias, anuales y sexenales desde José López Portillo
(1977-1982) hasta Peña Nieto –es decir, 7 sexenios (42 años)– se
demuestra por ejemplo que el sexenio de López Portillo tuvo la menor
producción petrolera promedio, con 3 mil 898.2 millones de barriles durante todo su sexenio, lo que significa un 84 por ciento menos que la producción del sexenio de Vicente Fox, con una producción exorbitante de 7 mil 161.30 millones de barriles. El problema es que Fox exprimió al máximo posible los yacimientos petroleros llegando a extraer 4 millones de barriles diarios en 2004.
En el caso de López Portillo y a pesar de que en su sexenio se empezó a explotar Cantarell, su producción diaria promedio sexenal fue de solamente 1.78 millones de barriles diarios, la más baja en los últimos 42 años.
Con Miguel de la Madrid
se elevó la producción diaria a 2.57 millones de barriles, aunque su
venta sexenal fue más baja que la de su antecesor, por la caída de los
precios internacionales del barril de petróleo crudo con un costo
promedio sexenal de 47.43 dólares por barril.
En el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1989-1994)
la producción diaria de barriles fue la segunda más alta en 42 años,
con 3.07 millones de barriles diarios, pero la venta fue la segunda más
baja, ya que la caída de los precios del barril llegó a 28.39 dólares.
Con Ernesto Zedillo Ponce de León
(1995-2000) la producción diaria ocupó el tercer lugar en 42 años, con
2.91 millones de barriles diarios vendidos al precio más bajo de 26.43
dólares por barril.
Ya en el sexenio de Fox
(2001-2006), la producción sexenal promedio fue de 7 mil 161.30
millones de barriles, la más alta en 42 años con una elevadísima
producción diaria de 3.27 millones de barriles diarios (su producción
fue desmedida e irresponsable, tratando de agotar rápidamente los
yacimientos de la Sonda de Campeche). Sus ventas fueron las segundas más
elevadas en el periodo analizado, a pesar de que el precio promedio por
barril fue de 48.50 dólares.
Pero, sin duda, el de Calderón Hinojosa (analizado al inicio) fue el más rentable. En el caso de su sucesor, Peña Nieto
(2013-2018), la producción diaria promedio sexenal fue de 2.33 millones
de barriles diarios, la quinta en 42 años, con ingresos por venta
promedio de 331 mil 997 millones de barriles, con el tercer precio más
alto –de 65.80 dólares– en el periodo. Este presidente tan corrupto como
Fox y Calderón también tuvo los ingresos suficientes para pagar la
deuda total de Pemex y posiblemente también la deuda del gobierno
federal.
Y es que los números no mienten: en 1999, la deuda de la petrolera era de 12 mil 500 millones de dólares; en 2006, de 51 mil 160 millones de dólares; en 2012, de 58 mil 646 millones de dólares; y en 2018, de 103 mil 761 millones de dólares. En el gobierno de Calderón –el de más ingresos petroleros–, Pemex solicitó créditos por 13 mil 800 millones de dólares.
El descarado robo a Pemex
La ruina, la gran tragedia de Pemex y de México, han sido los grandes yacimientos
petroleros descubiertos desde hace más de 120 años, aunque nuestros
antepasados mesoamericanos ya utilizaban el crudo para decorar y pintar
su cerámica de barro. De muy poco ha servido esa gran riqueza natural,
pues quizá sólo un 20 por ciento de esa descomunal riqueza ha llegado a
cuenta-gotas al pueblo mexicano.
Es importante recordar que en estos datos estadísticos oficiales no están considerados los robos históricos
que desde 1938 han hecho todos los gobernantes, políticos, líderes
sindicales, amigos y parientes de presidentes y gobernadores a la
principal industria del país: Pemex.
Desde hace más de 50 años, buquetanques
propiedad de directores de la petrolera y prestanombres de servidores
públicos han robado permanentemente combustible de las plataformas marinas, de cientos de tanques de almacenamiento y de las agencias de ventas a la luz de día con lujo de descaro. El huachicoleo siempre ha existido solapado y en complicidad con la mayoría de los presidentes del país.
Los mexicanos nunca sabremos con certeza
la verdadera producción diaria nacional. Difícilmente los mejores
técnicos de Pemex podrán conocer la verdadera producción petrolera, por
la complejidad de miles de tomas y salidas clandestinas del combustible
crudo. Algunos técnicos y perforadores de la empresa del Estado que
ahora están jubilados o fallecidos calculaban que las “fugas” representaban entre un 20 y 25 por ciento
de su producción diaria, pero por supuesto que de estos datos no
existen estadísticas oficiales y es probable que el porcentaje sea mucho
mayor en cada sexenio.
Desde hace 42 años, Pemex ha tenido
ingresos diarios promedio por la venta de petróleo crudo por 140.43
millones de dólares diarios, que significan 2 mil 808.6 millones de
pesos diarios. Con estos recursos se puede pagar en aproximadamente 57
días el costo de la refinería de Dos Bocas, Tabasco,
que ascenderá a 8 mil millones de dólares, lo que evitaría el
financiamiento de los contribuyentes a esta innecesaria obra sexenal.
Con tanta riqueza petrolera, desde hace
42 años México pudo haber estado entre las primeras 15 potencias
económicas del mundo, pero desafortunadamente nuestros gobernantes se
robaron el patrimonio y el bienestar de muchas generaciones y sólo nos
queda el desprestigio y la vergüenza de tener la empresa petrolera más corrupta e ineficiente del mundo y un pueblo, en su mayoría, devastado por la pobreza e inseguridad.
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