Gustavo Leal F.
Con Enrique Peña Nieto se desató una inaceptable ola de negligencias médicas. Éstas expresan el abandono de la salud y la seguridad social con los gobiernos panistas. También confirman la inviabilidad del parche de aseguramiento
financierodenominado Seguro Popular, diseñado por los secretarios foxistas Julio Frenk y Francisco Gil Díaz, en el contexto de un federalismo extraordinariamente centralizador.
El
nuevoPartido Revolucionario Institucional (PRI) sólo ha modificado la Ley General de Salud para recentralizar los recursos del Seguro Popular, sin ajustar sus fallas de diseño y sin extraer las lecciones de la fracasada descentralización de los pasados 30 años.
La titular del ramo, Mercedes Juan, apenas ha promovido una comisión para evitar que se
repitan casos de jóvenes que dan a luz o abortan por ser rechazadas en hospitales. En ella participarían la Comisión Federal contra Riesgos Sanitarios y la Comisión de Arbitraje Médico. Busca
capacitar a las personas en unidades de salud: que tengan esa sensibilidad. La instrucción del Presidente es que haya cero rechazo, sin importar que la paciente tenga o no afiliación a las instituciones a la que acude( sinembargo, 11/3/13).
Pero, ¿es acaso un asunto de
sensibilidad? Para Mercedes Juan ese inaceptable cuadro de negligencias, prioridad de cualquier secretario de Salud, apenas merece una comisión, mientras la tarea que realmente la desvela se concentra en promover –desde la visión de la Fundación Mexicana para la Salud AC (Funsalud), que presidía antes de su designación– otra reforma
financierasectorial de difuso impacto médico-clínico, para establecer una
universalidadsanitaria como derecho humano restringido y acotado.
Justamente, en la 32 asamblea de Funsalud, Peña comunicó que, para cumplir su compromiso de construir el sistema de salud universal,
el sector deberá transformarse( Reforma, 28/6/13).
Para el arquitecto José Santos Asseo, presidente de Funsalud y director de Ópticas Lux, el modelo mexicano de salud
está agotado. Por la transformación multifactorial de la sociedad, ahora, precisó, hay que
buscarla separación del financiamiento de la prestación y que éste
venga de impuestos generales. Propuso, además, que se establezcan redes
pluralesde servicio, tanto públicas como privadas, donde los asegurados
puedan elegirdónde quieren ser atendidos: el
individuodebe tener el empoderamiento vía la adopción de
hábitosde vida saludable.
Son muchos los pronunciamientos de Mercedes Juan sobre la conformación de un
fondo único–que seduce a Santos Asseo–, empresa en que la acompaña un coro de voces interesadas: Banorte, Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, Cámara de Comercio Británica, consultora PricewaterhouseCoopers, Centro de Estudios Espinosa Yglesias y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), entre otros.
En ocasión de un seminario organizado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Mercedes Juan declaró que la secretaría a su cargo contempla la creación de una Procuraduría de la Salud, que sería
una instancia de evaluación, de seguimiento, de atención al usuario para que las intervenciones explícitas, insumos y atención que están en el Seguro Popular tengan tiempos acotados, para que los usuarios sepan que tienen derecho a éstos y en qué tiempo. No se trataría, abundó, de una instancia para
recibir quejas, pues para ello existe la Comisión de Arbitraje Médico. Y confió en que la nueva figura
haga un seguimiento de los derechos de los usuarios y que realmente vigile y evalúe esas garantías( Reforma, 14/3/13).
El ministro de la SCJN José Ramón Cossío ha señalado que el cambio constitucional que ha hecho de la salud un derecho humano no es un asunto semántico. Conlleva el riesgo de una avalancha de demandas por su no cumplimiento por el Estado (
Maltrato a parturientas denuncian ante la CIDH, La Jornada, 28/3/13). Después de la intervención de Mercedes Juan, Cossío precisó que si en la Constitución
se tiene ya el derecho a la salud, se debe pensar cómo se debe satisfacer, no en la retórica constitucional, sino en acciones concretas, para que nosotros, los juzgadores, lo entendamos y podamos saber qué podemos proteger, hasta dónde o cuáles son las condiciones reales de esa protección( Milenio Diario, 14/3/13).
¿La
procuraduríade Mercedes Juan busca enfrentar este riesgo acotando –o racionando– los
derechosde los usuarios a la baja, tal como ya se los raciona en el Catálogo Universal de Servicios Esenciales del Seguro Popular, que sólo incluye 284
intervenciones explícitasque no atienden aquello que efectivamente enferma y mata a los
usuarios?
Como establece la propuesta del nuevo artículo cuarto constitucional en la elaboración de proyecto de iniciativa de reforma a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para garantizar el acceso al sistema universal de salud, del CIDE, firmada por Gonzalo Moctezuma:
Toda persona tiene derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud. Cuando el artículo cuarto vigente señala que
toda persona tiene derecho a la protección de la salud.
¿Ya tomó atentísima nota el ministro Cossío? Porque el
posiblede Moctezuma ya raciona el
derechoque él, como ministro, garantiza
proteger. Que no lo sorprendan y juzgue efectivamente sobre
las condiciones reales de esa protección.
Para Mercedes Juan el inaceptable cuadro de negligencias que debería ser su prioridad inmediata como titular de Salud merece apenas una comisión. Pero su proyecto de reforma en pro de una salud
universalamerita hasta una Procuraduría de la Salud. Aunque ésta,
vigilandoel cumplimiento de
derechosa la baja o
posibles, sólo legitime el estado de cosas que generan las negligencias médicas que deberían ser su prioridad.
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