DESCONOCEMOS A ENRIQUE PEÑA NIETO COMO
PRESIDENTE
1. Si bien nuestro movimiento y nuestra Red Unidos
por los Derechos Humanos (RUDH), en la región Huasteca-Totonacapan, se declaran
apartidistas y no participan como organización en el proceso electoral por no
creer en las instituciones del estado ni en el sistema de partidos políticos,
desconocemos a Enrique Peña Nieto como triunfador en las elecciones a la
presidencia de la república el pasado 1 de julio de 2012.
2. Expresamos nuestro rechazo a la manipulación de
los medios de comunicación y de las llamadas casas encuestadoras en los procesos
electorales, y rechazamos la falta de vocación democrática de las instituciones
y funcionarios de gobierno, en especial de Felipe Calderón, a quien también
desconocemos como presidente desde el fraude electoral de 2006.
3. Rechazamos que a nombre de la democracia se nos
imponga otro presidente que ha sido repudiado en todo el territorio nacional,
para el cual sólo votó una minoría de gente acarreada, presionada, engañada,
denigrada con dinero y otras dádivas. Rechazamos todas las formas de fraude,
incluido el fraude cibernético, tolerados por el Instituto Federal Electoral
(IFE), el cual carece de toda credibilidad al no garantizar la certidumbre de
los comicios y al ser un instrumento de dominación social –con excepción de un
buen número de ciudadanos que de buena fe participaron como funcionarios de
casillas, los cuales también fueron engañados.
4. Invitamos a la ciudadanía consciente a que
defienda su voto y, una vez agotadas las vías institucionales, hagamos a un lado
las instituciones del estado y juntos busquemos nuevas formas de hacer política,
basadas en la cooperación, en la equidad, en la libertad y en una verdadera
democracia donde el pueblo manda y el gobernante obedece. No se acuda más a los
comicios convocados por el IFE, pues sólo sirven para encumbrar a la clase
política y legitimar la perversión del gobierno.
5. Invitamos a la ciudadanía a que comience una etapa
de desobediencia civil, a que desobedezca al gobierno en todo lo que pueda. Se
trata de una revolución pacífica. Si le es posible, no se deje censar, no
informe, no pague multas, no facture, no pague impuestos. Los impuestos sólo se
reflejan en los insultantes sueldos de la clase política, en las pensiones de
los ex presidentes, traidores a la patria; en el financiamiento del fraude
electoral; en el rescate a los banqueros y a los empresarios que se han
apropiado de las empresas que eran de todos los mexicanos y que, además, no
pagan impuestos, enriqueciéndose a costillas de la nación.
6. Si es usted un buen maestro, enseñe a los
estudiantes lo que pasa en nuestro México: quiénes son los traidores, los
ladrones, los asesinos, los que engañan y matan al pueblo. Construya con los
niños las páginas que faltan en los libros de texto, cambie lo que no es cierto.
Construya un nuevo ciudadano consciente y valiente, un ser preocupado por su
patria y por la humanidad.
7. No se deje gobernar. Pensemos colectivamente en lo
que podemos dejar de obedecer. Si le es posible, no pague sus tarjetas de
crédito, libérese de esa esclavitud a la que nos han orillado; siéntase
orgulloso de estar en el buró de crédito, sienta vergüenza de ser dócil y
cumplir todo lo que le imponen. Si le es posible, no compre en los grandes
supermercados ni en tiendas transnacionales ni en centros comerciales, mucho
menos en Soriana; compre en pequeñas tiendas mexicanas; compre productos
naturales; compre en el comercio informal.
8. Cuando sea posible, compre productos piratas; no
consuma productos de lujo. Regale, ofrezca gratuitamente un producto, un
servicio. No acepte nada del gobierno, ni barato ni regalado; no le pida nada,
no le exija, no proteste, ignórelo. Vea usted con el corazón y confíe en la
gente. Si le es posible, cambie con los vecinos el nombre de su calle, por lo
menos el de su cuadra. Si le es posible, ponga un letrero afuera de su casa y
declárese “Hogar Autónomo”.
9. Si le es posible, no pague la luz, cuélguese. Si
le es posible, no respete el horario de verano. No compre medicinas de patente,
acuda a la medicina naturista. Si le es posible, produzca en casa, tengamos
huertos familiares y ofrezca productos alternativos; hagamos de cada casa una
tienda informal. Baje sus precios, intercambie, acepte monedas alternativas.
Cuando sea posible, si y sólo si en verdad es necesario, nombren una autoridad
alternativa que mande obedeciendo, pero no un representante ante el
gobierno.
10. Si le es posible, conspire, porque todo esto no
basta, y el gobierno todo el tiempo conspira contra usted. Ésta es una
revolución de conciencias, para empezar. ¢
Desde la Huasteca-Totonacapan, México
7 de julio de 2012
“Sembremos justicia y el fruto será la
paz”
Red Unidos por los Derechos Humanos
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