- EE.UU,Mexico
- José Francisco Gallardo Rodriguez
Durante la primera visita de Estado de Felipe Calderón a Washington, Barack Obama ofreció trabajar juntos para encarar el futuro y resolver los problemas comunes como la migración, el narcotráfico y la crisis económica. “Nos unen no las fronteras sino los lazos, permanezcamos juntos para encarar el futuro; el trabajo conjunto permitirá establecer una frontera común con migración ordenada y segura y ahondar la cooperación contra el narcotráfico que amenaza la frontera, trabajando juntos se ha forjado una nueva era de cooperación en base a los intereses mutuos, con respeto y responsabilidad recíproca. Nuestros países no son simplemente vecinos, somos amigos por elección, estamos ligados por trabajadores, turistas, docentes, estudiantes, incluso entre las fuerzas armadas que luchan contra la inseguridad”, declaró Obama. (La Jornada, 19/V/10).
Durante su visita a México en abril de 2009, Obama aludió a “los lazos que nos unen no pueden quebrantarse”, en las faldas del cerro del Chapulín, y asegundaba Calderón con establecer una nueva relación México-Estados Unidos. Pero sabrían Obama y Calderón que estaban sobre tierra donde muchos mexicanos entregaron su vida por defender la integridad del territorio nacional, y que a causa de una guerra injusta, abusiva en 1847, México perdió más de la mitad de su territorio en manos estadunidenses. ¡Yo creo que no!
Pero hasta cuándo seguirá esta farsa, reuniones van y nada pasa; y no pasa porque son mentiras las razones. Una cosa es el discurso y otra la realidad y la historia, desde la doctrina Monroe, pasando por el Tratado Guadalupe Hidalgo, hasta la Iniciativa Mérida.
A lo dicho, por si los estrategas y asesores yupis del señor de la guerra contra las drogas no lo saben. En un documento publicado por la Dirección de Políticas y Planes Estratégicos del USARMY en junio de 2000, llamado Joint Vision 2020, deja entrever una serie de coincidencias entre sus planteamientos con la ofensiva actual desatada a escala planetaria por la Casa Blanca y el Pentágono, quienes sostienen: Los intereses globales y las responsabilidades de EUA persistirán y no hay ninguna indicación de que las amenazas hacia esos intereses o a los de nuestros aliados vayan a desaparecer. Los conceptos estratégicos de fuerza decisiva, proyección de poder, presencia de ultramar y agilidad estratégica continuarán rigiendo nuestros esfuerzos para cumplir con esas responsabilidades y enfrentar los retos del futuro.
Una preocupación recurrente en la literatura militar, es lo relacionado a las amenazas asimétricas. El potencial de tales enfoques es tal vez el peligro más serio que EUA enfrentará en el futuro inmediato. Para contrarrestar las futuras amenazas al “poder imperial”, el Pentágono se propone alcanzar “la dominación de espectro total”, que consiste en una concepción en la cual se desdibujan las fronteras entre amigos y enemigos, entre pueblos y gobiernos, entre aliados y mercenarios.
Sobre este tema Joint Vision sanciona: “Las operaciones de espectro total incluyen el mantenimiento de una postura de disuasión estratégica”, lo que significa incluir acción en el teatro de operaciones y actividades de presencia en el hemisferio. La guerra imperial del siglo XXI, en los términos que se plantea, requiere de la conducción de operaciones conjuntas. Este enfoque integrado descansa en el uso de todas las herramientas del estadista para alcanzar nuestros objetivos nacionales, unilateralmente cuando sea necesario, al tiempo que en el hacer un uso óptimo de las habilidades y los recursos provistos por las fuerzas militares multinacionales, las organizaciones regionales e internacionales”.
Joint Vision reconoce además, la importancia de la tecnología y la innovación técnica para el Ejército y sus operaciones en cualquier parte del mundo. “Si nuestras fuerzas armadas van a ser más rápidas, más letales y más precisas en el 2020 de lo que son actualmente, debemos continuar invirtiendo en y desarrollando nuevas capacidades militares. Dependiendo de la realización del potencial de la revolución de información, las capacidades de hoy en cuanto a maniobra, ataque, logística y protección se convertirán en maniobra dominante, combate de precisión, logística focalizada y protección de dimensión total”.
Así las cosas nuestros vecinos del norte, tienen una visión estratégica del futuro, saben a donde van y que quieren, en México el encadenamiento histórico de gobiernos espurios con una visión patrimonialista de la política, –como dije yupis–, nos han llevado al colapso institucional y a someter al Estado mexicano a los intereses de Washington, tal cual lo planearon desde la doctrina Monroe en 1832.
El último bastión de nacionalismo que era representado por el Ejército Mexicano, para la defensa de la soberanía nacional, a través de gobiernos entreguistas y de mandos apátridas, ya fue anexado y sometido al Pentágono. Es decir, la abdicación de la soberanía nacional vía el sometimiento de las fuerzas armadas a EUA.
Forum 200. Junio de 2010.
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