Agustín Ávila Romero*
El Istmo de Tehuantepec abarca los
estados de Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Veracruz en la república mexicana y
ocupa una posición geoestratégica privilegiada pues en su punto más
angosto, sólo 303 kilómetros separan el Océano Pacífico del Golfo de
México (Océano Atlántico).
En ambos extremos del istmo se encuentran los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, lo que convierte a esta ruta en una vía alternativa al Canal de Panamá
pues implica una menor distancia entre la costa este de Estados Unidos y
los países asiáticos –entiéndanse fundamentalmente China-.
Además
la región del Istmo cuenta con abundancia de bienes naturales como el
agua, la vida animal y silvestre, el subsuelo mineral e hidrocarburos,
la posibilidad de aprovechamiento y producción de energía eólica y
solar, entre varias características que constituyen a este espacio
geográfico como estratégico en la lógica capitalista actual.
Así
en este nuevo espacio capitalista trasnacional se constituyen nuevas
explotaciones mineras impulsadas por empresas canadienses, se impulsa la
ampliación de la refinería de PEMEX Ing. Dovalí con participación de
empresas españolas y estadounidenses junto con la construcción de ductos
y gasoductos . Así mismo se modernizan y amplían tanto la carretera
transistmica de Salina Cruz a Coatzacoalcos como las vías férreas.
En este istmo esta el clúster petroquímico más importante de Latinoamérica.
El puerto de Coatzacoalcos
está constituido por dos recintos: el de Coatzacoalcos, orientado a la
carga general, y el Recinto Portuario Pajaritos, para el manejo de
petróleo y derivados, fluidos y gráneles minerales.
El
principal activo de este puerto es la industria petroquímica y de
refinación, ya que en la región Coatzacoalcos-Minatitlán se ubican
cuatro complejos petroquímicos de gran importancia: Pajaritos,
Cosoleacaque, Morelos y Cangrejera, además de empresas químicas tan
relevantes como Celanese, Innophos Fosfatados y Etileno XXI, esta última
la inversión privada industrial más cuantiosa de México en los últimos
15 años. A todo ello hay que añadir la Refinería Gral. Lázaro Cárdenas
en Minatitlán.
Con la presencia de capital trasnacional en el
sector energético y la construcción de ductos y gasoductos en el Istmo
de Tehuantepec, ya la Comisión Nacional de Hidrocarburos del gobierno
mexicano, impulsa la comercialización de petróleo y gas desde el Golfo
de México rumbo a China o Japón, señalando que en comparación al Canal
de Panamá donde tomaría 25 días ese traslado por el istmo serían
solamente 17 días.
Del otro extremo del istmo se encuentra Salina Cruz
, un puerto multimodal situado en el sur del Pacífico mexicano que
cuenta con infraestructura y equipamiento portuarios para el manejo de
carga contenerizada, granel agrícola, granel mineral, carga general y
petróleo y derivados.
Su activo más destacable es el Astillero
de Marina No. 20, en el que se lleva a cabo la construcción, reparación y
mantenimiento de unidades de la Armada de México, así como reparaciones
de buques de terceros.
En el movimiento de este puerto destaca
también la importación de torres eólicas y sus partes debido los
proyectos de generación de energía eólica que se han puesto en marcha en
la región de La Ventosa y que han tenido resistencia de comunidades
indígenas. Tan sólo desde 2004 diversas empresas trasnacionales han
llegado al Istmo para instalar parque eólicos dividiendo a las
comunidades. Entre 2007 y 2013 la comunidad de San Dionisio del Mar y la
de Álvaro Obregón alcanzaron detener uno de estos proyectos: el parque
eólico de la empresa Mareña Renovables., que buscaba instalarse en la
barra Santa Teresa, al interior del sistema lagunar de la costa del
Istmo de Tehuantepec. Otros procesos de resistencia se han organizado en
los municipios de Unión Hidalgo, Ciudad Ixtepec, La Venta, La Ventosa,
Santo Domingo Ingenio.
Una gran amenaza se da con varios
proyectos de explotación minera tanto en Chiapas como en Oaxaca que
buscarían el puerto de Salina Cruz para mover su carga mineral. Tan sólo
en el istmo de Tehuantepec son más de 47 mil hectáreas las que se han
concesionadas a mineras como la canadiense Minaurum Gold Inc.
En este Istmo el capital impulsa el desarrollo del Proyecto Cinturón
Transoceánico, que prevé la instalación de dos ductos subterráneos: uno
de gas LP con origen en Pajaritos y otro de gas natural desde Chinameca,
Morelos, corriendo en ambos casos hasta Salina Cruz, Oaxaca. Este
proyecto permitiría abastecer de gas natural a la refinería y las
empresas de la zona, pero sobre todo, procesarlo y exportarlo a mercados
de Asia y Oceanía, fortaleciendo así el saqueo de los recursos
naturales de la zona.
Dentro de este proceso de
territorialización del capital, las concesiones mineras y la
construcción de parques eólicos impactan en la vida campesina e indígena
y en la producción agropecuaria disminuyendo la producción de cultivos
básicos y también comerciales como el mango.
Con base en estas
dinámicas del capital se inscribe también el proceso de instrumentación
de las Zonas Económicas Especiales de Coatzacoalcos y Salina Cruz.
Estas
Zonas Económicas Especiales son un proceso de despojo impresionante que
plantea básicamente grandes procesos que ya se visualizan en el Istmo:
1) La reconversión productiva hacia el dominio agroenérgetico del campo
con la construcción de fincas de energías eólicas o solares; 2) la
privatización de recursos energéticos y del agua ya que se construyen
presas hidroelectricas y acueductos; 3) el impulso al turismo
convencional en detrimento de los bienes naturales y la vida
sociocultural; y 4) el diseño de megaproyectos para obras de
infraestructura como son las carreteras, vías férreas, aeropuertos, etc.
Estas
nuevas Zonas Económicas Especiales traerán consigo un conjunto de
transformaciones socioterritoriales con la consiguiente construcción de
infraestructura que impactará de manera creciente en la dinámica
extractivista de las entidades. Lo cual, probablemente generará empleo
precario pero a costa de la pérdida de un modo de vida, de una forma de
ser de los pueblos indígenas y los campesinos de esta zona y sobre todo
de un deterioro innegable de la naturaleza.
Entre algunas
empresas que llegarán con fuerza a las nuevas ZEE se encuentra el grupo
brasileño Braskem que se une a IDESA México, con ellos esta también
Hules Olmeca como complejo agroindustrial e impulso a la producción de
hule en México y Southwestern Energy dedicada a la producción de gas y
la explotación petrolera.
Braskem–IDESA
Plantea
instalarse en la Zona Económica Especial de Coatzacoalcos gracias a las
facilidades fiscales que implementa el gobierno mexicano. Su historia es
particular, en 2010 se unen los corporativos Braskem de Brasil e Idesa
de México y crean el mayor productor de resinas termoplásticas de toda
América, todo ello con base el proyecto “Etileno XXI” que construyo el
complejo petroquímico de polietileno en Nanchital de Lazaro Cárdenas en
Veracruz. La inversión fue de 5 mil 200 millones de dólares y tan sólo
en 2016 se tuvo una producción anual de 1 millon 50 mil toneladas de
polietileno de alta y baja densidad. La asociación Braskem Idesa es
controlada por Braskem con el 75% de la participación, mientras que
Idesa tiene el otro 25%. Braskem Idesa tiene desde 2009 un contrato para
que Pemex le suministre 66,000 barriles diarios de etanol durante 20
años para su producción, (Braskem, 2016) según la Auditoria Superior de
la Federación esto le ha significado a Pemex pérdidas por 1 900 millones
de pesos, al proporcionarle dicho producto por debajo del precio de
mercado. Lo cierto es que dicha empresa esta envuelta en casos de
corrupción que involucran a Odebrecht, Pemex y a los presidente de
México: Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Por ello. Braskem acordó
pagar unas multas en Brasil y Estados Unidos para zanjar los cargos que
apuntaban a que planificó con uno de sus principales accionistas,
Odebrecht SA, sobornar a políticos y ejecutivos en Brasil. Lo relevante
es que diversos medios de comunicación (MCC, 2017) dan cuenta de como
Braskem, la filial de petroquímica de Odebrecht, acompañó “de tiempo
completo” la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto en 2012, de
acuerdo con Carlos Fadigas, quien en aquellos días era el director de la
compañía y que confeso en la operación Lava Jato. Braskem intervino
durante los días de la campaña presidencial con tres transferencias por
1.5 millones de dólares a la empresa Latin America Asia Capital,
afincada en Islas Vírgenes, que ha sido vinculada por delatores o
testigos protegidos en Brasil con Emilio Lozoya Austin, quien se
desempeñaba como coordinador de Vinculación Internacional del candidato
del PRI y el resto es historia conocida. BRASKEM-IDESA tuvo ganancias
superiores a los 600 millones de dólares el primer trimestre de 2017.
Hules Olmeca
También
en la Zona Económica Especial de Coatzacoalcos se instalará esta
empresa la cual es relevante porque forma parte de un proyecto
agroindustrial que busca la fabricación de hule de alta calidad. Es un
desarrollo italo-mexicano donde se da la unión de COPESA (Mx) con
Process Engineering (It).
COPESA es muy fuerte en la zona de
Coatzacoalcos ya que es operadora de un holding donde participan
empresas china, hindúes y canadienses. Empresas como Petrojet, ZTE o
Wabag tienen a COPESA como su operadora en la región.
En este
caso llama la atención la instalación de esta empresa para el impulso
del cultivo de hule en la región, ya que dentro de su plan se señala la
intención de tener 3 mil hectáreas de hule disponibles para el
procesamiento.
SouthWestern Energy
Por su parte en Salina
Cruz va a instalarse la empresa Southwestern Energy de Estados Unidos
con una inversión de 460 millones de dólares con la cual pretende
construir un parque tecnológico y una planta de parafinas y lubricantes
sintéticos. SWE es una empresa dedicada al gas natural, la explotación y
producción petrolera, su sede se encuentra en Spring, Texas. Sus
ingresos fueron de 2 mil 436 millones de dólares en el año 2016. Las
principales actividades de la empresa se localizan en Arkansas y en New
Brunswick, Canadá.
Es en Canadá donde esta empresa se enfrento
mediáticamente y legalmente contra los residentes de localidades como
Fredericton, Sussex, Hampton, Norton y Rexton de New Brunswick que se
opusieron firmemente a la fractura hidráulica. En el años 2015 el
gobierno provincial de New Brunswick impuso una moratoria a la
fracturación hidráulica.
Con esos antecedentes ambientales ahora
llega a esta región del Istmo rica en vida natural y cultural. De
seguro enfrentará muchas resistencias.
*Agustín Ávila Romero. Economista de la UNAM, Profesor Visitante en IESA-Brasil
10.5.18
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