Gustavo De la Rosa
“El burgués burocrático,” Don Claudio X., tuvo que doblegar su
arrogancia y quedarse esperando la cita que nunca le fue concedida. La
lucha del dinero antiguo no será solo contra la Presidenta.
En la reunión entre Claudia Sheinbaum y los empresarios, surgieron
nuevamente las grandes contradicciones existentes en la sociedad
mexicana.
No todo fueron sonrisas y diplomacia: el representante del Consejo
Mexicano de Negocios planteó con claridad la posición que seguirán
manteniendo durante los próximos 6 años con Claudia Sheinbaum.
Manifestaron tener la fuerza para seguir utilizando las estructuras
organizativas patronales en la búsqueda del poder perdido por su
fracción política. La Revolución terminó con los capitalistas
porfirianos y abrió la oportunidad histórica para el surgimiento de una
nueva burguesía moderna, industrial y financiera.
México enfrenta un gran problema histórico: la falta de una etapa
indispensable en la formación del capital nacional que pueda evolucionar
hacia un imperialismo financiero. La acumulación originaria del capital
no se ha dado, ya que la riqueza que no era capital, pues estaba
concentrada en manos de la iglesia hasta la implementación de las leyes
de reforma. Sin embargo, sólo se liberaron las propiedades inmobiliarias
y algunas industrias extractivas funcionales para la formación de un
pequeño grupo de hacendados y terratenientes. No se generó un proceso de
acumulación de capital similar al experimentado en Inglaterra y otros
países avanzados de Europa durante la etapa de acumulación originaria
del capital.
La herencia colonial ha dejado a México como un país con riqueza pero
sin capital, siendo exportadores de materias primas y importadores de
bienes procesados.
Por lo tanto, la acumulación de capital financiero en México no comenzó
realmente hasta después de 1920. Siempre ha habido una falta de capital
nacional en México, y los dueños de los negocios han llegado como máximo
a establecer tímidas alianzas con el capital extranjero, volviendo a la
herencia porfiriana de crear inversiones “rentísticas”.
Y como máximo se animan a invertir en parques industriales que alquilan o
venden a inversores extranjeros, quienes al final del día se quedan con
la mayor parte de la producción de plusvalía generada por los
trabajadores mexicanos, compartiendo solo una pequeña parte de las
ganancias con los empresarios nacionales.
En México, ha surgido una burguesía vinculada estrechamente a la
política, lo que ha llevado a que la burguesía mexicana sea
conceptualizada como una burguesía burocrática que depende de la gestión
de los recursos gubernamentales para aumentar sus ganancias. Esto ha
llevado a que estén al borde de una crisis nerviosa, ya que el principio
de separación entre política y negocios los está empujando hacia una
crisis profunda, debido a su hábito de obtener altas ganancias con bajas
inversiones personales.
Durante estos 6 años con Andrés Manuel separando la política de los
negocios se está abriendo la oportunidad para que surjan nuevos
empresarios o para transformar a los antiguos dependientes de los fondos
públicos en capitalistas modernos. Aquellos que puedan aprovechar la
gran oportunidad que ofrecen las nuevas reglas del juego serán los que,
al final de este proceso de transición del capitalismo mexicano, puedan
enfrentar los desafíos del siglo XXI.
Tal vez Carlos Slim, la señora Aramburuzabala, la impresionante
consejera del empresariado de Claudia y nuevos inversores mexicanos
comiencen a jugar efectivamente con las nuevas reglas del juego. Por
eso, en la reunión de empresarios se escucharon dos voces: las de la
vieja burguesía, representada por el dinero antiguo y corrupto que exige
privilegios para invertir, y las de un nuevo sector de la burguesía que
está empezando a comprender que estas nuevas reglas ofrecen la
oportunidad de convertirse en verdaderos capitalistas financieros.
La arrogancia del portavoz del consejo de negocios al oponerse a la
reforma judicial y exigir seguridad jurídica manteniendo críticas contra
el Presidente Andrés Manuel refleja estas posturas del pasado.
“El burgués burocrático,” Don Claudio X., tuvo que doblegar su
arrogancia y quedarse esperando la cita que nunca le fue concedida. La
lucha del dinero antiguo no será solo contra la Presidenta, como lo fue
contra Andrés Manuel; ahora la lucha más intensa será contra los nuevos
capitalistas y aquellos capitalistas que se han renovado. Tal vez el
primero en caer sea uno de los más corruptos, como Ricardo Salinas
Pliego de TV Azteca.
22.6.24
Y los “X” quieren medir fuerzas
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