Paulo Freire
Al menos diez años para que una vacuna efectiva permita vencer (¿podría?) al SARS-COV2 sería posible. Tal vez dentro de 10 años este artículo pierda total vigencia al dirigirse a una industria reprogramada, de inteligencias artificiales en nacimiento y algoritmos instrumentales que poco o nada comprenderán de la memoria histórica. A diez años de una transfiguración social, modificación de esquemas cognitivos y con ello, patrones de conducta sumamente asequibles a las ideas del emprendedurismo, la idea de la producción de riqueza y la desaparición del área de humanidades como distractor del proyecto de progreso y avance tecnológico hacia más allá de la modernidad (posmodernidad, hiperrealidad, escoja la que mejor le ajuste). Voltear a ver el panorama de las decisiones de Shinzo Abe, ministro de Japón y la apuesta a olvidar los horribles sucesos de Hiroshima y Nagasaki, olvidar la paciencia del cucú para golpearlo hasta que cambie de opinión.
Reconfiguración del panorama geopolítico internacional: presidentes impunes en la imagenología y con órdenes de aprehensión o procesos en turno para aprehenderlos; la comunidad afroamericana (en todo el conjunto de Nuestra América) reescribiendo y tomando su historia en las manos y escribiéndola de frente al sol; mujeres de muchos colores y memorias insípidas, áridas, violentadas y repudiadas alzándose como una gran marea, una muy verde, que recuerda su capacidad de romper entre olas, las piedras más imperiosas que tratan de colocarse en su camino y dictarle lo que se debe de hacer y no con sus cuerpos y, aún peor, con sus vidas; las grandes segregaciones en Nuestra América donde el color de la piel rige los mandatos de una nación, donde ocupa cargos de privilegios, donde se escribe la historia estética y ética de acuerdo a las costumbres de lo “civilizado” y aquello que represente suciedad, pobreza, debe ser relegado a la flojera, lo inaceptable, lo ridículamente vivo; países y empresas que se permiten así mismas administrar el país para el beneficio de muy pocos particulares y mantener viva su estirpe hasta el final de los tiempos sin importar que en medio de esos procesos violentos, en su mayoría, sean lxs de siempre, los que pongan el cuerpo y las lágrimas; desaparecidxs que nadie en las estructuras sociales les importan, cuyas indagatorias corren a favor de sus familias con la suerte de encontrar la muerte a su paso por la incompetencia o simplemente, por la indiferencia del Estado ante la división de clases; la historia de cientos, miles de hombres que creen en la idea irracional de transgredir la integridad de la mujer por un instinto involucionado de superioridad y cuyas muertes, sin importar donde sea: centros comerciales, baldíos, residencias y/o departamentos lujosos, casas, donde sea porque “no supieron lo que hacían en ese momento”, como si la inconsciencia cognitiva fuera la justificación para callar una vida; una historia de más de 500 años de explotación, hegemonía sobre aquéllos cuya forma despectiva de “indios” recuerda el pasado del cual uno desea olvidar y vivir bajo la idea modernizante del constructo eurocentrista, aplastando el pasado de cosmovisiones que un día vieron el amanecer de los de siempre y caminaron en la tierra, contando y construyendo su propia historia. Países donde no importan las palabras y la silueta que los transmuta de oídos en odios para endulzar la vida y generar alegría, sino la producción desmedida, la acumulación de riquezas, el consumo personalizado y específico, transitorio de un sistema de objetos modernizantes y de un standing respetable; mitomanía egocentrista para vender la idea de que la vida de unos vale más que la de otros y por eso merece el exterminio, que recorre prácticamente todos los continentes, derramando mares de sangre, sufrimiento, indiferencia; veladas de información y análisis del por qué uno debe de emprender para avanzar, lxs que puedan, lxs que quieran, lxs que tengan lo que se necesita, porque, debemos empezar por aceptar lo que se guarda en el silencio del olvido: el éxito no es para todxs.
Y si Estaban Moctezuma, Jenaro Villamil, o el propio presidente del México, Andrés Manuel López Obrador, han encontrado una respuesta ante la inoperancia que representa colocar la educación en manos de los particulares mercantes de los medios de comunicación, otrora los “traidores de la patria, la mafia en el poder”, las siguientes preguntas a esos personajes serán justas y necesarias para conciliar un diálogo con maestrxs, madres y padres de familia que no han sido llamado al concilio (tal vez porque sencillamente, no les interesa su presencia) de la nueva propuesta de un híbrido sin pies ni cabeza, pero que refleja a los tigres de papel, probablemente puedan responder cómo le mostrarían la historia, la historia de los pueblos a las generaciones en su intento de privatización completa de la educación (tal vez a través de una nueva muy reformada educación muy a lo 4.0) como lo vienen intentado desde hace años para reproducir al servicio de las empresas una educación sin un criterio científico, análisis críticos, sentipensantes de la realidad, aventureros de la vida y experimentadores de la realidad, de las emociones del apoyo social, de la compartición del principio de la reproducción de aprendizaje social, de la solidaridad. Una educación exclusiva de su contenido y visualizando que la forma es fondo, una educación de modelo mecanizado empresarial.
¿Cómo la TV podría mostrarles a lxs estudiantes que han sido los medios de comunicación el gran artista hegemónico dictador de las realidades donde se vale reír y ver lo positivo de la vida, sin un análisis crítico de los sistemas de telecomunicaciones?
¿Cómo explicarles que su educación sexual y muchas más corren el riesgo de verse atadas por la razón instrumental y la despersonalización de cada individuo hacia repetidores banales del discurso y sin capacidad de análisis, justificados por un pin parental de cogniciones reaccionarias y temores injustificados?
¿En qué curricular o programa de televisión o radio les mostrarán las violaciones hacia los derechos humanos cometidas por el Estado, avalada y protegida por la televisión y despojados de todo derechos y garantía individual en los tiempos presentes?
¿Cómo les decimos que prefirieron sacrificar a quien pudiera salvarse, en su nueva versión de darwinismo social con el objetivo de construir una nueva normalidad donde las clases atrasadas queden en el pasado y las castas privilegiadas sigan dominando la agenda nacional?
¿Cómo les decimos a esxs estudiantes que ellos son lxs olvidados en esta readaptación de Buñuel?
¿Cómo explicarles que los feminicidios se han desarrollado por las condiciones de corrupción, impunidad y las desigualdades sociales si la televisión se ha encargado de naturalizarlas y perseguirlas como un objeto de explotación comercial a través de la hipersexualización?
¿Cómo explicar que su futuro se encuentra delimitado sobre las competencias, un riguroso proceso de selección donde los menos competentes tendrán que ser sacrificados para poder avanzar en una sociedad progresista, tecnológica, innovadora malinterpretada por el beneficio de unos pocos y su necesidad inconscientemente automática de acumulación de poder, en relaciones de poder?
¿Cómo decir que la memoria es importante si apuestan por la repetición de contenidos a sangre y fuego, al pie de la letra de una suerte antipedagógica constante?
¿Cómo hablar de una educación donde el privilegio de su apertura solo será a una población de condiciones privilegiadas de internet y luz, en tanto que un grueso de la población tendrá que abandonar la educación por una economía precaria, por la falta de internet, electricidad, es decir, por el olvido sistemático del Estado?
¿Cómo hablar de una enseñanza, si en sus presupuestos está la apuesta de herramientas pedagógicas de la opresión y de la rigidez instrumental?
¿Cómo explicarles que, en los intentos de la desvalorización de la necesidad de lxs maestrxs, pese a lo que diga Moctezuma, intentan modificarlos por ideas de facilitadores muy a lo new age entrepreneur y decirle adiós a esa docencia presencial?
¿Quién y en qué momento se anunciará a todxs ellos que el futuro se vendió a particulares para salir de una situación complicada para colocarse en la situación indicada para la oligarquía del país?
¿Instruirán en sus clases que el mal llamado Tren Maya acabará con ecosistemas de forma gradual, impulsará el desplazamiento de decenas de comunidades para respetar acuerdos con particulares privados que no les importa la vida sino la ganancia de dólares y de pesos?
¿Cómo le enseñamos a los educandos la importancia de escuchar si se unifican criterios en base a empresarios, mas no a especialistas en educación, maestros, padres de familia?
¿Se enseñará que fueron las televisoras las que ocultaron las masacres de Tlatelolco, violación tumultuaria de mujeres en Atenco o la caída sorprendente de las elecciones de 1988?
¿Se les dirá que hay un trueque sobre pensamiento crítico por medidas de obediencia social?
¿Acaso se comentará en los programas de tv y de radio la gran muerte de la tv pública por la tv privada y los acuerdos de tiempo escritos en la memoria y arreglados en la eterna realidad del juego político?
¿En qué momento se perderá la motivación, la interacción social, las alegrías, las bromas, las risas, las tristezas en medio de los inicios de la digitalización de la educación en todo su contexto?
¿Sabrán las mamás y papás que sus hijos son ahora clientes digitales y con ello un intento de deshumanización en marcha?
¿Sabrán la problematización de la conversión de la educación presencial en una digital donde se desvanece el proyecto de educación por el proyecto de competencia, de servicio hacia los de arriba?
¿Sabrán que ahora sus mentes les pertenecen, su vida será observada y su futuro inexistente?
¿Sabrán que se cambia el Conde de Montecristo por la Rosa de Guadalupe 2.0?
¿Algún día conocerán que la historia de sus pueblos fue olvidada por la sociedad del entretenimiento? ¿Vendrá en alguna cápsula de Televisa, Tv Azteca, Milenio o Imagen? ¿Sabrán quiénes y qué representan estas empresas de monopolio de más de un giro comercial? ¿Les inculcarán el conocimiento de la genealogía política y porque ganan siempre los de apellido raro, cara blanca, y elitistas socialmente responsables?
¿Se enseñará las luchas constantes y fundamentales de las universidades que pelearon para conseguir una educación gratuita, pública y en beneficio de la sociedad, no de las empresas?
¿Se rendirá pleitesía a Gates, Jobs, Musk como los paladines de la nueva libertad, democracia y héroes de la tecnología y su entramado espionaje de información?
¿Intentarán una vez más ahogar el recuerdo de Cabañas, Vázquez, Freire, Gramsci, Galeano?
¿Les dirán que los sueños se luchan frente a una hiedra capitalista que no le interesan los sueños, sino muerte y destrucción?
¿Enseñarán en la tv que la solidaridad, la organización comunitaria, la autogestión seguirán siendo nuestras herramientas para contrarrestar la manipulación digital?
¿Algún día podrán hacer que olvidemos nuestro rostro?
¿Sabrán que lo importante, fundamentalmente importante es un sentido nóstrico para saber cómo avanzamos en lo colectivo? ¿O simplemente seguirán siendo pragmáticamente disfuncionales?
¿Sabrán que para Esteban Moctezuma la idea de una pedagogía de liberación, de pueblos indígenas es inaceptables como lo demostró en su acción en el 1995?
¿Se mostrará en las currículas empresariales lo sucedió en Acteal, ¿Aguas Blancas, Tlatelolco, Ayotzinapa, Atenco como medidas de control social de la superestructura del Estado?
¿Se enseñará que la dignidad no tiene precio y que por ella vale la pena luchar para quitar las cadenas invisibles de opresión?
Tantas preguntas antipedagógicas a la televisión que solo cambia de canal para mostrar las respuestas que, creen, nos gustaría escuchar…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario