28.3.10

Plan México 2030 / Sexta parte

CONTRALINEA 174 
28 Marzo 2010
Plan 2030: “mexicoamericanos” gobernarán la nación
Nancy Flores/ Sexta parte
 
En 20 años, México será gobernado por “mexicoamericanos” y se habrá “integrado” a América del Norte: Estados Unidos dictará las políticas públicas, habrá “instituciones compartidas”, las fuerzas armadas mexicanas intervendrán en conflictos internacionales por la “seguridad hemisférica” y se abandonará el concepto de “soberanía”. Según el plan calderonista, el desarrollo del país no será del tipo BRIC (Brasil, Rusia, India, China). La anexión, para usar a México como área de control militar estadunidense, señalan expertos
La entrega total del país a los intereses trasnacionales –impulsada por el plan México 2030, Proyecto de Gran Visión, del panista Felipe de Jesús Calderón Hinojosa– incluye los ámbitos político, gubernamental y militar. En su último capítulo, el expediente revela que, en 20 años, “algunos mexicoamericanos” ocuparán “cargos públicos de relevancia en ciertas áreas”.
Esto, como parte del “proceso de integración con América del Norte”; cuyas primeras etapas abarcan las “áreas financiera, comercial y de políticas públicas”, detalla el documento de la política exterior, compilado en el capítulo “Eje 5. Democracia efectiva y política exterior responsable”. El objetivo, según el proyecto transexenal, es que el país tenga un “liderazgo consolidado”.
La “integración” es, en realidad, la anexión, señala Pablo Moctezuma Barragán, autor de México, dependencia y autoritarismo y Cronología histórica de las intervenciones de EUA, entre otros libros. Acerca de la participación abierta de mexicoamericanos en el gobierno, indica: “Es la anexión ya descarada. Así seríamos un país accionista-asociado”.
Explica que el modelo que se quiere imponer con estos planes es neocolonialista. “El desarrollo económico no se da en función del bienestar de la población, sino de las funciones de la metrópoli”: el país produce materias primas (oro, plata, petróleo) y Estados Unidos y Canadá devuelven productos industrializados. Añade que, en este modelo, los derechos de las corporaciones trasnacionales se hacen valer en contra de los derechos nacionales.
En su último apartado, el Proyecto de Gran Visión establece que el país será “parte fundamental de una comunidad de América del Norte, que abarca a México, Estados Unidos y Canadá”.
El problema es que el análisis de las relaciones internacionales –hecho en el contexto de los talleres temáticos a los que convocó Calderón Hinojosa en octubre de 2006– parte desde Estados Unidos, como si la Unión Europea no existiera; como si China, Japón, Rusia e India tuvieran un valor muy relativo, considera el exdiplomático Héctor Lerín Rueda.
Esa “comunidad norteamericana”, dice el documento desclasificado por la Presidencia, estará “integrada con políticas e instituciones compartidas, incluyendo un espacio de seguridad común y una relación profunda en materia de migración, comercio e inversión”.
Moctezuma Barragán refiere que “ya nos anexaron económicamente y (ahora) nos van anexar militarmente. El reto está en qué modelo económico presentan para que no se vea tan feo. Por ejemplo, Puerto Rico es una colonia, pero también dicen que es un Estado independiente-asociado”.
Aunado a ello, el documento plantea abandonar la concepción de la soberanía: “Se deben reconsiderar conceptos considerados como ‘sacrosantos’, como el de la soberanía, ya que detonan debates que puedan llegar a contaminar la agenda internacional del país”.

Anexión militar

El expediente México 2030, Proyecto de Gran Visión, consta de 14 documentos que suman 831 páginas. Originalmente clasificados como confidenciales, éstos contienen los resultados de los talleres temáticos convocados por el panista Felipe de Jesús Calderón en octubre de 2006, tras ser declarado presidente electo de México por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y en plena crisis poselectoral.
Los talleres fueron auspiciados por el Fideicomiso para Apoyar el Cambio de Administración del Ejecutivo Federal y se dividieron en cinco ejes: estado de derecho y seguridad pública; economía competitiva y generadora de empleos; igualdad de oportunidades; desarrollo sustentable; democracia efectiva y política exterior responsable.
En su nota “xvi”, correspondiente al capítulo “Eje 5. Democracia efectiva y política exterior responsable”, el documento revela que el Ejército y la Marina participarán en invasiones y conflictos internacionales. Al consensuar la “visión” de que México será “un país con fuerzas armadas puntero que contribuyen a consolidar el liderazgo hemisférico”, los autores del plan acordaron que “el papel del Ejército no se circunscribiría a su intervención en situaciones de conflicto, pues su colaboración también era muy valiosa en otras situaciones de no beligerancia, como los desastres naturales”.
—Al territorio mexicano (los estadunidenses) lo quieren usar para sus fines de construcción imperial, y en gran medida quieren a México como un territorio controlado, como fuente de petróleo y materias primas de todo tipo, pero también como fuente de soldados. No sólo quieren petróleo, quieren sangre mexicana para sus guerras –dice Moctezuma Barragán.
El doctor en estudios urbanos critica que, con ello, la nación mexicana limitará su papel internacional a la seguridad que requiere Estados Unidos: “Nos quieren integrar en sus planes de guerra”.
De acuerdo con el Proyecto de Gran Visión, para 2030 México será “un país muy activo en el sistema militar internacional de seguridad, para ser escuchado por otros actores internacionales de gran peso”; compartirá “zonas y perímetros de seguridad en el hemisferio”, y será una “potencia media” con capacidad militar para “defender al mundo y sus intereses”.
Lerín Rueda –excónsul de México en Puerto Rico, exjefe de cancillería de la embajada mexicana en Nicaragua y profesor de la cátedra América Latina Hoy, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México– observa que la nación mexicana debe tener “mucho cuidado” en el uso de las fuerzas armadas, “cada vez más involucradas en el proyecto geopolítico norteamericano”.
—Dentro de la estrategia militar que se formula en Estados Unidos, hace tiempo que están pensando que México tiene graves deficiencias y que en algunos terrenos es hasta un Estado fallido. Tienen razón desde su propia lógica: ellos nos ven como un potencial país de conflicto, que podría, en un determinado momento, no ser capaz de salir adelante en asuntos como el del narcotráfico. Hasta la posibilidad de convertirse en un Estado narco”.

Influencia militar internacional

Según el plan México 2030, en el ámbito militar, el país será “un actor muy influyente en la definición de la agenda hemisférica”. Aunque este último capítulo plantea que las fuerzas armadas se integren a la política exterior, fortaleciendo el liderazgo de México a nivel hemisférico, en el primer capítulo –dedicado al estado de derecho y la seguridad pública– no se promueve una reforma militar que posibilite eso, critica Jorge Luis Sierra.
El especialista en seguridad nacional y fuerzas armadas dice que no hay un “fortalecimiento en un sentido militar clásico, conforme a los intereses nacionales, no a los intereses de un grupo en el poder o del presidente en turno”. La participación de las fuerzas armadas en la seguridad internacional, explica, abandona el concepto clásico de la defensa nacional.
De acuerdo con el proyecto transexenal calderonista, en dos décadas el país será “promotor de solución de conflictos e impulsor de temas prioritarios, en especial en el de seguridad”.
—El plan estratégico de ellos es tener a México integrado en su área de seguridad; pero integrado como traspatio, por eso (Estados Unidos construyó) el muro. No se le va a integrar en igualdad de condiciones, sino que se va a usar su territorio para los fines que necesite Estados Unidos –dice Moctezuma Barragán.
Ése es el contexto de la Iniciativa Mérida, “que es un símil del Plan Colombia”, agrega el también autor de México: dependencia y autoritarismo. Indica que los planes para México se pueden prever a partir de lo que sucede en aquel país, donde ya hay siete bases militares estadunidenses. “A México lo quieren colombianizar, y el plan es usarlo como parte de su área de control militar”.

Riesgo de intervención

Los acuerdos que el gobierno de México viene pactando –tras los atentados del 11 de septiembre de 2001– con Estados Unidos, para garantizarle su seguridad, entrañan el riesgo de la intervención militar.
Para Moctezuma Barragán, el contexto es muy difícil, pues es previsible un conflicto bélico internacional de grandes proporciones. Estados Unidos está en declive económico y político; por ello, “está preparándose para la guerra. Quiere mantener su hegemonía, pero por el paso del control militar. Ya en el discurso de Barack Obama, de principios de 2010, se habló de la amenaza de China y de la India, y de las tensiones crecientes con Rusia e Irán”.
Históricamente, dice el investigador, las crisis llevan a la guerra: las invasiones a Afganistán e Irak se dieron después de la crisis de 2001 y la caída de las torres gemelas. La crisis de 1991 llevó a la guerra de Irak. Mientras que la Segunda Guerra Mundial fue producto de la crisis de 1929-1934.
En este contexto, explica el académico, el gobierno estadunidense necesita controlar su territorio estratégico: su área de seguridad, que involucra a Canadá y a México. “Necesita un control militar directo”.
Con la firma del Acuerdo para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte, Canadá admitió que las fuerzas armadas estadunidenses intervengan en su territorio en casos de desastres naturales y revueltas sociales, sin necesidad de avisar al primer ministro o al Congreso, explica Moctezuma Barragán. Agrega que eso mismo quieren lograr con México.
El investigador dice que, hasta ahora, México no participaba de esa guerra contra el terrorismo porque aquí no había terrorismo. Entonces, indica, comenzaron los actos terroristas, como las 12 personas decapitadas en Yucatán, en agosto de 2008; o la bomba lanzada contra civiles en Morelia, el 15 de septiembre de ese mismo año.
—Todas estas matanzas que han habido en México tienen como objetivo crear un clima de inseguridad y justificar la intervención directa de Estados Unidos –refiere Moctezuma Barragán.
Contralínea solicitó conocer la versión de la Presidencia, a través del secretario técnico Nicolás Lohmann Rocha. Hasta el cierre de edición, no se obtuvo respuesta.
Plan 2030 rechaza al BRIC, margina a Latinoamérica y amenaza a Cuba
Al definir el tipo de relaciones que México establecerá con el mundo en las próximas dos décadas, el documento dedicado a la política exterior –compilado en el “Eje 5. Democracia efectiva y política exterior responsable”– no sólo prioriza el vínculo con América del Norte, sino que rechaza el desarrollo tipo BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Además, margina la relación con América Latina, al limitarla a cinco países. Al tiempo, enfatiza su “interés” en Cuba.
En 2030, éste será “un país desarrollado no BRIC, con flujos migratorios hacia México que ha dejado de ser país expulsor de mano de obra” (sic), indica el reporte consultado por Contralínea.
Para el exdiplomático Héctor Lerín, esa propuesta se finca en la visión de que “México no debe molestar a Estados Unidos con estos países que, de algún modo, Washington considera como potenciales rivales y en algún momento hasta como enemigos”.
El excónsul de México en Puerto Rico indica que este tipo de visiones son “sumamente limitadas y temerosas: que hagamos amistad con todos los países del mundo no tiene por qué interpretarse como anti-Estados Unidos”.
Al respecto, Pablo Moctezuma Barragán señala que un documento de política exterior tiene que tener vínculos con todos los países del mundo. Pero, critica, el plan 2030 “está en negativo, diciendo que nos vamos a oponer a Brasil, Rusia, India y China. Éstos son los países competidores de Estados Unidos, entonces está muy claro que va acorde con la lógica de Estados Unidos y no con la de México”.
El documento también refiere que, en dos décadas, México será “un país con relación estratégica con cuatro o cinco países de América del Sur”. Además, entre los factores inhibidores al plan, identifica que en América Latina hay liderazgos personalizados y populistas del pasado.
Moctezuma Barragán opina que la alusión es en contra, sobre todo, de tres gobiernos: el de Raúl Castro, en Cuba; el de Hugo Chávez, en Venezuela; y el de Evo Morales, en Bolivia.
Las referencias a Cuba van más allá: “Formar parte y ser un líder de la comunidad económica de América del Norte y Central, en especial Cuba”. El académico Héctor Lerín dice que “es una visión muy curiosa: tratan de implicar a Cuba y a Centroamérica y dicen que todos se vuelvan hacia el Norte”.
Agrega que “Estados Unidos y sus ideólogos quisieran una Cuba dominada por una visión capitalista, que volviera otra vez a las bendiciones del mercado. Eso que plantea la clase política mexicana, es una grosería”.
El exdiplomático considera que “nosotros no podemos obligarlos ni insinuarles (a los países de Centroamérica y a Cuba) que vean hacia el Norte. Tienen derecho también de ver al Sur”. Lerín considera que estos planteamientos se dan porque quienes manejan la política exterior de México son burócratas que están en Los Pinos; por ello, señala, han desarticulado el servicio exterior mexicano. (NF)
Adiós a la tradición no intervencionista
Uno de los objetivos del plan México 2030, Proyecto de Gran Visión, es que los mexicanos olviden su pasado no intervencionista. Según los autores, se debe transitar hacia “un país con proyección positiva hacia América del Norte, con una política exterior del siglo XXI capaz de enfrentar la globalización, que haya superado la política exterior del siglo XX que en su momento fue eficaz para enfrentar la Guerra Fría”.
Pablo Moctezuma Barragán recuerda que, en esa época, México fue el primer país del mundo que protestó por la invasiones de Hitler y Mussolini en Albania, Checoslovaquia y otras naciones. Ésa era la tradición no intervencionista, rememora el investigador. (NF)

Napolitano about Mexico

24.03.2010
MELISSA BLOCK, host:
From NPR News, this is ALL THINGS CONSIDERED. I'm Melissa Block.
ROBERT SIEGEL, host:
And I'm Robert Siegel.
A high level mission to Mexico yesterday featured a new U.S. take on Mexico's war on drugs. We have seen the enemies and one of them is us. For decades, Mexico has insisted the U.S. must reduce its appetite for narcotics. And yesterday, the U.S. government responded to Mexico, yes, we can and we should.
This is what Secretary of State Hillary Clinton said in Mexico City.
Secretary HILLARY CLINTON (State Department): We know that the demand for drugs drives much of this elicit trade. That guns purchased in the United States, as we saw some of the examples outside, are used to facilitate violence here in Mexico. And the United States must and is doing its part to help you and us meet those challenges.
SIEGEL: Also on yesterday's trip were Defense Secretary Robert Gates and Homeland Security Secretary Janet Napolitano, who joins us now from our office. Welcome.
Secretary JANET NAPOLITANO (Homeland Security): Welcome.
SIEGEL: Secretary Clinton seemed to unveil a new approach to helping fight the drug war in Mexico, is that a fair statement?
Sec. NAPOLITANO: I think it's a renewed emphasis. The Secretary of State had said last year that demand for drugs in the United States was part of the fuel for these cartels that have just grown in size, complexity and stature in Mexico over the last years. And we, you know, I think we in the United States need to acknowledge that, even as we work with Mexico to defeat the cartels.
SIEGEL: Before getting onto what Mexico is doing, is the U.S. actually succeeding in reducing demand? And what more can U.S. law enforcement do that it's not doing right now to try to reduce the demand?
Sec. NAPOLITANO: Well, it's not just law enforcement, it's all of us. And indeed, the drug czar, Gil Kerlikowske, who is himself a former police chief, was with us on the trip and will be releasing within the next days a national drug control strategy, which will be focused on how do you intervene, particularly with young people, to make sure that they don't experiment? And if they experiment, they don't become a user.
SIEGEL: That would seem to be, though, a long-term approach to dealing with this problem.
Sec. NAPOLITANO: Indeed.
SIGEL: That would bear fruit over the years, not over the coming months.
Sec. NAPOLITANO: Indeed. That's right. And so, in the interim, what we are focused on with Mexico is strengthening their law enforcement capacity, going after the cartels both the leadership, but also others involved in this very, very violent struggle within Mexico just south of our border. You know, Ciudad Juarez, which is literally over a bridge from El Paso, Texas, has an enormously high homicide rate, including a week ago Saturday, three individuals associated with the United States consulate there.
So, working with Mexico in a law enforcement, civilian law enforcement and military way against the drug violence and strengthening our own protections at the border.
SIEGEL: What can you tell us, by the way, about the killings in Juarez? Can you claim any progress in that investigation now?
Sec. NAPOLITANO: I really shouldn't talk about an ongoing investigation. What I can say is that literally hundreds of agents are now involved.
SIEGEL: Here's another dimension to this problem: Mexico has committed its military to the fight against the drug cartels. A recent State Department report accused the Mexican military of human rights abuses in the course of fighting the drug war. Given those concerns, is having the Mexican military fight this drug war the best option?
Sec. NAPOLITANO: Well, I think in Ciudad Juarez, which is where they've been deployed, it has been for a time the only option. There simply hasn't been enough civilian law enforcement to put on the streets there now. That is changing over time and the human rights issues are being addressed. They also were specifically discussed yesterday in our high level meetings. But the plain fact of the matter is, is that you have to have order in the streets and you have to reestablish the rule of law.
SIEGEL: Is there any role, any potential role for the U.S. military south of the border in Mexico?
Sec. NAPOLITANO: Well, indeed the chairman of the joint chiefs was at our meeting, Mike Mullen, Secretary Gates I already mentioned, meeting with their military counterparts. And I think you can deduce from that that there are discussions about the proper role for our military. And beyond that I think it would not be appropriate to comment.
SIEGEL: I mean, you know, I'm sure, better than I that this is a neuralgic subject for Mexicans, for the U.S. military presence in Mexico.
Sec. NAPOLITANO: It is, and it is only being done at the request of and with consultation and cooperation with the Mexicans. This is not the United States unilaterally going in. This is cooperative. It is as assistance. It is a mutual recognition that as two neighboring countries, we all have something at stake here.
I mentioned yesterday, but, you know, there's a billion dollars worth of commerce every day that goes across that Mexican border. People need to be able to go back and forth and transit across that border without fear for, you know, that they will be the victim of a violent crime. And that people who live on the border communities just south of our border need to know that the rule of law will be applied.
SIEGEL: But just to be clear here, are you saying that President Calderon has expressed an openness toward a uniformed U.S. military presence within Mexico?
Sec. NAPOLITANO: Yes. Let me be very, very clear 'cause this is a very delicate subject that our military in certain limited ways, has been working with the Mexican military in their efforts against the drug cartels. But it is at the request of the Mexican government, in consultation with the Mexican government and it is only one part of our overall efforts with Mexico, which are primarily civilian in nature.
SIEGEL: Well, Secretary Napolitano, thank you very much for talking with us today.
Sec. NAPOLITANO: Thank you.
SIEGEL: That's Janet Napolitano, the secretary of homeland security. She was on the mission to Mexico yesterday and she spoke to us from her office in Washington, D.C. 

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27.3.10

Bastará visa de EU para que entren extranjeros

La Jornada
27 de marzo de 2010
También se admitirá el ingreso de quienes viajen en vuelos autorizados en la nación vecina
Bastará visa de EU para que entren extranjeros: Calderón
Claudia Herrera Beltrán
El presidente Felipe Calderón anunció que su gobierno prepara una regulación para permitir el ingreso de extranjeros que tengan visa de Estados Unidos o viajen como turistas en vuelos autorizados en aeropuertos del país vecino sin necesidad de tramitar la visa mexicana.
Calderón hizo este anuncio a empresarios turísticos, ante quienes retomó su discurso de principios de año, y demandó hablar bien de México y no satanizarlo, porque si bien hay problemas de seguridad, dijo que jamás ha escuchado, por ejemplo, a ciudadanos de Brasil que hablen mal de su país, aun cuando la tasa de homicidios violentos en esa nación es el doble de la nuestra.
En la apertura de las sesiones de trabajo Compromiso por el turismo en México, afirmó que con las medidas anunciadas se intenta promover la recuperación de visitantes. Señaló que la solicitud de visa mexicana obedecía a dos factores: garantizar la seguridad en América del Norte después de los atentados del 11 de septiembre y evitar el flujo migratorio hacia Estados Unidos vía territorio nacional.
Pero esa situación ya cambió, según el mandatario, pues qué duda cabe de que los estándares de seguridad en México se han incrementado, y no digamos en Estados Unidos. Consideró que quien tiene una visa expedida por los estadunidenses no necesita ocultar su ingreso vía México.
Aclaró que dicha medida se aplicará sólo con los ciudadanos provenientes de países a los que se les pedía visa y tienen convenios y certificados de alta seguridad avalados por autoridades mexicanas, las cuales podrán revisar por registros en línea la autenticidad de los documentos presentados por los visitantes.
...

24.3.10

The US Mexican Border: Obama's Bloody War in Juarez

March 24, 2010
The US Mexican Border: Obama's Bloody War in Juarez

by Mike Whitney
Global Research,

"The war on drugs has always been a pretext for political repression and social control."
                                                                  Alexander Cockburn, Counterpunch editor  

Last Saturday, a US consulate employee and his pregnant wife were gunned down in their SUV in Ciudad Juarez while their seven month old baby watched from the backseat. Just minutes later, another consulate employee was killed at point-blank range in the northern part of the city. Both shootouts took place in broad daylight and were executed with robotic precision. It was clearly the work of professionals.

The only thing that stands out about these incidents, is that two of the victims were American citizens. Otherwise, it's just "business as usual" in the murder capital of the western hemisphere. Juarez has been rocked by a wave of gangland-style killings for the last two years. The statistics are mind-boggling. 50 people were killed last weekend alone (4 of the victims were beheaded) and there have been more than 500 homicides since the beginning of 2010. All told, more than 19,000 people have been killed since Mexican President Felipe Calderon took office in 2006. Juarez is presently the most dangerous place in the world, worse has Baghdad or Kabul.

The violence in Juarez is not accidental. It's the result of a deeply-flawed US/Mexico policy. The Merida Initiative, which was signed in 2007 by President  George W. Bush and Calderon, has led to the militarization of law enforcement which has intensified the battle between the state and the drug cartels. Plan Mexico--as Merida is also called--has increased the incidents of gang-related crime and murder by many orders of magnitude.  The military is uniquely unsuited for tasks that should be handled by criminal investigators or the police. That's why the death toll keeps rising. The bottom line, is that the troubles in Juarez have more to do with Plan Mexico than they do with drug-trafficking. This is "policy-driven" carnage and the United States is largely to blame.

Shortly after he took office in 2006,  Calderon began using the military to battle Mexico's powerful  narco-mafia. Since then, there's been a steady escalation in troop deployments and violence across the country. The Calderon strategy has been universally condemned except (of course) by US think-tank ideologues who applaud the bloodletting as proof of its success. Laura Carlsen, the director of the Americas Policy Program in Mexico City, was recently interviewed about Plan Mexico and asked whether the policy has changed under Barack Obama. Here's what she said:

Laura Carlsen: The Obama administration has supported Plan Mexico and even requested, and received from Congress, additional funds beyond what the Bush administration requested. In the three years since Calderon launched the war on drugs in Mexico with the support of the US government drug related violence has shot up to over 15,000 executions and formal reports of violations of human rights have increased sixfold.....Washington recognizes serious problems with the drug war model and yet continues to claim, absurdly, that the rise in violence in Mexico is a good sign--it means that the cartels are feeling the heat..

Plan Mexico... grew out of the extension of NAFTA into security areas, known as the Security and Prosperity Partnership.... It was designed in Washington as a way to "push out the borders" of the US security perimeter, that is, that Mexico would take on US security priorities including policing its southern border and allowing US companies and agents into Mexico's intelligence and security operations." (Laura Carlsen)

NAFTA transformed Juarez into a manufacturing hub where assembly plants and electronics companies mass-produced all types of goods that were shipped to the United States tariff-free. In the last few years, however, corporations have exited Mexico en masse seeking cheaper labor costs in China. According to the Wall Street Journal: "Since 2005, 10,600 businesses—roughly 40% of Juárez's businesses—have closed their doors, according to the country's group representing local chambers of commerce." Free trade has left Juarez in ruins which has only added to the current troubles.

Laura Carlsen again:  "The Bush administration used the counterterrorism paradigm to extend US presence in strategic areas. In Mexico, the idea was to open up lucrative defense and intelligence contracts while aiding the rightwing government, which still faced serious questions of legitimacy due to unresolved accusations of fraud in the 2006 elections."

Carlsen confirms that Plan Mexico is not so much about the fictitious war on drugs as it is aboutcreating a business-friendly authoritarian regime that will crush any threat to state/corporate power. By throwing his support behind the current policy, Obama is merely picking up where his predecessor G.W. Bush left off.

Calderon has largely complied with whatever directives he's gotten from Washington. In practical terms, he's assumed the mantle of "provincial governor" charged with carrying out US security operations south of the border; a regular Mexican Karzai. And he has performed reasonably well too, which is to say that he's turned the country to a free-fire zone where anything-goes as long as the billions in US aid continues to roll in.  A recent survey shows that more than half of the population now believes that Calderon has made the country more dangerous.  In an interview with Democracy Now,  author Charles Bowden describes what life is  really like for the people who live in Juarez and have to adjust to the daily violence:


A City Where People Live in Cardboard Boxes

CHARLES BOWDEN:   "This is in a city where people live in cardboard boxes sometimes. Ten thousand businesses have given up and closed in the last year. Thirty to sixty thousand people from Juárez, mainly the rich, have moved across the river to El Paso for safety, including the mayor of Juárez, who likes to bunk in El Paso. And the publisher of the newspaper there lives in El Paso. Somewhere between 100,000 and 400,000 people simply left the city. A lot of the problem is economic, not simply violence. At least 100,000 jobs in the border factories have vanished during this recession because of the competition from Asia. There’s 500 to 900 gangs there, estimates vary.

So what you have is about 10,000 federal troops and federal police agents all marauding. You have a city where no one goes out at night; where small businesses all pay extortion; where 20,000 cars were officially stolen last year; where 2,600-plus people were officially murdered last year; where nobody keeps track of the people who have been kidnapped and never come back; where nobody counts the people buried in secret burying grounds, and they, in an unseemly way, claw out of the earth from time to time. You’ve got a disaster. And you have a million people, too poor to leave, imprisoned in it. That’s the city." (Democracy Now)

The war in Juarez isn't about narcotics; it's about a foreign policy that supports proxy-armies to impose order through police-state repression and militarization. The media keeps reiterating the same tedious refrain about the ongoing "drug war", but it's all baloney. The so-called war on drugs--like the war on terror--is merely the public relations mask which conceals the political agenda. Regional hegemony is the ostensible goal, and extreme violence is the cornerstone upon which the entire policy rests. Here's a clip from an article in the Independent which sums up the futility of the drug war and its corrosive effect on government institutions:

"The outlawing and criminalizing of drugs and consequent surge in prices has produced a bonanza for producers everywhere, from Kabul to Bogota, but, at the Mexican border, where an estimated $39,000m in narcotics enter the rich US market every year, a veritable tsunami of cash has been created. The narcotraficantes, or drug dealers, can buy the murder of many, and the loyalty of nearly everyone. They can acquire whatever weapons they need from the free market in firearms north of the border and bring them into Mexico with appropriate payment to any official who holds his hand out. 

And drug-related bribery is gnawing deep into US institutions, as Calderon has long alleged. Thomas Frost of the US Dept of Homeland Security  says that last year the department accused 839 of its own agents of corruption.... the FBI ... dug up more than 400 public corruption cases that resulted in well over 100 arrests and more than 130 state and federal prosecutions...

The narcos have penetrated the US embassy in Mexico City (as they had previously the one in Colombia's capital, Bogota), their funds allowing them to siphon out a stream of intelligence about future operations against the narcos." ("The US-Mexico border: where the drugs war has soaked the ground blood red", Hugh O'Shaughnessy The Independent)

The real reason US powerbrokers want to militarize Mexico is to counter the leftist social movements which have sprouted up everywhere in Latin America. The administration wants to get a foot in the door so they can roll back the advances that have been made in health care, civil liberties, education, wealth redistribution and land reform. The US wants to quash the burgeoning unions, the indigenous communities, and pro-democracy groups which have taken root and replaced the kleptocratic regimes which were propped up by Washington.  The Merida Initiative is an attempt to return to the dark days of oligarchy and torture, of death squads and "dirty wars".  Clearly, Uncle Sam will not be easily deterred; it will take determined resistance from grassroots organizations and engaged citizens. 

As for the faux "drug war"; no one has written more persuasively on the topic than Counterpunch editor, Alexander Cockburn. Here's an extended excerpt from an article written by Cockburn back in June, 1998, titled "The Drug War: a War on Poor, Lower Classes".  

"United Nations’ special session in New York on drugs. Hundreds of prominent people from around the world signed on to the view that the drug war has been a disaster and the time has come for a truly open and honest dialogue about future global drug control policies.

The statements to which the signatories put their names are mostly unimpeachable common sense:Drug war politics impede public health efforts to stem the spread of HIV, hepatitis and other infectious diseases. Human rights are violated, environmental assaults perpetrated and prisons inundated with hundreds of thousands of drug law violators.

All true, and every phrase repeated, proved and doubly proved year after year.
So why does the drug war grind on, decade after decade, immune to reason, often grotesque in its hypocrisy?...

The answer is plain enough, particularly if one takes a look at the history of drug wars over the past 150 years. These drug wars are either enterprises that expand the drug trade or pretexts for social and political repression. In either case, the aim of halting the production, shipment and consumption of drugs is not on the agenda.

Domestically, the drug war has always been a pretext for social control, going back to the racist application of drug laws against Chinese laborers in the recession of the 1870s when these workers were viewed as competition for the dwindling number of jobs available. ....

President Nixon was helpfully explicit in his private remarks. H.R. Haldeman recorded in his diary a briefing by the president in 1969, prior to launching of the war on drugs: Nixon emphasized that you have to face the fact the whole problem is really the blacks. The key is to devise a system that recognizes this while not appearing to.

So what was the system duly devised? The 1986 Anti-Drug Abuse Act, with its 29 new minimum mandatory sentences, and the 100-to-1 sentencing ratio between possession of crack and powder cocaine, became a system for locking up a disproportionate number of black people.

So to call for a truly open and honest dialogue about drug policy, as all those distinguished signatories in the advertisement requested, is about as realistic as asking the U.S. government to nationalize the oil industry. Essentially, the drug war is a war on the poor and the dangerous classes, here and elsewhere. How many governments are going to give up on that? ("The Drug War: a War on Poor, Lower Classes", Alexander Cockburn, June 11, 1998, LA Times)http://www.hartford-hwp.com/archives/28/088.html 


Obama knows that the war on drugs is a sham, but that won't stop him from committing billions more to Plan Mexico. In fact, it's already a done-deal. What the administration wants is a "hemispheric security policy" which creates a hospitable environment for resource extraction and corporate exploitation. And, they don't care how many people get killed in the process. That's why the death toll in Juarez will to continue to rise. 

Mike Whitney is a frequent contributor to Global Research.  Global Research Articles by Mike Whitney

Se amplía la Iniciativa Mérida a temas sociales, informa Clinton

La Jornada
24 de marzo de 2010
No sólo se enfocará en el aspecto policiaco-militar, informa el Grupo de Alto Nivel
Se amplía la Iniciativa Mérida a temas sociales, informa Clinton
Georgina Saldierna, Fabiola Martínez y Gustavo Castillo
 
Los gobiernos de México y Estados Unidos anunciaron ayer la ampliación de la Iniciativa Mérida y que esta estrategia no sólo se enfocará en el aspecto policiaco-militar, sino también avanzará en el tema social. De igual manera, se comprometieron a profundizar la cooperación para combatir el crimen organizado y coordinar sus políticas nacionales en contra de esta amenaza.
Hillary Clinton, secretaria de Estado, explicó: Estamos expandiendo la Iniciativa Mérida, más allá de lo que se había considerado inicialmente, en busca de crear una estrategia integral en contra del narcotráfico.
Al concluir la segunda Reunión del Grupo de Alto Nivel México-Estados Unidos, dijo que la seguridad es clave, pero para luchar contra los efectos a largo plazo que producen los cárteles, sabemos que tenemos que trabajar más en temas de la educación y la salud, en el desarrollo económico y social.
Un México más fuerte, más desarrollado económicamente y con una población que suba en la vida gracias a la educación, es mejor para nosotros, agregó la funcionaria de la Casa Blanca, quien de nueva cuenta expresó un mea culpa durante su estancia de alrededor de ocho horas en el Distrito Federal.
En conferencia de prensa conjunta con la canciller Patricia Espinosa Cantellano, Clinton señaló que la demanda de droga en su país y el flujo de armas de Estados Unidos a territorio mexicano, facilitan la violencia en México, por lo que Washington debe y está haciendo su parte para ayudar a afrontar estos retos. Aceptamos nuestra responsabilidad compartida en el tema del tráfico de drogas, puntualizó.
Resaltó que se están diseñando planes de trabajo concretos, específicos, con tareas, calendarios y mediciones en cuatro áreas estratégicas, que también mencionó Espinosa: la desarticulación de las organizaciones delictivas que actúan en los dos países; el fortalecimiento de las instituciones de seguridad; el desarrollo de una frontera segura y competitiva para el siglo XXI, y el fortalecimiento de la cohesión social en las comunidades de los dos lados de la frontera.
Más allá de las conversaciones que ambos gobiernos han tenido para avanzar en la lucha contra el crimen organizado, Clinton dijo que a final de cuentas lo importante es dar resultados y en eso se concentran nuestros dos presidentes. Quieren verdaderos resultados que redunden en mayor seguridad y mayor oportunidad para nuestros ciudadanos, puntualizó.
Durante la reunión, se hizo un corte de caja sobre la Iniciativa Mérida; se identificaron los avances y los cuellos de botella. Hillary Clinton señaló al respecto que se ha considerado todo lo que funciona, y también lo que no, para mejorarlo.
Cuando se le preguntó sobre el papel que debería tener el Ejército en la nueva fase de la lucha contra el tráfico de enervantes, la funcionaria de Estados Unidos expuso que se hará todo lo que decida el gobierno de Felipe Calderón como la mejor forma de avanzar en este tema. Resaltó, eso sí, que es necesario trabajar más arduamente para proteger y fomentar los derechos humanos, en referencia a las denuncias de violaciones a las garantías fundamentales en la guerra contra los capos de la droga
Espinosa se refirió a su vez a los acuerdos concretos que se lograron durante la reunión del Grupo de Alto Nivel, encuentro que calificó de muy exitoso. Destacó así el compromiso estadunidense de resolver los cuellos de botella que han retrasado la entrega de equipo que se requiere hoy y no en unos años. Con ello aludió al retraso en el envío de equipamiento que ha solicitado México al país vecino en el contexto de la Iniciativa Mérida.
También dijo que ambos gobiernos acordaron establecer un programa de trabajo bilateral para combatir el tráfico de armas y los flujos financieros ilícitos hacia México. El esquema tendrá objetivos concretos e indicadores de avance que serán evaluados periódicamente.
Asimismo, realizarán un estudio binacional sobre consumo de drogas ilícitas en ambas naciones, para contar con información completa, confiable y plenamente comparable sobre la demanda de enervantes, lo que permitirá enfrentar el problema de manera más coordinada y eficaz.
Otro de los acuerdos logrados en el encuentro –que se realizó a puerta cerrada en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y que se prolongó casi cuatro horas– fue el de enfatizar la atención integral a las comunidades fronterizas de ambas naciones, que sufren de manera más dramática los efectos de la violencia y de la delincuencia. En el contexto de la estrategia Todos somos Juárez, la funcionaria informó que se impulsan acciones tanto en el ámbito de seguridad como en el socioeconómico
De manera especial, expuso que la delegación mexicana reconoció la necesidad de reforzar sus acciones en materia de capacitación y de equipamiento para la vigilancia e inspección por medios no intrusivos. En este sentido, informó de una solicitud de la administración Obama para contar con ese equipo en todos los puntos sensibles de entrada o en el territorio nacional.
Patricia Espinosa añadió que Estados Unidos continuará incrementando las actividades en su propio territorio en contra de las organizaciones delictivas.
En su oportunidad, la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, resaltó el nivel de la delegación estadunidense que acudió a la reunión. “Este importante contingente es una sólida señal de compromiso del gobierno de Barack Obama con la lucha contra los cárteles.
Rara vez se ven este tipo de reuniones con tan amplia participación de funcionarios de ambos lados de la frontera, dijo en una declaración en la que coincidieron Clinton y Espinosa.

¿Expande EU su comando norte a México por petróleo y necesidad demográfica?

24.03.2010
Bajo la Lupa
¿Expande EU su comando norte a México por petróleo y necesidad demográfica?
Alfredo Jalife-Rahme

 El desfondado México calderonista está a punto de ser fagocitado por el esquema del Comando Norte (NorthCom) –sucesor del antiguo NORAD, por sus siglas en inglés: Defensa Aeroespacial de Norteamérica de la guerra fría–, que ahora delinea la esfera de control militar estadunidense de toda América del Norte, que incluye a Canadá y México, con el fin de capturar los hidrocarburos del Golfo, al tiempo que afianza su presencia bélica hasta Colombia (donde ha instalado siete bases militares) mientras domina gradualmente su nuevo mare nostrum: el mar Caribe (ver Radar Geopolítico en revista Contralínea, 21/2/10) con las recientes adquisiciones de Honduras y Haití.
¿Cuántas bases militares instalará Estados Unidos en suelo mexicano con la anuencia tácita de Calderón, sosia del colombiano Uribe? Un año antes de los lamentables asesinatos de funcionarios estadunidenses en Ciudad Juárez ya habíamos advertido que la ruta trágica de los hombres perversos desembocaría en la incrustación del México neoliberal calderonista al Comando Norte, en un artículo que hoy cobra una dimensión histórica (ver Bajo la Lupa, 15/4/09), que sugerimos (re)leer a los dilectos lectores y, sobre todo, a los patriotas mexicanos.
¿Los asesinatos de funcionarios estadunidenses, nueve días antes de la presencia programada el 23 de marzo de una relevante delegación que encabeza nominalmente la secretaria de Estado, Hillary Clinton, sirvieron de coartada exquisita para que Estados Unidos pase de la Iniciativa Mérida/Plan México (similar al Plan Colombia en su concepción militar) a la siguiente fase de la absorción del México neoliberal calderonista, con los pletóricos hidrocarburos del Golfo de México, por el Comando Norte? ¿Nos encontramos ante otro “micro 11/9” consentido relajadamente por Calderón?
Más allá de Hillary Rodham Clinton, quien preside la delegación en forma coreográfica, acompañada de la polémica Janet Napolitano (a cargo de la seguridad del hogar), la presencia militar y de los servicios de inteligencia fue avasalladoramente impactante frente a su exigua contraparte panista: Bob Gates, secretario del Pentágono; almirante Michael Mullen, jefe de las fuerzas armadas conjuntas, y Dennis Blair, director de Inteligencia Nacional.
Seis días antes de la sumisión masoquista de Calderón a los dictados de la seguridad militar nacional del Pentágono, una pléyade plural de entreguistas cenadores/senadores (donde no podía faltar la representación de los chuchos que busca el primitivo hermafroditismo político con quien sea y como sea, lo cual en biología representa una forma inferior de reproducción) había emprendido el viaje a Canossa para ser voluntariamente indoctrinada y condicionada con los consabidos métodos conductistas pavlovianos en la sede central del Comando Norte en Springs (Colorado).
Lo interesante radica en que los insignes cenadores/senadores mexicanos acudieron a la sede del Comando Norte cuatro días después de los asesinatos de los funcionarios estadunidenses en Ciudad Juárez. Todo lo que opera Calderón –desde su reforma energética de desnacionalización de Pemex (ver nuestro libro de mismo título, Grupo Editorial Orfila Valentini, 2009), pasando por su hilarante guerra contra el narcotráfico, hasta su más reciente propuesta de reforma laboral neoliberal– conduce ineluctablemente al control militar de los hidrocarburos del Golfo de México por el Comando Norte, cuyos alcances rebasan la esfera propiamente bélica y alcanzan hasta la intimidad de la salud y la salubridad (ver Bajo la Lupa, 3/5/09), en caso de pandemias reales o montadas, como la influenza calderonista, con la colaboración maligna de la Organización Mundial de Salud, según ha denunciado correctamente el Parlamento Europeo.
A nuestro juicio, una de las consecuencias de la fagocitosis del Ejército Mexicano por el Comando Norte colocará nada improbablemente al México neoliberal, totalmente digerido, en una doble situación delicada: por un lado, adoptará innecesariamente a todos los enemigos de Estados Unidos en el mundo, que son legión y, por otra parte, incrementará los menguados efectivos estadunidenses con abundantes soldados mexicanos de infantería que tanto necesita en el futuro inmediato cuando la carrera demográfica transfronteriza los rebase en el frente doméstico (en favor del segmento etnodemográfico latinoamericano en general y mexicano en particular (lo cual dio pánico en su momento a Samuel Huntington).
Para felicidad conjunta de los Castañeda Gutman y Aguilar Camín, según se han expresado en público, ¿convertirá el Comando Norte al Ejército Mexicano en un grupo similar a los condottieri (los célebres mercenarios al servicio de las ciudades-Estado italianas de finales de la Edad Media hasta mediados del siglo XVI) y/o de mercenarios posmodernos mediante un novedoso outsourcing (deslocalización) militar en la transfrontera controlados tecnológicamente por el Pentágono?
La asimetría tecnológica de los dos ejércitos transfronterizos es enorme y tampoco se puede soslayar que ahora las invasiones militares de Estados Unidos (corta en efectivos por lo que recurre a la automatización de los drones por doquier), se han acompasado por un séquito de empresas privadas de mercenarios como la siniestra Blackwater (dotada de 20 mil homicidas).
Aunque suene paradójico y sea políticamente incorrecto para la vigente propaganda neoliberal, a nuestro juicio es Estados Unidos el que requiere de ayuda de las huestes del Ejército Mexicano (sin agregar irreverentemente a los cárteles mexicanos de las drogas), mucho más que el propio México de parte del ejército estadunidense, hoy sobrextendido y empantanado en Irak y Afganistán. Curiosamente, las guerras en esos países, comparadas por el Comando Norte con la guerra contra las drogas en el México neoliberal calderonista, no solamente se han prolongado y gangrenado, sino que, peor aún, corren el riesgo de balcanizar a tales países, fatalidad que Stratfor, centro de pensamiento texano-israelí, a México (ver Radar Geopolítico, Contralínea, 17/1/10) augura a México.
Hace 14 años, antes de la imposición de Calderón y la existencia del Comando Norte, el entonces secretario del Pentágono, Caspar Weinberger, ya había previsto el escenario presente en la transfrontera en su libro La próxima guerra, prologado por la británica Maggie Thatcher).
¿Con la incorporación del Ejército Mexicano, en una primera etapa, se latinoamericaniza la infantería estadunidense del futuro para preservar sus fronteras presentes y su primera línea defensiva que llega hasta Colombia y abarca al Golfo de México y su nuevo mare nostrum, el mar Caribe, al unísono del superestratégico Canal de Panamá? En un escenario nada improbable de amnistía generalizada posterior, ¿incorporará el Comando Norte en su seno a los bien entrenados y pertrechados cárteles mexicanos, gracias a su milagroso abastecimiento de armas estadunidenses?
Alea jacta est: hace 22 años que los dados fueron arrojados desde la firma del TLCAN neoliberal y del que la incorporación de México al Comando Norte es el epílogo natural.

"Todos son culpables menos yo"

24.03.2010
“Todos son culpables menos yo”
Javier Sicilia

MÉXICO, D.F., 23 de marzo.- Con estas palabras, Louis-Ferdinand Céline, el creador de Viaje al final de la noche, no sólo definía su condición de víctima absoluta de la Primera Guerra Mundial, sino la realidad de nuestra época: la irresponsabilidad. Si en el mundo griego un hombre conquistaba la gloria en la ciudad o se condenaba en ella era por sus actos, en el nuestro –como nos lo mostraron el cúmulo de acusaciones que los responsables de firmar acuerdos que dañan la vida de los mexicanos se lanzaron unos a otros en San Lázaro– los seres humanos parecen vivir en una inocencia perpetua. Culpables todos, desde el yo acusador, al final todos terminan por mostrarse como víctimas inocentes que hay que reivindicar.
La disputa de San Lázaro reveló, con un arte del más puro sofisma, toda la corriente del relativismo moderno: si lo único que cuenta es la autenticidad, cada cual, en nombre de sí mismo, se habilita para no someterse a las leyes comunes que lo desposeerían de ese sí mismo individual y distinto, en su incapacidad para el mal, de los demás: “¡No me juzguen –gritaban y continúan gritando cada uno de ellos–, los otros son los responsables y los traidores. Yo obré de buena fe, por el bien del país!”.
Desde hace mucho (el asunto de San Lázaro es sólo su escándalo mediático), el presidente, los gobernadores, los alcaldes, los jefes de partido, los hombres y mujeres de las Cámaras, con un infantilismo atroz, se han convertido en excepciones a las que la ley y la moral tienen que adaptarse. Mirando “la paja en el ojo ajeno”, nuestros “representantes” han hecho que la ley, en vez de servir para contener los apetitos y las desmesuras del ego, se esgrima para beneficiarlos en cualquier circunstancia.
Esta candidez, con la que nuestros políticos se defienden, pretende hacernos creer que en ellos no sólo hay ausencia de mal, sino –como si fueran entes puros, seres ontológicamente inocentes– una absoluta imposibilidad de maldad y de villanía. Ningún acto emanado de ellos –jamás de los otros– puede ser malo, puesto que de ellos, que son esencias cuasi angélicas, procede, y en consecuencia queda santificado.
En este sentido, la victimización –esa calidad de sentirse juzgados por los verdaderos malvados, que a su vez se sienten también víctimas de los verdaderos malvados– es la versión fraudulenta del privilegio. Ella grita, en su defensa, que la ley debe aplicarse a todos salvo a ellos, y al hacerlo, como lo señala Pascal Bruckner, “esboza una sociedad de castas invertida donde el hecho (de ser acusado por algo que se cometió) reemplaza las ventajas de la cuna”: la mala conducta que los demás tienen para con ellos es un crimen; en cambio, los actos criminales que cometieron son pecados veniales, gestos ingenuos, futilezas, que es falta de tacto, arrogancia, señalar.
Con estas actitudes, nuestros políticos parecen decirnos que a final de cuentas la democracia se resume en la autorización para hacer lo que se quiera (siempre y cuando se presente uno como un expoliado) y en el encumbramiento del derecho, ya no como protección de los débiles y de los ciudadanos, sino de los hábiles, es decir, de quienes disponen de las relaciones, del dinero y del poder para esgrimir su inocencia en cualquier circunstancia, aun en la más absurda, evidente y criminal.
En la postura de la víctima que nuestros políticos asumen cuando se les pone en evidencia, en ese arte de la impostura con la que en su rostro colocan la máscara de la dignidad herida, en esa sofisticada forma en la que se vive el estado de derecho, reaparecen como nunca la arbitrariedad y el reforzamiento perverso de los fuertes que gritan a los cuatro vientos su condición de víctimas, de seres traicionados e incomprendidos.
Tomemos –para ejemplificar mejor lo que quiero decir y volver al escándalo mediático de San Lázaro, que en realidad es el pan nuestro de la política– el gesto de protección de Calderón a Gómez Mont cuando se supo de esos acuerdos que el propio secretario de Gobernación negoció con el PRI y que el presidente –otro inocente que se siente víctima de los ataques a sus malas políticas– ignoraba.
El objeto del espaldarazo fue confirmar una práctica común entre los partidos y los gobiernos que de ellos emanan: que los políticos, en nombre de cualquier tipo de interés, tienen que estar siempre por encima de la ley y de la moral, y que ningún político en ejercicio debe ser molestado, ni siquiera por errores graves o crímenes. Cuando esto sucede o, para decirlo con Bruckner, “cuando las élites se pretenden más allá del bien y del mal y rechazan cualquier tipo de sanción por sus actos, el conjunto del cuerpo social se ve inducido a repudiar la idea misma de responsabilidad (ése es exactamente el peligro de la corrupción: ridiculizar la honradez, convertirla en una excepción tan vana como trasnochada)”, y a generar una actitud de irresponsable victimización.
Así, para nuestra desgracia, hay que entender los patéticos alegatos de nuestros políticos que pretenden liberarse de los rigores de la responsabilidad y de la ley; así, también, por desgracia, se va edificando la infantilización de una época que se hunde lentamente en las nefastas consecuencias de sus irresponsabilidades.
Además opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, liberar a todos los zapatistas presos, derruir el Costco-CM del Casino de la Selva, esclarecer los crímenes de las asesinadas de Juárez, sacar a la Minera San Xavier del Cerro de San Pedro, liberar a los presos de Atenco y de la APPO, y hacer que Ulises Ruiz salga de Oaxaca.  

La tesis del "fuego cruzado"

24.03.2010
La tesis del "fuego cruzado"
Jenaro Villamil

MÉXICO D.F., 23 de marzo (apro).- Cuando culminen las reuniones entre el Grupo de Alto Nivel del gobierno de Estados Unidos, encabezado por Hillary Clinton, y sus homólogos mexicanos, es muy probable que el discurso oficial calderonista y de gobernadores afines siga pidiendo disculpas por el “fuego cruzado” que ha matado a cientos de civiles en los últimos años de narcoguerra sin que ninguno de los responsables de estas ejecuciones haya sido sancionado. Un nuevo expediente de impunidad se abre con esta nueva tesis, temeraria e indignante.
Primero fue justificar el homicidio de una anciana indígena en Zongolica, Veracruz, por “hemorragia intestinal”; después Calderón tuvo el pésimo reflejo de justificar la matanza en Salvárcar, Ciudad Juárez, diciendo que era un “pleito entre pandillas” y así le ha ido con los familiares de 15 adolescentes acribillados; ahora, el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, y los replicantes del gobierno de Nuevo León, insisten en decir que el asesinato de los estudiantes Javier Francisco Arredondo Verdugo y de Jorge Antonio Mercado Alonso, ambos del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, el Tec, fue el resultado de que para su desgracia “estuvieron en la línea de fuego”.

La tesis del “fuego cruzado” no puede ocultar las decenas de contradicciones que se articulan en torno a los sucesos del viernes 19 de marzo, en el corazón de una de las zonas exclusivas de Monterrey. El primer comunicado de la Secretaría de Gobernación –que cada vez hace el papel de oficialía de partes de los malos operativos militares- no tiene desperdicio.

Señala que el tiroteo fue el resultado de una “denuncia ciudadana” que se recibió en el cuartel general de la 7ª. Zona militar, alertando que en el bar Valentona se encontraban individuos armados.

De inmediato el personal militar se trasladó a dicho lugar”, refiere el boletín. No le informaron ni a la procuraduría estatal ni a la general de la República que seguramente sólo existen para recoger cuerpos y ocultar pruebas. Cuando se dirigían a la Valentona, “una camioneta se emparejó y, al realizar una maniobra peligrosa, fue seguida por la unidad militar”. Nunca se aclara qué entienden por “maniobra peligrosa”.

“Momentos después –continúa la narración-, ya sobre la avenida Eugenio Garza Sada, la camioneta comenzó a abrir fuego” y “los efectivos militares repelieron la agresión en las inmediaciones del Tec de Monterrey”. “Simultáneamente a esos hechos arribaron más camionetas con agresores que comenzaron a atacar desde diversos puntos con granadas y armas de fuego al personal militar. Esta situación propició que los efectivos militares buscaran nuevos lugares de protección y desde donde contraatacar a los agresores, en tanto llegaran refuerzos al lugar de los hechos… Una vez controlada la situación arribó al lugar del enfrentamiento el AMPFC (Agente del Ministerio Público Federal), persona de peritos en balística, y del Servicio Médico Forense para recabar evidencias, levantar los cuerpos y dar fe de los hechos” (subrayados propios).

Digno de un guión de Juan Orol este primer relato de los acontecimientos atizó el fuego de la indignación. Nunca se mencionaron los nombres de los estudiantes ni de otras víctimas.

Cuando se informó el sábado que entre los cuerpos levantados se encontraban dos jóvenes estudiantes de excelencia del Tec de Monterrey comenzó un siniestro juego para escurrir el bulto y que ninguna autoridad se hiciera responsable de “la confusión” que llevó a catalogarlos como sicarios que, quizá por tal motivo, merecían morir acribillados. La confusión provocó que el propio rector del Tec, Rafael Rangel Sostman, anticipara en un comunicado del viernes que ninguna de las víctimas de la balacera pertenecía a esa casa de estudios. Después tuvo que desdecirse adjudicándole la responsabilidad de su error a la información proporcionada por el procurador estatal Alejandro Garza.

El gobernador Rodrigo Medina, del PRI, acusó en una entrevista televisiva a la PGR de haber sido la responsable de haber confundido a los estudiantes con delincuentes. “Cuando hay un operativo, a las autoridades locales no nos dejan entrar al área.

La información que proporcionamos al Tecnológico fue la información que nos dio la autoridad”, soltó Medina en una entrevista en Primero Noticias, como si él no fuera la autoridad. Tan lo es que el 21 de marzo en una medida desesperada cesó a 81 efectivos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado por presuntos vínculos con el crimen organizado, sin arraigar a ninguno.

El mismo día que Medina acusaba a la PGR su procurador, Alejandro Garza, deslindó a la PGR de haber informado que los 2 estudiantes del Tec eran sicarios. Para el lunes 22 de marzo otro escándalo de “fuego cruzado” ya había trascendido las primeras planas de la prensa regiomontana y nacional: un atentado fallido en contra de Luis Eduardo Murrieta Maya, titular de la policía municipal de Santa Catarina derivó en el asesinato de un escolta y de un peatón, además de que resultó herida una pareja de sexagenarios que esperaba el transporte público.

El enredo descomunal en el que han caído los defensores de la tesis del “fuego cruzado” es exhibido con una serie de preguntas incómodas en un sitio de Facebook que demanda justicia para los dos estudiantes asesinados el 19 de marzo. Estos son los cuestionamientos:

“¿Por qué el procurador Alejandro Garza y Garza aseguró que no eran estudiantes? ¿En qué se basó para dar tal versión? ¿Dónde están las identificaciones de Jorge y Javier? ¿Por qué el ejército decomisó los videos de las cámaras de seguridad del Tec? ¿Qué buscan ocultar? ¿Por qué los estudiantes presentan golpes en el rostro si fueron abatidos por el ejército por error, por qué después los golpearon buscando que dijeran que eran sicarios? ¿Por qué primero disparan y después averiguan?”.

Estas mismas preguntas proliferarán en un sinnúmero de casos que se están acumulando en Ciudad Juárez, Sinaloa, Tamaulipas y Michoacán. En esta última entidad, dos estudiantes de la Universidad de Guadalajara fueron asesinados a balazos afuera de un local de cerveza en el municipio de Marcos Castellanos. Los hechos ocurrieron el lunes a la 1:30 horas. Y ahora tratan de decirnos que son lamentables víctimas del “fuego cruzado”, como la mayoría de los mexicanos que impávidos presenciamos la pesadilla calderoniana y su narcoguerra.

Email: jenarovi@yahoo.com.mx

21.3.10

Invasión gringa

Los yanquis, aunque siempre han estado adentro, pueden invadir México con la brutalidad que los caracteriza
Pedro Echeverría V.


1. Barack Obama ha comenzado a presionar a su homólogo Felipe Calderón para consolidar la presencia de los servicios de inteligencia de los EEUU en México, con el objeto de que sean los principales coordinadores de la lucha contra el crimen organizado. La Casa Blanca tiene la intención de aplicar contra el narcotráfico mexicano las técnicas de inteligencia militar utilizadas en Irak y Afganistán, a fin de reemplazar la fallida estrategia calderonista y favorecer el eventual repliegue del Ejército Mexicano de las plazas más “calientes”. La estrategia de Obama de cooperación con México en la lucha contra el narcotráfico empujó a Calderón para que sustituyera el despliegue del Ejército por los operativos de inteligencia coordinados para desmantelar los cárteles de la droga. En poco más de seis meses el Departamento de Defensa reforzó sus asesorías a las fuerzas federales mexicanas. (Ver Proceso)

2. El general (Eugene Renuart), del alto mando del ejército de los EEUU, ha declarado que se han ampliado esfuerzos para entrenar a militares y agentes civiles en operaciones muy parecidas a las que se han llevado a cabo en Afganistán y en Irak. En un principio se planeó aplicar la visión de Obama sobre el combate al narco en México dentro de la Iniciativa Mérida a partir del año fiscal 2011 –que se inicia el próximo 1 de octubre–, pero las condiciones cambiaron rápidamente por el asesinato, en Ciudad Juárez, de los estadounidenses Lesley A. Enríquez y su esposo Arthur H. Redelfs, así como del mexicano Jorge Alberto Salcido Cenicero, marido de otra ciudadana de Estados Unidos. Los tres estaban vinculados al Consulado General de ese país en la ciudad fronteriza de Chihuahua. Esto es, con los asesinatos, las instituciones militares yanquis harán a un lado el plan Obama y acelerarán su intervención.

3. La frontera de EEUU-México, sobre todo a partir de la agudización de la crisis y el estallido de la violencia en varias ciudades ubicadas en la frontera, particularmente ciudad Juárez, está aumentado la inestabilidad de la zona. Al país del Norte han estado arribando de miles de mexicanos en familia pidiendo asilo y llavándose con ellos sus negocios porque según han declarado no se puede vivir en la zona porque no hay ninguna garantía a sus vidas. Son hombres de negocios, gente con mucho dinero y propiedades, los que están huyendo de la violencia de su país. No se había registrado antes algo semejante. A pesar de que el presidente de facto Calderón y sus funcionarios han estado tres veces en Ciudad Juárez para hacer promesas en el sentido en que muy pronto se logrará la estabilidad, el pueblo no solo nos les ha creído, sino que ha realizado enormes protestas y manifestaciones de repudio contra él.

4. Durante medio siglo, desde principios de los años sesenta, cuando me decían que los yanquis podrían invadir nuevamente México –como sucedió en 1847 (cuando se apropiaron de más de la mitad de nuestro territorio) y 1914 (por la Revolución), negué siempre de manera tajante que se presentara esa posibilidad. Respondí permanente que no era necesario porque la gran burguesía “mexicana” asociada con los capitales yanquis y su gobierno, contaba siempre con la fuerza para controlar cualquier situación peligrosa en el país. Hoy parece que la situación ha cambiado radicalmente: hay un gobierno débil que se entregó al capital privado, los problemas económicos y políticos se han agravado, los EEUU están desesperados por sellar su frontera y el gobierno de Calderón ha dado muestras de incapacidad para servir a los yanquis. Si tuviéramos una izquierda unitaria, fuerte, peleando en las calles, otra cosa sería.

5. Que no se piense que una invasión yanqui es un simple paseíllo y que sus soldados, con experiencia en Vietnam, Israel, Kosovo, Afganistán, Irak, así como varios países de América Latina, serían respetuosos con la ciudadanía. Una invasión es la guerra porque todos ellos siempre tienen la orden de someter como fuera al enemigo. Pero por otro lado, en ese momento, se acrecienta la indignación, renacería el patriotismo de los mexicanos permanentemente amenazados y agredidos, dando lugar a la lucha en las calles. ¿Quién con dignidad puede soportar que sus hogares sean cateados, invadidos, destruidos, por salvajes soldados con órdenes de matar? Si no tenemos armas para defendernos seguramente saldrán a relucir las resorteras, los machetes, las hachas, los cohetes caseros y todo aquello que sirva para defenderse. ¿Qué tal los saqueos de tiendas de armas y demás mercancías? Una invasión será una guerra.

6. El gobierno yanqui, el Pentágono y la CIA cuentan con toda la información sobre México y de sus ciudadanos. No debemos olvidar que aprovechando la enorme corrupción que existe entre el gobierno mexicano han comprado los yanquis varias veces los registros censales del país, poseen planos satelitales y fotografías aéreas a granel. ¿Alguien ingenuamente podría pensar que el gobierno de Obama no sabe a ciencia cierta acerca de lo que sucede en México? Todos los países poderosos e industrializados siempre están preparados para una guerra, no así nuestros pequeños países de América Latina, con excepción de Cuba y Venezuela porque han tenido la dignidad y valentía para confrontar a los EEUU y por ello han sido colocados en la lista de los países del “eje del mal”. ¿Puede acaso saberse con qué estrategia se metería el ejército de los EEUU y cómo responderíamos?

7. Espero que un acontecimiento de esa envergadura, como una invasión, provoque entonces la unidad de la izquierda y del pueblo mexicano. En 1847/48 el pueblo mexicano se defendió en decenas de batallas pero no pudo impedir la pérdida de más de la mitad de su territorio; en 1862/67 sufrió la invasión francesa y el segundo imperio y tampoco pudo resistir victoriosamente, a no ser por la guerra europea que obligó a retirar las tropas francesas establecidas en el país y en 1914 –aunque se desarrolló una gran resistencia- los yanquis pudieron imponer condicionamientos a la Revolución y a la futura Constitución. ¿Qué tal si los mexicanos al fin –mancillados en nuestra familia, nuestro pueblo y nuestro orgullo- somos capaces de convertir una invasión imperial absolutamente injusta en una gran revolución justa y total? El imperialismo parece fuerte pero frente a las masas levantadas es “un gigante con pies de barro”.

pedroe@cablered.net.mx

Plan México 2030 / Quinta Parte

21 Marzo 2010
Revista Contralinea
Proyecto 2030: venta total de las reservas de la biósfera
Nancy Flores / Quinta parte

En dos décadas, la iniciativa privada nacional y extranjera detentará la mitad del territorio terrestre, costero y marino nacional, para entonces decretado como área natural protegida. La entrega de las reservas de la biósfera a particulares, impulsada por el proyecto México 2030, es la continuación del Plan Puebla Panamá y del Corredor Biológico Mesoamericano, señalan expertos. Las unidades de conservación para la vida silvestre, “simples y vulgares negocios”

En México, al menos 23 reservas de la biósfera han sido parcialmente privatizadas bajo la figura de unidades de conservación para la vida silvestre (Uma), consta en reportes oficiales de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Esto implica 2 millones 456 mil 142 hectáreas de “áreas naturales protegidas” en manos de particulares, por medio de 66 unidades de conservación.
Entre los objetivos del plan transexenal México 2030, Proyecto de Gran Visión, destacan el de “estimular aún más las Uma” y el de posibilitar las “contribuciones privadas e internacionales (más Uma)” (sic) a un fideicomiso nacional de tierras para la conservación, coordinado por la Secretaría de la Reforma Agraria. Dicho instrumento fiduciario incidirá en todas las áreas naturales protegidas “en tierra y mar”.
Además de las 66 unidades de conservación inmersas en 23 reservas de la biósfera, desde 1997, la Semarnat ha autorizado la operación de 9 mil 487 Uma en total; 2 mil 17 de ellas, en el actual sexenio, descubren estadísticas actualizadas al 28 de febrero de 2010, por la dependencia que encabeza Juan Rafael Elvira Quesada.
En dos décadas, el 50 por ciento del territorio terrestre, costero y marino nacional será considerado área natural protegida y su conservación y, sobre todo, su explotación serán totalmente cedidas a la iniciativa privada, revela el cuarto capítulo del Proyecto de Gran Visión. Estas áreas estarán “institucionalizadas y enlazadas por corredores biológicos”, detalla.
El documento, titulado “Eje 4. Desarrollo sustentable”, dice que “las unidades de manejo para la conservación de la vida silvestre son alternativas viables que permiten la conservación, reproducción y propagación de especies silvestres; así como la elaboración de productos, servicios y derivados certificados que puedan incorporarse a un circuito de mercados verdes para su comercialización”.
Según sus autores –convocados en octubre de 2006 por el panista Felipe de Jesús Calderón Hinojosa a realizar talleres temáticos, en medio de la crisis poselectoral–, “la instalación de (las) Uma dentro de las áreas naturales protegidas ha generado varios beneficios: disminución de la presión social en la zona, conservación del medio ambiente y un mayor conocimiento de sus especies, hábitat y ecosistemas”.
El asesor en gestión ambiental Carlos Álvarez Flores –presidente de México, Comunicación y Ambiente, AC– señala que “hemos entregado nuestros recursos naturales a las grandes corporaciones internacionales a cambio de nada. Hemos permitido que se adueñen de todo: agua, minería, especies vegetales, pesca y recursos forestales, con el pretexto de que no tenemos tecnología ni dinero para investigación tecnológica, ni capital para invertir”.
Sin especificar el porcentaje, el documento indica que, en México,“la mayoría” de los bosques “contarán con un manejo sustentable mediante planes de manejo” (sic). Además, refiere que se “tendrán programas de uso sustentable dentro y fuera de las áreas naturales protegidas”.

Uma, rentables negocios

El activista ambiental Álvarez Flores explica que las Uma han sido “convertidas en simples y vulgares negocios”. El problema, señala, es la “marcada ausencia de aplicación efectiva de la legislación ambiental vigente”; debido, sobre todo, a “la enorme corrupción e incapacidad administrativa y técnica” que hay en la Semarnat y en la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Agrega que existe una clara simulación en el cumplimiento normativo. “El grave y constante deterioro ambiental así lo demuestra. La poca voluntad política de nuestros gobernantes, aunada a los presupuestos dedicados al tema ambiental, permite que la depredación, la deforestación y la contaminación de nuestros recursos naturales (agua, aire y suelo) sigan su paso galopante”.
Contrario a ello, el documento –contenido en el expediente México 2030, Proyecto de Gran Visión, desclasificado por la Presidencia de la República– identifica la legislación como uno de los factores que inhiben el “desarrollo sustentable”.
Para los autores del plan, el problema es que la ley “privilegia la centralización por encima de la propiedad privada”. Otro inhibidor que señalan en el apartado “instrumentos de mercado” es que “no existen máximos permisibles para la explotación de los ecosistemas, recursos naturales y sistemas biofísicos”.
Carlos Álvarez Flores indica que la falta de aplicación de la ley no se reduce al manejo de las Uma: hay áreas naturales protegidas abandonadas, sin presupuesto, sin supervisión ni vigilancia; además, se padece de cuerpos de agua contaminados, zonas urbanas con aire contaminado, indebida disposición de los residuos en todas sus categorías, deforestación permanente, cambios de uso de suelo ajenos a los planes de desarrollo urbano, desarrollo turístico costero depredador y comercio ilegal de especies.
Despojo de la tierra y los recursos
En su capítulo “Eje 4. Desarrollo sustentable”, el plan descubre que el 74 por ciento de las Uma extensivas (“donde las especies sujetas a manejo se encuentran libres en el predio”), registradas hasta 2004, se localizaba en propiedad privada. Sólo 21 por ciento, en propiedad ejidal, y el resto, 5 por ciento, en propiedad federal.
Gubidcha Matus, titular del área de comunicación y vocero del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), explica que, en materia de desarrollo sustentable, el plan transexenal México 2030 no es más que la continuación del Corredor Biológico Mesoamericano, antes conocido como Plan Puebla Panamá.
—Es una etapa más del Plan Puebla Panamá. Todas estas estrategias de supuesta sustentabilidad, proyectos, cuidado de las reservas, etcétera, tienen que ver con ese plan. Hay partes del texto (México 2030) que hablan de un corredor biológico que busca cuidar las reservas, pero que al final es la aplicación de las políticas que exige el plan para que la iniciativa privada tome y haga suyos los recursos y los servicios que tiene la población.
Matus critica que el Proyecto de Gran Visión impulsado por Calderón Hinojosa no plantee la consulta a los pueblos y comunidades, cuyos territorios se destinarán a proyectos de desarrollo sustentable.
El activista de los derechos humanos alerta que la experiencia del Frayba en Chiapas –donde se localiza una de las 23 reservas de la biósfera parcialmente privatizadas: Montes Azules– es que “siempre se ha violentado el derecho a la consulta y también el del uso y disfrute de los recursos naturales, en contra de los pueblos y comunidades que están en los lugares donde se implantan estos proyectos”.
Aclara que el centro Frayba no se opone a los proyectos de desarrollo, “pero nosotros remarcamos que éstos violentan el derecho al territorio, reconocido por la Organización Internacional del Trabajo”.
De acuerdo con el Proyecto de Gran Visión, se busca “estimular la inversión privada en conservación, por medio de compra de terrenos y estímulo al manejo sustentable por las comunidades dueñas de los ecosistemas”. Según el plan, para 2030 se “aprovechará sustentablemente la biodiversidad a favor de las comunidades (dueños de la tierra)”.
Gubidcha Matus explica que la iniciativa privada es la mayor beneficiaria con este proyecto, mientras que las comunidades y pueblos indígenas y campesinos son quienes sufren más. “Generalmente son despojados, no son consultados. Violentan un proceso en el cual los pueblos no pueden dar su opinión ni su palabra acerca de lo que se va a realizar en ese territorio”.

Turismo de masas

El documento dedicado al desarrollo sustentable refiere que, “a partir de 2003, las áreas naturales protegidas con infraestructura y capacidad administrativa para cobrar cuotas de entrada ya no están obligadas a transferir esos recursos a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, sino que podrán utilizarlos para promover el ecoturismo y otras actividades que generan ingresos a los pobladores, desmotivando así la destrucción y/o degradación de las comunidades naturales que ahí se encuentran”.
La promoción del ecoturismo no se ciñe a las áreas naturales protegidas. Según el plan, el turismo debe ser sustentable en todos los casos y “deberá entrar en SMA” (o sistemas de manejo ambiental).
Alejandro Olivera, coordinador de la Campaña de Océanos y Costas de Greenpeace México, dice que la política de este gobierno se ha enfocado en la promoción del turismo de masas y ha dejado rezagado al turismo sustentable.
Explica que el de masas es demandante y se traduce en grandes impactos, principalmente en las zonas costeras sobre ecosistemas valiosos, como manglares y dunas. Ésas son las características que aprecia el ecologista en los principales destinos turísticos del país: Cancún, Los Cabos, Puerto Vallarta, Acapulco, Veracruz.
Olivera advierte que la legislación en materia de turismo es insuficiente. “No especifica una transversalidad clara con otras secretarías, como la del Medio Ambiente y la de Desarrollo Social. Para que realmente se ejerza un turismo sustentable, deben ser considerados no sólo el aspecto económico sino también el social y el del medio ambiente. En esa parte está muy débil la ley”.
Destaca que el marco legal vigente no considera al cambio climático, a pesar de que el turismo, a nivel global, es el responsable del 5 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero: el establecimiento de un nuevo hotel, un nuevo desarrollo, una nueva planta desaladora, se traduce en emisiones de gases de efecto invernadero por la demanda energética.
Agrega que los problemas sociales no son ajenos a estas condiciones: los mismos desarrollos omiten que están creando externalidades, como la demanda de tratamiento de aguas residuales, de agua que se le quita a la población, que propician la privatización de playas al cerrar los accesos al mar. La ley actual no regula nada de estas problemáticas, indica.
El Proyecto de Gran Visión asegura que, en 2030, México “manejará sustentablemente sus costas y mares; alcanzará a desarrollar un turismo responsable; protegerá sus playas, dunas, manglares y arrecifes; y eliminará las descargas de aguas residuales municipales e industriales”.

Escalera Náutica, el fracaso

En su capítulo de economía, el plan transexenal señala que se debe impulsar nuevamente el proyecto de la Escalera Náutica. Al respecto, Alejandro Olivera opina que éste fracasó desde la administración de Vicente Fox.
—Esta nueva administración le dio un nuevo nombre: les llama centros integralmente planeados, y son desarrollados por el Fonatur (Fondo Nacional de Fomento al Turismo). Sin embargo, hemos visto el fracaso de estos centros. Por ejemplo, el de Litibú (Nayarit): actualmente está parado; los terrenos están en venta y está la construcción a medias.
Olivera expone un segundo caso: “El año pasado, el presidente Calderón inauguró el centro integralmente planeado Costa del Pacífico. Ellos (las autoridades) anuncian que va a tener el doble de tamaño de Cancún; sin embargo, el presidente lo inauguró sin ningún permiso por parte de la Secretaría de Medio Ambiente. Y justo hasta principios de marzo sometieron a consulta pública la primera evaluación ambiental que hicieron. Es un proyecto que está totalmente fragmentado”.
El activista de Greenpeace México considera que el gobierno anuncia los nuevos desarrollos turísticos “con bombo y platillo” para aumentar la especulación, el valor de las tierras y atraer la inversión. A fines de febrero, “en Litibú, el presidente inauguró una planta de aguas residuales y una planta desalinizadora, las cuales tienen ya casi un año operando. Vemos anuncios grandes, pero no han podido desarrollar ni promover estos centros turísticos que están basados en un turismo de masas”.
No obstante, el plan México 2030 indica que “la protección y cuidado del medio ambiente no está reñida con el desarrollo; un ejemplo claro es el turismo ecológicamente responsable. Que la enorme belleza de nuestro territorio se traduzca en oportunidades de ingreso para la población que habita en las zonas rurales”.
Alejandro Olivera recuerda que entre las irregularidades más comunes se encuentran la invasión que hacen los hoteles de la zona federal marítimo terrestre y la falta de una precisión de impacto ambiental otorgada por la Semarnat. “Sucede mucho en nuestras costas, y aunque la Profepa ha actuado en Cancún, principalmente, pues sí quisiéramos verla en otros destinos turísticos como Los Cabos, la Riviera Nayarita, Puerto Vallarta, Veracruz, Huatulco”.

“Pagar”, la nueva cultura

Entre los objetivos del proyecto transexenal está “impulsar la nueva visión de que ‘el que utiliza los recursos naturales paga’”. Otro es “consolidar la cultura de que ‘el que contamina paga’”.
El plan México 2030 le apuesta más a la privatización y la inversión que a un diálogo y un convencimiento de los pueblos que están en las reservas o cerca de ellas, dice Gubidcha Matus. El vocero del Frayba afirma que, “al final, tener algo privado conlleva tener un beneficio con la explotación de los recursos”.
El activista de los derechos humanos puntualiza que, hasta ahora, los servicios que ya están privatizados no han resuelto el problema del acceso. Por ello, indica que la solución no es privatizar. “Cuando se habla de un proyecto privatizador que soluciona todos los problemas de la pobreza, esa aseveración dista mucho de la realidad”.
Para la elaboración de este trabajo y de la serie México 2030, Proyecto de Gran Visión, se solicitó conocer la versión de la Presidencia, a través del secretario técnico Nicolás Lohmann Rocha. Hasta el cierre de edición, no se obtuvo respuesta.