Claudio Katz*
Durante los últimos dos meses Venezuela
afrontó una terrible oleada de violencia. Ya se computan más de 60
muertos entre escuelas saqueadas, edificios públicos incendiados,
transportes públicos destruidos y hospitales evacuados. Los grandes
medios de comunicación sólo transmiten en cadena denuncias macabras del
gobierno. Han instalando la imagen de un dictador en conflicto con los
demócratas de la oposición.
Pero los datos de lo ocurrido no
corroboran ese relato, especialmente en lo referido a los fallecidos.
Cuando totalizaban 39, un primer informe destacó que sólo 4 fueron
víctimas de las fuerzas de seguridad. El resto murió en saqueos o
confusas balaceras al interior de las movilizaciones opositoras
2. Otra evaluación señaló que el 60 por ciento de los ultimados era totalmente ajeno a la confrontación
3.
Estas caracterizaciones son coherentes con las estimaciones que
atribuyen gran parte de los asesinatos a francotiradores ligados a la
oposición
. Indagaciones más recientes destacan que el grueso de los victimas perdió la vida por vandalismo o ajustes de cuenta
4 .
Existen además incontables denuncias sobre incursiones de grupos
paramilitares ligados a la derecha. También hay indicios de un alto
grado de violencia con protección local, en los municipios gobernados
por la oposición
5.
Estos balances sintonizan con la brutalidad fascista que introdujo el incendio de personas adscriptas al chavismo
6.
Quemar vivo a un partidario del gobierno es una práctica más ligada a
los paramilitares colombianos o al hampa, que a las organizaciones
políticas tradicionales. Algunos analistas incluso estiman que sobre un
total de 60 muertos 27 eran simpatizantes del chavismo
7.
Otros afirman que al interior de las marchas opositoras actuaron unas
15.000 personas entrenadas como grupos de choque. Utilizaron capuchas,
escudos y armas caseras para crear un clima caótico e instalar
“territorios liberados”
8.
Las evaluaciones que presenta la oposición son diametralmente opuestas,
pero han sido refutadas por detallados informes sobre las víctimas
9.
Como nadie reconoce la existencia de evaluaciones “independientes”,
conviene juzgar lo sucedido recordando los antecedentes. En la guarimba
de febrero del 2014 murieron 43 personas, en su gran mayoría ajenas al
choque político o a la represión policial
.
También
corresponde evaluar cómo reaccionaría la oposición frente a un desafío
equivalente. Sus gobiernos zanjaron el “Caracazo” de 1989 con centenares
de muertos y miles de heridos.
La coyuntura venezolana es
dramática, pero no explica la centralidad del país en todos los
noticieros. Situaciones de mayor gravedad en otros países son totalmente
ignoradas por los mismos medios.
Desde el comienzo del año en
Colombia fueron asesinados 46 líderes sociales y en los últimos 14 meses
perecieron 120. Entre el 2002 y 2016 las fuerzas paramilitares
masacraron a 558 dirigentes populares y el número de sindicalistas
aniquilados en las últimas dos décadas asciende a 2500
10. ¿Por qué razón ninguna emisora de peso menciona esta continuada sangría en el principal vecino de Venezuela?
El panorama de México es más aterrador. Todos los días algún
periodista incrementa la incontable lista de estudiantes, maestros y
luchadores sociales asesinados. En el clima de guerra social impuesto
por las “acciones contra el narcotráfico” desaparecieron 29.917 personas
11. ¿Este nivel de masacre no debería suscitar más atención periodística que Venezuela?
Honduras es otro caso espeluznante. Junto a Berta Cáceres fueron
ultimados otros quince militantes. Entre 2002-2014 la cifra de
defensores del medio ambiente asesinados se elevó a 111
12.
El listado de victimas del horror ignorado por la prensa hegemónica
podría extenderse a los presos políticos de Perú. Muy pocos conocen,
además, los padecimientos afrontados por el dirigente independentista
portorriqueño Oscar López Rivera durante sus 35 años de prisión.
La mayoría de la población latinoamericana simplemente desconoce las
tragedias imperantes en los países gobernados por la derecha. El doble
estándar informativo confirma que el protagonismo de Venezuela en las
pantallas, no obedece a preocupaciones humanitarias.
MODALIDADES DE UN GOLPE
La cobertura mediática apuntala el golpismo de la oposición. Como no
pueden perpetrar una clásica asonada pinochetista, ensayan procesos
destituyentes centrados en el disloque de la sociedad. Retoman lo
intentado en febrero del 2014, para consumar un golpe institucional
semejante al efectivizado en Honduras (2009), Paraguay (2014) o Brasil
(2016). Pretenden imponer por la fuerza lo que posteriormente validarían
en las urnas.
La derecha carece de la fuerza militar utilizada
en el pasado para recuperar gobiernos. Pero intenta recrear esa
intervención con escaramuzas frente a los cuarteles, incendios de
estaciones policiales o marchas hacia las sedes militares.
Su
plan combina el sabotaje de la economía con la virulencia callejera a
través de grupos armados, que a diferencia de Colombia actúan en forma
anónima. Se mezclan con el hampa y aterrorizan a los comerciantes
13.
Estas acciones incluyen los métodos fascistas auspiciados por las
corrientes más violentas del antichavismo. Se apropian de la simbología
insurgente forjada por los movimientos populares y presentan su acción
depredadora como una gesta heroica. Su líder Leopoldo López no es un
inocente político. Cualquier tribunal ajustado a derecho, lo hubiera
condenado a perpetua por sus responsabilidades criminales.
La
derecha propicia un clima de guerra civil para desmoralizar a las bases
del chavismo, afectadas por la falta de alimentos y medicinas. Presiona
explícitamente por una intervención extranjera y negocia con los bancos
acreedores una interrupción de los créditos al país.
La oposición pretende linchar a Maduro para enterrar al chavismo. Dirime
su batalla en las calles, en la conquista de la opinión pública y en el
colapso de de la economía. Considera a los comicios como una simple
coronación de esa ofensiva.
Pero afronta obstáculos crecientes.
El predominio de los violentos en sus marchas aleja al grueso de los
descontentos y desgasta a los propios manifestantes. Como ya ocurrió en
el 2014 el rechazo a los fascistas socava a toda la oposición. La
permanencia de Maduro disuade, además, la concurrencia a las marchas. No
han logrado penetrar en los barrios populares, donde siempre afrontan
el riesgo de una adversa confrontación armada
14.
La gran burguesía venezolana instiga el golpe con el sostén regional de
Macri, Temer, Santos y Peña Nieto. Impulsa desde hace meses en la OEA
un plan desestabilizador. Pero tampoco ha logrado resultados en ese
terreno. Las sanciones contra Venezuela no prosperaron por la oposición
de varias cancillerías y quedó bloqueada la unanimidad que en los años
60 tenía la expulsión de Cuba.
Es también notorio el
protagonismo golpista de los Estados Unidos, que intenta recuperar el
control de la principal reserva continental de crudo. El Departamento de
Estado busca repetir los operativos de Irak o Libia, sabiendo que luego
de tumbar a Maduro nadie se acordará dónde queda Venezuela. Basta
observar como los medios omiten en la actualidad, cualquier mención de
los países ya intervenidos por el Pentágono. Una vez liquidado el
adversario los informativos se ocupan de otros temas.
Las metas
estratégicas del imperialismo no son registradas por quienes resaltan el
coqueteo de algún diario yanqui con el presidente venezolano o las
ambigüedades verbales de Trump
15.
Suponen que esos irrelevantes datos ilustran la ausencia de conflicto
entre el Estados Unidos y el chavismo. Pero no registran que la inmensa
mayoría de la prensa ataca virulentamente a Maduro y que el
multimillonario de la Casa Blanca desmiente cada día lo afirmado en la
jornada anterior.
Trump no es indiferente, ni neutral.
Simplemente delega en la CIA y el Pentágono la implementación de una
conspiración diseñada a través de los planes Sharps y Venezuela Freedom
2. Esas operaciones incluyen espionaje, despliegue de tropas y cobertura
del terrorismo
16.
Se desenvuelven en forma sigilosa, mientras la gran prensa descalifica
cualquier denuncia sobre esos preparativos. Cuestionan especialmente las
“exageraciones de la izquierda”, para que nadie moleste a los
conspiradores.
Algunos analistas estiman que la presencia de
Chevron en Venezuela -o los continuados negocios de PDVSA en Estados
Unidos- ilustran una estrecha asociación entre ambos gobiernos
17.
Deducen de esa relación la ausencia de un escenario golpista. Pero esas
conexiones no alteran en lo más mínimo la decisión imperial de derrocar
al gobierno bolivariano.
Las actividades de empresas yanquis
en Venezuela (y de sus contrapartes en Estados Unidos) han persistido
desde el inicio del proceso chavista. Pero tanto Bush, como Obama y
Trump han buscado recuperar el manejo imperial directo del petróleo. No
les alcanza con una tensa relación de socios o clientes. Pretenden
instaurar el modelo de privatización imperante en México y expulsar a
Rusia y China de su patio trasero.
LA ACTITUD DE LA IZQUIERDA
Si el diagnostico de un golpe reaccionario es correcto la postura de la
izquierda no debería suscitar divergencias. Nuestros principales
enemigos son la derecha y el imperialismo y doblegarlos es siempre una
prioridad. Este principio elemental debe ser reafirmado en los momentos
críticos, cuando lo obvio puede tornarse difuso.
Cualquiera
fueran nuestras críticas a Salvador Allende nuestra batalla central era
contra Pinochet. Y correspondía adoptar la misma conducta frente a los
gorilas argentinos de 1955 o los saboteadores de Arbenz, Torrijos y los
distintos gobiernos antiimperialistas de la región. Esta misma postura
supone hoy en Venezuela apuntalar una acción común contra la escala
derechista.
En los escenarios de golpe también resulta
indispensable distinguir a los responsables de la crisis. No es lo mismo
los causantes de un desastre que los impotentes para resolverlo.
Esta diferencia se verifica en el terreno económico. Los errores
cometidos por Maduro son tan numerosos como injustificables, pero los
culpables del deterioro actual son los capitalistas. El gobierno es
tolerante o incapaz. No se ubica en el mismo plano. Quiénes comenten el
garrafal error de identificar a ambos sectores
18 confunden responsabilidades de distinta índole.
Los desaciertos del gobierno se han verificado en el inoperante cambio
de billetes, en el inadmisible endeudamiento externo o en el descontrol
de los precios y del contrabando. Pero el desplome de la economía ha
sido causado por los acaudalados que manipulan las divisas, disparan la
inflación, manejan los bienes importados y desabastecen la provisión de
bienes básicos.
El Ejecutivo no responde o actúa mal por muchas
razones: ineficiencia, tolerancia a la corrupción, amparo a la
boliburguesía, connivencia con millonarios disfrazados de chavistas. Por
eso no corta el sostén a los grupos privados que reciben dólares
baratos para importar caro. Pero el desmoronamiento de la producción ha
sido una acción de la clase dominante para tumbar a Maduro. Desconocer
ese conflicto retrata un insólito nivel de miopía.
Esta ceguera
impide registrar otro dato clave del momento: la resistencia del
chavismo a la embestida derechista. Con métodos y actitudes muy
cuestionables Maduro no se rinde. Mantiene el verticalismo del PSUV,
favorece la proscripción de las corrientes críticas y preserva una
burocracia que asfixia las respuestas desde abajo. Pero a diferencia de
Dilma o de Lugo no se entrega. Se ubica en las antípodas de la
capitulación que consumó Syriza en Grecia.
Esa postura explica
el odio de los poderosos. El gobierno adoptó la excelente decisión de
retirarse de la OEA. Abandonó el Ministerio de Colonias y concretó la
ruptura que siempre ha exigido la izquierda. Esta decisión debería
suscitar el contundente apoyo que muy pocos han explicitado.
Como toda administración acosada por la derecha, el gobierno recurre a
la fuerza para defenderse. Los comunicadores del establishment denuncian
esa reacción con un infrecuente grado de histeria. Se olvidan de las
justificaciones que habitualmente aportan para gobiernos de otro signo
frente situaciones semejantes. Pero Maduro también ha recibido
cuestionamientos inversos por su relativa contemplación hacia los
fascistas. Sólo adoptó medidas acotadas ante al salvajismo opositor.
En esa respuesta el oficialismo seguramente ha cometido injusticias. Es
el lamentable costo de cualquier enfrenamiento significativo con la
contrarrevolución. Esas adversidades han estado presentes en todas las
batallas contra la reacción desde Bolívar hasta Fidel. Hay que evitar en
este delicado terreno la auto-indulgencia, pero sin repetir las
calumnias que propaga la oposición.
Actualmente Maduro dirige
sus cañones contra la brutalidad derechista y no contra el pueblo. Por
eso carecen de sentido las comparaciones con Gadaffi o Sadam Hussein. No
perpetró ninguna masacre de militantes de izquierda, ni participó en
aventuras bélicas instigadas por Estados Unidos. La analogía con Stalin
es más ridícula, pero recuerda que el espectro de Hitler sobrevuela a
muchos opositores asociados con Uribe o nostálgicos de Pinochet.
POSTURAS SOCIALDEMÓCRATAS
En los últimos meses se han multiplicado también entre los adversarios
de la derecha, las miradas que culpan a Maduro por el desgarro de
Venezuela. Esas opiniones repiten la vieja actitud socialdemócrata de
sumarse a la reacción en los momentos críticos.
Cuestionan la
legitimidad del gobierno con los mismos argumentos de la oposición. En
lugar de acusar a la CIA, a los escuálidos o a la OEA, concentran sus
objeciones sobre el chavismo. Adoptan esa postura en nombre de un ideal
democrático tan abstracto, como divorciado de la batalla por definir
quién prevalece en el manejo del estado.
Esa postura ha incidido
en varios pensadores del pos-progresismo ligados al autonomismo. No
sólo acusan a Maduro por la situación actual. Afirman que reforzó un
liderazgo autoritario para mantener el modelo rentista petrolero
19.
Esta caracterización es muy semejante a la tesis liberal que atribuye
todos los problemas de Venezuela a políticas populistas, implementadas
por tiranos que malgastan los recursos del estado. Con un lenguaje más
diplomático el diagnóstico es semejante.
Otras miradas del mismo
signo resaltan en forma más categórica la responsabilidad del líder
chavista. Convocan, además, a evitar el “simplismo conspirativo de
culpar a la derecha o al imperialismo” por el drama del país
20. ¿Pero
las conspiraciones de la reacción son imaginarias? ¿Los asesinatos, los
paramilitares y los planes del Pentágono son paranoicas invenciones
bolivarianas?
Sin responder a este elemental interrogante, esa
postura también descarta cualquier comparación con lo ocurrido en Chile
en 1973. Pero tampoco explica la invalidez de esa analogía. Presupone
las diferencias entre ambas situaciones como un sobreentendido, sin
notar las enormes semejanzas que existen en el terreno del
desabastecimiento, la irritación conservadora de la clase media o la
intervención de la CIA.
Los paralelos objetados con Allende son
en cambio aceptados para el caso del primer peronismo, que es visto como
un antecedente directo del chavismo. ¿Pero el parecido se ubica en los
años de estabilidad o en los momentos previos al golpe del 55? La
preocupación por la escalada de violencia sugiere que la semejanza está
referida a este último período. Y en una situación de ese tipo: ¿Cuál
era la prioridad? ¿Confrontar con el autoritarismo de Perón o resistir a
los gorilas?
Los socialdemócratas y pos-progresistas enfatizan la culpabilidad autoritaria de Maduro
21.
Por eso desdeñan el peligro golpista y desestiman la necesidad de
preparar alguna defensa contra las provocaciones de la derecha.
Pero las consecuencias de esa actitud se verifican cuando los oligarcas y
sus bandidos recuperan el gobierno. Lo ocurrido hace poco en Honduras,
Paraguay o Brasil, ni siquiera suscita alertas entre los diabolizadores
del chavismo.
También objetan el extractivismo, el
endeudamiento y los contratos petroleros. Pero no explicitan si postulan
alternativas anticapitalistas y socialistas frente a estas evidentes
falencias de Maduro. Lo mismo ocurre con el desabastecimiento y la
especulación. ¿Proponen actuar con mayor firmeza contra los banqueros y
los pulpos comerciales? ¿Promueven medidas de confiscación,
nacionalización o control popular directo?
Para la adopción de
estas iniciativas podrían concebir puentes con el gobierno, pero nunca
con la oposición. Los detractores del chavismo soslayan esta diferencia.
CONVOCATORIAS POS-PROGRESISTAS
La óptica socialdemócrata ha signado el urgente llamado a la paz que
firmaron numerosos intelectuales. Esa declaración promueve un proceso de
pacificación, rechazando tanto la deriva autoritaria del chavismo como
la actitud violenta de sectores de la derecha
22.
La convocatoria propicia un equilibrio para superar la polarización y
recurre a un lenguaje más próximo a las cancillerías que la militancia
popular. Este tono es acorde con la implícita adscripción a una teoría
de los dos demonios. Frente a ambos extremos propone transitar por la
avenida del medio.
Pero esa equidistancia queda inmediatamente
desmentida por la responsabilidad primordial que le asigna al gobierno.
Subraya esa culpabilidad no sólo ignorando el acoso de la derecha. El
imperialismo es apenas mencionado al pasar.
El texto recibió
una contundente respuesta auspiciada por la REDH y suscripta por muchos
intelectuales. Esa crítica objeta acertadamente la fascinación con el
republicanismo convencional y recuerda la preeminente gravitación de
fuerzas extra-constitucionales en las situaciones críticas
23.
La recaída liberal de los pensadores pos-progresistas recrea lo
ocurrido con los gramscianos socialdemócratas de los años 80. La
enemistad de ese grupo con el leninismo y la revolución cubana se
asemeja a la hostilidad actual hacia el chavismo. Varios firmantes del
llamamiento han transitado por los dos periodos.
Pero la
vertiente socialdemócrata actual es tardía y carece de la referencia
política que aportaba el PSOE español. La deriva social-liberal de ese
partido ha demolido por completo el imaginario progresista inicial Esa
orfandad quizás explica el actual reencuentro con el viejo liberalismo.
En algunos casos ese desemboque corona la división que afectó a
distintas variantes del autonomismo. Las posturas frente al proceso
bolivariano desencadenaron esa fractura. Quienes optaron por situarse en
la vereda opositora cuestionan a los que se “aferran al chavismo”
24.
Pero este segundo sector maduró las insuficiencias precedentes y ha
sabido comprender la necesidad de batallar por el poder del estado, en
perspectivas socialistas afines al marxismo latinoamericano.
En
cambio el otro segmento, continúa navegando en la ambigüedad de
generalidades sobre el anti-patriarcado y el anti-extractivismo, sin
ofrecer ningún ejemplo concreto de lo que propone. Al quedar absorbidos
por el universo liberal, sus enigmáticas vaguedades ya no enriquecen el
pensamiento de la izquierda. Entre olvidos de la lucha de clases y
fascinaciones por la institucionalidad burguesa, sus denuncias del
extractivismo se convierten en una pintoresca curiosidad.
DESPISTES DEL DOGMATISMO
Un discurso convergente con la socialdemocracia es también propagado
con argumentos sectarios. En este caso Maduro es presentado como un
gobierno corrupto, entreguista y ajustador que consolida un régimen
dictatorial
25. En
otras ocasiones esa misma ilegitimidad es descripta con categorías más
indirectas (presidente de facto) o sofisticadas (jefe bonapartista).
Pero todas las variantes coinciden en subrayar la responsabilidad
primordial de un gobierno autoritario que desgarra al país. La sintonía
de este enfoque con el relato de medios salta a la vista. Pero el
principal problema no se ubica en la retórica, sino en la acción
práctica.
Todos los todos los días hay marchas de la derecha y
del gobierno. Los abanderados del rigor socialista: ¿A cuál de las dos
movilizaciones concurren? ¿Con cuál se identifican? Si estiman que el
oficialismo es el enemigo principal deberían hacer causa común con los
escuálidos de las guarimbas.
En Buenos Aires, por ejemplo, convocaron en mayo pasado a una movilización exigiendo la salida de Maduro
26.
Todos los transeúntes que observaron esa marcha, percibieron con
claridad quién ocuparía inmediatamente la presidencia de Venezuela, si
se derroca al actual mandatario. Notaron también la total coincidencia
de este llamado con los mensajes emitidos cotidianamente por los
noticieros.
No es la primera vez que sectores provenientes de la
izquierda convergen tan nítidamente con la derecha. Un antecedente en
Argentina bajo el kirchnerismo fue la presencia de banderas rojas en las
marchas agro-sojeras y en las manifestaciones de los caceroleros. Pero
lo que fue patético en Buenos Aires puede tornarse dramático en Caracas.
Otras visiones equiparan a Maduro con la oposición, estimando que bajo
la mascarada de una aparente contraposición se esconden coincidencias
mayúsculas. Por eso especulan sobre el momento en que esa convergencia
se tornará explicita
27.
Esta curiosa interpretación contrasta con las batallas campales entre
ambos sectores que registra el resto de los mortales. Resulta un poco
difícil interpretar a las guarimbas, los asesinatos y las amenazas del
Pentágono como una reyerta ficticia entre dos allegados.
La
única lógica de esa presentación es quitar dramatismo al conflicto
actual, para interpretarlo como una simple lucha inter-burguesa por la
apropiación de la renta. Por esa razón el totalitarismo de Maduro es
visto como un peligro equivalente (o superior) a la oposición.
El mayor problema de ese enfoque no es su despiste, sino la implícita
neutralidad que propicia. Como todos son iguales, el auto-golpe
atribuido al gobierno es equiparado al golpe que propicia la derecha.
Pero esa equivalencia es obviamente falsa. En Venezuela no actúan las
dos vertientes reaccionarias, que por ejemplo en Medio Oriente
corporizan el yihadismo y las dictaduras. Tampoco prevalece el tipo de
contrapunto entre trogloditas que oponía en Argentina a Isabel Perón con
Videla.
El choque entre Maduro y Capriles-López se asemeja a la
confrontación de Allende con Pinochet, de Perón con Lonardi o más
recientemente de Dilma con Temer. Como no son iguales el triunfo de la
derecha implicaría una terrible regresión política.
La
neutralidad frente a esta disyuntiva es sinónimo de pasividad y retrata
un grado de impotencia mayúscula frente a los grandes acontecimientos.
Implica renunciar a la participación y compromiso con causas reales.
Como esa actitud da por sentado que el chavismo se acabó, limita todo
su horizonte a redactar un balance de esa experiencia. Pero el mayor
fracaso en la acción política nunca afecta a los procesos inacabados o
frustrados. Lo peor es la intrascendencia frente a las grandes gestas.
Cualquiera sean los cuestionamientos a Maduro, el desenlace de
Venezuela define el destino inmediato de toda la región. Si triunfan los
reaccionarios prevalecerá un escenario de derrota y una sensación de
impotencia frente al imperio. El fin del ciclo progresista será un dato y
no un tema de evaluación entre pensadores de las ciencias sociales.
La derecha lo sabe y por eso acelera las campañas contra los intelectuales que defienden al chavismo. La reciente andanada de
Clarín es un anticipo de la arremetida que preparan en un escenario regional pos-Maduro
28. Los sectarios no registran siquiera ese peligro.
COMICIOS FICTICIOS
En lo inmediato hay dos opciones políticas en juego: la derecha exige
adelantar las elecciones generales y gobierno convocó a una Asamblea
Constituyente. La oposición sólo está dispuesta a participar en comicios
que le aseguren el primer puesto.
De las 19 elecciones
realizadas bajo el chavismo, los bolivarianos ganaron 17 y reconocieron
de inmediato las derrotas restantes. En cambio la derecha nunca aceptó
resultados adversos. Siempre denunció algún fraude o recurrió al boicot.
Cuando triunfó en elecciones parciales exigió la inmediata caída del
gobierno.
En diciembre del 2015 obtuvieron mayoría en la
Asamblea Nacional y proclamaron el derrocamiento de Maduro. Intentaron
varios desconocimientos posteriores, recurrieron a la instalación de
diputados truchos y falsificaron firmas para el revocatorio.
Capriles, Borges y López promueven ahora elecciones ficticias, en medio
de la guerra económica y la provocación callejera. Auspician comicios
tipo Colombia, donde entre voto y voto hay centenares de militantes
populares asesinados. Pretenden concurrir a las urnas como Honduras bajo
la presión del crimen de Berta. Promueven las votaciones que imperan en
México entre cadáveres de periodistas, estudiantes y docentes.
Sería un terrible error sumarse a elecciones concebidas para preparar
un cementerio de chavistas. A Maduro le exigen realizar comicios en un
clima de guerra civil que ningún gobierno suele aceptar.
Venezuela atraviesa por una situación parecida a la prevaleciente en
Nicaragua en el ocaso del primer sandinismo. El cerco militar y el
desabastecimiento desgastaron a un pueblo exhausto, que votó a la
derecha por simple agotamiento. En esas condiciones los comicios tienen
un ganador preestablecido.
En cambio la comparación con
el escenario que rodeó a la caída de la Unión Soviética carece de
sentido. Venezuela no es una potencia que afronta la implosión interna,
al cabo de un largo divorcio del régimen con la población. Es un
vulnerable país latinoamericano acosado por Estados Unidos.
Algunos pensadores dan por descontado ese rol opresivo del imperialismo,
para sugerir que no es determinante de la crisis actual
29.
Suponen que las insistentes denuncias de esa dominación constituyen “un
dato ya sabido” o un simple ritual de la izquierda. Pero olvidan que
nunca está demás subrayar el demoledor impacto que ejercen las
agresiones del Norte, sobre los gobiernos enemistados con Washington.
Todo el espectro de ex chavistas que acompaña el reclamo de elecciones
generales confunde la democracia con el republicanismo liberal. Han
perdido de vista cómo el derecho al autogobierno es sistemáticamente
obstruido por la institucionalidad burguesa.
Por ese impedimento la inmensa mayoría de los regímenes constitucionales han perdido legitimidad
. Cada vez resulta más evidente que la clase dominante utiliza los
sistemas de votación para consolidar su poder. Ejerce ese control
manejando la economía, la justicia, los medios de comunicación y el
aparato represivo. La democracia real sólo puede emerger en un proceso
socialista de transformación de la sociedad.
Es cierto que
Maduro canceló el referéndum revocatorio, suspendió elecciones
regionales y proscribió a políticos opositores. Estas medidas forman
parte de una reacción ciega frente al acoso. Pero el líder chavista
confronta con la hipocresía de mayor porte que exhiben los defensores de
los regímenes electorales actuales.
Basta observar cómo en
Brasil el impeachment fue consumado por un grupo de bandidos, con el
amparo de los jueces y parlamentarios que manipulan el sistema de
selección presidencial indirecta. A la OEA ni se le ocurrió intervenir
frente a esa grosera violación de los principios democráticos.
El establishment tampoco se indigna ante el colegio electoral que ungió a
Trump, luego de recibir varios millones de votos menos que Hilary. Les
parece natural la monarquía imperante en España o Inglaterra o los
burdos enjuagues que rodean a manipulación de cualquier elección en
México. La sacro-santa democracia que exigen para Venezuela está
complemente ausente en todos países capitalistas.
LAS POSIBILIDADES DE LA CONSTITUYENTE
Es evidente que la mejor oportunidad para una Constituyente
transformadora se perdió hace varios años. El llamado actual es
puramente defensivo e intenta lidiar con una situación exasperante.
Pero es inútil discutir sólo lo que no se hizo. Siempre habrá tiempo
para esos balances. Lo importante es dirimir ahora en qué medida la
convocatoria puede reabrir un camino de iniciativa popular.
Antes del llamado a la Constituyente el gobierno se limitaba a
desenvolver una confrontación puramente burocrática, entre un poder del
estado y otro. Auspiciaba el choque por arriba del Ejecutivo contra el
Legislativo o del Tribunal Supremo de Justicia contra la Asamblea
Nacional. Ahora apela formalmente al poder comunal y habrá que ver en si
ese planteo se traduce en una movilización real.
Hay
incontables signos de cansancio y escepticismo en el seno del chavismo.
Pero nadie elige las condiciones en que batalla y el principal dilema
gira en torno a la continuación o el abandono de la lucha. Quiénes han
resuelto no bajar los brazos apuestan al resurgimiento del proyecto
popular.
Varias corrientes de izquierda con planteos muy
críticos hacia la gestión de Maduro, estiman que la convocatoria actual
podría destrabar una dinámica de comunas contra los manejos burocráticos
30. Observan a la Constituyente como un imperfecto instrumento para
desenvolver la disputa con los sectores del chavismo aburguesado,
corrupto y boliburgués.
La Constituyente podría contribuir,
además, a romper el empate de los últimos meses entre guarimbas y
movilizaciones del gobierno. Si es encarada en forma adecuada podría
quebrar el frente de la oposición, separando a los descontentos de los
fascistas.
Pero es evidente que sin medidas drásticas en el
plano económico-social, la Constituyente será un cascarón vacío. Si no
ataca el desastre productivo con la nacionalización de los bancos, el
comercio exterior y la expropiación de los saboteadores, no habrá
recuperación del acompañamiento popular.
Son insuficientes los
paliativos ensayados para aumentar la participación de los organismos de
base en la distribución de los alimentos. Hay medidas radicales que no
pueden posponerse
.
En cualquier alternativa no será fácil
reencauzar la economía al cabo de tantos desaciertos en el terreno de
la deuda, la creación de zonas especiales de inversión o la tolerancia a
la fuga de capital.
Chávez realizó una gran redistribución de
la renta con inéditos métodos de politización popular, pero no logró
cimentar un proceso de industrialización. Chocó con los capitalistas
opositores y con la boliburguesía interna y no supo desactivar la
cultura rentista, que socava todos los intentos de forjar una economía
productiva. Las vacilaciones en romper con la estructura capitalista
explican estos adversos resultados.
El contexto actual es más
difícil por los acotados precios del petróleo y por el bloqueo que
afrontan los proyectos de integración regional bajo restauración
conservadora. Pero conviene igualmente recordar que todos los procesos
revolucionarios despegaron en la adversidad y la Constituyente aporta un
marco para retomar la iniciativa.
Algunos críticos de ese
llamado objetan la modalidad sectorial y comunal de elección. Afirman
que con ese formato la “asamblea será trucha, corporativa o ilegítima”
31.
También aquí repiten el endiosamiento que hace la derecha (cuando le
conviene) del constitucionalismo convencional. Esa reivindicación no
sorprende entre comunicadores del establishment, pero inquieta entre los
entusiastas de la revolución rusa.
Al cabo de tres décadas de
regímenes pos-dictatoriales muchos han olvidado las duplicidades de la
democracia burguesa. Convendría recordar cómo Lenin y Trotsky
defendieron en 1917 la legitimidad de los soviets, desconociendo una
Asamblea Constituyente que rivalizaba con el poder revolucionario.
La coyuntura venezolana actual es muy distinta. Pero la revolución
bolchevique no sólo enseñó a registrar el trasfondo social, los
conflictos de clase y los intereses en juego. Indicó también un camino
para superar la hipocresía del liberalismo burgués y confirmó que los
actos de fuerza contra la reacción, forman parte de la confrontación con
la barbarie derechista.
La izquierda deberá definir si converge
con la oposición en el boicot o participa en la Constituyente. También
cabe una tercera opción para un minúsculo auditorio, con mensajes de
“si, no y todo lo contrario”.
En el resto de la región urge la
solidaridad. Tal como ocurrió con Cuba durante el periodo especial hay
que poner el hombro en las situaciones difíciles. Cabe esperar que
muchos compañeros asuman esa actitud antes que sea tarde.
REAGRUPAMIENTO INTELECTUAL
Venezuela suscita no sólo intensos debates. También ha determinado
significativos reagrupamientos de intelectuales que suscribieron
llamamientos contrapuestos. Ese posicionamiento ha sido más relevante
que los controvertidos detalles de las distintas declaraciones. Se ha
consumado una gran división de campos.
La convocatoria socialdemócrata impugnada por el texto de la REDH fue complementado por otras respuestas contundentes
32. La delimitación política ha sido vertiginosa.
Frente a la tensión creada por los manifiestos varios firmantes
convocaron a preservar el dialogo fraternal. Ese respeto es
indispensable, pero las reacciones indignadas se explican por lo que
está en juego. Si la derecha se impone sobrará el tiempo para los
lamentos y los seminarios de investigación de lo ocurrido
.
Como la primera declaración contiene un llamado a la paz, muchos
pensadores adhirieron en forma espontánea para favorecer un freno de la
violencia. Al evaluar más detenidamente el contenido del texto, algunos
retiraron
su adhesión y otros la mantuvieron con argumentos
defensivos. Resaltan su continuada solidaridad con el proceso
bolivariano o remarcan sus discrepancias con otros firmantes.
Pero lo más significativo ha sido la rápida y generalizada reacción que
suscitó el documento antichavista y el gran rechazo que generó el
planteo socialdemócrata. Ese impulso indujo a una súbita convergencia de
intelectuales de la izquierda y el nacionalismo radical. Si este
entrelazamiento se consolida, Venezuela habrá despertado un reencuentro
del pensamiento crítico con las tradiciones revolucionarias de América
Latina.
RESUMEN
Los medios silencian la
violencia de la oposición venezolana y la represión imperante en los
gobiernos derechistas de la región. La estrategia de golpe institucional
afronta serios límites, pero la izquierda debe confrontar con esa
amenaza, apoyando decisiones antiimperialistas y distinguiendo el boicot
capitalista de la inoperancia oficial.
Siguiendo pautas
socialdemócratas, el pos-progresismo objeta al chavismo, desecha el
peligro golpista e identifica erróneamente al autoritarismo. Los
dogmáticos ignoran al enemigo principal y convergen con los
conservadores o se deslizan hacia una pasiva neutralidad.
La
derecha sólo pretende comicios que le aseguren primacía. En condiciones
muy adversas la Constituyente reabre oportunidades y suscita un
reencuentro de la intelectualidad radical.
LECTURAS ADICIONALES
Mazzeo, Miguel Venezuela: sobre defecciones y oportunismos, 11-5-2017,
http://www.marcha.org.ar/35517-2/
Houtart, François La Venezuela de hoy y de mañana, 24-5-2017,
http://www.jornada.unam.mx/2017/05/24/opinion/023a2pol
Almeyra, Guillermo. Venezuela: la prioridad absoluta
21-5-2017,
http://www.jornada.unam.mx/2017/05/21/politica/019a2pol
Olmedo, Beluche La Asamblea Nacional Constituyente y la lucha por una
salida obrera, popular y socialista a la crisis venezolana, 15-5-2017,
https://www.aporrea.org/actualidad/a246009.html
Boron, Atilio. Venezuela: no callar, pero para decir la verdad 17-5- 2017
http://latinta.com.ar/2017/05/venezuela-no-callar-pero-para-decir-la-verdad/17
Guerrero, Modesto Emilio. La prueba histórica de Maduro Por Guerrero
8-5-2017,
https://www.pagina12.com.ar/36336-encrucijada-venezolana
Curcio, Pasqualina ¿Entonces, dónde estaban los billetes de 100 bolívares?
20-12-2017,
https://www.aporrea.org/economia/a238881.html
Cieza, Guillermo. Tres hipótesis para el actual momento que vive Venezuela Bolivariana. 23-11-2016
http://www.resumenlatinoamericano.org/2016/11/23/tres-hipotesis-para-el-actual-momento-que-vive-venezuela-bolivariana/
Bacher, Norberto. EL IMPERIALISMO QUIERE ACABAR CON VENEZUELA, 23-4-2015,
http://redcritica.net/?p=262
Toledo, Enrique. Comentarios a la Entrevista de Eduardo Lander, 22-4-2017
https://ladiaria.com.uy/articulo/2017/4/comentarios-a-la-entrevista-de-eduardo-lander/
Notas:
2 Teruggi, Marco. Radiografía de la violencia en Venezuela, 14-5- 2017.
http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/columnistas/1/radiografia-de-la-violencia-en-venezuela
3 Siris Seade, Pablo. Las nuevas víctimas de las guarimbas en Venezuela, 20-05-2017,
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=226887
4 Cieza, Guillermo. La derrota política de la derecha venezolana, 7-6- 2017,
www.resumenlatinoamericano.org/2017/06/07/la-derrota-politica-de-la-derecha-venezolana/
5 Boron, Atilio. Venezuela sumida en la guerra civil, 26-5-2017,
www.jornada.unam.mx/2017/05/26/opinion/018a1pol
Boron, Atilio. La “oposición democrática” en Venezuela: peor que el fascismo 25-4-2017,
http://www.cubadebate.cu/opinion/2017/04/25/la-oposicion-democratica-en-venezuela-peor-que-el-fascismo/#.WTx8T2g1_IU
6 Aznárez, Carlos. La cuestión es impedir que el fascismo se adueñe de Venezuela, 22-5-2017,
http://www.resumenlatinoamericano.org/2017/05/22/la-cuestion-es-impedir-que-el-fascismo-se-adueno-de-venezuela-por-carlos-aznarez/
7 Pineda, Manu, La mentira como herramienta de guerra en Venezuela, 29/05/2017.
http://www.eldiario.es/contrapoder/mentira-herramienta-guerra-Venezuela_6_648195186.html
8 Teruggi, Marco. Análisis del esquema de la ofensiva paramilitar, 24-5-2017,
http://hastaelnocau.wordpress.com/2017/05/24/analisis-del-esquema-de-la-ofensiva-paramilitar/
9 Bracci Roa, Luigino.
Lista de fallecidos por las protestas violentas de la oposición venezolana, abril a junio de 2017, 9-6-2017,
http://albaciudad.org/2017/06/lista-fallecidos-protestas-venezuela-abril-2017/
10 Restrepo Domínguez, Manuel Humberto. 46 líderes asesinados evidencian una política del horror, 22/05/2017.
http://www.alainet.org/es/articulo/185633
11 TRIAL International, Informe de seguimiento presentado al Comité contra la Desaparición Forzada, 2-2- 2017
http://trialinternational.org/wp-content/uploads/2017/02/FINAL-InformedeseguimientoCED-MEX2017.pdf
12 TelesurTV. Asesinan a Berta Cáceres, líder indígena de Honduras. 3-3-2016.
http://www.telesurtv.net/news/Asesinan-a-Bertha-Caceres-lider-indigena-de-Honduras--20160303-0016.html
13 Teruggi, Marco. Llegó la hora Venezuela, 28-5-2017,
http://www.resumenlatinoamericano.org/2017/05/29/llego-la-hora-venezuela/
14 Cieza, Guillermo. La derrota política de la derecha venezolana, 7-6- 2017,
www.resumenlatinoamericano.org/2017/06/07/la-derrota-politica-de-la-derecha-venezolana/
15 Rodríguez Porras, Simón. Nueve errores de Claudio Katz sobre Venezuela, 11-5-2017
. http://laclase.info/content/nueve-errores-de-claudio-katz-sobre-venezuela/
16 Cabrera, Ángel Guerra. Venezuela, situación de peligro, 25-5-2017,
https://lapupilainsomne.wordpress.com/2017/05/25/venezuela-situacion-de-peligro-por-angel-guerra-cabrera
Luzzani, Telma. El plan destituyente del Pentágono y el secretario de la OEA, 30-3-2017,
https://www.tiempoar.com.ar/articulo/view/65767/el-plan-destituyente-del-penta-gono-y-el-secretario-de-la-oea-por-telma-luzzani
17 Rodríguez Porras, Simón. Nueve errores de Claudio Katz sobre Venezuela, 11-5-2017
. http://laclase.info/content/nueve-errores-de-claudio-katz-sobre-venezuela/
18 Rodríguez Porras, Simón. Nueve errores de Claudio Katz sobre Venezuela, 11-5-2017
. http://laclase.info/content/nueve-errores-de-claudio-katz-sobre-venezuela/
19
Lander, Edgardo. “Sociólogo venezolano cuestiona la “solidaridad
incondicional” de la izquierda latinoamericana con el chavismo,
23-3-2017.
http://ladiaria.com.uy/articulo/2017/3/sociologo-venezolano-cuestiona-la-solidaridad-incondicional-de-la-izquierda-latinoamericana-con-el-chavismo/
20 Svampa, Maristella.
Carta abierta al campo militante prochavista de la Argentina, 5-6-2017,
http://www.lateclaene.com/maristella-svampa
21 Svampa, Maristella; Gargarella, Roberto. El desafío de la izquierda, no callar, 8-5- 2017,
http://www.pagina12.com.ar/36336-encrucijada-venezolana
22 VVAA,
Llamado internacional urgente a detener la escalada de violencia en Venezuela. 30-5- 2017,
http://www.cetri.be/Llamado-internacional-urgente-a?lang=fr
23 VVAA. ¿Quién acusará a los acusadores?, 5-6-2017,
http://www.humanidadenred.org.ve/?p=8134
24 Svampa, Maristella.
Carta abierta al campo militante prochavista de la Argentina, 5-6-2017,
http://www.lateclaene.com/maristella-svampa
25 Rodríguez Porras, Simón. Nueve errores de Claudio Katz sobre Venezuela, 11-5-2017.
http://laclase.info/content/nueve-errores-de-claudio-katz-sobre-venezuela/
26 Nuevo MAS,
Bajo
la consigna “Fuera Maduro” escandaloso acto en Buenos Aires de un
sector del FIT en apoyo a la derecha golpista venezolana, https://www.mas.org.ar/?p=12538
27 Altamira, Jorge. Constituyente “a la Maduro”, 18-5-2017
http://www.po.org.ar/prensaObrera/1458/internacionales/constituyente-a-la-maduro-1
28 Bazzan, Gustavo. El reclamo de Atilio Borón a Nicolás Maduro para "aplastar" a la oposición en Venezuela, 30-5-2017,
http://www.clarin.com/mundo/reclamo-atilio-boron-nicolas-maduro-aplastar-oposicion-venezuela_0_rylWQfs-W.html
29
Carcione, Carlos. Las “lecciones” de algunos intelectuales de la
izquierda: ¿Quiénes son los sepultureros del proceso bolivariano?,
16-5-2017,
http://questiondigital.com/las-lecciones-de-algunos-intelectuales-de-la-izquierda-quienes-son-los-sepultureros-del-proceso-bolivariano/
30
STALIN PÉREZ BORGES .Movimiento EN LUCHAS: la convocatoria a la
Asamblea Nacional Constituyente es un reto que debemos asumir,
9-5-2017,
http://www.aporrea.org/actualidad/n308188.html
31 Giménez, Gustavo. Venezuela: una Constituyente trucha, 11-5-2017,
http://mst.org.ar/2017/05/11/venezuela-constituyente-trucha/
32 VVAA. Declaración sobre Venezuela: Intelectuales en solidaridad con el pueblo bolivariano, 5-6-2017,
http://www.barricadatv.org/?p=6842
VVAA. LUCHAS y otras organizaciones se pronuncian por una salida
democrática, revolucionaria y socialista a la crisis venezolana http://www.aporrea.org/actualidad/n309714.htm
*Economista, investigador del CONICET, profesor de la UBA, miembro del EDI.