Mathieu Tourliere
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Para resarcir la crisis financiera de 2007,
los gobiernos aplicaron la misma receta neoliberal: se endeudaron para
salvar el sector financiero del colapso y, en lugar de recaudar dinero
en el sector privado –sobre todo en las empresas transnacionales–,
impusieron medidas de austeridad a sus pueblos, con lo que redujeron sus
gastos en sectores clave como la educación o la salud públicas.
A una década de esa crisis, instituciones internacionales y
organizaciones de la sociedad civil deploran que los gobiernos no
abordaran de manera coordinada dos puntos clave del sistema financiero
internacional: la competencia tributaria entre países y los paraísos
fiscales que bancos, empresas transnacionales y personajes
multimillonarios siguen utilizando para eludir los impuestos en los
países donde sacan sus ganancias.
En su informe anual 2017, publicado el jueves 14, la Conferencia de
las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas
en inglés) realizó un análisis sorprendentemente crítico sobre los
impactos de la “hiperglobalización” y de las medidas de austeridad en
las sociedades.
El organismo urgió a los gobiernos a asestar un “impulso fiscal concertado” para “reequilibrar las economías y las sociedades”.
A lo largo de sus 200 cuartillas, el reporte denuncia la extrema
concentración de la riqueza en el sector financiero –los bancos acaparan
100 billones de dólares–, la privatización generalizada de los sectores
de la salud, la educación y las pensiones, así como el surgimiento de
“súper élites” internacionales, mejor conocidas en la opinión pública
como “el 1%”.
Como resultado, la desigualdad se disparó en el seno de los países, y
la riqueza global se concentró en las manos de ese 1%, que amenaza a
los gobiernos con desplazar sus centros de producción y capitales hacia
otros países en el caso de que incrementen los impuestos. La impotencia
de los Estados dejó un terreno fértil a los discursos xenofóbicos y
nacionalistas, constata el informe.
México es el más desigual de los países de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) –los cuatro hombres más
ricos del país concentran 9% del PIB– y el que menos impuestos recauda:
un 17.4% de su PIB, apenas la mitad del promedio de las naciones del
organismo.
También es uno de los países del llamado G24 con la menor tasa de
tributación a las empresas: apenas 10.9% de sus ingresos fiscales
provienen de las corporaciones.
Entre sus recomendaciones, la UNCTAD llamó a los gobiernos a
incrementar sus ingresos fiscales –mediante impuestos a las propiedades y
los ingresos del capital, o con el abandono de las condonaciones
fiscales, entre otros– y luchar de manera eficiente contra los paraísos
fiscales.
El documento subrayó que ningún país puede tomar esta iniciativa por
sí sólo, puesto que enfrentaría el riesgo de que los ricos saquen las
riquezas y sus capitales, que la moneda colapse o que arranque un ciclo
deflacionista.
Y no sólo la UNCTAD: la Comisión Económica para América Latina
(Cepal) y la OCDE multiplicaron los llamados a los gobiernos para que
colaboren y pongan un “hasta aquí” a los abusos de las empresas
transnacionales y del sector financiero.
Segundo plano
En medio de la crisis de derechos humanos que azota a México, el tema
fiscal pasa a un segundo plano, lamenta la abogada chilena Magdalena
Sepúlveda Carmona, exrelatora especial de la ONU sobre pobreza extrema y
derechos humanos.
Sepúlveda es integrante de la Comisión Independiente para la Reforma
Internacional de la Fiscalidad Corporativa (ICRICT, por sus siglas en
inglés), la cual aboga a favor de una reforma fiscal internacional que
iría más allá de las iniciativas de la OCDE, el “club” de los países
occidentales más ricos del planeta.
“Los países recortan sus presupuestos sin buscar nuevos ingresos,
dicen que no tienen recursos disponibles para mejorar los servicios de
salud”, observa Sepúlveda, en entrevista con Apro.
Enseguida añade: “En América Latina, tenemos una base de impuestos
bajísima en relación con la OCDE. No me digan que no tienen el dinero
cuando en realidad regalan el dinero a las transnacionales y al sector
más rico de la población. No están haciendo lo máximo que pudieran
hacer, no me digan que deben tomar medidas de austeridad”.
Junto con los demás integrantes de la ICRICT –entre ellos el Nobel de
Economía estadunidense Joseph Stiglitz, consultores y representantes de
comunidades religiosas–, Sepúlveda busca mostrar que el tema fiscal es
un tema de derechos humanos, que “nos afecta a todos, porque si el 1% de
los más ricos no paga, es difícil que los Estados tengan el presupuesto
suficiente para una política social”.
La chilena recuerda que las empresas transnacionales suelen negociar
al tú por tú con los gobiernos, mediante acuerdos secretos –exenciones
de impuestos, agilización de trámites, por ejemplo– y a veces a través
de actos de corrupción. Los gobernantes, a su vez, justifican el
otorgamiento de ventajas a estas empresas por la creación de empleos.
“Para que la sociedad civil pueda realmente estimar si la creación de
estos empleos vale o no la pena, hay que saber cuánto las empresas
dejaron de pagar impuestos. El riesgo que se corre es que los trabajos
de la industria extractiva son de bajos salarios, y las empresas dejan
de pagar muchos impuestos. En ello necesitamos que haya más
transparencia, que esto sea público”, opina.
De acuerdo con la experta, “ahora más que nunca” los Estados deben
implementar políticas tributarias progresistas que incrementen la base
impositiva de los grupos económicos más fuertes y las empresas
transnacionales.
“Este tema es donde más queda patente la injusticia: no pagan
impuestos donde están generando el dinero, se van adonde tienen un pago
de impuestos menor y se crea una competencia fiscal dañina”, deplora.
La experta cita la investigación periodística global Los Papeles de
Panamá –en la que participó Proceso–, que exhibió las entrañas del mundo
offshore, cuya secrecía y beneficios fiscales son usados tanto por los
conglomerados transnacionales para reducir sus impuestos como por grupos
criminales para lavar dinero de procedencia ilícita.
“Estos mismos sistemas que están promovidos por abogados, por
empresas de contaduría, que facilitan que las empresas no paguen
impuestos, también están utilizadas por las mafias”, asevera. Y añade:
“Cuando hablamos de la tributación, no hablamos de temas que no le
competen a la sociedad civil, porque afectan a la cohesión social de
nuestros países”.
Sepúlveda señala algunos avances a nivel internacional. El pasado 16
de noviembre, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra
la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) criticó por primera vez a
Suiza por sus políticas protectoras del secreto bancario y la
información tributaria.
En sus observaciones sobre el país helvético, el organismo
internacional se “preocupó” de que las políticas suizas favorables a las
empresas transnacionales “puedan tener un efecto negativo en la
capacidad de otros Estados, particularmente los que tienen escasos
ingresos, para movilizar al máximo los recursos disponibles con miras a
hacer efectivos los derechos de la mujer”.
Conciencia global
En enero pasado, la OCDE deploró que en México “la evasión y la
elusión fiscal reducen los ingresos del gobierno” y, en un informe
publicado el pasado miércoles 13, el organismo destacó que México es el
país con la menor recaudación de impuestos, así como con la menor tasa
de redistribución a través de impuestos y transferencias.
Ello es problemático, pues una baja recaudación fiscal implica una
baja redistribución de las riquezas de un país, lo que se traduce en la
concentración de los recursos en pocas manos y una baja inversión en los
servicios públicos.
De acuerdo con este documento, la administración mexicana recauda
impuestos equivalentes a 17.4% del PIB, una tasa mucho menor que en
Dinamarca, donde se eleva a 45%.
El coeficiente de Gini, que mide la desigualdad en el ingreso, sólo
se reduce en 0.3% después de los impuestos en México. Es decir: el
efecto redistributivo de la recaudación de impuestos simplemente no
existe en el país, mientras que en Irlanda los impuestos “corrigen” el
41% de la desigualdad medida por el índice de Gini.
En su informe anual, la UNCTAD plantea: “Lo que se requiere es una
estrategia de expansión (fiscal) y de incremento del gasto público,
coordinada a nivel internacional”.
Enseguida añade que el objetivo de los gobiernos debería consistir en
“poner fin a la austeridad y contener el sector financiero para servir
la sociedad de nuevo”.
“Con la renuencia de los países desarrollados a realizar un impulso
(fiscal) coordinado, la austeridad se convirtió en la política
macroeconómica estándar en muchas economías emergentes, que enfrentan desbalances fiscales y altos niveles de deuda”, indicó.
“Desde los principios de la hiperglobalización, el sector financiero
tendió a generar inmensas ganancias, absurdamente desproporcionadas con
sus beneficios sociales”, observó la UNCTAD. En paralelo, las mayores
corporaciones transnacionales acapararon una parte siempre más
importante de la economía, a través de las privatizaciones de servicios
públicos, por ejemplo.
El informe toma el ejemplo “bien conocido” de la privatización de
Telmex durante la administración del expresidente Carlos Salinas.
Recuerda que, al comprar Telmex, el magnate Carlos Slim obtuvo un
monopolio en el sector de las telecomunicaciones, desde el cual aplicó
tarifas indebidas. De acuerdo con la OCDE, tan sólo entre 2005 y 2009,
los mexicanos pagaron 25.8 mil millones de pesos de más cada año a la
empresa del magnate, equivalente a 1.8% del PIB del país.
“Ello se presta a apoyar la visión de que la hiperglobalización
promueve las ‘ganancias sin prosperidad’, y que el poder asimétrico en
los mercados es un factor que contribuye fuertemente al incremento de la
desigualdad en el ingreso”, sostiene el reporte.
29.9.17
26.9.17
El sismo, la militarización de la ciudad y la politización de la espontaneidad
Andreas Arroyo
Entre el polvo asfixiante del escombro y la pestilencia de la clase política mexicana y sus cuerpos de “seguridad”, queremos preguntar: ¿Qué deja al descubierto el sismo de 7.1 grados que azotó la Ciudad de México el martes 19 de Septiembre de 2017?
Se hace evidente, ante todo, la militarización a la que fue sometida la población en las zonas en donde ocurrieron los colapsos y derrumbes de los edificios. Pocas horas después del sismo, y ante la organización espontánea de los habitantes para emprender las primeras tareas de rescate en los lugares siniestrados, la SEDENA, SEMAR y PF, así como la policía de la CDMX, implementaron el “Plan MX”, cuyo aparente objetivo es, según Presidencia, “proteger la vida y el patrimonio de los mexicanos de todas las regiones de nuestro territorio, antes, durante y después de una contingencia.”1
Sin embargo, como hemos podido constatar a lo largo de estos días, el operativo instrumentado por estos cuerpos de seguridad del Estado mexicano tuvo como objetivo el control de la población; en primer lugar, asegurando las zonas siniestradas al crear cordones de seguridad que replegaron e impidieron el paso de la población civil a dicha zonas; en segundo lugar, el control y la manipulación de la información, en donde, desde el guión elaborado por los militares, los principales medios de comunicación sirvieron para dichos fines.2
Se construyó una coartada que fue inhibiendo de manera súbita, y después poco a poco, la respuesta y organización de los civiles. Protección civil, tanto federal como a nivel CDMX, bajo el argumento de estar capacitados y “saber” que-hacer ante el terremoto, desarticuló, malinformó y obstaculizó las labores de rescate emprendidas por la población civil, delegando la tarea a la SEMAR, SEDENA y a sus pequeñas brigadas no capacitadas. En diferentes escenarios se pudo observar la falta de diligencia de dichas instituciones en las tareas de rescate, no así en el aseguramiento de la s zonas, como fue el caso de los edificios ubicados en: calle Álvaro Obregón 286, calle Coquimbo en Lindavista y calle San Luís Potosí esquina con Medellín, por mencionar algunos.
A lo anterior ha de añadirse que en diferentes poblaciones, ya desde el sismo del 7 de Septiembre, la SEMAR tomó el control de la distribución de los víveres y, en algunos casos, se hicieron con el control de la ayuda proveniente de otros lugares para posteriormente resguardarla y entregarla a nombre de sus instituciones y del gobierno federal .3
La respuesta del Estado mexicano, fue, una vez más, siguiendo los manuales de contrainsurgencia4 dictados por USA, la militarización y el control de la población.
Se hace evidente, por otra parte, la red de corrupción tejida entre las inmobiliarias, las constructoras y las autoridades delegacionales. Los permisos de construcción otorgados a las constructoras incumplen las normas de edificación proyectadas para la CDMX; además, se ponen en evidencia los trabajos de los funcionarios responsables de Protección Civil de las delegaciones, los responsables de obra, que por orden de la constructora o debido al desvío de materiales, emplean materiales de baja calidad, incompletos o no se cumplen los procesos y normas en el armado de las estructuras de carga y del concreto.
La mayoría de edificios que colapsaron son edificios construidos después de 1985, algunos, incluso, no tienen ni un año de haberse terminado. Las zonas, casualmente, en donde se derribaron la mayor parte de ellos son zonas en proceso de gentrificación.5
A todo ello debe agregarse el vínculo entre políticos y funcionarios de la CDMX con los empresarios inmobiliarios que hacen del derecho a la ciudad un negocio de cuantiosas ganancias en donde lo que menos importa es la calidad y la seguridad de las viviendas que construyen; así como la indiferencia frente al impacto ambiental que generan dichas construcciones.
Frente a esta tragedia, los partidos políticos enfilan sus estrategias de cara al 2018 y hacen de la desolación su botín político; reciclan propuestas para destinar los fondos de campaña a la reconstrucción de los lugares devastados, condicionan la ayuda proveniente de la sociedad civil a los afiliados a sus partidos, se toman fotos y prometen cosas que jamás han cumplido ni cumplirán; o de manera más descarada, como el caso del gobernador de Morelos, Graco Ramírez y su esposa, la presidenta del DIF, Elena Cepeda 6, retienen , desvían y se apropian de la ayuda enviada para usarla con fines electorales.
La población civil, mayoritariamente compuesta por jóvenes, salió a las calles a prestar ayuda. La solidaridad desplegada por los diferentes sectores de la población de la CDMX muestra que los tejidos comunitarios que creíamos rotos, aún existen. Sin embargo, la articulación que lograron a partir de las necesidades inmediatas frente al sismo es una articulación despolitizada, carente no sólo de referentes, sino carente de perspectivas que puedan derivar en procesos organizativos que posibiliten la impugnación y la transformación de las políticas implementadas en los últimos 30 años que han dejado al país en una crisis estructural en todos los ámbitos.
Es evidente el grado de inconformidad de la sociedad y el enojo ante la clase política que sigue los mandatos de las grandes empresas no sólo de la construcción, sino de las transnacionales que acaparan la producción y distribución de energía, alimentos, productos y servicios. Pero, también es evidente que si continúa la articulación despolitizada de estos sectores, la solidaridad no logrará generar un proceso que reconfigure el escenario de catástrofe que sigue desplegándose ante nuestros ojos como si soplara el viento, esta vez no del progreso, sino de la mera y llana barbarie. Por ello, politizar el enojo y la indignación es una tarea de primer orden.
Quizá vaya siendo hora de romper la unilateralidad de las demandas inmediatas y la esponteneidad, efectiva, pero efímera, y vayamos enfrentando comunitariamente la totalidad de problemas que hoy asoman a partir de un sismo que horadó el concreto, pero también, que abrió una situación posible de peligro, de peligro potencial para el edificio llamado Estado mexicano.
Notas:
1Así lo define Presidencia: https://www.gob.mx/ presidencia/articulos/ya- sabes-que-es-el-plan-mx
2Queda al descubierto, también, que existen diferencias operativas y políticas dentro de la SEMAR. Las declaraciones contradictorias entre dos altos mandos de dicha institución, en torno a la inexistente niña Frida Sofía, muestra los conflictos internos que existen.
3Véase el siguiente artículo del semanario Proceso: http://www.proceso.com.mx/ 503242/ejercito-la-marina- toman-control-entrega-viveres- en-oaxaca-mando-militar-video
4Sobre este tema, puede consultarse el libro de Gilberto López y Rivas, Estudiando la contrainsurgencia de Estados Unidos: http://www.rebelion.org/docs/ 157900.pdf
5Al respecto véase: http://www.sinembargo.mx/22- 09-2017/3312598
6Véase el artículo de La Jornada: http://www.jornada.unam.mx/ 2017/09/24/politica/004n1pol
Entre el polvo asfixiante del escombro y la pestilencia de la clase política mexicana y sus cuerpos de “seguridad”, queremos preguntar: ¿Qué deja al descubierto el sismo de 7.1 grados que azotó la Ciudad de México el martes 19 de Septiembre de 2017?
Se hace evidente, ante todo, la militarización a la que fue sometida la población en las zonas en donde ocurrieron los colapsos y derrumbes de los edificios. Pocas horas después del sismo, y ante la organización espontánea de los habitantes para emprender las primeras tareas de rescate en los lugares siniestrados, la SEDENA, SEMAR y PF, así como la policía de la CDMX, implementaron el “Plan MX”, cuyo aparente objetivo es, según Presidencia, “proteger la vida y el patrimonio de los mexicanos de todas las regiones de nuestro territorio, antes, durante y después de una contingencia.”1
Sin embargo, como hemos podido constatar a lo largo de estos días, el operativo instrumentado por estos cuerpos de seguridad del Estado mexicano tuvo como objetivo el control de la población; en primer lugar, asegurando las zonas siniestradas al crear cordones de seguridad que replegaron e impidieron el paso de la población civil a dicha zonas; en segundo lugar, el control y la manipulación de la información, en donde, desde el guión elaborado por los militares, los principales medios de comunicación sirvieron para dichos fines.2
Se construyó una coartada que fue inhibiendo de manera súbita, y después poco a poco, la respuesta y organización de los civiles. Protección civil, tanto federal como a nivel CDMX, bajo el argumento de estar capacitados y “saber” que-hacer ante el terremoto, desarticuló, malinformó y obstaculizó las labores de rescate emprendidas por la población civil, delegando la tarea a la SEMAR, SEDENA y a sus pequeñas brigadas no capacitadas. En diferentes escenarios se pudo observar la falta de diligencia de dichas instituciones en las tareas de rescate, no así en el aseguramiento de la s zonas, como fue el caso de los edificios ubicados en: calle Álvaro Obregón 286, calle Coquimbo en Lindavista y calle San Luís Potosí esquina con Medellín, por mencionar algunos.
A lo anterior ha de añadirse que en diferentes poblaciones, ya desde el sismo del 7 de Septiembre, la SEMAR tomó el control de la distribución de los víveres y, en algunos casos, se hicieron con el control de la ayuda proveniente de otros lugares para posteriormente resguardarla y entregarla a nombre de sus instituciones y del gobierno federal .3
La respuesta del Estado mexicano, fue, una vez más, siguiendo los manuales de contrainsurgencia4 dictados por USA, la militarización y el control de la población.
Se hace evidente, por otra parte, la red de corrupción tejida entre las inmobiliarias, las constructoras y las autoridades delegacionales. Los permisos de construcción otorgados a las constructoras incumplen las normas de edificación proyectadas para la CDMX; además, se ponen en evidencia los trabajos de los funcionarios responsables de Protección Civil de las delegaciones, los responsables de obra, que por orden de la constructora o debido al desvío de materiales, emplean materiales de baja calidad, incompletos o no se cumplen los procesos y normas en el armado de las estructuras de carga y del concreto.
La mayoría de edificios que colapsaron son edificios construidos después de 1985, algunos, incluso, no tienen ni un año de haberse terminado. Las zonas, casualmente, en donde se derribaron la mayor parte de ellos son zonas en proceso de gentrificación.5
A todo ello debe agregarse el vínculo entre políticos y funcionarios de la CDMX con los empresarios inmobiliarios que hacen del derecho a la ciudad un negocio de cuantiosas ganancias en donde lo que menos importa es la calidad y la seguridad de las viviendas que construyen; así como la indiferencia frente al impacto ambiental que generan dichas construcciones.
Frente a esta tragedia, los partidos políticos enfilan sus estrategias de cara al 2018 y hacen de la desolación su botín político; reciclan propuestas para destinar los fondos de campaña a la reconstrucción de los lugares devastados, condicionan la ayuda proveniente de la sociedad civil a los afiliados a sus partidos, se toman fotos y prometen cosas que jamás han cumplido ni cumplirán; o de manera más descarada, como el caso del gobernador de Morelos, Graco Ramírez y su esposa, la presidenta del DIF, Elena Cepeda 6, retienen , desvían y se apropian de la ayuda enviada para usarla con fines electorales.
La población civil, mayoritariamente compuesta por jóvenes, salió a las calles a prestar ayuda. La solidaridad desplegada por los diferentes sectores de la población de la CDMX muestra que los tejidos comunitarios que creíamos rotos, aún existen. Sin embargo, la articulación que lograron a partir de las necesidades inmediatas frente al sismo es una articulación despolitizada, carente no sólo de referentes, sino carente de perspectivas que puedan derivar en procesos organizativos que posibiliten la impugnación y la transformación de las políticas implementadas en los últimos 30 años que han dejado al país en una crisis estructural en todos los ámbitos.
Es evidente el grado de inconformidad de la sociedad y el enojo ante la clase política que sigue los mandatos de las grandes empresas no sólo de la construcción, sino de las transnacionales que acaparan la producción y distribución de energía, alimentos, productos y servicios. Pero, también es evidente que si continúa la articulación despolitizada de estos sectores, la solidaridad no logrará generar un proceso que reconfigure el escenario de catástrofe que sigue desplegándose ante nuestros ojos como si soplara el viento, esta vez no del progreso, sino de la mera y llana barbarie. Por ello, politizar el enojo y la indignación es una tarea de primer orden.
Quizá vaya siendo hora de romper la unilateralidad de las demandas inmediatas y la esponteneidad, efectiva, pero efímera, y vayamos enfrentando comunitariamente la totalidad de problemas que hoy asoman a partir de un sismo que horadó el concreto, pero también, que abrió una situación posible de peligro, de peligro potencial para el edificio llamado Estado mexicano.
Notas:
1Así lo define Presidencia: https://www.gob.mx/
2Queda al descubierto, también, que existen diferencias operativas y políticas dentro de la SEMAR. Las declaraciones contradictorias entre dos altos mandos de dicha institución, en torno a la inexistente niña Frida Sofía, muestra los conflictos internos que existen.
3Véase el siguiente artículo del semanario Proceso: http://www.proceso.com.mx/
4Sobre este tema, puede consultarse el libro de Gilberto López y Rivas, Estudiando la contrainsurgencia de Estados Unidos: http://www.rebelion.org/docs/
5Al respecto véase: http://www.sinembargo.mx/22-
6Véase el artículo de La Jornada: http://www.jornada.unam.mx/
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Análisis,
Contrainsurgencia,
Corrupción,
Insurgencia Civil,
Militarización,
Represion
22.9.17
El sismo y el derrumbe de la información
Fernando Buen Abad Domínguez
En una situación de emergencia, de consternación
y miedo como la que se produce con un sismo, la información es un
aliado o es un enemigo según los intereses de quien la genera o
manipula. Lo que debería ser un derecho inalienable y una
responsabilidad social obligatoria, pasa a ser una mercancía lábil
ahogada en mares de incertidumbre y angustia. Los monopolios mediáticos
aprendieron a hacer, de esto, un festín comercial muy peligroso. México,
tal cual. Poco es más desesperante que la insoportable levedad de la
información mercantilizada. Avasalla conciencias para que reine el
desconcierto. Toda información que se distribuya sobre México a partir
del sismo debe ser verificada. Respeto por las víctimas y los
damnificados.
Saber qué pasa, quiénes son los protagonistas, qué hacen, qué dicen, qué temen y qué necesitan. Objetivamente, concretamente. El maremágnum de acontecimientos es un desafío metodológico si se quiere contribuir a despejar confusiones pero es un caldo de cultivo idóneo si de lo que se trata es de que impere el desorden, el oportunismo y la proverbial manía burguesa de comerciar con las mentiras. En cada víctima del sismo está la sombra de la corrupción con las mafias inmobiliarias y gubernamentales. Ayudar no es sinónimo de cómplices.
Hay muchos presupuestos que deben ser tratados con destreza de quirófano si se quiere ser útil a las víctimas y a la justicia luego de que un fenómeno telúrico (o cualquier otro) hace de las suyas e impone sus consecuencias más duras (o menos) según su tamaño y según mil condiciones. Eso incluye la dialéctica entre la información y la opinión, entre los hechos y sus interpretaciones, entre la realidad y las ideologías. Eso incluye el acuerdo sobre principios universales que deben ser referentes y orientadores para que lo humano no se subordine a los negocios de los mercachifles, a los negociados políticos de sectas burguesas, o al “opio de los pueblos” en cualquiera de sus presentaciones. Son presupuestos teórico-metodológicos inexcusables a sabiendas de que, bajo el capitalismo que es mentiroso por definición, “por el engaño nos han dominado más que por la fuerza”. Por cierto, ¿alguien sabe qué relación hay entre sismos y fracking yanqui? (fractura de placas tectónicas para obtener petróleo). Toneladas de dinamita.
Y resulta que los gobiernos, que se han dedicado a defraudar a los pueblos al servicio de los empresarios, piden confianza en sus destrezas técnicas y administrativas para resolver o paliar las penurias, el duelo y las pérdidas que sufren las personas bajo esas condiciones duras. Piden “unidad” y “solidaridad” a-críticas para postergar debates, reclamaciones o denuncias a cambio de una reconciliación de clase coyuntural, ficticia y muy conveniente para el momento. A cambio de eso promesas, promesas y más promesas. Todo con sus cartas (de industrias inmobiliarias, de la construcción y del crédito) meticulosamente escondidas bajo la manga, para sacar jugo comercial al dolor de la gente. Todo con un decorado fastuoso de cámaras y micrófonos para simular el “derecho a la información” con gran tecnología mientras se distorsiona la semiología. CNN miserable -como es su naturaleza mercantil- comercia con el sismo y juega al “raiting” amarillista. Sus periodistas disléxicos terribles.
Un capítulo especial merece México, ensangrentado por el crimen organizado, golpeado por uno y otro fenómeno de la naturaleza (huracanes, terremotos, plagas…) aniquilado por las hambrunas, el desempleo, la expulsión de mexicanos a USA, el analfabetismo, la inflación, la especulación, la corrupción, los fraudes… ese México, pues, sacudido por el terremoto del neoliberalismo salvaje y que tiene millones y millones de damnificados. Ese México, en suma, que hoy padece en unos cuantos días dos terremotos, ahora vuelve a ser presa de las jugarretas informativas más irritantes y más dolorosas, porque han jugado con la esperanza del pueblo para volver a derrotarlo anímicamente en plena etapa pre-electoral. A esa clase de bajezas juegan los gerentes neoliberales cuando se juega con la información en medio de la tragedia. Son los amigos de Trump, cómplices del Muro. Quiere Peña Nieto un “padrón” de damnificados para “canalizar” la ayuda. ¿Pensará en créditos bancarios de sus cuates “inmobiliarios”? En México, ¿la urgencia de la demolición es urgencia de la contratación de negocios inmobiliarios? ¿Nuevos negocios con oficinas y viviendas? Cuando digan “es mala la calidad de la construcción” están queriendo culpar a los albañiles para esconder funcionarios.
A estas alturas de nuestra experiencia “informativa” global, después de que la bomba de Hiroshima se vendió como salvación de la humanidad; después de las “armas de destrucción masiva”; después de la ofensiva mediática contra Gadafi; después del ataque mediático monstruoso contra Venezuela… después de tanta falacia y tanto engaño, no podemos enfrentar acontecimiento alguno con ingenuidad ni lamentaciones a la hora en que se desnudan las mentiras y nos muestran el “estiércol del diablo” con que han sido fabricadas.
Y con esos antecedentes, con marcos teóricos y metodológicos pertinentes, con imaginación y suspicacia, con experiencia y con principios éticos sabemos que todo episodio será usado como emboscada para arrodillarnos ante los negocios de unos cuantos vivales que secuestraron el poder para extorsionar a los pueblos. Con esos antecedentes ya podemos ratificar que el “Derecho a la Información” es también un territorio de disputa social y que se trata de una disputa entre un pueblo urgido de orientación y claridad, frente a un puñado de comerciantes, para quienes los derechos humanos son sólo pretextos para negocios, para manipular, para extorsionar y para derrotar a los pueblos.
No se usen las imágenes duras para solazar morbos sino para sensibilizar solidaridades. El terremoto no es un “reality show” y nada de construir un muro, lo que nos urge es re-construir a México. Basta de saquear la riqueza del pueblo. Todo el dinero debe ir a las a las víctimas todas. Además de las necesidades que deja un terremoto a la vista, se hace visible también la necesidad del abrazo solidario de los pueblos hermanos. El sismo de 1985 produjo una sacudida nacional de la conciencia. Hoy, la auto-organización del pueblo superó al gobierno miserable. Saldremos de los escombros mediáticos.
Saber qué pasa, quiénes son los protagonistas, qué hacen, qué dicen, qué temen y qué necesitan. Objetivamente, concretamente. El maremágnum de acontecimientos es un desafío metodológico si se quiere contribuir a despejar confusiones pero es un caldo de cultivo idóneo si de lo que se trata es de que impere el desorden, el oportunismo y la proverbial manía burguesa de comerciar con las mentiras. En cada víctima del sismo está la sombra de la corrupción con las mafias inmobiliarias y gubernamentales. Ayudar no es sinónimo de cómplices.
Hay muchos presupuestos que deben ser tratados con destreza de quirófano si se quiere ser útil a las víctimas y a la justicia luego de que un fenómeno telúrico (o cualquier otro) hace de las suyas e impone sus consecuencias más duras (o menos) según su tamaño y según mil condiciones. Eso incluye la dialéctica entre la información y la opinión, entre los hechos y sus interpretaciones, entre la realidad y las ideologías. Eso incluye el acuerdo sobre principios universales que deben ser referentes y orientadores para que lo humano no se subordine a los negocios de los mercachifles, a los negociados políticos de sectas burguesas, o al “opio de los pueblos” en cualquiera de sus presentaciones. Son presupuestos teórico-metodológicos inexcusables a sabiendas de que, bajo el capitalismo que es mentiroso por definición, “por el engaño nos han dominado más que por la fuerza”. Por cierto, ¿alguien sabe qué relación hay entre sismos y fracking yanqui? (fractura de placas tectónicas para obtener petróleo). Toneladas de dinamita.
Y resulta que los gobiernos, que se han dedicado a defraudar a los pueblos al servicio de los empresarios, piden confianza en sus destrezas técnicas y administrativas para resolver o paliar las penurias, el duelo y las pérdidas que sufren las personas bajo esas condiciones duras. Piden “unidad” y “solidaridad” a-críticas para postergar debates, reclamaciones o denuncias a cambio de una reconciliación de clase coyuntural, ficticia y muy conveniente para el momento. A cambio de eso promesas, promesas y más promesas. Todo con sus cartas (de industrias inmobiliarias, de la construcción y del crédito) meticulosamente escondidas bajo la manga, para sacar jugo comercial al dolor de la gente. Todo con un decorado fastuoso de cámaras y micrófonos para simular el “derecho a la información” con gran tecnología mientras se distorsiona la semiología. CNN miserable -como es su naturaleza mercantil- comercia con el sismo y juega al “raiting” amarillista. Sus periodistas disléxicos terribles.
Un capítulo especial merece México, ensangrentado por el crimen organizado, golpeado por uno y otro fenómeno de la naturaleza (huracanes, terremotos, plagas…) aniquilado por las hambrunas, el desempleo, la expulsión de mexicanos a USA, el analfabetismo, la inflación, la especulación, la corrupción, los fraudes… ese México, pues, sacudido por el terremoto del neoliberalismo salvaje y que tiene millones y millones de damnificados. Ese México, en suma, que hoy padece en unos cuantos días dos terremotos, ahora vuelve a ser presa de las jugarretas informativas más irritantes y más dolorosas, porque han jugado con la esperanza del pueblo para volver a derrotarlo anímicamente en plena etapa pre-electoral. A esa clase de bajezas juegan los gerentes neoliberales cuando se juega con la información en medio de la tragedia. Son los amigos de Trump, cómplices del Muro. Quiere Peña Nieto un “padrón” de damnificados para “canalizar” la ayuda. ¿Pensará en créditos bancarios de sus cuates “inmobiliarios”? En México, ¿la urgencia de la demolición es urgencia de la contratación de negocios inmobiliarios? ¿Nuevos negocios con oficinas y viviendas? Cuando digan “es mala la calidad de la construcción” están queriendo culpar a los albañiles para esconder funcionarios.
A estas alturas de nuestra experiencia “informativa” global, después de que la bomba de Hiroshima se vendió como salvación de la humanidad; después de las “armas de destrucción masiva”; después de la ofensiva mediática contra Gadafi; después del ataque mediático monstruoso contra Venezuela… después de tanta falacia y tanto engaño, no podemos enfrentar acontecimiento alguno con ingenuidad ni lamentaciones a la hora en que se desnudan las mentiras y nos muestran el “estiércol del diablo” con que han sido fabricadas.
Y con esos antecedentes, con marcos teóricos y metodológicos pertinentes, con imaginación y suspicacia, con experiencia y con principios éticos sabemos que todo episodio será usado como emboscada para arrodillarnos ante los negocios de unos cuantos vivales que secuestraron el poder para extorsionar a los pueblos. Con esos antecedentes ya podemos ratificar que el “Derecho a la Información” es también un territorio de disputa social y que se trata de una disputa entre un pueblo urgido de orientación y claridad, frente a un puñado de comerciantes, para quienes los derechos humanos son sólo pretextos para negocios, para manipular, para extorsionar y para derrotar a los pueblos.
No se usen las imágenes duras para solazar morbos sino para sensibilizar solidaridades. El terremoto no es un “reality show” y nada de construir un muro, lo que nos urge es re-construir a México. Basta de saquear la riqueza del pueblo. Todo el dinero debe ir a las a las víctimas todas. Además de las necesidades que deja un terremoto a la vista, se hace visible también la necesidad del abrazo solidario de los pueblos hermanos. El sismo de 1985 produjo una sacudida nacional de la conciencia. Hoy, la auto-organización del pueblo superó al gobierno miserable. Saldremos de los escombros mediáticos.
19.9.17
Bloque 30 que se subastará en 2018, ambición de petroleras internacionales
Fabio Barbosa
A la licitación de la Ronda 2 –programada para enero de 2018– se incorpora el bloque 30. Codiciado por las grandes petroleras internacionales, el área contaría con un potencial de reservas superior al que actualmente tiene México en todos sus campos. Las trasnacionales lo saben: ellas mismas investigaron la zona
A la licitación de la Ronda 2 –programada para enero de 2018– se incorpora el bloque 30. Codiciado por las grandes petroleras internacionales, el área contaría con un potencial de reservas superior al que actualmente tiene México en todos sus campos. Las trasnacionales lo saben: ellas mismas investigaron la zona
El
pasado julio, el secretario Pedro Joaquín Coldwell anunció un “cambio”
en el Plan Quinquenal de Licitaciones de la Secretaría de Energía: en la
próxima subasta se incluirá un nuevo bloque, el número 30. Se trata de
un enorme espacio distante más de 300 kilómetros frente a las costas de
Yucatán. Nunca se ha perforado un pozo tan lejano de las regiones
productoras de la zona Marina Noreste o de los pozos profundos de
Campeche Oriente, como Nab y Tunich, y de la zona “Hux”.
El
bloque 30 se ubica a unos 100 kilómetros al Noreste de las islas Pérez,
Alacranes y otras que hoy forman parte de las referencias en el trazo
de los límites en el Golfo.
El doctor
Aldo Flores, subsecretario de Energía, confirmó que efectivamente no
estaba contemplado en el Plan Quinquenal de Licitaciones, pero
“recientes estudios hacen pensar que se podría incluir en la Cuarta
Licitación de la Ronda 2, sobre todo para ver el interés de los
inversionistas”.
Sobre esos
“recientes estudios”, hay que saber quién los ha realizado, cuándo y
especialmente qué resultados arrojan. Como académico de la Universidad Nacional Autónoma
de México, constantemente repito a mis alumnos que todos los mexicanos
tenemos la obligación y el derecho de conocer nuestros recursos en el
subsuelo marino, de la misma manera que debemos conocer nuestros ríos,
montañas y toda la riqueza vegetal o mineral en el territorio, algo que
ningún gobierno puede anular alegando “confidencialidad” o “información
reservada”.
Así que veamos lo que se
va a vender. El mapa 1, a continuación, muestra la península de Yucatán y
al Norte las islas Pérez y Desterrada, para dar una idea de las
distancias, a poco más de 100 kilómetros al Noreste de ellas se
encuentra el bloque 30.
Exfuncionario de Pemex revela algunos datos
El
doctor Ernesto Marcos Giacomán, quien fue director de Finanzas de
Petróleos Mexicanos (Pemex) a mediados de la década de 1990 y quien
ahora funge como director de la consultora Marcos y Asociados, declaró a
un conocido medio:
“Nosotros tenemos un cliente que ayudamos, una empresa noruega que vino a hacer exploración en la plataforma de Yucatán y descubrió
una estructura presal muy similar o, incluso, mayor que la de Brasil;
entonces si esto se confirma, con lo que van a estar analizando las
empresas petroleras que están queriendo participar [en la subasta 2.4],
pues eso sería… abrir una nueva frontera” (Sergio Meana, “Hay indicios
de mega yacimiento”, El Financiero, 21 de julio de 2017; http://www.elfinanciero.com.mx/economia/hay-indicios-de-megayacimiento.html).
La
afirmación sobre el “mega yacimiento” había sido planteada, con otras
palabras, por el subsecretario Flores, quien, en el evento de
presentación de dicha licitación, hizo la sorprendente afirmación de
que, con “este tipo de proyectos, se podrá incorporar a la producción no menos de un millón de barriles de crudo proveniente de las aguas profundas”. Es decir, duplicó
la última cifra sobre las expectativas de esta zona en medio millón de
barriles diarios, cifra que se había presentado por funcionarios
mexicanos en Houston, según la reseña de Offshore (Robin Dupre, “Mexico opens up offshore areas for new seismic surveys”,
19 agosto de 2015;
http://www.offshore-mag.com/articles/print/volume-75/issue-8/geology-geophysics/mexico-opens-up-offshore-areas-for-new-seismic-surveys.html).
Para
tener una referencia comparativa, recordemos que actualmente Estados
Unidos están produciendo –en todas sus aguas del Golfo de México,
someras y profundas– 1 millón 750 mil barriles diarios; así que según la
Sener, de tener éxito, la licitación 2.4 cambiaría el panorama
petrolero de México.
De
ahí que ésta 2.4 sería la mayor de las realizadas en el actual
gobierno, por los 30 bloques que se ofrecen; la superficie de 70 mil 866
kilómetros cuadrados que abarca, y el volumen de reservas prospectivas
que según el gobierno ascienden a 4 mil 228 millones de barriles de
aceite crudo equivalente (más de la mitad de las actuales reservas
probadas).
Mostramos a continuación
otro mapa de uno de los grandes estudios realizados por Geological
Survey, de Estados Unidos, en la década de 1980, que en su momento
desató protestas diplomáticas presentadas por el fallecido senador
Fausto Zapata, quien me lo entregó completo (más de 400 páginas) y que
he estado obsequiando a alumnos y colegas profesores que me lo
solicitan.
Lo que el mapa 2 muestra
es que, desde hace décadas, la zona del bloque 30 estaba considerada
entre los recursos evaluados en el Golfo de México, los gringos
la llamaron Campeche Scarpment. Éste se ubica en el límite de la
Plataforma de Yucatán y ahí comienza un pronunciado declive a la
“Planicie Abisal” del Golfo de México, indicada por la isobata de 3 mil
metros de profundidad.
Trump y la expansión a todo el Golfo de México
Dejaremos
por un momento la parte mexicana y pasaremos a examinar lo que está
ocurriendo con el Golfo de México, en la Zona Económica Exclusiva de
Estados Unidos.
Un punto central en
la campaña de Donald Trump, desde que era candidato, fue la propuesta de
expandir la exploración y explotación petrolera hacia la zona central y
oriental del Golfo. Ahora en la Presidencia, nadie ha expuesto con
mayor vehemencia esa política que su secretario del Interior, Ryan
Zinke, quien afirmó que el avance a esas áreas es “parte vital de la
estrategia” en busca de la independencia energética.
Para incorporarse al gobierno federal, Zinke dejó la gubernatura de Montana, un estado productor en shales
en la Cuenca Bakken, apenas rebasando los 50 años de edad. En ocasiones
se ha presentado acompañado de indios disfrazados con la vieja
vestimenta de los pieles rojas, tal como aparecen en las películas; de
éstos presume que son sus “amigos” y que ellos están encantados con el fracking. La última payasada publicada por la prensa gringa
fue su espectacular irrupción a la conferencia anual de petróleo
marino, la Offshore Technology Conference, en Houston, Texas, este año, a
donde llegó acompañado por un numeroso grupo de operarios de
plataformas petroleras, vestidos con sus ropas de trabajo. Él mismo
portaba un casco de petrolero.
El Golfo de México, parte vital de nuestra estrategia
Por
considerarlo relevante para este análisis, transcribo un párrafo de su
discurso al anunciar la subasta de bloques número 249, en el Golfo de
México:
“Abrir más tierras federales y
aguas para perforar en busca de petróleo y gas es un pilar del plan del
presidente Trump para lograr la independencia energética de Estados
Unidos… El Golfo de México es una parte vital de la estrategia de abrir
oportunidades para la industria… Y las comunidades locales para crear
trabajos… Y reducir nuestra dependencia del petróleo extranjero (…‘The
Gulf is a vital part of that strategy to spur economic opportunities
for industry, states, and local communities, to create jobs and to
reduce our dependence on foreign oil’)”.
Esa
misma afirmación la había formulado el presidente de la Asociación
Nacional de Industrias Oceánicas quien, aplaudiendo la política
petrolera de Trump, afirmó que era un “reconocimiento del rol vital de
la energía costa afuera en la política energética nacional”.
Se
discute si Trump permanecerá los 4 años para los que fue electo, pero
lo que es cierto es que mientras permanece en el poder avanza con
rapidez aplicando una serie de medidas ya irreversibles.
En
estos 6 meses pueden constatarse, por lo menos, tres: 1) la
continuación del Key Stone, el oleoducto que transporta el petróleo
canadiense y de la cuenca de Dakota del Norte a las refinerías del Golfo
de México; 2) levantó la moratoria que estaba vigente en más o menos la
mitad del Golfo de México, y 3) ya consumó la licitación 249.
La licitacion 249 de Trump
La
“venta de arriendos” que se han venido realizando en Nueva Orleans,
primera en el actual gobierno, apenas se consumó el pasado 16 de agosto.
Ésta tiene la peculiaridad de ser la más grande en ese país, abarcando
la costa de todos los estados ribereños del Golfo en Estados Unidos:
Texas, Louisiana, Missisippi, Alabama y Florida. Los litorales de esta
última entidad fueron defendidos hasta por uno de los Bush: cuando fue
gobernador, no permitió que se perforara pues era atentar contra
millones de empleos del turismo, deportes acuáticos y pesca.
Esa
subasta 249 parece ser el modelo que copió la Sener para la licitación
2.4 que el gobierno de México realizará en enero de 2018, en la que, al
incorporar el bloque 30, cubrirá también los litorales de todos los
estados ribereños: Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán.
Un
detalle que había pasado desapercibido es que, en esta parte al Este
del Golfo de México, se encuentra un espacio más allá de las Zonas
Económicas de México, Cuba y Estados Unidos, que aún no ha sido
delimitado y que se denomina la “Dona Oriental”.
A
continuación presentaré otro mapa del Golfo de México, elaborado por la
Secretaría de Marina en la década de 1970. Éste muestra sus mediciones
de las aguas territoriales de nuestro país, en el conjunto del Golfo de
México y destaca los espacios marcados en negro (las donas). Como ya se
dijo, la situada al Oeste ya fue objeto de un tratado internacional.
Finalmente,
el mapa 4 ilustra las dimensiones de la campaña de exploración
petrolera más amplia realizada en la Zona Económica Exclusiva de México
en el Golfo de México, cubriendo todas las zonas petrolíferas de México
en el Golfo y el detalle muy revelador de que el área de mayor
intensidad de líneas sísmicas barre el Norte de la Plataforma de
Yucatán, y avanza hacia toda la Dona Oriental, parte de la cual
pertenece a Estados Unidos, cuyo gobierno necesariamente tuvo que
otorgar las autorizaciones correspondientes. Entonces, estos “recientes
estudios” a los que se refería el subsecretario de la Sener ¿fueron
resultado de una “colaboración entre ambos gobiernos?
Como
veremos unas líneas más adelante, los “estudios” se realizaron mucho
antes de que Trump apareciera en el escenario, de manera que el mapa nos
muestra que las grandes empresas petroleras internacionales ya habían
iniciado el plan de profundizar la investigación sobre las zonas que aún
permanecían intocadas, tanto en México como en Estados Unidos.
El
mapa muestra que la reforma de Peña ha estado acompañada de una nueva
investigación del subsuelo de México con métodos sísmicos. ¿Quién la
está realizando? ¿Quién les abrió las puertas? ¿Hay algún contrato?
¿Quién vende la información de los “recientes estudios” a los
contratistas que están “ganando” los bloques en las subastas de Enrique
Peña?
Los master licence agreement
Intentamos responder a las preguntas ordenando el misterioso asunto en los siguientes puntos:
- La toma de información y el procesamiento lo realizan empresas privadas especializadas, con sus barcos y su propio personal; éstas presumen que sus hardwares y softwares están actualizados. Estas compañías recibieron sin pago alguno un permiso del gobierno de Enrique Peña para recorrer las aguas territoriales de México y construir un banco de información sísmica que incluye estructuras y otros indicios que mejoran la información anterior o constituyen los primeros informes en zonas desconocidas. Este permiso se llama Master Licence Agreement. No podemos ser tan ingenuos para omitir que es un plan coordinado con Estados Unidos para permitir que los barcos, con los “modernos” equipos puedan estar cruzando áreas más allá del límite de México, en la frontera marítima México-Estados Unidos.
- Desde luego como la empresa privada realiza la exploración con sus herramientas, la información que resulta de la investigación en el subsuelo de México es propiedad de la misma, la que tiene derecho a recuperar sus costos y desde luego buscar ganancias vendiendo los bancos de datos a cualquiera que pueda pagar. Desde luego, los más interesados son los participantes en las subastas de Peña.
- Pero si alguna empresa quiere comprar por adelantado, recibe un sustancial descuento. Esta modalidad se llama “preventa”.
- La Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) no recibe los bancos de datos, aunque “eventualmente” podría tenerlos dentro de 12 años, que es el periodo que marca ese “permiso” de investigar el subsuelo de México. De ahí que tampoco recibe ingresos.
- Creíamos que los contratistas sólo compraban información que la CNH entregaba en “el cuarto de datos”, pero ahora sabemos que también obtienen la que pueden comprar a otras compañías privadas en este servicio llamado de “Adquisición y procesamiento Sísmico Modalidad de Contratación Multicliente”.
Todo lo anterior pasó por ambas cámaras del Congreso sin discusión, porque estaba escondido en la letra chiquita
de la legislación secundaria que permitía al gobierno otorgar las
llamadas “Autorizaciones de Reconocimiento y Exploración Superficial”
(ARES), de las que hemos hecho amplias referencias en nuestro artículo
de agosto en esta revista.
Un punto muy importante es ¿cómo y quiénes recibieron el permiso (Master Licence Agreement), largamente planeados para realizar esta investigación?
Cuando
se hizo público que Peña Nieto estaba entregando esta posibilidad de
conocer, investigar y crear un banco de datos sobre el subsuelo de
México y venderlo, algunas empresas solicitaron estos permisos, no se
sabe cuales pero la CNH eligió, algunas y rechazó otras, no hubo concurso o algo parecido.
Entre
las que pidieron un ARES, es decir, estaban solicitando materia de
trabajo, estuvo la Compañía Mexicana de Exploraciones (COMESA), pero el
gobierno sólo les asignó un proyecto (nadie nos ha podido informar
dónde).
Podemos concluir que este
gobierno ha entregado por adjudicación directa y gratis una gran parte
de la exploración del golfo profundo a grandes empresas muy
especializadas para que realicen nueva sísmica.
Sobre
las empresas beneficiadas la prensa petrolera ha publicado que entre
las principales se encuentra Petroleum Geo-Services PGS, que ya antes
había trabajado para Pemex. Pueden leerse algunos datos que difundió
Gregg Parker, su Presidente Regional, presumiendo que su compañía fue la
primera que condujo un proyecto comercial de adquisición de datos
sísmicos y que para 2015 ya había acumulado seis permisos (“PGS in
Multi-Client 2D Seismic Program Offshore Mexico”,
http://subseaworldnews.com/2015/05/18/pgs-in-multi-client-2d-seismic-program-offshore-mexico).
Esta
misma, asociada con otra que tiene el curioso nombre de “Spectrum Geo” y
con la famosa Slumberger de México fueron autorizados para adquirir
entre 80,000 - 100,000 km de datos 2D “modernos” abarcando todas las provincias hidrocarburíferas más importantes del Golfo profundo (Robin Dupre, “Mexico opens up offshore areas for new seismic surveys”, Offshore,
19 agosto de 2015
(http://www.offshore-mag.com/articles/print/volume-75/issue-8/geology-geophysics/mexico-opens-up-offshore-areas-for-new-seismic-surveys.html).
El
presidente de “Spectrum Geo”, Richie Miller, reveló a la revista citada
que sus barcos especializados “Atlantic Explorer” y el “Sanco Spirit”
habían estado “peinando” las aguas territoriales de México durante
varios años, esperamos completar un recuento para poder establecer que,
en algunos periodos, hasta cinco equipos trabajaron simultáneamente.
Otra
importante es la noruega TGS a la que se le otorgó un programa que
comprendía, además de la recolección de datos sísmicos, la toma de
núcleos (porciones del lecho marino) y análisis Geoquímicos. Estos
estudios fueron vendidos por las compañías privadas que recogieron los
datos, a otros contratistas privados de la licitación 4 de la Ronda 1,
que se celebró en diciembre de 2016.
La investigación específica para el bloque 30
Nuestra
búsqueda a la fecha, nos permite concluir que entre algunas de esas
grandes empresas se celebran acuerdos puntuales que les permiten
distribuir los costos y los riesgos inherentes y que “los recientes
estudios” sobre el bloque 30 fue realizado por un acuerdo entre Spectrum
y Schlumberger para adquirir y procesar conjuntamente el programa
multi-cliente regional Spectrum de México-Campeche-Yucatán 2D.
Este
incluye más de 27,340 mi (44,000 km) de datos sísmicos 2D regionales en
la zona fronteriza de Campeche /Yucatán. La investigación abarca áreas
del Escarpe de Campeche, pusieron énfasis en intentar sinergias con los
ganadores de la Ronda 1.
Reforma petrolera de Peña, “interés estratégico” de Estados Unidos
Todo
indica que la Licitación 4 de la Ronda 2 anunciada por Pedro Joaquín
Codwell, igual que la 1.3, se inscriben en este plan de defensa de los
“intereses estratégicos” o del “rol vital” del petróleo del Golfo de
México, un plan de la plutocracia petrolera internacional que aprovecha
la presidencia de Trump para acelerar sus proyectos, largamente
planeados.
Ese bloque 30 mide 4, 400
kilómetros cuadrados, es decir casi 200 veces más que los de Estados
Unidos, y, un aspecto muy importante es que fue una “nominación” según
ha revelado Aldo Flores Subsecretario de Hidrocarburos de la Sener,
recordemos que esta expresión “nominación” significa, como explicamos en
nuestro artículo de agosto 28 en esta revista, que fue un contratista
quien solicitó que el bloque se incluyera en la lista de áreas a
subastar, en otras palabras, ellas, las grandes petroleras,
investigaron, y ellas mismas piden al gobierno que las subaste y como el
gobierno transmite el evento final de la entrega por televisión,
mostrando unos sobres que se introducen en unas urnas, puede argüir que
todo ha sido muy “transparente”.
Notas finales y conclusiones
Prácticamente
al día siguiente de que el Ministro Coldwel y el subsecretario Aldo
Flores informaron sobre la incorporación del bloque 30 a la licitación
de enero de 2018, los pescadores del Puerto Progreso se reunieron en una
asamblea y lamentaron que emprender actividades en la zona significaba
“la ruina de la pesca, como ya había ocurrido en el puerto de Frontera,
Tabasco”, amenazaron con cerrar los puertos e instalaciones portuarias,
algunos amigos yucatecos me pidieron una opinión.
Lo
único que pude decirles es que no es tan pronto como sueñan los
políticos mexicanos, la sísmica 2D es sólo un primer paso, se requieren
nuevos estudios más detallados, las petroleras hoy tienen muchas
oportunidades frente a las costas de Guyana, de Africa o del
Mediterráneo y, como se ha insistido reiteradamente será la perforación
la prueba decisiva que demuestre si hay hidrocarburos y si su volumen es
comercial considerando los precios vigentes y la infraestructura más
cercana.
Como dijo Richie Miller, de
la Compañía Spectrum, refiriendose a la 1.4, pero es aplicable para la
2.4 “sólo el tiempo lo dirá " (only time will tell), los yucatecos saben
que sus costas cerca de la desembocadura del río Lagartos están siendo
invadidas por el avance de las aguas del Golfo de México, lo mismo que
las tierras de Playa Norte de Ciudad del Carmen, Campeche y muchos
puntos de las playas de Paraíso y Centla, en Tabasco, hoy mismo los
huracanes cada vez más furiosos por nuestro afán de aferrarnos al modelo
fósil, ya semi destruyeron Nueva Orleans, y han hecho estragos en
Houston la que pregona ser “la capital petrolera de mundo”, aún queda la
esperanza de que literalmente con el agua al cuello, antes de que los
bloques 30 de diversas partes del mundo sean perforados, se decidan
programas, en serio, de reducción del consumo (empezando por suspender
el derroche) y caminar, pero otra vez en serio, con una visión de
Estado, hacía la transición energética.
13.9.17
La geopolítica de Washington y las Zonas Económicas Especiales
Carlos Fazio
Desde
finales de los años 80, ante las amenazas a su hegemonía por
competidores
inter-imperialistas, Estados Unidos (EU) ha venido desplegando
una renovada
estrategia de apropiación neocolonial de territorios y
refuncionalización del
espacio a escala mundial.
Como
las dos
caras de un mismo proyecto hegemónico, el reposicionamiento
militar de EU en el
área llegó acompañado de una serie de planes geoestratégicos
que combinan
intereses de seguridad y económicos relacionados con el acceso
a zonas
privilegiadas por sus recursos geoestratégicos e
infraestructura crítica
instalada, con una acción de control directo sobre poblaciones
y puntos
geográficos determinantes, para los que han sido diseñados
megaproyectos de
infraestructura (redes multimodales de carreteras, puertos,
aeropuertos, vías
de ferrocarril, canales, cables de fibra óptica, etcétera).
Desde entonces asistimos a una
nueva fase de acumulación capitalista que remite a la
acumulación originaria
descrita por Marx en el
capítulo 24 de El
Capital (basada en
el saqueo, la depredación, el fraude y la violencia), y que
David Harvey ha
denominado “acumulación por desposesión” o despojo, lo que
junto con la
financiarización y reprimarización de la economía (con eje en
el
extractivismo), implica una mercantilización y privatización
de territorios,
incluida la tierra como mercancía y otros recursos
geoestratégicos de ámbitos
hasta entonces cerrados al mercado, así como la expulsión del
campesinado de
tierras bajo propiedad ejidal, y su utilización como una
mercancía más
susceptible de ser desechada (matable,
diría Agamben) o como fuerza de trabajo excedente, en algunos
casos bajo
regímenes de semiesclavitud.
Del nuevo “arreglo espacial” se
deriva que la acumulación de capital construye una geografía a
la medida de sus
necesidades, y que en momentos de crisis sistémica como el
actual, el capital
desplaza sus contradicciones mediante un proceso de
construcción violenta del
espacio. En ese marco,
la irrupción de
nuevas formas de acumulación legales, que muchas veces derivan
de actividades
ilegales, ha propiciado una nueva geografía del capital
generada a base de una
violencia criminal que es utilizada para la ocupación de
nuevos territorios,
así como para la desocupación o reocupación de otros.
Lázaro
Cárdenas: un
ejemplo
Un
caso paradigmático era el de Los
Caballeros Templarios, que según la versión oficial
difundida, controlaban
“todas” las operaciones del estratégico puerto de Lázaro
Cárdenas, en
Michoacán, que por razones de soberanía y seguridad nacional
estaban −o
deberían estar− bajo control constitucional de la Marina de
Guerra y del Centro
de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen, la policía
política).
Ubicado
en una de las nuevas zonas de influencia geopolítica en
disputa entre EU,
Canadá y China –con eje en la pelea por
materias primas y las rutas comerciales marítimas−, Lázaro
Cárdenas es el
segundo puerto industrial y comercial del continente americano
sobre el Océano
Pacífico, después de Long Beach, en Los Ángeles, California.
Asiento
de uno de los puntos principales de la industria siderúrgica
nacional, Lázaro
Cárdenas se conecta a través de una red multimodal de
transporte a 13 estados
del centro-norte de la República mexicana que generan 60 por
ciento del
producto interno bruto nacional.
En sus
muelles se descargan materias primas y manufacturas que
abastecen el mercado
nacional, y los componentes que demandan las plantas
maquiladoras instaladas en
la región del Bajío, principalmente empresas ensambladoras de
automóviles y del
rubro aeroespacial. Y
a través de una
red ferroviaria controlada por la empresa estadunidense Kansas
City Southern de
México (KCSM), se enlaza a través de dos ramales (cuyos
destinos son Nuevo
Laredo y Matamoros) con la frontera norte, pero en particular
con la costa este
de EU y Asia, gracias a una conexión transfronteriza con el
mundialmente
conocido corredor Singapur-Kansas City.
El puerto de Lázaro Cárdenas fue
rediseñado como una pieza clave en la dinámica
desordenar/destruir/reconstruir/reordenar iniciada por Felipe
Calderón, que
tuvo continuidad en el Plan de Desarrollo 2013-2018 del
presidente Enrique Peña
Nieto, donde anunció la creación de tres Zonas Económicas
Especiales (ZEE). Publicada en el Diario
Oficial de la Federación el 1 de junio de 2016, la Ley
Federal de Zonas
Económicas Especiales responde al capitalismo criminal y
militarizado de
nuestros días y a la nueva fase de acumulación por desposesión
o despojo
neocolonial.
Sus
escenarios principales serán el puerto de Lázaro Cárdenas,
abarcando los
municipios colindantes de la Tierra Caliente y la Costa Grande
de Michoacán y
Guerrero; Puerto Chiapas (antes Puerto Madero), en el
municipio chiapaneco de
Tapachula; el corredor industrial interoceánico
Coatzacoalcos-Salinas Cruz en
el istmo de Tehuantepec, que unirá el estado de Veracruz sobre
el golfo de
México con el Pacífico oaxaqueño, y el corredor
petrolero que irá desde Coatzacoalcos hasta Ciudad del Carmen,
Campeche,
pasando por Tabasco.
Enclaves productivos de
exportación
Promovidos por el Banco Mundial
(BM), la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE) y la Universidad de Harvard, y con
financiamiento del Banco
Interamericano de
Desarrollo (BID) y el sector público y privado, los
territorios incluidos en
las ZEE serán tomados por el gran capital y funcionarán como
enclaves
productivos de exportación al gusto del capital transnacional,
con eje en
empresas maquiladoras.
Las inversiones incluirán
importantes autopistas (como la que conecta Michoacán con
Puerto Chiapas), la
modernización de Tuxtla Gutiérrez, obras de infraestructura,
gasoductos y la
rehabilitación del Ferrocarril del Istmo.
En junio de 2014, Petróleos
Mexicanos (Pemex) informó que había comenzado la operación del
poliducto del
Corredor Transístmico (o Cinturón Transoceánico), que a lo
largo de 381
kilómetros enlazará por un lado la terminal logística de
Pajaritos, en
Coatzacoalcos, Veracruz, con la refinería Antonio Dovalí Jaime
en el puerto de
Salina Cruz, en Oaxaca, lo que permitirá trasladar gas LP
hacia el litoral del
Pacífico y, por otro, un gasoducto de Chinameca, Veracruz, a
Salina Cruz, para
el traslado de gas natural. Ambos
gasoductos, que atravesarán 14 municipios veracruzanos y 13
oaxaqueños,
fueron proyectados
hacia la costa oeste
de Estados Unidos y el mercado del sureste asiático y
permitirán trasladar
hidrocarburos en sólo siete días, en comparación con los más
de 16 que requiere
un buque para cruzar por el canal de Panamá.
Con respecto a Chiapas, la ZEE
contempla la creación de un agroparque en el Soconusco
conectado con Puerto
Chiapas. También está
proyectado un
gasoducto que enlazará Salina Cruz con Puerto Chiapas y
Guatemala, cuyo
objetivo es transportar gas natural desde la terminal
oaxaqueña de Salina Cruz
a Guatemala a lo largo de 600 kilómetros.
El proyecto forma parte de una estrategia de encadenamiento
regional que involucra a
México con los países del Triángulo Norte de Centroamérica,
con asesoría y
apoyo financiero del BID y del Departamento de Estado de EU a
través del Buró
de Recursos Energéticos.
Las ZEE incluyen estados como
Michoacán, Guerrero, Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Quintana Roo,
Campeche y
Tabasco, ricos en biodiversidad, recursos forestales y que
albergan riquezas
arqueológicas y etnológicas que han sido permanentemente
amenazadas por el gran
capital. Más
del 50 por ciento de los terrenos
necesarios para las ZEE son una mezcla de propiedades estatal,
municipal y
privada, lo que emergerá como una nueva fuente de conflictos por la tenencia de la tierra y la
conservación de los
ecosistemas y las culturas locales.Según el
legislador Luis Sánchez, la ley afectará al menos a 5 mil 866
ejidos, a 37 mil
877 localidades en 266 municipios y 12 estados con previsiones
de gas o
petróleo.
El
8 de julio de 2016, el ex presidente del Consejo Coordinador
Empresarial (CEE),
Gerardo Gutiérrez Candiani, fue nombrado titular de la
Autoridad Federal para
el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales (AFDZEE). El funcionario cuenta con
autonomía técnica,
operativa y de gestión, y desde allí tendrá oportunidad de
servir a los nuevos
zares energéticos mexicanos, que compartirán los negocios con
las
megapetroleras mundiales. Entre
ellos
destacan Carlos Slim (Grupo Carso Oil&Gas), Germán Larrea
(Grupo México),
Alberto Bailleres (Petrobal), Bernardo Quintana (Grupo ICA),
Armando Garza Sada
(Grupo Monterrey, Alfa), Ricardo Salinas Pliego (Grupo
Salinas, Typhoon), Pedro
Aspe (Evercore) y Luis Téllez (Monterra Energy/KKR).
Según
la gaceta parlamentaria del 8 de marzo de 2015, el ejemplo de
referencia de las
ZEE de México son las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico,
también conocido
como “ciudades Modelo”, aprobadas en Honduras en 2011. El modelo hondureño no se
restringe al sector
de las manufacturas, sino que puede incluir centros
financieros y centros
logísticos internacionales; ciudades autónomas; distritos
especiales de
inversión; distritos
de energéticos
renovables; zonas agroindustriales especiales; zonas
turísticas especiales; zonas
mineras sociales; zonas forestales sociales o cualquier otro
régimen especial
no especificado que incluya una combinación de varios de esos
regímenes, pero
además incluye zonas sujetas a un sistema jurídico especial,
que podrán
recurrir a cortes comerciales internacionales.
En
el caso mexicano el proyecto pretende formar zonas exclusivas
para el capital,
con excepcionalidad arancelaria, libres de impuestos, con
tribunales autónomos
e independientes con competencia exclusiva sobre las mismas,
que podrán adoptar
sistemas o jurisprudencia conforme a “las mejores prácticas
internacionales”. Contarán
además con reglas laborales propias
y los incrementos salariales de los trabajadores se
determinarán por
productividad y desarrollo de conocimientos.
11.9.17
La sumisión y la entrega
Carlos Fazio
El 30 de diciembre de 2013, en vísperas de que se cumplieran 20 años del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el entonces presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE, el sindicato de la plutocracia), Gerardo Gutiérrez Candiani, demandó un
TLCAN plusen el espacio geopolítico que abarca a Canadá, Estados Unidos (EU) y México. El régimen de Enrique Peña Nieto y los legisladores del Pacto por México (PRI, Verde, PAN, PRD) habían aprobado varias iniciativas del paquete de contrarreformas neoliberales de cuarta generación, y como vocero de la clase capitalista trasnacional, Gutiérrez Candiani dijo que dada la
revoluciónenergética que vivían EU y Canadá, México debía entrar en
sinergiacon sus dos socios (abismalmente asimétricos), y para ello había que mejorar la interconexión eléctrica y de ductos; avanzar en el reconocimiento de normas técnicas, ventanas especiales y trato preferencial recíproco entre agencias de comercio de los tres países; invertir en infraestructura y agilizar el transporte terrestre, marítimo y aéreo.
En la coyuntura, cuando amparadas en cláusulas de confidencialidad y bajo el signo de la opacidad se llevan a cabo las negociaciones para la
modernizacióndel tratado, un tema neurálgico ocultado a la opinión pública es la apertura de un nuevo capítulo de lo que llaman
la seguridad energética e independencia de Norteamérica. El TLCAN plus, pues, como integración vertical espacial-geográfica de México a EU.
Trascendió que en las primeras dos rondas celebradas en Washington y Ciudad de México no se incluyó el tema de la energía (petróleo, gas natural, minería, agua, electricidad), porque los representantes de las corporaciones trasnacionales del sector, que cabildean en el llamado cuarto de junto los contenidos que aprobarán los
negociadores oficialesde los tres países, no han encontrado la forma de
asegurar−ante un probable cambio de gobierno en México tras los comicios de julio de 2018− que se
protejanlas inversiones de firmas como Exxon Mobil, Chevron Texaco, British Petroleum, Sempra Energy (y su subsidiaria mexicana Ienova, de Carlos Ruiz Sacristán), Halliburton, Shell, Total, Repsol, el grupo aurífero canadiense Goldcorp, Sierra&Gas (ligada a Carlos Salinas de Gortari), Grupo Carso Oil&Gas y Minería Frisco (Carlos Slim), Grupo México (Germán Larrea), Petrobal y Grupo Peñoles (Alberto Baillères), Evercore (Pedro Aspe), Monterra Energy/KKR (Luis Téllez), las españolas Gas Natural, Fenosa e Iberdrola y las financieras First Reserve y Black Rock (el fondo de capital privado más grande del mundo), y que
no se modifiquela contrarreforma energética alcanzada por Peña Nieto y el Pacto por México en 2015.
Esos objetivos, que profundizarán la ruta de la sumisión y la entrega iniciada por el colaboracionista Carlos Salinas de Gortari en 1992, con la contrarreforma al artículo 27 constitucional (en materia de minería y el régimen de tenencia de la tierra), integran el
plan Ade los quintacolumnistas locales Ildefonso Guajardo (Economía), Luis Videgaray (cancillería), Juan Carlos Baker (comercio exterior), Kenneth Smith (jefe de negociación técnica), Salvador Behar (jefe negociador adjunto), Juan Pablo Castañón (CCE), Valentín Diez Morodo (Comce), Moisés Kalach (coordinador general de rondas de negociación) y Eugenio Salinas (coordinador del secretariado técnico del cuarto de junto).
Vinculado con lo anterior −y como aspecto fundamental de los mecanismos inductores de la última fase de la
desnacionalización integralde México, ahora en su versión TLCAN 2.0−, desde su toma de posesión Enrique Peña Nieto había echado a andar el proyecto de las zonas económicas especiales (ZEE), contenido en su Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018.
Desde entonces, la multiplicación de megaproyectos que enlazan a los sectores de los hidrocarburos, minero/extractivista y de la electricidad con maquiladoras y ensambladoras a gran escala, agroindustrias de monocultivos, laboratorios y empresas para la manufactura y transformación de todo tipo de materias primas en clústers o parques industriales en el corredor industrial interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ha venido avanzando en su parte formal/legal (la
constitucionalizaciónde los intereses corporativos trasnacionales), lo que profundizará el modelo de México
como país maquiladordependiente y subordinado a Estados Unidos.
En realidad, bajo la máxima de los neoliberales domésticos de
privatizar para desnacionalizar y recolonizar, la infraestructura para la desposesión y el despojo de tierras y recursos geoestratégicos fue diseñada desde el sexenio de Ernesto Zedillo. De la mano de un equipo de neoporfiristas dirigido por el secretario de Comunicaciones y Transportes, Carlos Ruiz Sacristán (el mismo que vía el sistema de la
puerta giratoriarepresenta hoy los intereses de Sempra Energy, por conducto de su subsidiaria Ienova), Zedillo, el privatizador de los ferrocarriles y de las redes de comunicación terrestres y aeroportuarias, lanzó el Megaproyecto Integral del Istmo de Tehuantepec, que, retomado ahora por Peña Nieto, busca comunicar y/o articular dos masas de agua (los océanos Atlántico y Pacífico), a través de los
nodosconformados por los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, en un polígono (espacio físico interno) que abarca los estados de Veracruz y Oaxaca, con el objetivo principal de conectar a la parte este de Estados Unidos con el mercado del Asia/ Pacífico (Japón, China, Malasia, Vietnam, Corea del Sur), centro del comercio mundial.
Otros dos puntos clave, definidos como ZEE en función de su posición geopolítica y al servicio de una economía de enclave en el contexto de la territorialización de la contrarreforma energética, son los puertos de Lázaro Cárdenas, con proyección a los municipios colindantes de la Tierra Caliente y la Costa Grande de Michoacán y Guerrero, y Puerto Chiapas, en el municipio de Tapachula, como punto intermedio de un área geográfica que enlazará Salina Cruz con Guatemala.
9.9.17
A 170 años de la ocupación militar estadunidense de la ciudad de México
Gilberto López y Rivas
Este 14 de septiembre se cumplirán 170 años de un hecho tan oprobioso como desconocido en la historia de nuestra patria, cuando un destacamento de avanzada de soldados estadunidenses, a las órdenes del general John Quitman, se posesiona de Palacio Nacional, en las primeras horas de la mañana, y enarbola en su astil central la bandera de las barras y estrellas, después de que, según Guillermo Prieto, un disparo solitario había segado la vida del primer soldado enemigo que había intentado izar el pabellón extranjero. (Memorias de mis tiempos, Editorial Patria, México, 1948, T.II, p. 173) Alrededor de las nueve de la mañana del mismo día, las tropas enemigas en su conjunto hacen su entrada al centro de la ciudad. A la vista de la soldadesca, de los considerados ya en 1824 por el general mexicano José María Tornel, como
La mayoría de las fuentes bibliográficas estadunidenses, repitiendo lo sostenido por el general en jefe Winfield Scott en su informe al secretario de Guerra de su país del 18 de septiembre de 1847, afirma que la resistencia popular que se inició el 14 de septiembre, fue obra de los
¿Cuál puede ser el interés en recordar este episodio de resistencia popular, intencionalmente olvidado por la historiografía oficial? El tema es trascendente no sólo porque es necesario fortalecer nuestra conciencia nacional a partir del estudio de nuestra historia, sin distorsiones de clase, particularmente, el análisis de lo que para los mexicanos ha significado y significa el imperialismo estadunidense, ya que las condiciones del conflicto histórico entre México y Estados Unidos siguen vigentes. También, porque, hoy como ayer, la clase dominante traiciona el interés nacional frente a Estados Unidos. Los colaboracionistas de ayer se dan la mano con los colaboracionistas de hoy.
¿No será que la bandera de las barras y estrellas ondea nuevamente en Palacio Nacional, y el fantasma encarnado de Antonio López de Santa Anna recorre sus oficinas, salones y balcones?
Este 14 de septiembre se cumplirán 170 años de un hecho tan oprobioso como desconocido en la historia de nuestra patria, cuando un destacamento de avanzada de soldados estadunidenses, a las órdenes del general John Quitman, se posesiona de Palacio Nacional, en las primeras horas de la mañana, y enarbola en su astil central la bandera de las barras y estrellas, después de que, según Guillermo Prieto, un disparo solitario había segado la vida del primer soldado enemigo que había intentado izar el pabellón extranjero. (Memorias de mis tiempos, Editorial Patria, México, 1948, T.II, p. 173) Alrededor de las nueve de la mañana del mismo día, las tropas enemigas en su conjunto hacen su entrada al centro de la ciudad. A la vista de la soldadesca, de los considerados ya en 1824 por el general mexicano José María Tornel, como
barbaros del norte, el pueblo comienza a reunirse en grupos y a organizarse espontáneamente: de balcones, azoteas, bocacalles y plazuelas, parten los primeros disparos contra la vanguardia del general William J. Worth, iniciándose una resistencia desesperada de los patriotas mexicanos que debía durar hasta la noche del día siguiente.
La mayoría de las fuentes bibliográficas estadunidenses, repitiendo lo sostenido por el general en jefe Winfield Scott en su informe al secretario de Guerra de su país del 18 de septiembre de 1847, afirma que la resistencia popular que se inició el 14 de septiembre, fue obra de los
leperosy de
convictos excarcelados por las autoridades mexicanas, mientras numerosos testimonios de autores mexicanos refutan semejante infundio. José María Roa Bárcenas, en su libro Recuerdos de la invasión norteamericana (1846-1848), por un joven de entonces, afirma que: “posible y probable, en momentos de confusión y desorden, se evadieron algunos criminales, creíble es que hayan tratado de ponerse en salvo antes que pelear con el extranjero. Lo cierto es que las nuevas hostilidades provinieron de la parte resuelta y belicosa del vecindario…” (Edición de 1887, tomo III, p. 141). El relato de un testigo y participante activo de los hechos de estos dos días, contradice también la versión de Scott:
Vi corriendo en tropel por la calle, con dirección a la esquina de la Amargura, un pelotón de hombres armados y a cuya cabeza iba un fraile, montado en un brioso caballo, con sus hábitos arremangados y sosteniendo en sus manos nuestro pabellón de las Tres Garantías. El fraile influía aliento e inspiraba entusiasmo a los gritos de ¡Viva México y mueran los yanquis! Así es que los hombres que en el zaguán había, abandonaron éste para unirse al grupo de patriotas, y yo con ellos.(Citado por Guillermo Vigil y Robles. La invasión de México por los Estados Unidos en los años 1846-1847-1848. México, 1923, p. 78) El mismo testigo sigue narrando:
Un cuerpo de la división Worth que se había posesionado del edificio de Minería fue hostilizado desde las azoteas del hospital y torres del templo de San Andrés. Los proyectiles de los mexicanos se cruzaban sin cesar con los de los invasores, y cuando estos avanzaban hasta ponerse bajo los muros de los edificios recibían una lluvia de piedras, macetas y cuantos objetos hallaban a mano los defensores, quienes eran individuos del cuerpo de Guardia Nacional Hidalgo, algunos practicantes que, andando el tiempo, fueron médicos distinguidos.(Ibíd., p. 79) Naturalmente, para el jefe de un ejército extranjero que lleva adelante una guerra de agresión y conquista, es necesario denigrar la resistencia popular que encuentra a su paso. Scott no fue una excepción, como no lo fue su conducta brutal en la represión de este movimiento de pobladores de la Ciudad de México. La desigual contienda se prolonga por horas, cayendo numerosas víctimas por parte del pueblo; se combate con entusiasmo aunque
sin plan, sin orden, sin auxilio, sin ningún elemento que prometiera un buen resultado; pero lucha sin embargo, terrible y digna de memoria.El ejército de Estados Unidos responde a esta postrer resistencia popular con métodos que casi un siglo después serían de uso familiar para las tropas nazis que suprimieron las insurrecciones populares de muchas ciudades de Europa: se ordena derribar con artillería la casa de donde se dispare un tiro y dar muerte a todos sus habitantes, se fusila a los patriotas en el terreno de lucha, se irrumpe en las casa derribando puertas y se asesina a familias enteras. En la mañana del día 15 de septiembre, cuando toda resistencia parecía haber terminado, se reinician los combates por toda la ciudad y se realizan nuevos actos de represión, jurando Scott, esta vez, con volar la manzana desde la cual fuera disparado un tiro contra sus tropas. Al caer la tarde, agotadas las municiones, con cientos de bajas y heridos, sin esperanza de auxilio por parte del ejército regular mexicano, que había abandonado a su suerte a los habitantes de la ciudad en la noche del 13 de septiembre, la espontánea insurrección popular termina, ante la superioridad de la respuesta enemiga, lo insostenible de la situación y el desmoralizador espectáculo de la colaboración abierta con los invasores del ayuntamiento de la ciudad y los sectores acomodados que se habían opuesto activamente a la insurrección. Como ocurrió a lo largo de esta guerra de conquista, la clase dominante mexicana traicionó el denodado aliento supremo del pueblo por dejar constancia ante las generaciones que vendrían, de que la capital de un país débil y dividido había caído frente a la agresión extranjera, sólo a costa de quienes habían sacrificado sus vidas por defenderla.
¿Cuál puede ser el interés en recordar este episodio de resistencia popular, intencionalmente olvidado por la historiografía oficial? El tema es trascendente no sólo porque es necesario fortalecer nuestra conciencia nacional a partir del estudio de nuestra historia, sin distorsiones de clase, particularmente, el análisis de lo que para los mexicanos ha significado y significa el imperialismo estadunidense, ya que las condiciones del conflicto histórico entre México y Estados Unidos siguen vigentes. También, porque, hoy como ayer, la clase dominante traiciona el interés nacional frente a Estados Unidos. Los colaboracionistas de ayer se dan la mano con los colaboracionistas de hoy.
¿No será que la bandera de las barras y estrellas ondea nuevamente en Palacio Nacional, y el fantasma encarnado de Antonio López de Santa Anna recorre sus oficinas, salones y balcones?
6.9.17
El fiscal, la sucesión y la “protección” a Peña Nieto
Jenaro
Villamil
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En el inicio del periodo más delicado de la sucesión presidencial, los escenarios para el 2018 se le descomponen al primer mandatario. Todo parece indicar que al primer y último presidente del Grupo Atlacomulco le interesa más definir quién le garantizará la protección transexenal y no quién podrá mantener al PRI en la presidencia de la República.
Para lograrlo, está dispuesto lo mismo a sacrificar a su propio partido que a establecer una alianza con su antecesor Felipe Calderón o con quien le garantice lo mismo que él hizo con Arturo Montiel: la impunidad real.
La crisis derivada por la designación de un Fiscal General de la República transexenal sólo revela lo profundo de las divisiones y fracturas al interior del bloque peñista, de sus exaliados (incluyendo a los empresarios y organizaciones que siguen a Claudio X. González), de los panistas que habían apoyado a Peña Nieto en el Pacto por México y de los perredistas que enfrentan con poca dignidad el desfondamiento de su partido ante la imparable “cargada” hacia Morena y hacia Andrés Manuel López Obrador, como se demostró este domingo 3 de septiembre.
El nombre de la crisis no es Raúl Cervantes Andrade. El actual procurador general de la República ya era una pieza intercambiable como fiscal general transexenal desde que el escándalo Odebrecht demostró lo profundo de la corrupción entre los gobiernos de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto, ambos involucrados en esta red trasnacional de sobornos, así como otros expedientes que entrelazan a ambos mandatarios.
El nombre de la crisis es el “pase automático” hacia la construcción de un Fiscal General controlado por el peñismo. Ni los organismos empresariales, ni las organizaciones civiles firmantes del desplegado #PorUnaFiscalíaQueSirva, ni la corriente articulada en torno al lópezobradorismo aceptarán ningún pase automático. En otras palabras, están vetando una propuesta que surja de Los Pinos sin el consenso de otras fuerzas.
El último golpe mediático contra Raúl Cervantes se lo dio Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad. La revelación del domicilio falso para documentar la propiedad de un Ferrari demostró las mañas y las manías propias de un abogado que debiera ser un auténtico cazador de corruptelas grandes y pequeñas y no parte de las sospechas. Cervantes forma parte, además, de un triángulo de poder familiar que no cuenta con el respaldo de los otros grupos priistas: el formado por sus primos Humberto Castillejos Cervantes, exconsejero jurídico de Los Pinos, y por Alfredo Castillo Cervantes.
Lo difícil en estos momentos de fracturas parlamentarias es lograr la mayoría calificada (dos terceras partes) para realizar la última reforma constitucional necesaria del sexenio: eliminar el transitorio décimo sexto del artículo 102 constitucional (el “pase automático”), así como redactar la ley de la fiscalía general que deberá aterrizar sus funciones y los alcances de sus dos fiscalías: la de delitos electorales (FEPADE) y la de Anticorrupción.
Paradójicamente, Peña Nieto quiso lograr lo que Javier Duarte consiguió antes de salir prófugo del país: nombrar un fiscal a modo que le cubra las espaldas, y las consecuencias en ambos están a la vista.
La paranoia peñista ha generado una profunda crisis coyuntural. El dirigente panista Ricardo Anaya capitalizó la incertidumbre y decidió encarecer su apoyo al gobierno federal, después de las crisis poselectorales del Estado de México y de Coahuila, para relanzar su candidatura.
El PRI y Peña Nieto decidieron endurecerse y las consecuencias se vivieron en estos últimos días: se fracturó el PAN en el Senado y la elección de Ernesto Cordero como presidente de la Mesa Directiva ha degenerado en una crisis constitucional en la Cámara de Diputados que no han podido instalar su Mesa Directiva.
La alianza de facto que el peñismo ha decidido emprender con el calderonismo provocará una peligrosa polarización no sólo en el PAN sino en el propio PRI. Si el nombre del “protector” transexenal es José Antonio Meade –apoyado por Roberto Gil Zuarth y Ernesto Cordero, los mismos calderonistas que crearon la fractura en el Senado- las consecuencias serán muy graves en el partido gobernante.
Al no tener claro quién será el candidato del PRI en el 2018, la incertidumbre se ha trasladado a los dos partidos que acompañaron al peñismo en el Pacto por México: el PRD y el PAN. Esta situación ha beneficiado más al único personaje que tiene hasta ahora el veto político de Peña Nieto para ser su sucesor en el 2018: el exjefe de Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador.
Este martes 5 de septiembre, en conferencia realizada en Washington, el dirigente y candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador dejó muy claro que sí Peña Nieto impone al actual procurador general como fiscal transexenal, él pedirá al Congreso cambiar la ley para removerlo.
“Si se impone, esto va a ser motivo para llamar a que se tenga mayoría en el Congreso, modificar la ley y remover al fiscal”, afirmó López Obrador. Y “destapó” a Tatiana Clouthier, exdiputada federal del PAN e hija del excandidato presidencial blanquiazul de 1988, como su propuesta para fiscal general porque “es honesta, íntegra e independiente”.
Una vez más, López Obrador podría marcar la agenda en este tema, mientras el PRI en el Senado no toma una posición clara respecto al tema del fiscal, los cinco senadores panistas también se desmarcan del “Fiscal carnal” y Peña Nieto aún pretende deshojar una margarita para definir quién será su sucesor.
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En el inicio del periodo más delicado de la sucesión presidencial, los escenarios para el 2018 se le descomponen al primer mandatario. Todo parece indicar que al primer y último presidente del Grupo Atlacomulco le interesa más definir quién le garantizará la protección transexenal y no quién podrá mantener al PRI en la presidencia de la República.
Para lograrlo, está dispuesto lo mismo a sacrificar a su propio partido que a establecer una alianza con su antecesor Felipe Calderón o con quien le garantice lo mismo que él hizo con Arturo Montiel: la impunidad real.
La crisis derivada por la designación de un Fiscal General de la República transexenal sólo revela lo profundo de las divisiones y fracturas al interior del bloque peñista, de sus exaliados (incluyendo a los empresarios y organizaciones que siguen a Claudio X. González), de los panistas que habían apoyado a Peña Nieto en el Pacto por México y de los perredistas que enfrentan con poca dignidad el desfondamiento de su partido ante la imparable “cargada” hacia Morena y hacia Andrés Manuel López Obrador, como se demostró este domingo 3 de septiembre.
El nombre de la crisis no es Raúl Cervantes Andrade. El actual procurador general de la República ya era una pieza intercambiable como fiscal general transexenal desde que el escándalo Odebrecht demostró lo profundo de la corrupción entre los gobiernos de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto, ambos involucrados en esta red trasnacional de sobornos, así como otros expedientes que entrelazan a ambos mandatarios.
El nombre de la crisis es el “pase automático” hacia la construcción de un Fiscal General controlado por el peñismo. Ni los organismos empresariales, ni las organizaciones civiles firmantes del desplegado #PorUnaFiscalíaQueSirva, ni la corriente articulada en torno al lópezobradorismo aceptarán ningún pase automático. En otras palabras, están vetando una propuesta que surja de Los Pinos sin el consenso de otras fuerzas.
El último golpe mediático contra Raúl Cervantes se lo dio Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad. La revelación del domicilio falso para documentar la propiedad de un Ferrari demostró las mañas y las manías propias de un abogado que debiera ser un auténtico cazador de corruptelas grandes y pequeñas y no parte de las sospechas. Cervantes forma parte, además, de un triángulo de poder familiar que no cuenta con el respaldo de los otros grupos priistas: el formado por sus primos Humberto Castillejos Cervantes, exconsejero jurídico de Los Pinos, y por Alfredo Castillo Cervantes.
Lo difícil en estos momentos de fracturas parlamentarias es lograr la mayoría calificada (dos terceras partes) para realizar la última reforma constitucional necesaria del sexenio: eliminar el transitorio décimo sexto del artículo 102 constitucional (el “pase automático”), así como redactar la ley de la fiscalía general que deberá aterrizar sus funciones y los alcances de sus dos fiscalías: la de delitos electorales (FEPADE) y la de Anticorrupción.
Paradójicamente, Peña Nieto quiso lograr lo que Javier Duarte consiguió antes de salir prófugo del país: nombrar un fiscal a modo que le cubra las espaldas, y las consecuencias en ambos están a la vista.
La paranoia peñista ha generado una profunda crisis coyuntural. El dirigente panista Ricardo Anaya capitalizó la incertidumbre y decidió encarecer su apoyo al gobierno federal, después de las crisis poselectorales del Estado de México y de Coahuila, para relanzar su candidatura.
El PRI y Peña Nieto decidieron endurecerse y las consecuencias se vivieron en estos últimos días: se fracturó el PAN en el Senado y la elección de Ernesto Cordero como presidente de la Mesa Directiva ha degenerado en una crisis constitucional en la Cámara de Diputados que no han podido instalar su Mesa Directiva.
La alianza de facto que el peñismo ha decidido emprender con el calderonismo provocará una peligrosa polarización no sólo en el PAN sino en el propio PRI. Si el nombre del “protector” transexenal es José Antonio Meade –apoyado por Roberto Gil Zuarth y Ernesto Cordero, los mismos calderonistas que crearon la fractura en el Senado- las consecuencias serán muy graves en el partido gobernante.
Al no tener claro quién será el candidato del PRI en el 2018, la incertidumbre se ha trasladado a los dos partidos que acompañaron al peñismo en el Pacto por México: el PRD y el PAN. Esta situación ha beneficiado más al único personaje que tiene hasta ahora el veto político de Peña Nieto para ser su sucesor en el 2018: el exjefe de Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador.
Este martes 5 de septiembre, en conferencia realizada en Washington, el dirigente y candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador dejó muy claro que sí Peña Nieto impone al actual procurador general como fiscal transexenal, él pedirá al Congreso cambiar la ley para removerlo.
“Si se impone, esto va a ser motivo para llamar a que se tenga mayoría en el Congreso, modificar la ley y remover al fiscal”, afirmó López Obrador. Y “destapó” a Tatiana Clouthier, exdiputada federal del PAN e hija del excandidato presidencial blanquiazul de 1988, como su propuesta para fiscal general porque “es honesta, íntegra e independiente”.
Una vez más, López Obrador podría marcar la agenda en este tema, mientras el PRI en el Senado no toma una posición clara respecto al tema del fiscal, los cinco senadores panistas también se desmarcan del “Fiscal carnal” y Peña Nieto aún pretende deshojar una margarita para definir quién será su sucesor.
5.9.17
Ruptura entre las élites de México
Jorge Carrasco Araizaga
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Durante décadas, la familia de los Claudios fue indisoluble con el poder político. El padre, Claudio X. González Laporte ha sido pilar en la consolidación del modelo de liberalización económica acelerado por Carlos Salinas, de quien fue asesor para asuntos empresariales.
Su influencia como presidente de lo que fue el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, la élite de la élite empresarial ahora llamado Consejo Mexicano de Negocios, lo ha convertido a pulso en un ideólogo de los empresarios.
Ha sido un entusiasta promotor de la alternancia entre el PRI y el PAN en la Presidencia de la República, y del grupo de altos funcionarios que lo mismo han servido a los gobiernos de un partido que del otro.
Hasta ahí nada nuevo en la relación entre el gran empresariado y el poder político. Desde el régimen autoritario del PRI del siglo pasado, los empresarios se amoldaron al viejo sistema y su economía cerrada aun cuando tuvieran enfrentamientos con Los Pinos, como en la época de Luis Echeverría y José López Portillo, en los años setenta y principios de los ochenta.
Pero nada como la confrontación de fondo que ahora tiene la familia del presidente de Kimberly Clark en México, exconsejero de Televisa y asesor de múltiples empresas e iniciativas con la presidencia de Enrique Peña Nieto.
Esta vez, la batalla es más que coyuntural. Claudio X. González Guajardo, quien durante dos décadas se ha dedicado a promover agendas específicas a través de fundaciones, que han gozado de beneficios fiscales, ha logrado dar el salto de la élite económica heredada de su padre al terreno de la sociedad civil.
Su graduación como activista social se la otorgó hace unos días el diario The New York Times, cuando publicó una alegada persecución a la que estaría sujeto por parte del presidente Enrique Peña Nieto.
Después de impulsar desde los gobiernos del PAN la reforma educativa, desde el año pasado González Guajardo encabeza un sólido proyecto de agenda pública que va más allá del gobierno de Peña, cuya marca de por sí ha sido la de la corrupción.
A través de la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, el empresario ha logrado establecer la agenda pública ante las demandas de transparencia y rendición de cuentas, sin las cuales es imposible la existencia de un Estado democrático moderno.
Auténticas, tales exigencias parecen ser ahora un ariete de un proyecto empresarial que le ha causado graves daños a la imagen del gobierno y sus colaboradores, incluida la excandidata presidencial del PAN y al gobierno del Estado de México, Josefina Vázquez Mota.
De ahí los escándalos que ha documentado sobre la corrupción, principalmente del gobierno federal. El más reciente, el Ferrari hasta ahora desconocido del aspirante a fiscal general de la República, Raúl Cervantes.
Todo lo que abone a la transparencia y a un esperado castigo de la cleptocracia en México es bienvenido periodística y socialmente. Pero una pregunta válida es hasta dónde quiere llegar la familia de Claudio X. González con la gran cantidad de información que posee sobre las élites políticas y económicas del país.
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Durante décadas, la familia de los Claudios fue indisoluble con el poder político. El padre, Claudio X. González Laporte ha sido pilar en la consolidación del modelo de liberalización económica acelerado por Carlos Salinas, de quien fue asesor para asuntos empresariales.
Su influencia como presidente de lo que fue el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, la élite de la élite empresarial ahora llamado Consejo Mexicano de Negocios, lo ha convertido a pulso en un ideólogo de los empresarios.
Ha sido un entusiasta promotor de la alternancia entre el PRI y el PAN en la Presidencia de la República, y del grupo de altos funcionarios que lo mismo han servido a los gobiernos de un partido que del otro.
Hasta ahí nada nuevo en la relación entre el gran empresariado y el poder político. Desde el régimen autoritario del PRI del siglo pasado, los empresarios se amoldaron al viejo sistema y su economía cerrada aun cuando tuvieran enfrentamientos con Los Pinos, como en la época de Luis Echeverría y José López Portillo, en los años setenta y principios de los ochenta.
Pero nada como la confrontación de fondo que ahora tiene la familia del presidente de Kimberly Clark en México, exconsejero de Televisa y asesor de múltiples empresas e iniciativas con la presidencia de Enrique Peña Nieto.
Esta vez, la batalla es más que coyuntural. Claudio X. González Guajardo, quien durante dos décadas se ha dedicado a promover agendas específicas a través de fundaciones, que han gozado de beneficios fiscales, ha logrado dar el salto de la élite económica heredada de su padre al terreno de la sociedad civil.
Su graduación como activista social se la otorgó hace unos días el diario The New York Times, cuando publicó una alegada persecución a la que estaría sujeto por parte del presidente Enrique Peña Nieto.
Después de impulsar desde los gobiernos del PAN la reforma educativa, desde el año pasado González Guajardo encabeza un sólido proyecto de agenda pública que va más allá del gobierno de Peña, cuya marca de por sí ha sido la de la corrupción.
A través de la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, el empresario ha logrado establecer la agenda pública ante las demandas de transparencia y rendición de cuentas, sin las cuales es imposible la existencia de un Estado democrático moderno.
Auténticas, tales exigencias parecen ser ahora un ariete de un proyecto empresarial que le ha causado graves daños a la imagen del gobierno y sus colaboradores, incluida la excandidata presidencial del PAN y al gobierno del Estado de México, Josefina Vázquez Mota.
De ahí los escándalos que ha documentado sobre la corrupción, principalmente del gobierno federal. El más reciente, el Ferrari hasta ahora desconocido del aspirante a fiscal general de la República, Raúl Cervantes.
Todo lo que abone a la transparencia y a un esperado castigo de la cleptocracia en México es bienvenido periodística y socialmente. Pero una pregunta válida es hasta dónde quiere llegar la familia de Claudio X. González con la gran cantidad de información que posee sobre las élites políticas y económicas del país.
2.9.17
Las “calificadoras” se divierten
Luis Casado*/Prensa Latina
Las conclusiones de las calificadoras de riesgo-país poco tienen que ver con criterios económicos. Han demostrado que sus calificaciones no se basan en criterios científicos. Generalmente, tienen un fin político y especulan para obtener ganancias injustificadas
Alarma en los mercados financieros: Standard and Poor’s (S&P) rebaja calificación de riesgo para Chile por primera vez en 25 años. ¿Dónde vamos a parar? ¿Es grave, doctor? ¿Tiene cura? Remedio, digo, visto que la calidad de clérigo es terminal… Eso depende. ¿De qué? De la idea que se haga de las agencias de calificación de riesgo y su ciencia infusa. Para comenzar, ¿sabe qué es una agencia de calificación de riesgo? ¿No? Ya le diremos.
Allá por el siglo XIII las técnicas de la incipiente “comunidad financiera” habían adquirido un pronunciado color a tinta china. La Iglesia Católica fue, al menos parcialmente, responsable de la opacidad que cubrió la actividad de los bancos: la Iglesia condenaba el préstamo con intereses; o sea, el crédito especulativo. El Concilio de Letrán (1179) reforzó las sanciones canónicas contra los usureros laicos. El Concilio de Viena (1311) declaró herético a todo aquel que negase que la usura es un pecado. En esos años, un “herético” era un tipo que difícilmente llegaba a la tercera edad.
La Inquisición sólo tenía que elegir el método de tortura y el modo de cocción, visto que al herético podían asarlo a la parrilla, freírlo en aceite o hervirlo en agua clara. Esta última práctica conoció una divertida variante: o bien te echaban al agua fría que, con la hoguera abajo, se calentaba gradualmente hasta hervir, o bien te zambullían en la marmita con el agua ya hirviendo.
Para los cristianos del siglo XIII hervir al prójimo estaba lejos de ser una novedad. Si bien mis fuentes no precisan si se tomaban la sopa, señalan sin embargo que Constantino, emperador romano convertido al cristianismo (siglo IV), hizo hervir a Fausta Flavia Máxima, su señora esposa (327), por haberle mentido con relación a una supuesta agresión sexual de parte de su hijo Crispus. El emperador, quien sólo apreciaba los cuernos que adornaban los cascos de los guerreros galos, hizo matar a su propio hijo, antes de descubrir el engaño de Fausta y transformarla en un sustancioso consomé.
Junto con fundar el césaro-papismo y convocar el célebre Concilio de Nicea (325), Constantino emitió una moneda destinada a inaugurar las profecías autocumplidas que les gustan a los economistas: la llamó el solidus… Además de crear una ciudad que llevó su nombre –Constantinopla–, y que hoy conocemos como Estambul, capital de Turquía, sus reformas facilitaron el desarrollo del cristianismo a tal punto que fue canonizado por la Iglesia ortodoxa. En esa época el cristianismo era singularmente comprensivo ante el filicidio y el uxoricidio.
En fin, sólo quería contarle que la usura mixtifori era castigada por la justicia laica como un delito, y por la autoridad eclesiástica como un pecado. Hubo tiempos felices un milenio después de la expulsión del paraíso. Aunque no lo crea, la proscripción de los préstamos con intereses fue levantada solo en 1830, y declarada lícita apenas en el año 1917.
Para cobrar intereses y evitar convertirse en caldo, los banqueros medievales los disimularon en la complejidad de las operaciones de cambio, utilizando hábiles fórmulas contables y una amplia serie de artificios: ventas virtuales, testaferros, palos blancos, costos de bienes hipotecados y la clásica “caballería”, que no es sino una “bicicleta” en la que nuevos créditos sirven para pagar créditos anteriores.
No obstante, el truco más utilizado consistía en inscribir en las cuentas una suma a rembolsar, ya inflada con los correspondientes intereses, equivalente al monto supuestamente prestado. ¿Las tasas? En el año 1311 Philippe le Bel intentó limitarlas a un denario por libra, lo que equivale a un 20 por ciento anual, pero su incompetencia monetaria hizo que en el año 1360 los intereses llegasen a 4 denarios, o sea una tasa anual del 80 por ciento. Ya ve, nada nuevo bajo el sol.
La amenaza de la Inquisición incitó los mercados financieros a una sana opacidad que para despistar llamaron “transparencia”. De ahí en adelante, y hasta el día de hoy, saber dónde y cuándo invertir, en qué y cuánto, se transformó en tarea de “expertos”. Las Agencias de Calificación de Riesgo nacieron para iluminar sus decisiones financieras a cambio de una modesta remuneración.
Pongamos que Alsacia, concesionario del Transantiago, necesita capitales. Para obtenerlos se dirige al mercado de capitales de New York, y le paga a una Agencia para que ésta califique el riesgo que representa poner a su disposición los capitales que necesita. Moody’s –en este caso se trata de Moody’s–, les cuenta a los inversionistas que la buena nota adjudicada a Alsacia reposa “en el bien desarrollado y ya maduro esquema de concesiones en Chile, y en la fortaleza del garante, que es el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) del Gobierno de Chile” (Moody’s, 7 de febrero de 2011). A Rodrigo Valdés le encantará enterarse…
Gracias a eso, Alsacia levantó 464 millones de dólares en menos tiempo del que tardo en contarlo. Si Moody’s hubiese otorgado una calificación mala o mediocre, Alsacia sólo tenía que atravesar la calle para ver a S&P o a Fitch que, a cambio de la remuneración exigida, le hubiesen dado la buena calificación necesaria: en ese momento Alsacia no tenía ni uno y existía (y existe) sólo gracias a su concesión en el Transantiago.
Luego de algunos problemillas menores, el 3 de marzo del 2014, Moody’s emitió una nueva evaluación de riesgo de Alsacia, modificando su nota a “estable”. ¿Las razones? “La confirmación de la nota refleja a) el pago integral y puntual de la cuota del mes de febrero; b) su reciente estabilización y la esperada mejora de sus resultados financieros gracias a las modificaciones a su contrato de concesión; c) menores riesgos de default (morosidad) de acuerdo a nuestro escenario para los 6 a 12 meses a venir” (Moody’s, 3 de marzo de 2014).
El 18 de agosto de 2014 –5 meses después–, Alsacia hizo pública su incapacidad para servir las cuotas del crédito obtenido: “… cumplo con informar a usted que Alsacia ha decidido, con esta fecha, no efectuar el pago de la cuota del bono con vencimiento al día de hoy”. En otras palabras, se declaró en default. Este bello ejemplo muestra la seriedad de las calificaciones de riesgo emitidas por las agencias que viven de eso. No es el único.
El viernes 12 de julio de 2013, la Agencia Fitch le retiró a Francia la calificación AAA, también llamada triple A, y la rebajó a AA+. ¿Por qué? En razón de “su elevado nivel de deuda pública” que alcanzaría, según Fitch, el 96 por ciento del producto interno bruto (PIB) a fines del año siguiente (2014). Lo curioso es que después de esta “dura” sanción, Francia siguió obteniendo dinero en los mercados financieros a tasas… ¡negativas! O sea que a Francia le pagaban por prestarle plata. Pedía 100 y rembolsaba 99. ¿De qué sirvió la degradación de la calificación de Fitch? You tell me…
De modo que cuando Standard & Poor’s rebaja el rating soberano de Chile (país cuya deuda pública es prácticamente nula) de A+ a AA- puede prescindir de cortarse las venas, tomar veneno o, en estricto rigor, comerse una paila marina [1]. No puedo decir lo mismo de las instituciones financieras que S&P cubrió con el vergonzoso baldón de su reprobación. Con los bancos y la comunidad financiera nunca se sabe.
Banco Estado, Banco Chile, Banco Santander-Chile, BCI, Itaú CorpBanca, BICE, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria Chile y filiales, Banco Security, Cooperativa del Personal de la Universidad de Chile Ltda (Coopeuch Ltda); Tanner Servicios Financieros; Larraín Vial SA Corredores de Bolsa; y LQ Inversiones Financieras SA, sufrieron una degradación de la calidad de su riesgo, y/o quedaron con la cerviz aplastada bajo un credit Watch con perspectivas negativas, o sea bajo un humillante y sospechoso escrutinio.
Lo que no quiere decir absolutamente nada, como cuando el gobierno de Chile “mantiene su monitoreo” sobre tal o cual catástrofe en cierne. El miércoles 7 de junio pasado, el Banco Popular de España fue vendido al Banco Santander por un euro simbólico para evitar su quiebra y las consiguientes consecuencias. Más de 300 mil accionistas, entre ellos el muy avezado empresario chileno Andrónico Luksic, perdieron hasta la camisa. Puede que no lo sepa, pero el Banco Popular había pasado con éxito todos los stress tests [2] al que fue sometido por el Banco Central Europeo.
Los ratings de las Agencias de Calificación de Riesgo no podían ser mejores. Si no fuese el caso, ¿cómo explicar que un lince como Luksic perdiese 100 millones de dólares en un abrir y cerrar de ojos? Días antes de hundirse, el Banco Popular publicaba, en su sitio web, lo que sigue:
“Las calificaciones crediticias otorgadas a Banco Popular Español por las grandes agencias de rating (Moody’s, Fitch, S&P, DBRS) reflejan la solidez de los fundamentales de Popular, soportados por la fortaleza de su franquicia minorista, su elevada rentabilidad y liderazgo internacional en términos de solvencia, apalancamiento y eficiencia, así como por sus buenos indicadores de liquidez. Los ratings asignados a Popular igualmente ponen de manifiesto su elevada importancia sistémica dentro del Sistema Financiero Español.”
Pobre Luksic: todavía cree en Papá Noel, la virginidad de María y el libre mercado… No es el único: los “expertos” del Banco Central de España ni siquiera vieron venir la quiebra y aseguraban a quién quisiera oírles que estaban dispuestos a seguir procurándole liquidez a un Banco que ya no valía ni la pena.
De modo que ya verá usted cómo toma la degradación del riesgo país chilensis, o las sospechas que recaen sobre los bancos del campo de flores bordado. Este servidor, que de esas cosas entiende poco, es extremadamente renuente a los consejos de las agencias de calificación de riesgo. Mayormente porque entiende que el peor riesgo es el que representan las agencias de calificación.
Notas
[1] Pruebas de resistencia de la banca ante un posible deterioro fuerte de la economía.
[2] Caldo chileno preparado con todo tipo de mariscos
*Ingeniero por el Centre d’Etudes Supérieures Industrielles (CESI-París), profesor e informático chileno
Las conclusiones de las calificadoras de riesgo-país poco tienen que ver con criterios económicos. Han demostrado que sus calificaciones no se basan en criterios científicos. Generalmente, tienen un fin político y especulan para obtener ganancias injustificadas
Alarma en los mercados financieros: Standard and Poor’s (S&P) rebaja calificación de riesgo para Chile por primera vez en 25 años. ¿Dónde vamos a parar? ¿Es grave, doctor? ¿Tiene cura? Remedio, digo, visto que la calidad de clérigo es terminal… Eso depende. ¿De qué? De la idea que se haga de las agencias de calificación de riesgo y su ciencia infusa. Para comenzar, ¿sabe qué es una agencia de calificación de riesgo? ¿No? Ya le diremos.
Allá por el siglo XIII las técnicas de la incipiente “comunidad financiera” habían adquirido un pronunciado color a tinta china. La Iglesia Católica fue, al menos parcialmente, responsable de la opacidad que cubrió la actividad de los bancos: la Iglesia condenaba el préstamo con intereses; o sea, el crédito especulativo. El Concilio de Letrán (1179) reforzó las sanciones canónicas contra los usureros laicos. El Concilio de Viena (1311) declaró herético a todo aquel que negase que la usura es un pecado. En esos años, un “herético” era un tipo que difícilmente llegaba a la tercera edad.
La Inquisición sólo tenía que elegir el método de tortura y el modo de cocción, visto que al herético podían asarlo a la parrilla, freírlo en aceite o hervirlo en agua clara. Esta última práctica conoció una divertida variante: o bien te echaban al agua fría que, con la hoguera abajo, se calentaba gradualmente hasta hervir, o bien te zambullían en la marmita con el agua ya hirviendo.
Para los cristianos del siglo XIII hervir al prójimo estaba lejos de ser una novedad. Si bien mis fuentes no precisan si se tomaban la sopa, señalan sin embargo que Constantino, emperador romano convertido al cristianismo (siglo IV), hizo hervir a Fausta Flavia Máxima, su señora esposa (327), por haberle mentido con relación a una supuesta agresión sexual de parte de su hijo Crispus. El emperador, quien sólo apreciaba los cuernos que adornaban los cascos de los guerreros galos, hizo matar a su propio hijo, antes de descubrir el engaño de Fausta y transformarla en un sustancioso consomé.
Junto con fundar el césaro-papismo y convocar el célebre Concilio de Nicea (325), Constantino emitió una moneda destinada a inaugurar las profecías autocumplidas que les gustan a los economistas: la llamó el solidus… Además de crear una ciudad que llevó su nombre –Constantinopla–, y que hoy conocemos como Estambul, capital de Turquía, sus reformas facilitaron el desarrollo del cristianismo a tal punto que fue canonizado por la Iglesia ortodoxa. En esa época el cristianismo era singularmente comprensivo ante el filicidio y el uxoricidio.
En fin, sólo quería contarle que la usura mixtifori era castigada por la justicia laica como un delito, y por la autoridad eclesiástica como un pecado. Hubo tiempos felices un milenio después de la expulsión del paraíso. Aunque no lo crea, la proscripción de los préstamos con intereses fue levantada solo en 1830, y declarada lícita apenas en el año 1917.
Para cobrar intereses y evitar convertirse en caldo, los banqueros medievales los disimularon en la complejidad de las operaciones de cambio, utilizando hábiles fórmulas contables y una amplia serie de artificios: ventas virtuales, testaferros, palos blancos, costos de bienes hipotecados y la clásica “caballería”, que no es sino una “bicicleta” en la que nuevos créditos sirven para pagar créditos anteriores.
No obstante, el truco más utilizado consistía en inscribir en las cuentas una suma a rembolsar, ya inflada con los correspondientes intereses, equivalente al monto supuestamente prestado. ¿Las tasas? En el año 1311 Philippe le Bel intentó limitarlas a un denario por libra, lo que equivale a un 20 por ciento anual, pero su incompetencia monetaria hizo que en el año 1360 los intereses llegasen a 4 denarios, o sea una tasa anual del 80 por ciento. Ya ve, nada nuevo bajo el sol.
La amenaza de la Inquisición incitó los mercados financieros a una sana opacidad que para despistar llamaron “transparencia”. De ahí en adelante, y hasta el día de hoy, saber dónde y cuándo invertir, en qué y cuánto, se transformó en tarea de “expertos”. Las Agencias de Calificación de Riesgo nacieron para iluminar sus decisiones financieras a cambio de una modesta remuneración.
Pongamos que Alsacia, concesionario del Transantiago, necesita capitales. Para obtenerlos se dirige al mercado de capitales de New York, y le paga a una Agencia para que ésta califique el riesgo que representa poner a su disposición los capitales que necesita. Moody’s –en este caso se trata de Moody’s–, les cuenta a los inversionistas que la buena nota adjudicada a Alsacia reposa “en el bien desarrollado y ya maduro esquema de concesiones en Chile, y en la fortaleza del garante, que es el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) del Gobierno de Chile” (Moody’s, 7 de febrero de 2011). A Rodrigo Valdés le encantará enterarse…
Gracias a eso, Alsacia levantó 464 millones de dólares en menos tiempo del que tardo en contarlo. Si Moody’s hubiese otorgado una calificación mala o mediocre, Alsacia sólo tenía que atravesar la calle para ver a S&P o a Fitch que, a cambio de la remuneración exigida, le hubiesen dado la buena calificación necesaria: en ese momento Alsacia no tenía ni uno y existía (y existe) sólo gracias a su concesión en el Transantiago.
Luego de algunos problemillas menores, el 3 de marzo del 2014, Moody’s emitió una nueva evaluación de riesgo de Alsacia, modificando su nota a “estable”. ¿Las razones? “La confirmación de la nota refleja a) el pago integral y puntual de la cuota del mes de febrero; b) su reciente estabilización y la esperada mejora de sus resultados financieros gracias a las modificaciones a su contrato de concesión; c) menores riesgos de default (morosidad) de acuerdo a nuestro escenario para los 6 a 12 meses a venir” (Moody’s, 3 de marzo de 2014).
El 18 de agosto de 2014 –5 meses después–, Alsacia hizo pública su incapacidad para servir las cuotas del crédito obtenido: “… cumplo con informar a usted que Alsacia ha decidido, con esta fecha, no efectuar el pago de la cuota del bono con vencimiento al día de hoy”. En otras palabras, se declaró en default. Este bello ejemplo muestra la seriedad de las calificaciones de riesgo emitidas por las agencias que viven de eso. No es el único.
El viernes 12 de julio de 2013, la Agencia Fitch le retiró a Francia la calificación AAA, también llamada triple A, y la rebajó a AA+. ¿Por qué? En razón de “su elevado nivel de deuda pública” que alcanzaría, según Fitch, el 96 por ciento del producto interno bruto (PIB) a fines del año siguiente (2014). Lo curioso es que después de esta “dura” sanción, Francia siguió obteniendo dinero en los mercados financieros a tasas… ¡negativas! O sea que a Francia le pagaban por prestarle plata. Pedía 100 y rembolsaba 99. ¿De qué sirvió la degradación de la calificación de Fitch? You tell me…
De modo que cuando Standard & Poor’s rebaja el rating soberano de Chile (país cuya deuda pública es prácticamente nula) de A+ a AA- puede prescindir de cortarse las venas, tomar veneno o, en estricto rigor, comerse una paila marina [1]. No puedo decir lo mismo de las instituciones financieras que S&P cubrió con el vergonzoso baldón de su reprobación. Con los bancos y la comunidad financiera nunca se sabe.
Banco Estado, Banco Chile, Banco Santander-Chile, BCI, Itaú CorpBanca, BICE, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria Chile y filiales, Banco Security, Cooperativa del Personal de la Universidad de Chile Ltda (Coopeuch Ltda); Tanner Servicios Financieros; Larraín Vial SA Corredores de Bolsa; y LQ Inversiones Financieras SA, sufrieron una degradación de la calidad de su riesgo, y/o quedaron con la cerviz aplastada bajo un credit Watch con perspectivas negativas, o sea bajo un humillante y sospechoso escrutinio.
Lo que no quiere decir absolutamente nada, como cuando el gobierno de Chile “mantiene su monitoreo” sobre tal o cual catástrofe en cierne. El miércoles 7 de junio pasado, el Banco Popular de España fue vendido al Banco Santander por un euro simbólico para evitar su quiebra y las consiguientes consecuencias. Más de 300 mil accionistas, entre ellos el muy avezado empresario chileno Andrónico Luksic, perdieron hasta la camisa. Puede que no lo sepa, pero el Banco Popular había pasado con éxito todos los stress tests [2] al que fue sometido por el Banco Central Europeo.
Los ratings de las Agencias de Calificación de Riesgo no podían ser mejores. Si no fuese el caso, ¿cómo explicar que un lince como Luksic perdiese 100 millones de dólares en un abrir y cerrar de ojos? Días antes de hundirse, el Banco Popular publicaba, en su sitio web, lo que sigue:
“Las calificaciones crediticias otorgadas a Banco Popular Español por las grandes agencias de rating (Moody’s, Fitch, S&P, DBRS) reflejan la solidez de los fundamentales de Popular, soportados por la fortaleza de su franquicia minorista, su elevada rentabilidad y liderazgo internacional en términos de solvencia, apalancamiento y eficiencia, así como por sus buenos indicadores de liquidez. Los ratings asignados a Popular igualmente ponen de manifiesto su elevada importancia sistémica dentro del Sistema Financiero Español.”
Pobre Luksic: todavía cree en Papá Noel, la virginidad de María y el libre mercado… No es el único: los “expertos” del Banco Central de España ni siquiera vieron venir la quiebra y aseguraban a quién quisiera oírles que estaban dispuestos a seguir procurándole liquidez a un Banco que ya no valía ni la pena.
De modo que ya verá usted cómo toma la degradación del riesgo país chilensis, o las sospechas que recaen sobre los bancos del campo de flores bordado. Este servidor, que de esas cosas entiende poco, es extremadamente renuente a los consejos de las agencias de calificación de riesgo. Mayormente porque entiende que el peor riesgo es el que representan las agencias de calificación.
Notas
[1] Pruebas de resistencia de la banca ante un posible deterioro fuerte de la economía.
[2] Caldo chileno preparado con todo tipo de mariscos
*Ingeniero por el Centre d’Etudes Supérieures Industrielles (CESI-París), profesor e informático chileno
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