Luis Javier Garrido
El gobierno de la derecha panista está tratando de venderle a Washington la tesis de que su proyecto de intervención militar y económica en México y en otros países del continente, sustentado en la Iniciativa Mérida, estaría en grave riesgo de no imponerse a otro miembro del PAN en Los Pinos en 2012, y esto lo está llevando a un mayor entreguismo y a intensificar la violencia originada por el Estado.
1. Las elecciones presidencial y legislativas de 2012 se están presentando de esta manera, desde hace tiempo, como coyuntura crucial no nada más para los intereses de los grupos mafiosos en el poder en México sino también para las políticas de Washington tendientes a controlar América Latina, en vistas a disponer de los recursos estratégicos del continente, y es cada vez mayor la injerencia de múltiples grupos de interés extranjeros en el proceso político de México, de manera que los meses previos a los comicios se presentan bajo el signo de múltiples conflictos.
2. La administración Reagan impuso desde inicios de los años 80 del siglo pasado la tesis de que políticos de derecha, por muy ineptos e ineficientes que fuesen, servirían mejor en México a sus intereses que los surgidos del PRI, marcado a juicio de Washington por el estatismo y el populismo –sobre todo tras la nacionalización de la banca de 1982– o desde luego que políticos con un compromiso social y una visión de Estado que respondieran a las expectativas populares. Fue así que las siguientes administraciones de George Bush (1989-1993) y William Clinton (1993-2001) impulsaron decididamente ese objetivo, que más tarde las de George Bush Jr. (2001-2009) y Barack Obama (2009-…) han buscado consolidar con ese mismo criterio de que personajes mediocres de la derecha oscurantista, clerical y fanática del PAN, como Felipe Calderón, son más útiles y efectivos para sus intereses.
3. La pretensión de Felipe Calderón de que luego del desastre absoluto de su administración en todos los órdenes, Estados Unidos, avale su pretensión de dejar a un panista en Los Pinos, y que ha sido vista como descabellada hasta para el mismo capital nacional y trasnacional, sigue vigente por lo mismo, por mucho que aparezca como un absurdo. Eso explica que dos aspirantes señalados como ineptos, como el titular de Hacienda, Ernesto Cordero (candidato de Felipe), y el secretario de Educación, Alonso Lujambio (candidato de Margarita), se sientan con posibilidades. O que Slim (es decir, Salinas) coquetee con el senador Beltrones (un candidato para perder) a fin de enviarle señales a Peña Nieto (un candidato para pelearla) de que no está todo decidido.
4. O, lo que es todavía más grave, que se estén multiplicando una serie de iniciativas políticas, que comprometen no nada más a Calderón y a los panistas sino también al PRI, las que atentan abiertamente contra el porvenir del país como una nación libre y soberana, pues al parecer ambas fuerzas políticas están dispuestas a hacer las mayores concesiones a Estados Unidos con tal de tener el respaldo de la administración de Obama en 2012.
5. El PAN y el PRI, según todos los indicios, están buscando en esta coyuntura hacer prevalecer los intereses facciosos que representan –y que en el fondo son los mismos–, y para ello no están dudando en hacer entrar de manera cada vez más abierta y peligrosa a Washington en el proceso mexicano.
6. Washington está teniendo que enfrentar en el norte de África y en el Medio Oriente nuevas y riesgosas guerras de intervención en su diseño de controlar el petróleo y los principales recursos estratégicos del planeta, pues la mascarada de "la primavera" de los pueblos árabes se ha desvanecido ante la realidad de la intervención armada extranjera, y el proyecto de instaurar en esos países con facilidad un nuevo autoritarismo (pro Estados Unidos) en vez del antiguo autoritarismo (menos dependiente), se está complicando de fea manera en Libia y en Siria, en donde está apareciendo el riesgo de que se iraquicen los conflictos, mientras en Túnez y Egipto las cosas no están tan claras para las corporaciones estadunidenses.
7. En México, por el contrario, con Felipe Calderón y un puñado de políticos fanáticos, sumisos y traidores de la ultraderecha mexicana, la administración Obama está teniendo con facilidad todo lo que en Libia le ha llevado meses de guerra con un resultado aún incierto: el control militar de fronteras, aeropuertos, costas y mar territorial; la sumisión a sus agencias del Ejército, la Marina y la Policía Federal mexicana, así como el establecimiento de una base camuflada; la penetración sin problemas en la organización y estructura de gobiernos locales y municipales; la entrega a las trasnacionales del petróleo, la minería y otros recursos estratégicos pasando por encima del marco constitucional y legal mexicano; y, por último, un enclave estratégico para profundizar su proyecto en América Central y el Caribe.
8. Los meses que van desde este retorno a la actividad parlamentaria el próximo primero de septiembre y las elecciones de 2012 aparecen ya en consecuencia a) como un riesgo mayor para la sociedad mexicana, puesto que el gobierno calderonista está dispuesto a multiplicar las acciones violentas y atentados de su falsa “guerra contra el narco” para atemorizar a todos y convencer de que sólo los panistas pueden luchar contra el "crimen organizado"; b) un riesgo mayor para la nación de que un PRI doblegado ante el chantaje en Washington acepte fácilmente votar en las cámaras legislativas las iniciativas anticonstitucionales y antinacionales en materia laboral, político-electoral y de seguridad nacional, lo que llevaría a un desastre social e institucional aún mayor que el actual; c) un riesgo de que el proceso de fascistización del país se extreme a todos los niveles, como se ve ya en la política que están siguiendo los medios masivos de comunicación; d) un riesgo de que los entreguistas calderonistas multipliquen las concesiones ilegales a Washington, a espaldas y en contra de los mexicanos; e) un riesgo de que el proceso electoral del año próximo se violente como nunca antes en nuestra historia, lo que ya es mucho decir, y f) un riesgo, en fin, para América Latina de que un México, instaurado como un protectorado, sirva como base para combatir a los gobiernos que tienen aspiraciones nacionales.
9. Las señales ominosas se ven ya todos los días. Calderón entregó este mes de agosto, para vergüenza de la nación, a corporaciones multinacionales los primeros tres campos maduros de Pemex yendo en contra de lo establecido por la Constitución mexicana, y en otra dimensión de la vida pública nadie duda de que la violencia que se está incrementando sea generada desde el poder. Y aún falta casi un año para los comicios.
10. Los peligros que se ciernen sobre la nación y los mexicanos en los próximos meses son muy grandes, por mucho que algunos se resistan a reconocerlo, y se puede decir que como nunca está en juego el futuro del país, por lo que deben multiplicarse las iniciativas para impedirlo sin dejar de espetarles a Calderón y a sus cómplices lo que el pueblo una y otra vez está gritando: "¡Ya basta!"
26.8.11
25.8.11
COMUNICADO DE PRENSA DE LA RED VOLTAIRE
Trípoli: la Red Voltaire expresa inquietud ante amenazas de muerte contra Mahdi Darius Nazemroaya y Thierry Meyssan, nuestro colega
Red Voltaire, lunes 22 de agosto de 2011, 13h20 GMT – La Red Voltaire expresa por este medio su inquietud ante las amenazas de muerte que pesan sobre dos de sus colaboradores en Trípoli. Mahdi Darius Nazemroaya, investigador asociado del Center for Research on Globalization, y Thierry Meyssan, presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace, se encuentran en el hotel Rixos, alrededor del cual se están desarrollando intensos combates. Se ha ordenado, al parecer, la eliminación física de ambos miembros de la Red Voltaire.
BREAKING NEWS : Voltaire Network Denounces the Attempt by the "Rebels" to Arrest Thierry Meyssan"
August 25, 2011
Voltaire Networks
Voltaire Network, Thursday, 25 August 25, 2011, 3:25 p.m. - The journalists who had been trapped inside the hotel Rixos in Tripoli since Sunday were evacuated yesterday, 24 August 2011, at 5 p.m, by the International Committee of the Red Cross (ICRC). The four members of the Voltaire Network team - journalists Thierry Meyssan, Mahdi Darius Nazemroaya, Mathieu and Julien Ozanon Teil - were among them.
However, after their release, the rebels tried to detain Thierry Meyssan, well known for his articles exposing the crimes of NATO. The ICRC intervened to prevent his arrest.
The journalists were taken to another hotel, where they are no longer under ICRC protection.
The journalists have thus far been unable to reach the ship chartered by the International Organization for Migration (IOM), which is supposed to have already docked in Tripoli.
Voltaire Network is extremely concerned about the attitude showed by the rebels towards its journalists. It is hereby launching an international appeal to the international community urging for the protection of its journalists and for their safe departure from Libya.
Red Voltaire, lunes 22 de agosto de 2011, 13h20 GMT – La Red Voltaire expresa por este medio su inquietud ante las amenazas de muerte que pesan sobre dos de sus colaboradores en Trípoli. Mahdi Darius Nazemroaya, investigador asociado del Center for Research on Globalization, y Thierry Meyssan, presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace, se encuentran en el hotel Rixos, alrededor del cual se están desarrollando intensos combates. Se ha ordenado, al parecer, la eliminación física de ambos miembros de la Red Voltaire.
BREAKING NEWS : Voltaire Network Denounces the Attempt by the "Rebels" to Arrest Thierry Meyssan"
August 25, 2011
Voltaire Networks
Voltaire Network, Thursday, 25 August 25, 2011, 3:25 p.m. - The journalists who had been trapped inside the hotel Rixos in Tripoli since Sunday were evacuated yesterday, 24 August 2011, at 5 p.m, by the International Committee of the Red Cross (ICRC). The four members of the Voltaire Network team - journalists Thierry Meyssan, Mahdi Darius Nazemroaya, Mathieu and Julien Ozanon Teil - were among them.
However, after their release, the rebels tried to detain Thierry Meyssan, well known for his articles exposing the crimes of NATO. The ICRC intervened to prevent his arrest.
The journalists were taken to another hotel, where they are no longer under ICRC protection.
The journalists have thus far been unable to reach the ship chartered by the International Organization for Migration (IOM), which is supposed to have already docked in Tripoli.
Voltaire Network is extremely concerned about the attitude showed by the rebels towards its journalists. It is hereby launching an international appeal to the international community urging for the protection of its journalists and for their safe departure from Libya.
23.8.11
Dos operativos
Pedro Miguel
A uno le llamaron balacera y al otro asalto. El primero tuvo lugar afuera del estadio Santos Modelo, de Torreón, Coahuila, el sábado, cuando en ese recinto se disputaba un partido de futbol entre el equipo anfitrión, el Santos Laguna, y el Morelia. El segundo ocurrió al día siguiente en la Plaza Las Américas de Morelia, donde un grupo de siete hombres con armas largas sustrajo con violencia alhajas y relojes de una joyería.
En forma excepcional, para los estilos corrientes de la delincuencia en México, ninguno de esos hechos se saldó con víctimas mortales. Fueron acciones "limpias" o casi limpias (en la capital michoacana, los vigilantes de la joyería fueron golpeados en la cabeza), pero ambas produjeron estados de pánico y zozobra en las localidades respectivas. No hubo detenidos pese a que ocurrieron, ambas, en ciudades que han sido escenario de extensos despliegues policiales y militares. Con la pena, pero estos ataques suenan más a acciones de desestabilización que a meros episodios de una criminalidad descontrolada.
Es un viejo saber que forma parte del repertorio de algunas de las agencias estadunidenses policiales, de seguridad e inteligencia que operan en México (CIA, DEA y fuerzas especiales del Pentágono) y que consta en los manuales de cualquier ejército regular, en el capítulo de Operaciones Sicológicas: realizar acciones de desestabilización y zozobra, orientadas más a un gran impacto mediático que a la destrucción de objetivos físicos y humanos.
Claro que las casualidades existen, y posiblemente sean meras coincidencias el que ambas acciones hayan resultado incruentas hasta el punto de parecer cuidadosamente orquestadas, el que ambas hayan generado terror en la sociedad, el que se hayan registrado con un día de diferencia, el que hayan sido equipos de futbol de Coahuila y de Michoacán los que disputaban el partido suspendido en Torreón, y el que esas entidades sean cuna de dos políticos de primera fila claramente enfrentados entre sí en el momento actual: Humberto Moreira y Felipe Calderón.
Si faltaba contexto político, el secretario del Consejo de Seguridad Nacional, Alejandro Poiré, y el propio Calderón, se encargaron de establecerlo. El primero regañó a las autoridades estatales y municipales, a las cuales responsabilizó de manera elíptica por lo ocurrido, y las instó a "fortalecer sus lazos institucionales y de cooperación", en tanto que el segundo llamó, horas después, a "la unidad". Y la pregunta es obligada: ¿a cuál de todas las divisiones que afectan al país alude esa "unidad"? ¿A la división entre ciudadanos buenos y delincuentes malísimos que pregona el régimen? ¿A la división entre quienes aún puedan creerle a la estrategia oficial de seguridad y quienes la cuestionan e impugnan? ¿A la división entre cárteles? ¿A la división entre partidos? ¿A la pugna entre las facciones tricolor y blanquiazul del régimen oligárquico?
¿Estamos ante un correlato violento de las agrias disputas político-judiciales que libran las distintas facciones que ocupan las instancias de gobierno? ¿Vivimos, como ha ocurrido en Líbano, un laberíntico entramado entre facciones partidistas y brazos armados, o entre grupos armados y brazos partidistas, pero con la variedad de los cárteles? ¿O serán los nervios?
A uno le llamaron balacera y al otro asalto. El primero tuvo lugar afuera del estadio Santos Modelo, de Torreón, Coahuila, el sábado, cuando en ese recinto se disputaba un partido de futbol entre el equipo anfitrión, el Santos Laguna, y el Morelia. El segundo ocurrió al día siguiente en la Plaza Las Américas de Morelia, donde un grupo de siete hombres con armas largas sustrajo con violencia alhajas y relojes de una joyería.
En forma excepcional, para los estilos corrientes de la delincuencia en México, ninguno de esos hechos se saldó con víctimas mortales. Fueron acciones "limpias" o casi limpias (en la capital michoacana, los vigilantes de la joyería fueron golpeados en la cabeza), pero ambas produjeron estados de pánico y zozobra en las localidades respectivas. No hubo detenidos pese a que ocurrieron, ambas, en ciudades que han sido escenario de extensos despliegues policiales y militares. Con la pena, pero estos ataques suenan más a acciones de desestabilización que a meros episodios de una criminalidad descontrolada.
Es un viejo saber que forma parte del repertorio de algunas de las agencias estadunidenses policiales, de seguridad e inteligencia que operan en México (CIA, DEA y fuerzas especiales del Pentágono) y que consta en los manuales de cualquier ejército regular, en el capítulo de Operaciones Sicológicas: realizar acciones de desestabilización y zozobra, orientadas más a un gran impacto mediático que a la destrucción de objetivos físicos y humanos.
Claro que las casualidades existen, y posiblemente sean meras coincidencias el que ambas acciones hayan resultado incruentas hasta el punto de parecer cuidadosamente orquestadas, el que ambas hayan generado terror en la sociedad, el que se hayan registrado con un día de diferencia, el que hayan sido equipos de futbol de Coahuila y de Michoacán los que disputaban el partido suspendido en Torreón, y el que esas entidades sean cuna de dos políticos de primera fila claramente enfrentados entre sí en el momento actual: Humberto Moreira y Felipe Calderón.
Si faltaba contexto político, el secretario del Consejo de Seguridad Nacional, Alejandro Poiré, y el propio Calderón, se encargaron de establecerlo. El primero regañó a las autoridades estatales y municipales, a las cuales responsabilizó de manera elíptica por lo ocurrido, y las instó a "fortalecer sus lazos institucionales y de cooperación", en tanto que el segundo llamó, horas después, a "la unidad". Y la pregunta es obligada: ¿a cuál de todas las divisiones que afectan al país alude esa "unidad"? ¿A la división entre ciudadanos buenos y delincuentes malísimos que pregona el régimen? ¿A la división entre quienes aún puedan creerle a la estrategia oficial de seguridad y quienes la cuestionan e impugnan? ¿A la división entre cárteles? ¿A la división entre partidos? ¿A la pugna entre las facciones tricolor y blanquiazul del régimen oligárquico?
¿Estamos ante un correlato violento de las agrias disputas político-judiciales que libran las distintas facciones que ocupan las instancias de gobierno? ¿Vivimos, como ha ocurrido en Líbano, un laberíntico entramado entre facciones partidistas y brazos armados, o entre grupos armados y brazos partidistas, pero con la variedad de los cárteles? ¿O serán los nervios?
22.8.11
La intervención va
Carlos Fazio
La confirmación, por conducto de The New York Times, de que grupos de tarea del Pentágono, de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de otras dependencias del área de seguridad estadunidense –junto con mercenarios subcontratados bajo el disfraz de contratistas privados– operan directamente en territorio nacional al margen de la Constitución Política Mexicana ha convertido al país en la república bananera más grande de Centroamérica.
Según la versión del 7 de agosto en el rotativo neoyorquino, un equipo de 24 agentes de la CIA, la DEA y militares jubilados del Comando Norte del Pentágono estarían dirigiendo labores de inteligencia (y de espionaje político sobre determinados objetivos, incluidas las misiones diplomáticas acreditadas en México) desde un centro de fusión binacional instalado en una base militar en la región norte del país, que el diario no identificó, pero que podría estar ubicada en la sede del 22 batallón de infantería de la séptima zona militar en Escobedo, Nuevo León.
Similar a los que Estados Unidos instaló en Colombia, Afganistán e Irak para vigilar y atacar a grupos insurgentes, el nuevo puesto de inteligencia –que se suma a tres similares ubicados en Reforma 265 (Distrito Federal), Tijuana y Ciudad Juárez– opera con tecnología de punta que permite interceptar comunicaciones confidenciales y codificadas, bajo estricto control de personal estadunidense. La información complementará la que recaban por todo el territorio nacional un millar y medio de agentes estadunidenses, y la suministrada por aviones espías no tripulados (drones) que sobrevuelan el espacio aéreo mexicano.
El reportaje destacaba, además, que Washington planea insertar un equipo de contratistas privados de seguridad estadunidenses (ex agentes de la CIA, la DEA y de las fuerzas especiales del Pentágono) para que brinden capacitación dentro de una unidad policiaca antinarcóticos mexicana especializada, no identificada.
La subcontratación de los llamados perros de guerra por el Pentágono y el Departamento de Estado, para que realicen tareas de espionaje y otras propias de la guerra sucia, comenzó en México antes de la firma de la carta de intención secreta (septiembre de 2007) que oficializó la Iniciativa Mérida.
Como se reveló en febrero de ese año, la empresa Verint Technology Inc instaló un sofisticado centro de intercepción de comunicaciones en la sede de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO). Después se supo que la empresa SY Coleman Corporation, con sede en Arlington, Virginia, estaba reclutando mercenarios para ocupar puestos de vigilancia aérea en Veracruz, para proteger instalaciones de Pemex. Ambas informaciones fueron puestas bajo reserva por razones de seguridad nacional. Con posterioridad, diversas informaciones dieron cuenta de la presencia en México de la firma Blackwater (o Xe Services), una de las favoritas del Pentágono para la mercenarización de conflictos.
El 17 de agosto, en Ciudad Juárez, William Brownsfield, secretario asistente para la Oficina de Narcóticos y Procuraduría de Justicia Internacional de Estados Unidos, declaró que su gobierno capacitará y equipará policías municipales, estatales y federales mexicanos, dentro de la nueva estrategia de la Iniciativa Mérida. Según Brownfield, los policías mexicanos serán entrenados en el territorio nacional por agentes del condado Webb, en Texas.
La nueva etapa de la Iniciativa Mérida coincidirá con la llegada al país del embajador estadunidense Earl Anthony Wayne. El relevista de Carlos Pascual es un diplomático de carrera pragmático, experto en terrorismo, contrainsurgencia y energía. Su misión más reciente fue en Kabul, Afganistán, país al que la comunidad de inteligencia y el Pentágono en Washington identificaron en enero-febrero de 2009, junto con México, como un Estado fallido a punto de colapsar, situación que justificaba la intervención militar estadunidense.
En mayo siguiente, en Washington DC, generales del Pentágono revelaron a un grupo de empresarios y líderes políticos de Florida que soldados del Grupo Séptimo de Fuerzas Especiales (boinas verdes) venían actuando en México desde 2006, bajo la cobertura de misiones antinarcóticos.
Wayne se apoyará en el segundo hombre de la embajada, John Feeley, el ex marine que sobrevivió al affaire Calderón-Pascual, pese a haber sido exhibido por las filtraciones de Wikileaks publicadas en La Jornada. Otra pieza clave en la transición será el ex militar Keith W. Mines, quien estuvo en Irak y fungió luego como director de la Sección Antinarcóticos de la misión diplomática en México.
Mines monitoreará la Academia Nacional de Formación y Desarrollo Policial Puebla-Iniciativa Mérida, que se construye en Amozoc, y que ha sido publicitada como la primera del mundo en su tipo. Según Ardelio Vargas Fosado, actual secretario de seguridad pública en Puebla y viejo amigo de Washington, la academia alojará al consejo de coordinación regional de las policías municipales y estatales, y servirá para el intercambio de información policial preventiva, reactiva y proactiva. ¿Será la sede antinarcóticos a la que llegarán los mercenarios que, según The New York Times, capacitarán a policías mexicanos?
En el contexto de la Iniciativa Mérida, los asesores de inteligencia estadunidenses recolectan información estratégica en tiempo real, guían y participan de manera encubierta en operaciones tácticas, entrenan a oficiales locales en áreas de análisis, interrogatorio e inteligencia técnica. Debido a la asimetría de poder que existe en la colaboración bilateral en materia de seguridad entre Estados Unidos y México, sumada a la debilidad institucional mexicana y al acendrado cipayismo de Felipe Calderón, la situación derivará en lo que ya John Saxe-Fernández advirtió en estas páginas, a saber, la transición de nación soberana a protectorado bajo la Homeland Security.
La confirmación, por conducto de The New York Times, de que grupos de tarea del Pentágono, de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de otras dependencias del área de seguridad estadunidense –junto con mercenarios subcontratados bajo el disfraz de contratistas privados– operan directamente en territorio nacional al margen de la Constitución Política Mexicana ha convertido al país en la república bananera más grande de Centroamérica.
Según la versión del 7 de agosto en el rotativo neoyorquino, un equipo de 24 agentes de la CIA, la DEA y militares jubilados del Comando Norte del Pentágono estarían dirigiendo labores de inteligencia (y de espionaje político sobre determinados objetivos, incluidas las misiones diplomáticas acreditadas en México) desde un centro de fusión binacional instalado en una base militar en la región norte del país, que el diario no identificó, pero que podría estar ubicada en la sede del 22 batallón de infantería de la séptima zona militar en Escobedo, Nuevo León.
Similar a los que Estados Unidos instaló en Colombia, Afganistán e Irak para vigilar y atacar a grupos insurgentes, el nuevo puesto de inteligencia –que se suma a tres similares ubicados en Reforma 265 (Distrito Federal), Tijuana y Ciudad Juárez– opera con tecnología de punta que permite interceptar comunicaciones confidenciales y codificadas, bajo estricto control de personal estadunidense. La información complementará la que recaban por todo el territorio nacional un millar y medio de agentes estadunidenses, y la suministrada por aviones espías no tripulados (drones) que sobrevuelan el espacio aéreo mexicano.
El reportaje destacaba, además, que Washington planea insertar un equipo de contratistas privados de seguridad estadunidenses (ex agentes de la CIA, la DEA y de las fuerzas especiales del Pentágono) para que brinden capacitación dentro de una unidad policiaca antinarcóticos mexicana especializada, no identificada.
La subcontratación de los llamados perros de guerra por el Pentágono y el Departamento de Estado, para que realicen tareas de espionaje y otras propias de la guerra sucia, comenzó en México antes de la firma de la carta de intención secreta (septiembre de 2007) que oficializó la Iniciativa Mérida.
Como se reveló en febrero de ese año, la empresa Verint Technology Inc instaló un sofisticado centro de intercepción de comunicaciones en la sede de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO). Después se supo que la empresa SY Coleman Corporation, con sede en Arlington, Virginia, estaba reclutando mercenarios para ocupar puestos de vigilancia aérea en Veracruz, para proteger instalaciones de Pemex. Ambas informaciones fueron puestas bajo reserva por razones de seguridad nacional. Con posterioridad, diversas informaciones dieron cuenta de la presencia en México de la firma Blackwater (o Xe Services), una de las favoritas del Pentágono para la mercenarización de conflictos.
El 17 de agosto, en Ciudad Juárez, William Brownsfield, secretario asistente para la Oficina de Narcóticos y Procuraduría de Justicia Internacional de Estados Unidos, declaró que su gobierno capacitará y equipará policías municipales, estatales y federales mexicanos, dentro de la nueva estrategia de la Iniciativa Mérida. Según Brownfield, los policías mexicanos serán entrenados en el territorio nacional por agentes del condado Webb, en Texas.
La nueva etapa de la Iniciativa Mérida coincidirá con la llegada al país del embajador estadunidense Earl Anthony Wayne. El relevista de Carlos Pascual es un diplomático de carrera pragmático, experto en terrorismo, contrainsurgencia y energía. Su misión más reciente fue en Kabul, Afganistán, país al que la comunidad de inteligencia y el Pentágono en Washington identificaron en enero-febrero de 2009, junto con México, como un Estado fallido a punto de colapsar, situación que justificaba la intervención militar estadunidense.
En mayo siguiente, en Washington DC, generales del Pentágono revelaron a un grupo de empresarios y líderes políticos de Florida que soldados del Grupo Séptimo de Fuerzas Especiales (boinas verdes) venían actuando en México desde 2006, bajo la cobertura de misiones antinarcóticos.
Wayne se apoyará en el segundo hombre de la embajada, John Feeley, el ex marine que sobrevivió al affaire Calderón-Pascual, pese a haber sido exhibido por las filtraciones de Wikileaks publicadas en La Jornada. Otra pieza clave en la transición será el ex militar Keith W. Mines, quien estuvo en Irak y fungió luego como director de la Sección Antinarcóticos de la misión diplomática en México.
Mines monitoreará la Academia Nacional de Formación y Desarrollo Policial Puebla-Iniciativa Mérida, que se construye en Amozoc, y que ha sido publicitada como la primera del mundo en su tipo. Según Ardelio Vargas Fosado, actual secretario de seguridad pública en Puebla y viejo amigo de Washington, la academia alojará al consejo de coordinación regional de las policías municipales y estatales, y servirá para el intercambio de información policial preventiva, reactiva y proactiva. ¿Será la sede antinarcóticos a la que llegarán los mercenarios que, según The New York Times, capacitarán a policías mexicanos?
En el contexto de la Iniciativa Mérida, los asesores de inteligencia estadunidenses recolectan información estratégica en tiempo real, guían y participan de manera encubierta en operaciones tácticas, entrenan a oficiales locales en áreas de análisis, interrogatorio e inteligencia técnica. Debido a la asimetría de poder que existe en la colaboración bilateral en materia de seguridad entre Estados Unidos y México, sumada a la debilidad institucional mexicana y al acendrado cipayismo de Felipe Calderón, la situación derivará en lo que ya John Saxe-Fernández advirtió en estas páginas, a saber, la transición de nación soberana a protectorado bajo la Homeland Security.
19.8.11
La "ley"
Luis Javier Garrido
El gobierno calderonista ha reaccionado de manera cínica ante las evidencias publicadas sobre el proceso de militarización de México orquestado por Washington para apoderarse de los recursos estratégicos del país –del petróleo al oro–, y está ahora auspiciando la intervención del gobierno de Obama a escala local, para lo que le urge también la aprobación de su totalitaria Ley de Seguridad Nacional.
1. Las fuerzas militares y policiacas de Estados Unidos están asumiendo en México funciones privativas del Estado mexicano y ejerciendo actos de autoridad que sólo competen en nuestro régimen constitucional a funcionarios mexicanos, y lo han hecho desde los primeros años del gobierno de Felipe Calderón, por lo que Francisco Blake (secretario de Gobernación), Patricia Espinosa (titular de Relaciones Exteriores) y el vocero Alejandro Poiré mintieron abiertamente al país y a los legisladores al negarlo el miércoles 17, como lo hicieron después en sendas conferencias de prensa creyendo que engañaban a alguien al desconocer los acuerdos del gobierno panista con la Casa Blanca y tratar de minimizar la presencia de los agentes estadunidenses en México.
2. La estrategia escogida por Felipe Calderón ha sido la peor para dar respuesta a los reclamos que crecen en el país. Haciéndose el escondido, bajo pretexto de estar tomando sus vacaciones de verano en el Caribe y filmando un documental para una cadena estadunidense en el que pretende mostrarse como un deportista de elite en espeleología (Milenio Televisión, 17 de agosto), Calderón confió en que los desmentidos de Washington diciendo que Estados Unidos está sólo brindando asistencia técnica a México y compartiendo información (casualmente mismo discurso que la administración Johnson usó en los años 60 durante la escalada militar en Vietnam), bastarían tras una amplia campaña de desinformación en los medios para calmar el descontento, por lo que al enviar a tres de sus empleados al Congreso a negar lo revelado en los medios, creyó aplacarlo todo, cuando lo único que ha logrado es exasperar aún más a amplios sectores.
3. Las evidencias contra estas pueriles negativas son contundentes, y en México todo mundo sabe ya que la violencia fue instaurada en el país de manera artificial por el gobierno de Calderón debido a sus acuerdos con Washington: que él tiene la responsabilidad criminal por haber llevado al país a este baño de sangre con la utilización ilegal del Ejército y sus grupos paramilitares y parapoliciales.
4. La escalada de Washington en México va a toda prisa, y por eso le urge a su gobierno la aprobación de la nueva ley, que no sólo echaría abajo principios que salvaguardan los derechos individuales, le daría al Ejecutivo las facultades de un monarca del siglo XVIII, legalizaría la impunidad de las fuerzas armadas para hacer la guerra contra el pueblo, legitimaría un régimen de tropelías en la persecución de los delitos y abriría una vía legaloide más para la criminalización de los movimientos sociales, sino que haría más fácil en los hechos la acción de las fuerzas estadunidenses en territorio mexicano al hacer inviable al régimen federal.
5. La administración Obama no ha tardado mucho en anunciar una nueva escalada en su intervención, que estaría amparada en la nueva ley, y el miércoles 17, durante una conferencia de prensa en Ciudad Juárez durante una visita sorpresiva a territorio mexicano, William Brownfield (subsecretario para Asuntos de Antinarcóticos y Seguridad) confirmó lo que ya se había filtrado: a) que recursos de la Iniciativa Mérida serían canalizados directamente a estados y municipios; b) que se les entregarían a éstos directamente equipamiento militar y otros bienes y servicios, y c) que se empezaría a entrenar y equipar a policías estatales y municipales. Existe una transición de la Iniciativa Mérida, dijo, y la nueva colaboración (que no se sabe quién la aprobó), se ufanó, viene a nivel estatal y municipal (Milenio Diario, 18 de agosto).
6. Las intervenciones de Estados Unidos en los estados federales han pasado siempre por la búsqueda del desmembramiento de éstos, tratando de autonomizar a las entidades miembros (la URSS luego de 1991, Yugoslavia a partir de 1994), y México no sería la excepción. Este injerencismo se sustenta en la doctrina Reagan sobre lo que éste llamó nuevo federalismo, que preconizaba la necesidad de que en el mundo globalizado tanto Washington como las grandes corporaciones pudiesen relacionarse directamente con los gobiernos locales sin necesidad de pasar por la autoridad central, lo que impulsó Washington en México desde los años de Salinas a pesar de los obstáculos legales que hay en el marco jurídico mexicano, buscando intervenir cada vez más, en particular en los estados del norte y del Golfo.
7. En México, el narcotráfico y los delitos contra la salud son federales, y compete por lo mismo investigarlos y perseguirlos al Ministerio Público Federal y a la PGR: es decir, al gobierno federal y no a los gobiernos de las entidades, lo que muchos ignoran. Es por ello que a fin de ensanchar la vía a la intervención estadunidense en estados y municipios, el gobierno ha buscado modificar distintos cuerpos legales para tratar de involucrar a los gobiernos locales en su supuesta “guerra contra el narco”, y así se legisló hace unas semanas para hacerlos responsables del narcomenudeo.
8. La ideología reaccionaria de Calderón, que como los conservadores del siglo XIX detesta al Estado federal y busca destruirlo, se identifica así con las políticas expansionistas de Washington, como en muchos otros aspectos del proyecto neoliberal.
9. La intervención estadunidense a escala de los estados no se ha hecho en consecuencia esperar, y esta vez sus cómplices son los priístas. Con el operativo llevado a cabo por la policía mexiquense para detener al capo El Compayito, a todas luces dirigido por la DEA, el gobernador Peña Nieto buscaba enviar a Washington el mensaje de que de ser ayudado para llegar a Los Pinos está dispuesto a ser tanto o más obsecuente con las agencias estadunidense que Calderón: y en consecuencia, a proseguir la guerra en los mismos términos. El operativo falló empero no nada más por la barbarie con la que actuaron los agentes mexiquenses allanando tres domicilios de gente acomodada en Tlalpan y muchos otros de personas modestas, y violentando los derechos de muchos mexicanos, sino porque ignoró los principios centrales del régimen federal, pues la policía mexiquense no tiene atribución alguna para actuar en el Distrito Federal.
10. La gravedad de la situación es cada vez mayor, y lo que está en juego con la guerra de Calderón y con su Ley de Seguridad Nacional no sólo son los derechos de los mexicanos sino la existencia misma de México como una nación libre, por lo que no debe escatimarse esfuerzo alguno para impedirlo, sin dejar de gritarles a Calderón y a sus cómplices que: ¡Ya basta!
El gobierno calderonista ha reaccionado de manera cínica ante las evidencias publicadas sobre el proceso de militarización de México orquestado por Washington para apoderarse de los recursos estratégicos del país –del petróleo al oro–, y está ahora auspiciando la intervención del gobierno de Obama a escala local, para lo que le urge también la aprobación de su totalitaria Ley de Seguridad Nacional.
1. Las fuerzas militares y policiacas de Estados Unidos están asumiendo en México funciones privativas del Estado mexicano y ejerciendo actos de autoridad que sólo competen en nuestro régimen constitucional a funcionarios mexicanos, y lo han hecho desde los primeros años del gobierno de Felipe Calderón, por lo que Francisco Blake (secretario de Gobernación), Patricia Espinosa (titular de Relaciones Exteriores) y el vocero Alejandro Poiré mintieron abiertamente al país y a los legisladores al negarlo el miércoles 17, como lo hicieron después en sendas conferencias de prensa creyendo que engañaban a alguien al desconocer los acuerdos del gobierno panista con la Casa Blanca y tratar de minimizar la presencia de los agentes estadunidenses en México.
2. La estrategia escogida por Felipe Calderón ha sido la peor para dar respuesta a los reclamos que crecen en el país. Haciéndose el escondido, bajo pretexto de estar tomando sus vacaciones de verano en el Caribe y filmando un documental para una cadena estadunidense en el que pretende mostrarse como un deportista de elite en espeleología (Milenio Televisión, 17 de agosto), Calderón confió en que los desmentidos de Washington diciendo que Estados Unidos está sólo brindando asistencia técnica a México y compartiendo información (casualmente mismo discurso que la administración Johnson usó en los años 60 durante la escalada militar en Vietnam), bastarían tras una amplia campaña de desinformación en los medios para calmar el descontento, por lo que al enviar a tres de sus empleados al Congreso a negar lo revelado en los medios, creyó aplacarlo todo, cuando lo único que ha logrado es exasperar aún más a amplios sectores.
3. Las evidencias contra estas pueriles negativas son contundentes, y en México todo mundo sabe ya que la violencia fue instaurada en el país de manera artificial por el gobierno de Calderón debido a sus acuerdos con Washington: que él tiene la responsabilidad criminal por haber llevado al país a este baño de sangre con la utilización ilegal del Ejército y sus grupos paramilitares y parapoliciales.
4. La escalada de Washington en México va a toda prisa, y por eso le urge a su gobierno la aprobación de la nueva ley, que no sólo echaría abajo principios que salvaguardan los derechos individuales, le daría al Ejecutivo las facultades de un monarca del siglo XVIII, legalizaría la impunidad de las fuerzas armadas para hacer la guerra contra el pueblo, legitimaría un régimen de tropelías en la persecución de los delitos y abriría una vía legaloide más para la criminalización de los movimientos sociales, sino que haría más fácil en los hechos la acción de las fuerzas estadunidenses en territorio mexicano al hacer inviable al régimen federal.
5. La administración Obama no ha tardado mucho en anunciar una nueva escalada en su intervención, que estaría amparada en la nueva ley, y el miércoles 17, durante una conferencia de prensa en Ciudad Juárez durante una visita sorpresiva a territorio mexicano, William Brownfield (subsecretario para Asuntos de Antinarcóticos y Seguridad) confirmó lo que ya se había filtrado: a) que recursos de la Iniciativa Mérida serían canalizados directamente a estados y municipios; b) que se les entregarían a éstos directamente equipamiento militar y otros bienes y servicios, y c) que se empezaría a entrenar y equipar a policías estatales y municipales. Existe una transición de la Iniciativa Mérida, dijo, y la nueva colaboración (que no se sabe quién la aprobó), se ufanó, viene a nivel estatal y municipal (Milenio Diario, 18 de agosto).
6. Las intervenciones de Estados Unidos en los estados federales han pasado siempre por la búsqueda del desmembramiento de éstos, tratando de autonomizar a las entidades miembros (la URSS luego de 1991, Yugoslavia a partir de 1994), y México no sería la excepción. Este injerencismo se sustenta en la doctrina Reagan sobre lo que éste llamó nuevo federalismo, que preconizaba la necesidad de que en el mundo globalizado tanto Washington como las grandes corporaciones pudiesen relacionarse directamente con los gobiernos locales sin necesidad de pasar por la autoridad central, lo que impulsó Washington en México desde los años de Salinas a pesar de los obstáculos legales que hay en el marco jurídico mexicano, buscando intervenir cada vez más, en particular en los estados del norte y del Golfo.
7. En México, el narcotráfico y los delitos contra la salud son federales, y compete por lo mismo investigarlos y perseguirlos al Ministerio Público Federal y a la PGR: es decir, al gobierno federal y no a los gobiernos de las entidades, lo que muchos ignoran. Es por ello que a fin de ensanchar la vía a la intervención estadunidense en estados y municipios, el gobierno ha buscado modificar distintos cuerpos legales para tratar de involucrar a los gobiernos locales en su supuesta “guerra contra el narco”, y así se legisló hace unas semanas para hacerlos responsables del narcomenudeo.
8. La ideología reaccionaria de Calderón, que como los conservadores del siglo XIX detesta al Estado federal y busca destruirlo, se identifica así con las políticas expansionistas de Washington, como en muchos otros aspectos del proyecto neoliberal.
9. La intervención estadunidense a escala de los estados no se ha hecho en consecuencia esperar, y esta vez sus cómplices son los priístas. Con el operativo llevado a cabo por la policía mexiquense para detener al capo El Compayito, a todas luces dirigido por la DEA, el gobernador Peña Nieto buscaba enviar a Washington el mensaje de que de ser ayudado para llegar a Los Pinos está dispuesto a ser tanto o más obsecuente con las agencias estadunidense que Calderón: y en consecuencia, a proseguir la guerra en los mismos términos. El operativo falló empero no nada más por la barbarie con la que actuaron los agentes mexiquenses allanando tres domicilios de gente acomodada en Tlalpan y muchos otros de personas modestas, y violentando los derechos de muchos mexicanos, sino porque ignoró los principios centrales del régimen federal, pues la policía mexiquense no tiene atribución alguna para actuar en el Distrito Federal.
10. La gravedad de la situación es cada vez mayor, y lo que está en juego con la guerra de Calderón y con su Ley de Seguridad Nacional no sólo son los derechos de los mexicanos sino la existencia misma de México como una nación libre, por lo que no debe escatimarse esfuerzo alguno para impedirlo, sin dejar de gritarles a Calderón y a sus cómplices que: ¡Ya basta!
17.8.11
Crisis de legitimidad y democracia radical
Alejandro Nadal
La crisis económica y la respuesta de política económica han terminado por evaporar la legitimidad de un gran número de estructuras gubernamentales en las economías capitalistas. Ahora es claro que la crisis económica es esencialmente política.
El neoliberalismo acabó por destruir el pacto social keynesiano del que el capitalismo podía sacar algo de legitimidad. Pero la crisis barrió con las endebles bases sobre las que todavía hoy pretende asentarse el neoliberalismo. Se ha generado así una crisis de legitimidad que alcanzará dimensiones históricas. Llegó el momento de aprovecharla para avanzar en la lucha por un mundo alternativo.
Si hubo un gran triunfo ideológico del capitalismo moderno fue imponer la idea de que frente al neoliberalismo no había alternativa. La "globalización" se convirtió en eficaz máquina de la lucha ideológica porque difundía la idea de que el modelo neoliberal respondía a una razón técnica que no dependía de la política.
Hoy los vínculos entre el modelo económico y el mundo de la política han quedado a la vista de todos con la respuesta a la crisis. Por eso el colapso se ha transformado en la crisis de legitimidad política de los gobiernos.
Para enfrentar el derrumbe económico, los ministerios de hacienda o del tesoro y los cuerpos parlamentarios o congresos destinaron cantidades astronómicas de recursos públicos para rescatar a los agentes privados que provocaron la crisis y luego pasaron la factura al pueblo. En el salvamento de bancos y especuladores, los gobiernos impusieron un récord en materia de corrupción y mostraron a quién rinden pleitesía. Los pobres y desempleados, clases medias, campesinos, pequeñas empresas y los jóvenes sin acceso a una educación universitaria, no tuvieron quién les ayudara. ¿Puede así un gobierno conservar su legitimidad?
Este 2011 ha sido testigo de rebeliones que, a pesar de su diversidad, comparten un mismo hilo conductor: en todas se impugna la legitimidad de los gobiernos. Las manifestaciones y revueltas en Grecia marcaron la pauta, mostrando que la gente rechaza el castigo cuando existen alternativas como la restructuración de la deuda. En España el movimiento de los indignados hace patente su repudio a un esquema de capitalismo que no resuelve, desde hace años, los problemas más elementales de desempleo o educación. Los estudiantes en Chile protestan porque el gobierno en turno transforma la educación pública en espacio de rentabilidad privada.
En Túnez y Egipto las revueltas fueron precedidas por una serie de huelgas obreras en demanda de mejores condiciones de trabajo. Pero muy rápidamente el descontento desbordó el marco laboral y condujo a una sublevación de mayor amplitud. Las manifestaciones de los indignados en varias ciudades de Israel están directamente impugnando el modelo neoliberal, pero también se están convirtiendo en protestas que se conectan con el drama del pueblo palestino.
En Madison, Wisconsin, frente a un gobierno local decidido a desmantelar lo que queda de un sistema de respaldo social, maestros de escuela, estudiantes y empleados del gobierno llevaron la lucha hasta el capitolio del estado. Hoy no pierden de vista la huelga de más de 45 mil trabajadores contra la empresa Verizon, uno de los episodios más importantes en este abanico de luchas en Estados Unidos: la empresa anunció ganancias por 20 mil millones de dólares, pero insiste en recortar beneficios a sus trabajadores.
Si hay algo que los centros del poder reaccionario detestan y teme es que el pueblo delibere de manera directa, sin intermediarios, que se diga sus vivencias cara a cara. Y muchos de estos movimientos en 2011 permitieron al pueblo reflexionar en el marco de una embrionaria democracia directa. Desde la plaza Tahrir hasta Madison, pasando por Syntagma y Puerta del Sol, en su diversidad los manifestantes compartieron experiencias y aprendieron en colectivo no sólo que existen alternativas, sino que, en la democracia radical y directa, el valor es contagioso.
En ese deliberar directo y radical, el pueblo aprende que el trabajo en la fábrica no es lo natural, que las contrataciones en el "mercado laboral" no tienen nada que ver con los contratos civiles de venta y arrendamiento, que los desalojos de casas son la otra cara del rescate bancario, que un sistema educativo clasista y discriminatorio sólo fábrica rechazados, y que otras prioridades pueden guiar la asignación de recursos en el plano macroeconómico.
Pero para que todo esto fructifique en un movimiento capaz de convertir la enorme energía popular en cambio efectivo, será necesario inventar nuevas formas de organización y construir nuevas alianzas. La diversidad amalgamada en estos movimientos ha rebasado totalmente el viejo carromato de las democracias parlamentarias y sus partidos vendidos, anunciando un porvenir en el que otros sistemas de representación y de organización económica, más ligados a la democracia radical, dominarán el paisaje político. De las luchas del presente debemos desentrañar el futuro.
http://nadal.com.mx
La crisis económica y la respuesta de política económica han terminado por evaporar la legitimidad de un gran número de estructuras gubernamentales en las economías capitalistas. Ahora es claro que la crisis económica es esencialmente política.
El neoliberalismo acabó por destruir el pacto social keynesiano del que el capitalismo podía sacar algo de legitimidad. Pero la crisis barrió con las endebles bases sobre las que todavía hoy pretende asentarse el neoliberalismo. Se ha generado así una crisis de legitimidad que alcanzará dimensiones históricas. Llegó el momento de aprovecharla para avanzar en la lucha por un mundo alternativo.
Si hubo un gran triunfo ideológico del capitalismo moderno fue imponer la idea de que frente al neoliberalismo no había alternativa. La "globalización" se convirtió en eficaz máquina de la lucha ideológica porque difundía la idea de que el modelo neoliberal respondía a una razón técnica que no dependía de la política.
Hoy los vínculos entre el modelo económico y el mundo de la política han quedado a la vista de todos con la respuesta a la crisis. Por eso el colapso se ha transformado en la crisis de legitimidad política de los gobiernos.
Para enfrentar el derrumbe económico, los ministerios de hacienda o del tesoro y los cuerpos parlamentarios o congresos destinaron cantidades astronómicas de recursos públicos para rescatar a los agentes privados que provocaron la crisis y luego pasaron la factura al pueblo. En el salvamento de bancos y especuladores, los gobiernos impusieron un récord en materia de corrupción y mostraron a quién rinden pleitesía. Los pobres y desempleados, clases medias, campesinos, pequeñas empresas y los jóvenes sin acceso a una educación universitaria, no tuvieron quién les ayudara. ¿Puede así un gobierno conservar su legitimidad?
Este 2011 ha sido testigo de rebeliones que, a pesar de su diversidad, comparten un mismo hilo conductor: en todas se impugna la legitimidad de los gobiernos. Las manifestaciones y revueltas en Grecia marcaron la pauta, mostrando que la gente rechaza el castigo cuando existen alternativas como la restructuración de la deuda. En España el movimiento de los indignados hace patente su repudio a un esquema de capitalismo que no resuelve, desde hace años, los problemas más elementales de desempleo o educación. Los estudiantes en Chile protestan porque el gobierno en turno transforma la educación pública en espacio de rentabilidad privada.
En Túnez y Egipto las revueltas fueron precedidas por una serie de huelgas obreras en demanda de mejores condiciones de trabajo. Pero muy rápidamente el descontento desbordó el marco laboral y condujo a una sublevación de mayor amplitud. Las manifestaciones de los indignados en varias ciudades de Israel están directamente impugnando el modelo neoliberal, pero también se están convirtiendo en protestas que se conectan con el drama del pueblo palestino.
En Madison, Wisconsin, frente a un gobierno local decidido a desmantelar lo que queda de un sistema de respaldo social, maestros de escuela, estudiantes y empleados del gobierno llevaron la lucha hasta el capitolio del estado. Hoy no pierden de vista la huelga de más de 45 mil trabajadores contra la empresa Verizon, uno de los episodios más importantes en este abanico de luchas en Estados Unidos: la empresa anunció ganancias por 20 mil millones de dólares, pero insiste en recortar beneficios a sus trabajadores.
Si hay algo que los centros del poder reaccionario detestan y teme es que el pueblo delibere de manera directa, sin intermediarios, que se diga sus vivencias cara a cara. Y muchos de estos movimientos en 2011 permitieron al pueblo reflexionar en el marco de una embrionaria democracia directa. Desde la plaza Tahrir hasta Madison, pasando por Syntagma y Puerta del Sol, en su diversidad los manifestantes compartieron experiencias y aprendieron en colectivo no sólo que existen alternativas, sino que, en la democracia radical y directa, el valor es contagioso.
En ese deliberar directo y radical, el pueblo aprende que el trabajo en la fábrica no es lo natural, que las contrataciones en el "mercado laboral" no tienen nada que ver con los contratos civiles de venta y arrendamiento, que los desalojos de casas son la otra cara del rescate bancario, que un sistema educativo clasista y discriminatorio sólo fábrica rechazados, y que otras prioridades pueden guiar la asignación de recursos en el plano macroeconómico.
Pero para que todo esto fructifique en un movimiento capaz de convertir la enorme energía popular en cambio efectivo, será necesario inventar nuevas formas de organización y construir nuevas alianzas. La diversidad amalgamada en estos movimientos ha rebasado totalmente el viejo carromato de las democracias parlamentarias y sus partidos vendidos, anunciando un porvenir en el que otros sistemas de representación y de organización económica, más ligados a la democracia radical, dominarán el paisaje político. De las luchas del presente debemos desentrañar el futuro.
http://nadal.com.mx
Guerra de divisas: Gran Bretaña y USA socavan al euro; China lo sostiene
Alfredo Jalife-Rahme
Una serie de artículos de The Financial Times sobre Brasil no presagia nada bondadoso y pareciera que las aves de rapiña del financierismo global desregulado van a poner a prueba su exitoso modelo geoeconómico y, más que nada, su complementariedad con China.
Los dirigentes brasileños están conscientes de la brutal "guerra de las divisas", tema tratado por Bajo la Lupa desde hace 15 años, y profundizado el año pasado (21/11/10).
Círculos militares de Estados Unidos aseguran sotto voce que la degradación de "triple A" a "doble A" de S&P es todo un montaje teatral entre Obama y los republicanos para que el "supercomité" bipartidista posea la coartada política de reducir el déficit por una suma sustancial. Pronto lo sabremos.
A sus 81 años, Schwartz György (alias "George Soros") no descansa pese a su reciente escándalo erótico con una modelo brasileña y The Daily Mail On Line (Mark Duell, 9/8/11) lo señaló de haber descolgado mil millones de dólares de ganancias especulativas durante el bursátil "agosto negro" gracias a que recibió la anticipada información privilegiada (es aliado de Obama) de que S&P degradaría la calificación de la deuda soberana de Estados Unidos. ¡Así hasta mi abuelita fallecida se haría multimillonaria desde su tumba!
La conspicua ave de rapiña del financierismo global, el megaespeculador George Soros (presunto hombre de paja de los banqueros esclavistas Rothschild), apuesta contra Brasil, de donde ha sacado abruptamente sus tóxicos capitales golondrinos (como también de México en fechas recientes ante la impotencia de la "triple C" también "degradada" en las finanzas locales: Carstens-Cordero-Calderón, en ese orden).
"La guerra global de las divisas" se ha exacerbado y ha puesto en peligro de balcanización al euro, la única divisa competitiva del billete verde, con alrededor de 25 por ciento de los intercambios internacionales.
En forma anómala, para la época de la incipiente mutipolaridad, el dólar aún concentra 60 por ciento de los intercambios globales y se ha impuesto por default como "la reserva" financierista gracias a sus triunfos militares durante todo el siglo XX.
La libra esterlina y el yen nipón andan cada uno en alrededor de 3.5 por ciento de los intercambios y las restantes divisas de los otros 189 países de la ONU cuentan con 8 por ciento (incluidos los BRICS, el franco suizo, y el "superpeso" mexicano).
El disparo de la cotización del franco suizo refleja la fuga de capitales del vecino euro y el alza concomitante de oro y plata, mientras los exportadores helvéticos (sobre todo de alimentos) comienzan a sufrir sus estragos. Este axioma de auto-daño exportador es generalizado desde el yen nipón hasta el real brasileño (que se ha revaluado en forma espectacular 40 por ciento).
La prensa de Gran Bretaña en su conjunto sentencia ferozmente la defunción del euro (Jeremy Warner, The Daily Telegraph, 15/8/11).
Las grandes turbulencias, profundizadas por los programas de las supercomputadoras –transacciones de alta frecuencia (HFT, por sus siglas en inglés)–, tienen como resultado la fuga del euro hacia el dólar, que intenta colmar así transitoriamente sus agujeros negros de deuda impagable.
Se trata de una batalla entre un gigante en decadencia, el dólar, y la segunda divisa global, el euro, sin cobertura militar creíble y carente de cohesión política indivisa.
En una entrevista hipercínica a Der Spiegel (15/8/11), el megaespeculador con disfraz de "filántropo" (sic) George Soros diagnostica en forma financierista ultra-reduccionista "una triple crisis de la banca global, de las divisas (sic) y de la deuda soberana". ¡Qué novedad!
Luego de aconsejar recetas para el suicidio de Alemania y el rescate del euro para beneficiar en última instancia al sionismo jázaro y a sus políticos trasatlánticos controlados (Obama y Cameron), su entrevistador le refiere que "muchos ciudadanos (sic) europeos acusan a los especuladores" (cita al mismo Soros) "de tratar de socavar (sic) al euro".
Soros delata que China sostiene tras bambalinas al euro por "tener interés en una alternativa al dólar" y, en forma esotérica (al estilo de la "mano invisible" de Adam Smith del siglo XVIII) refiere que "existe un comprador misterioso (sic) que apuntala al euro". ¿Impidió China que Soros (léase: los banqueros Rothschild y el sionismo jázaro) aniquilara al euro?
Desde 2011, antes de que China tuviese la preponderancia global de hoy, ya habíamos detectado las selectivas triangulaciones geopolíticas con las divisas: "China con el euro y Japón con el dólar" (El Financiero, 25/11/2001).
Diez años más tarde, China –la gran triunfadora de la globalización geoeconómica– juega al precario equilibrio entre sus excesivas tenencias en dólares y sus recientes adquisiciones en euros.
Sea lo que fuere, "China se prepara ya a la tormenta" (Shi Jin, China Daily, 15/8/11), que sus funcionarios calculan será de pronóstico reservado en lo que queda de agosto y todo septiembre.
Tanto la degradación financiera de Estados Unidos, deliberada o no, como la crisis de la deuda soberana en la eurozona, afectarán las exportaciones de China, cuyos empresarios se preparan a la "recesión global de doble hundimiento", con un horizonte de tres años de "recuperación". La proporción de exportaciones de China a Estados Unidos (70 por ciento del total) –y prácticamente el restante a Europa– será dramáticamente reducida a la mitad.
Mientras el vicepresidente Joe Biden rinde pleitesías al uncido presidente Xi, China publicita el mismo día que "compró mas bonos del Tesoro de Estados Unidos en junio" (China Daily, 16/8/11).
China es gradualista y no arrojará al dólar por la borda porque acabaría por suicidarse. Su "diversificación" multipolar será paulatina y secuencial: triple compra de oro, activos europeos (nota: los activos petroleros y gaseros de Estados Unidos son inexpugnables debido a su "nacionalismo y seguridad económicos") y deuda de los países emergentes, al unísono de la tersa liberación para la convertibilidad del yuan/renminbi.
A mi juicio, Estados Unidos opera cuatro estratagemas mediante la guerra de las divisas: 1) aplaca a los multipolares; 2) demuestra la trágica inmutabilidad del dólar (paradójicamente una moneda-chatarra); 3) devalúa al billete verde (relativamente al grueso de las otras pequeñas divisas sobrevaluadas, en especial, de los BRICS y los "países emergentes") con el fin de exportar más, y 4) paga menos deuda a sus pletóricos acreedores (entre ellos el "itamita México neoliberal").
China ha abierto simbólicamente un poco más su válvula de revaluación del yuan frente al dólar para intentar apaciguar las tempestades foráneas y domésticas (riesgo latente de hiperinflación).
A final de cuentas la verdadera batalla supremacista no es entre el dólar y el euro (ambas condenadas en el mediano plazo por su mediocridad de crecimiento económico, su deuda impagable, su colapso juvenil y la ruptura de su pacto social) –de allí la explosión del oro y la plata–, sino el control mundial entre Estados Unidos y China.
No se dio el "G-2" que buscaba la insolvente banca transatlántica israelí-anglosajona. Estados Unidos y Gran Bretaña replicaron con "la guerra de las divisas" y hoy estamos en un "G-0" de lucha salvaje y caos global.
Una serie de artículos de The Financial Times sobre Brasil no presagia nada bondadoso y pareciera que las aves de rapiña del financierismo global desregulado van a poner a prueba su exitoso modelo geoeconómico y, más que nada, su complementariedad con China.
Los dirigentes brasileños están conscientes de la brutal "guerra de las divisas", tema tratado por Bajo la Lupa desde hace 15 años, y profundizado el año pasado (21/11/10).
Círculos militares de Estados Unidos aseguran sotto voce que la degradación de "triple A" a "doble A" de S&P es todo un montaje teatral entre Obama y los republicanos para que el "supercomité" bipartidista posea la coartada política de reducir el déficit por una suma sustancial. Pronto lo sabremos.
A sus 81 años, Schwartz György (alias "George Soros") no descansa pese a su reciente escándalo erótico con una modelo brasileña y The Daily Mail On Line (Mark Duell, 9/8/11) lo señaló de haber descolgado mil millones de dólares de ganancias especulativas durante el bursátil "agosto negro" gracias a que recibió la anticipada información privilegiada (es aliado de Obama) de que S&P degradaría la calificación de la deuda soberana de Estados Unidos. ¡Así hasta mi abuelita fallecida se haría multimillonaria desde su tumba!
La conspicua ave de rapiña del financierismo global, el megaespeculador George Soros (presunto hombre de paja de los banqueros esclavistas Rothschild), apuesta contra Brasil, de donde ha sacado abruptamente sus tóxicos capitales golondrinos (como también de México en fechas recientes ante la impotencia de la "triple C" también "degradada" en las finanzas locales: Carstens-Cordero-Calderón, en ese orden).
"La guerra global de las divisas" se ha exacerbado y ha puesto en peligro de balcanización al euro, la única divisa competitiva del billete verde, con alrededor de 25 por ciento de los intercambios internacionales.
En forma anómala, para la época de la incipiente mutipolaridad, el dólar aún concentra 60 por ciento de los intercambios globales y se ha impuesto por default como "la reserva" financierista gracias a sus triunfos militares durante todo el siglo XX.
La libra esterlina y el yen nipón andan cada uno en alrededor de 3.5 por ciento de los intercambios y las restantes divisas de los otros 189 países de la ONU cuentan con 8 por ciento (incluidos los BRICS, el franco suizo, y el "superpeso" mexicano).
El disparo de la cotización del franco suizo refleja la fuga de capitales del vecino euro y el alza concomitante de oro y plata, mientras los exportadores helvéticos (sobre todo de alimentos) comienzan a sufrir sus estragos. Este axioma de auto-daño exportador es generalizado desde el yen nipón hasta el real brasileño (que se ha revaluado en forma espectacular 40 por ciento).
La prensa de Gran Bretaña en su conjunto sentencia ferozmente la defunción del euro (Jeremy Warner, The Daily Telegraph, 15/8/11).
Las grandes turbulencias, profundizadas por los programas de las supercomputadoras –transacciones de alta frecuencia (HFT, por sus siglas en inglés)–, tienen como resultado la fuga del euro hacia el dólar, que intenta colmar así transitoriamente sus agujeros negros de deuda impagable.
Se trata de una batalla entre un gigante en decadencia, el dólar, y la segunda divisa global, el euro, sin cobertura militar creíble y carente de cohesión política indivisa.
En una entrevista hipercínica a Der Spiegel (15/8/11), el megaespeculador con disfraz de "filántropo" (sic) George Soros diagnostica en forma financierista ultra-reduccionista "una triple crisis de la banca global, de las divisas (sic) y de la deuda soberana". ¡Qué novedad!
Luego de aconsejar recetas para el suicidio de Alemania y el rescate del euro para beneficiar en última instancia al sionismo jázaro y a sus políticos trasatlánticos controlados (Obama y Cameron), su entrevistador le refiere que "muchos ciudadanos (sic) europeos acusan a los especuladores" (cita al mismo Soros) "de tratar de socavar (sic) al euro".
Soros delata que China sostiene tras bambalinas al euro por "tener interés en una alternativa al dólar" y, en forma esotérica (al estilo de la "mano invisible" de Adam Smith del siglo XVIII) refiere que "existe un comprador misterioso (sic) que apuntala al euro". ¿Impidió China que Soros (léase: los banqueros Rothschild y el sionismo jázaro) aniquilara al euro?
Desde 2011, antes de que China tuviese la preponderancia global de hoy, ya habíamos detectado las selectivas triangulaciones geopolíticas con las divisas: "China con el euro y Japón con el dólar" (El Financiero, 25/11/2001).
Diez años más tarde, China –la gran triunfadora de la globalización geoeconómica– juega al precario equilibrio entre sus excesivas tenencias en dólares y sus recientes adquisiciones en euros.
Sea lo que fuere, "China se prepara ya a la tormenta" (Shi Jin, China Daily, 15/8/11), que sus funcionarios calculan será de pronóstico reservado en lo que queda de agosto y todo septiembre.
Tanto la degradación financiera de Estados Unidos, deliberada o no, como la crisis de la deuda soberana en la eurozona, afectarán las exportaciones de China, cuyos empresarios se preparan a la "recesión global de doble hundimiento", con un horizonte de tres años de "recuperación". La proporción de exportaciones de China a Estados Unidos (70 por ciento del total) –y prácticamente el restante a Europa– será dramáticamente reducida a la mitad.
Mientras el vicepresidente Joe Biden rinde pleitesías al uncido presidente Xi, China publicita el mismo día que "compró mas bonos del Tesoro de Estados Unidos en junio" (China Daily, 16/8/11).
China es gradualista y no arrojará al dólar por la borda porque acabaría por suicidarse. Su "diversificación" multipolar será paulatina y secuencial: triple compra de oro, activos europeos (nota: los activos petroleros y gaseros de Estados Unidos son inexpugnables debido a su "nacionalismo y seguridad económicos") y deuda de los países emergentes, al unísono de la tersa liberación para la convertibilidad del yuan/renminbi.
A mi juicio, Estados Unidos opera cuatro estratagemas mediante la guerra de las divisas: 1) aplaca a los multipolares; 2) demuestra la trágica inmutabilidad del dólar (paradójicamente una moneda-chatarra); 3) devalúa al billete verde (relativamente al grueso de las otras pequeñas divisas sobrevaluadas, en especial, de los BRICS y los "países emergentes") con el fin de exportar más, y 4) paga menos deuda a sus pletóricos acreedores (entre ellos el "itamita México neoliberal").
China ha abierto simbólicamente un poco más su válvula de revaluación del yuan frente al dólar para intentar apaciguar las tempestades foráneas y domésticas (riesgo latente de hiperinflación).
A final de cuentas la verdadera batalla supremacista no es entre el dólar y el euro (ambas condenadas en el mediano plazo por su mediocridad de crecimiento económico, su deuda impagable, su colapso juvenil y la ruptura de su pacto social) –de allí la explosión del oro y la plata–, sino el control mundial entre Estados Unidos y China.
No se dio el "G-2" que buscaba la insolvente banca transatlántica israelí-anglosajona. Estados Unidos y Gran Bretaña replicaron con "la guerra de las divisas" y hoy estamos en un "G-0" de lucha salvaje y caos global.
5.8.11
La traición
Luis Javier Garrido
La aprobación de la nueva legislación sobre "seguridad nacional", impulsada desde Los Pinos, sería un acto de traición a México y a los mexicanos; de ahí la viva oposición a este engendro seudojurídico.
1. La decisión de la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados de aprobar "en lo general" el martes 2, en un verdadero albazo, el proyecto de ley fascistoide "de seguridad nacional" que les fue remitido por el Senado, pasando por sobre las impugnaciones y señalamientos de las últimas semanas, constituye un verdadero desafío a la comunidad nacional e internacional, que había hecho severos señalamientos sobre el carácter totalitario de dicha "legislación", que a fin de legitimar la supuesta guerra de Washington y de Calderón “contra el narco” mexicano pretende "legitimar" la función policial de las fuerzas armadas y crear un marco de permisividad para que el Ejecutivo y los cuerpos militares pasen por sobre los derechos fundamentales de los mexicanos.
2. La nueva legislación totalitaria la vislumbra la mafia en el poder como una garantía de la seguridad de sus intereses después de 2012, de ahí que no haya causado estupor el que la hayan aprobado legisladores del PRI, del PAN y del PVEM y los chuchos del PRD coludidos abiertamente con Los Pinos, con la sola oposición de legisladores del PT.
3. Un cuerpo legal debe entenderse, antes que por sus disposiciones secundarias –por muy graves que sean–, por el objetivo fundamental que persigue, y el de este mamotreto seudolegal, que ha sido descalificado por los juristas más eminentes del país y del extranjero, es más que evidente: pretende hacer legal la función policial y de Ministerio Público de las fuerzas armadas, lo que está terminantemente prohibido por la Constitución en sus artículos 21 y 129 y descalificado por la teoría, por el derecho penal internacional y por múltiples acuerdos y convenios internacionales, pues da a los cuerpos militares mexicanos, que en los hechos se hallan ya sometidos a las agencias policiales estadunidenses, la vía libre para intervenir en todo el territorio, pasando por sobre la autonomía de estados y municipios y los derechos de las personas.
4. Esta "ley" urdida por la extrema derecha mexicana no se oculta que busca amarrar las políticas del nuevo gobierno luego de 2012, al dar aliento y sustento por un largo periodo a la “guerra contra el narco”, que ya se sabe es contra el pueblo, alentando al sector más duro de las fuerzas armadas a actuar con impunidad, y allanando aún más el camino para la intervención estadunidense en México; de ahí su gravedad.
5. Las amenazas de esta iniciativa para la integridad de la nación y los derechos de los mexicanos fueron avistadas desde 2010 en que Felipe Calderón la envió al Senado, y suscitaron la oposición de múltiples analistas, de eminentes juristas, de instancias internacionales, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, de un sinnúmero de agrupaciones defensoras de los derechos humanos y del movimiento encabezado por el escritor Javier Sicilia, que en su encuentro de Chapultepec con los legisladores hizo suyo el reclamo de que se enviara al basurero de la historia. México está al borde de "una represión sistematizada" si se sigue por esta pendiente y está en riesgo de vivir una situación similar a la del cono sur en los años 70 y 80, advirtió a su vez Amnistía Internacional el primero de agosto en Madrid.
6. La afirmación hecha a la defensiva y casi al unísono el día 3 por las legisladoras Beatriz Paredes (PRI) y Josefina Vázquez Mota (PAN) ante las acusaciones ese mismo día de Javier Sicilia de haber traicionado a los mexicanos, diciendo que sólo se le aprobó "en lo general" y pretendiendo que al no haberse discutido "en lo particular" aún puede cambiarse, es por lo tanto un absurdo, que sólo muestra la tontería y la perversidad de ambas, y constituye una burla a los mexicanos. La ley que se impugna se ha rechazado en su conjunto porque su objetivo fundamental es legalizar el principio aberrante de la actuación policial de las fuerzas armadas, y no se trata de ninguna manera de avalar esta barbaridad para, en "lo particular", buscar sólo suavizarla. La exigencia de que las fuerzas armadas regresen cuanto antes a sus cuarteles, y se respete el orden constitucional, no es negociable.
7. En un régimen constitucional de derecho no es admisible que se reglamenten, pretendiendo suavizarlos, principios aberrantes, y esa es la lógica con la que el poder panista busca que actúen los opositores: se puede transigir, se les está diciendo, en lo secundario; en lo fundamental, no. El 12 de julio la Suprema Corte pretendió con un fallo reglamentar el aberrante fuero militar, cuando lo que debió hacer es pronunciarse en contra de esa prerrogativa anacrónica conforme a los tratados suscritos por México, y ahora se quiere que se reglamente la aberrante participación policiaca de los militares, y con eso se dé por satisfecha la inconformidad social.
8. El error fundamental del movimiento de Sicilia es haber visto el sufrimiento de la víctimas de la violencia de Calderón pero no haber entendido las dimensiones ni la perversión de sus políticas, que son contra la nación. La “guerra contra el narco”, que no lo es, constituye una estrategia del capital multinacional y de Washington para adueñarse por completo del país, y Calderón es sólo un pelele de dichos intereses, por lo que él y los panistas criminales no van a dar marcha atrás con besuconeos y escapularios, sino mediante una vigorosa movilización social; de ahí la burla de que fue objeto el escritor.
9. La "ley" en proceso de aprobarse abriría también de manera más amplia la vía para que las agencias de Washington puedan, a través de la Marina y del Ejército mexicanos, cuerpos ya sometidos a ellas, intervenir más libremente con base en la Iniciativa Mérida, sobre todo ahora que Calderón autorizó a Washington incrementar su personal policiaco-militar en territorio mexicano, y ha aceptado que opere cada vez más libremente desde su búnker de Reforma 265 (Proceso 1812). De ahí la decisión del Senado estadunidense de ratificar de volada el mismo martes 2 al nuevo embajador Earl Anthony Wayne, experto en asuntos militares traído desde Afganistán, que viene no para recomponer ninguna relación (que no está descompuesta), sino para llenar el vacío de poder existente en México en lo relativo a la "seguridad nacional" (de Estados Unidos, naturalmente).
10. La “guerra contra el narco” es crucial para los intereses oligárquicos que dominan México, y la contrarreforma de seguridad nacional se ha tornado, desde su lógica perversa, indispensable para mantener el escenario de violencia en el que tienen hundido al país, por lo que ante el riesgo gravísimo de que el Congreso la apruebe es urgente una mayor movilización nacional, reiterando una y otra vez a Calderón y a sus aliados que: "¡Ya basta!"
La aprobación de la nueva legislación sobre "seguridad nacional", impulsada desde Los Pinos, sería un acto de traición a México y a los mexicanos; de ahí la viva oposición a este engendro seudojurídico.
1. La decisión de la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados de aprobar "en lo general" el martes 2, en un verdadero albazo, el proyecto de ley fascistoide "de seguridad nacional" que les fue remitido por el Senado, pasando por sobre las impugnaciones y señalamientos de las últimas semanas, constituye un verdadero desafío a la comunidad nacional e internacional, que había hecho severos señalamientos sobre el carácter totalitario de dicha "legislación", que a fin de legitimar la supuesta guerra de Washington y de Calderón “contra el narco” mexicano pretende "legitimar" la función policial de las fuerzas armadas y crear un marco de permisividad para que el Ejecutivo y los cuerpos militares pasen por sobre los derechos fundamentales de los mexicanos.
2. La nueva legislación totalitaria la vislumbra la mafia en el poder como una garantía de la seguridad de sus intereses después de 2012, de ahí que no haya causado estupor el que la hayan aprobado legisladores del PRI, del PAN y del PVEM y los chuchos del PRD coludidos abiertamente con Los Pinos, con la sola oposición de legisladores del PT.
3. Un cuerpo legal debe entenderse, antes que por sus disposiciones secundarias –por muy graves que sean–, por el objetivo fundamental que persigue, y el de este mamotreto seudolegal, que ha sido descalificado por los juristas más eminentes del país y del extranjero, es más que evidente: pretende hacer legal la función policial y de Ministerio Público de las fuerzas armadas, lo que está terminantemente prohibido por la Constitución en sus artículos 21 y 129 y descalificado por la teoría, por el derecho penal internacional y por múltiples acuerdos y convenios internacionales, pues da a los cuerpos militares mexicanos, que en los hechos se hallan ya sometidos a las agencias policiales estadunidenses, la vía libre para intervenir en todo el territorio, pasando por sobre la autonomía de estados y municipios y los derechos de las personas.
4. Esta "ley" urdida por la extrema derecha mexicana no se oculta que busca amarrar las políticas del nuevo gobierno luego de 2012, al dar aliento y sustento por un largo periodo a la “guerra contra el narco”, que ya se sabe es contra el pueblo, alentando al sector más duro de las fuerzas armadas a actuar con impunidad, y allanando aún más el camino para la intervención estadunidense en México; de ahí su gravedad.
5. Las amenazas de esta iniciativa para la integridad de la nación y los derechos de los mexicanos fueron avistadas desde 2010 en que Felipe Calderón la envió al Senado, y suscitaron la oposición de múltiples analistas, de eminentes juristas, de instancias internacionales, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, de un sinnúmero de agrupaciones defensoras de los derechos humanos y del movimiento encabezado por el escritor Javier Sicilia, que en su encuentro de Chapultepec con los legisladores hizo suyo el reclamo de que se enviara al basurero de la historia. México está al borde de "una represión sistematizada" si se sigue por esta pendiente y está en riesgo de vivir una situación similar a la del cono sur en los años 70 y 80, advirtió a su vez Amnistía Internacional el primero de agosto en Madrid.
6. La afirmación hecha a la defensiva y casi al unísono el día 3 por las legisladoras Beatriz Paredes (PRI) y Josefina Vázquez Mota (PAN) ante las acusaciones ese mismo día de Javier Sicilia de haber traicionado a los mexicanos, diciendo que sólo se le aprobó "en lo general" y pretendiendo que al no haberse discutido "en lo particular" aún puede cambiarse, es por lo tanto un absurdo, que sólo muestra la tontería y la perversidad de ambas, y constituye una burla a los mexicanos. La ley que se impugna se ha rechazado en su conjunto porque su objetivo fundamental es legalizar el principio aberrante de la actuación policial de las fuerzas armadas, y no se trata de ninguna manera de avalar esta barbaridad para, en "lo particular", buscar sólo suavizarla. La exigencia de que las fuerzas armadas regresen cuanto antes a sus cuarteles, y se respete el orden constitucional, no es negociable.
7. En un régimen constitucional de derecho no es admisible que se reglamenten, pretendiendo suavizarlos, principios aberrantes, y esa es la lógica con la que el poder panista busca que actúen los opositores: se puede transigir, se les está diciendo, en lo secundario; en lo fundamental, no. El 12 de julio la Suprema Corte pretendió con un fallo reglamentar el aberrante fuero militar, cuando lo que debió hacer es pronunciarse en contra de esa prerrogativa anacrónica conforme a los tratados suscritos por México, y ahora se quiere que se reglamente la aberrante participación policiaca de los militares, y con eso se dé por satisfecha la inconformidad social.
8. El error fundamental del movimiento de Sicilia es haber visto el sufrimiento de la víctimas de la violencia de Calderón pero no haber entendido las dimensiones ni la perversión de sus políticas, que son contra la nación. La “guerra contra el narco”, que no lo es, constituye una estrategia del capital multinacional y de Washington para adueñarse por completo del país, y Calderón es sólo un pelele de dichos intereses, por lo que él y los panistas criminales no van a dar marcha atrás con besuconeos y escapularios, sino mediante una vigorosa movilización social; de ahí la burla de que fue objeto el escritor.
9. La "ley" en proceso de aprobarse abriría también de manera más amplia la vía para que las agencias de Washington puedan, a través de la Marina y del Ejército mexicanos, cuerpos ya sometidos a ellas, intervenir más libremente con base en la Iniciativa Mérida, sobre todo ahora que Calderón autorizó a Washington incrementar su personal policiaco-militar en territorio mexicano, y ha aceptado que opere cada vez más libremente desde su búnker de Reforma 265 (Proceso 1812). De ahí la decisión del Senado estadunidense de ratificar de volada el mismo martes 2 al nuevo embajador Earl Anthony Wayne, experto en asuntos militares traído desde Afganistán, que viene no para recomponer ninguna relación (que no está descompuesta), sino para llenar el vacío de poder existente en México en lo relativo a la "seguridad nacional" (de Estados Unidos, naturalmente).
10. La “guerra contra el narco” es crucial para los intereses oligárquicos que dominan México, y la contrarreforma de seguridad nacional se ha tornado, desde su lógica perversa, indispensable para mantener el escenario de violencia en el que tienen hundido al país, por lo que ante el riesgo gravísimo de que el Congreso la apruebe es urgente una mayor movilización nacional, reiterando una y otra vez a Calderón y a sus aliados que: "¡Ya basta!"
3.8.11
Washington declara la guerra a su pueblo
Alejandro Nadal
En 1961 el presidente saliente Dwight Eisenhower pronunció un discurso de despedida y una famosa advertencia. En aquella ocasión previno sobre el poder desmedido del "complejo militar-industrial". Según uno de sus más importantes biógrafos, Geoffrey Perret, el borrador del discurso preparado por Eisenhower contenía la frase "complejo militar-industrial-congresional" para marcar el papel negativo que desempeñaba el Congreso como correa de transmisión del poder de la industria militar. En el último momento, el presidente prefirió eliminar la referencia al Poder Legislativo para no irritar demasiado.
Hoy Eisenhower habría dejado la referencia al Congreso en su discurso. Y es que por fin el Congreso estadunidense ha declarado abiertamente una guerra contra el pueblo de ese país, obedeciendo los designios del 5 por ciento más rico de su población. Aunque, pensándolo bien, la guerra comenzó hace mucho.
El fetichismo reaccionario ha logrado imponer como verdad la idea de que la causa del descalabro fiscal en Estados Unidos está en los programas sociales, en especial el sistema de seguridad social. Ha conseguido que el pueblo estadunidense considere que los derechohabientes del seguro social sean considerados parásitos sociales, a pesar de que una parte importante de sus prestaciones está cubierta con sus contribuciones a lo largo de su vida laboral. Eso no importa: la ideología reaccionaria insiste en que los pensionados son como sanguijuelas que consumieron más de lo que podían pagar y dejaron de ahorrar para enfrentar su vejez. Ésa es la más grande mentira que el pueblo estadunidense ha terminado por aceptar.
La realidad es que el sistema de seguridad social en Estados Unidos siempre se ha mantenido con superávit. El seguro social se alimenta con recursos provenientes del impuesto FICA que es pagado directamente por los trabajadores estadunidenses. Si se consultan las cifras oficiales (www.socialsecurity.gov) se puede comprobar que entre 1984 y 2009 los derechohabientes pagaron dos billones (castellanos) de dólares al seguro social y al programa Medicare por arriba de lo que recibieron como prestaciones. Dependiendo de los supuestos sobre evolución demográfica, empleo y crecimiento del PIB, así como el nivel del impuesto sobre nómina (15.3 por ciento en la actualidad), el seguro social estadunidense permanecerá con números negros hasta 2025 o 2035.
¿De dónde provenían esos recursos? En 1983 Reagan nombró a Greenspan presidente de una comisión para la reforma del seguro social. Esa comisión recomendó un incremento del impuesto sobre nómina que generó enorme superávit. Pero esos recursos no se mantuvieron en el fideicomiso especial del seguro social, sino que fueron desviados al fondo de ingresos generales. A cambio sólo quedaron pagarés inservibles del tesoro. Atención: no son bonos del Tesoro, son simples pagarés carentes de valor.
Es decir, el seguro social no contribuye al déficit, sino que ha subsidiado constantemente al gobierno federal y ese subsidio ha sido superior a los dos billones de dólares antes mencionados. Si el gobierno no hubiera usado esos recursos habría tenido que aumentar su endeudamiento, lo que habría implicado mayor carga financiera. El cálculo oficial indica que se habrían erogado otros 800 mil millones de dólares por el peso de la deuda si el gobierno no hubiera "usado" los recursos del fondo del seguro social.
En pleno debate sobre el techo de endeudamiento, el presidente Obama indicó que si no se llegaba a un acuerdo sería imposible garantizar que los cheques del seguro social fueran pagados a los derechohabientes. ¿Cómo es que no había dinero para pagar esos cheques si el seguro social tiene en teoría un superávit? La realidad es que ese fondo sólo contiene los pagarés que el Tesoro estadunidense ha entregado al seguro social a cambio de los recursos que se han captado por las cotizaciones individuales retenidas como impuesto.
En otras palabras, el superávit del fondo del seguro social ha sido saqueado para cubrir el costo de mantener bajos los impuestos a los ricos, para pagar el costo creciente de las aventuras militares imperiales y, más recientemente, para pagar los astronómicos rescates para el sector financiero.
En otras palabras, los recursos del seguro social fueron objeto de un desfalco, de una gigantesca malversación de fondos mientras el pueblo de Estados Unidos veía televisión y rendía homenaje a "sus" héroes caídos en guerras sobre las provincias más lejanas del imperio. A Obama le tocó la explosión de esta bomba de tiempo sembrada en 1983. En lugar de denunciarla, ha preferido abrazarla. La reacción en el congreso no ha titubeado y aprovechó bien la oportunidad para comenzar a desmantelar el seguro social. Es una forma de enterrar el problema.
Dicen que las guerras tienen la ventaja de quitar las máscaras. Así se conoce al enemigo, porque en la batalla lo que importa son las acciones, no las palabras. Ahora el saqueo del siglo ha quedado al descubierto.
http://nadal.com.mx
En 1961 el presidente saliente Dwight Eisenhower pronunció un discurso de despedida y una famosa advertencia. En aquella ocasión previno sobre el poder desmedido del "complejo militar-industrial". Según uno de sus más importantes biógrafos, Geoffrey Perret, el borrador del discurso preparado por Eisenhower contenía la frase "complejo militar-industrial-congresional" para marcar el papel negativo que desempeñaba el Congreso como correa de transmisión del poder de la industria militar. En el último momento, el presidente prefirió eliminar la referencia al Poder Legislativo para no irritar demasiado.
Hoy Eisenhower habría dejado la referencia al Congreso en su discurso. Y es que por fin el Congreso estadunidense ha declarado abiertamente una guerra contra el pueblo de ese país, obedeciendo los designios del 5 por ciento más rico de su población. Aunque, pensándolo bien, la guerra comenzó hace mucho.
El fetichismo reaccionario ha logrado imponer como verdad la idea de que la causa del descalabro fiscal en Estados Unidos está en los programas sociales, en especial el sistema de seguridad social. Ha conseguido que el pueblo estadunidense considere que los derechohabientes del seguro social sean considerados parásitos sociales, a pesar de que una parte importante de sus prestaciones está cubierta con sus contribuciones a lo largo de su vida laboral. Eso no importa: la ideología reaccionaria insiste en que los pensionados son como sanguijuelas que consumieron más de lo que podían pagar y dejaron de ahorrar para enfrentar su vejez. Ésa es la más grande mentira que el pueblo estadunidense ha terminado por aceptar.
La realidad es que el sistema de seguridad social en Estados Unidos siempre se ha mantenido con superávit. El seguro social se alimenta con recursos provenientes del impuesto FICA que es pagado directamente por los trabajadores estadunidenses. Si se consultan las cifras oficiales (www.socialsecurity.gov) se puede comprobar que entre 1984 y 2009 los derechohabientes pagaron dos billones (castellanos) de dólares al seguro social y al programa Medicare por arriba de lo que recibieron como prestaciones. Dependiendo de los supuestos sobre evolución demográfica, empleo y crecimiento del PIB, así como el nivel del impuesto sobre nómina (15.3 por ciento en la actualidad), el seguro social estadunidense permanecerá con números negros hasta 2025 o 2035.
¿De dónde provenían esos recursos? En 1983 Reagan nombró a Greenspan presidente de una comisión para la reforma del seguro social. Esa comisión recomendó un incremento del impuesto sobre nómina que generó enorme superávit. Pero esos recursos no se mantuvieron en el fideicomiso especial del seguro social, sino que fueron desviados al fondo de ingresos generales. A cambio sólo quedaron pagarés inservibles del tesoro. Atención: no son bonos del Tesoro, son simples pagarés carentes de valor.
Es decir, el seguro social no contribuye al déficit, sino que ha subsidiado constantemente al gobierno federal y ese subsidio ha sido superior a los dos billones de dólares antes mencionados. Si el gobierno no hubiera usado esos recursos habría tenido que aumentar su endeudamiento, lo que habría implicado mayor carga financiera. El cálculo oficial indica que se habrían erogado otros 800 mil millones de dólares por el peso de la deuda si el gobierno no hubiera "usado" los recursos del fondo del seguro social.
En pleno debate sobre el techo de endeudamiento, el presidente Obama indicó que si no se llegaba a un acuerdo sería imposible garantizar que los cheques del seguro social fueran pagados a los derechohabientes. ¿Cómo es que no había dinero para pagar esos cheques si el seguro social tiene en teoría un superávit? La realidad es que ese fondo sólo contiene los pagarés que el Tesoro estadunidense ha entregado al seguro social a cambio de los recursos que se han captado por las cotizaciones individuales retenidas como impuesto.
En otras palabras, el superávit del fondo del seguro social ha sido saqueado para cubrir el costo de mantener bajos los impuestos a los ricos, para pagar el costo creciente de las aventuras militares imperiales y, más recientemente, para pagar los astronómicos rescates para el sector financiero.
En otras palabras, los recursos del seguro social fueron objeto de un desfalco, de una gigantesca malversación de fondos mientras el pueblo de Estados Unidos veía televisión y rendía homenaje a "sus" héroes caídos en guerras sobre las provincias más lejanas del imperio. A Obama le tocó la explosión de esta bomba de tiempo sembrada en 1983. En lugar de denunciarla, ha preferido abrazarla. La reacción en el congreso no ha titubeado y aprovechó bien la oportunidad para comenzar a desmantelar el seguro social. Es una forma de enterrar el problema.
Dicen que las guerras tienen la ventaja de quitar las máscaras. Así se conoce al enemigo, porque en la batalla lo que importa son las acciones, no las palabras. Ahora el saqueo del siglo ha quedado al descubierto.
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