25.7.17

Inglés, el corazón del cambio educativo en las normales

Lev M. Velázquez Barriga

Tras el show mediático montado por el candidato Aurelio Nuño para presentar públicamente la Estrategia de Fortalecimiento y Transformación de las Escuelas Normales, el presidente del INEE, Eduardo Backhoff, en una clara muestra de descoordinación entre el instituto que preside y la SEP, dijo desconocer en qué consiste la propuesta completa y si ésta recupera las recomendaciones que habían realizado desde 2015. La misma desinformación ha prevalecido desde que se impuso esta reforma constitucional en el ámbito de las escuelas formadoras de docentes, pero que hoy son sujeto pasivo de cambios anunciados de manera vertical.

Lo que sí pudo identificar Backhoff entre los planteamientos todavía parciales e inconclusos de la propuesta oficial, es que el inglés no había sido parte de sus directrices; quizá, el INEE debería consultar no a la SEP, sino a las fuentes directas, a los autores intelectuales de lo que se dio a conocer como el corazón del cambio educativo y echar una mirada al estudio Sorri(y). El aprendizaje del inglés en México, de los empresarios Mexicanos Primero.

De entre las opacidades de la Estrategia de Fortalecimiento, las tesis repetidas y las ínfimas distracciones monetarias para llevarla a cabo, es inevitable percibir que se coloca a la enseñanza del idioma inglés como el verdadero núcleo transformador de las escuelas normales y de la educación básica por consecuencia, según se desprende de su propia lógica. Nada más descorazonador que la pobreza educativa y cultural de ese discurso pedagógico, en un país caracterizado tanto por su riqueza plurilinguística como por su multiculturalismo.

En Sorri(y), aprender en inglés y no sólo aprender inglés aparece como un derecho humano que abre la puerta de acceso al conocimiento universal. La premisa sería convincente si la analizamos de forma ahistórica, pero no podemos olvidar que ya vivimos un primer proceso epistemicida que impostó el monolingüismo como instrumento para la sumisión de los saberes y conocimientos de los pueblos no occidentales, cada nación invasora europea colonizó con su propia lengua civilizaciones ancestrales, nombró desde su mirada eurocéntrica lo que se propuso como el único modo de pensar y de ser en el mundo.

En nuestro tiempo, ya no son naciones las que buscan nombrar el mundo, sino las corporaciones económicas que trascienden las fronteras nacionales y que necesitan globalizar el lenguaje de la cultura mundo basada en el consumo. Estas corporaciones no ven ciudadanos ni seres humanos con derechos, sino capital cognitivo, el inglés como valor agregado a la fuerza de trabajo; tal como lo dicen en Sorri(y): Las empresas mexicanas no crecen lo suficiente y se diversifican, entre otras cosas, por su incapacidad de participar en el contexto global como opción competitiva de mercado abierto, sino como nicho de materias baratas o de manufactura con mano de obra de bajo costo, precisamente por no tener dirigentes con dominio fluido del inglés.

La necesidad imperiosa del capitalismo para mundializar el inglés no es porque se le conciba como una puerta de acceso a la interculturalidad, sino como la única posible y entonces lo convierte en el vehículo por excelencia para la recolonización de la humanidad. La premisa de Mexicanos Primero, en tanto que con esta medida se rompe con el monolingüismo, ya sea del español o de cualquiera de los muchos idiomas que se hablan en el país es equívoca; por el contrario, lo fomenta, sólo que ahora coloca al inglés como la lengua dominante a escala planetaria.

Aprender en inglés trasciende los límites de la convivencia entre idiomas, implicar pensar y codificar los aprendizajes en inglés, no mientras te lo apropias o lo practicas, eso sería lo más lógico, sino algunas jornadas enteras, como dos o tres, o algunas asignaturas del plan de estudios, como ciencia o matemáticas. Pasar del incremento de horas de una lengua extranjera a suplantar las cosmovisiones es una amenaza de epistemicidio que no se le puede tomar por inocente; los idiomas no son sólo expresiones orales y escritas en estricto sentido, son sistemas de pensamiento, que también expresan formas de vida, cuando éstos mueren se llevan a la tumba saberes, conocimientos y maneras de construirlos que sólo podían manifestarse y vivirse dentro de sus dinámicas lingüísticas.

En este sentido, la estrategia debilita la fuerza de las normales y sus posibilidades transformadoras de la sociedad a través de la educación, porque está dejando fuera del currículo las cosmovisiones que han hecho posible la irrupción del proceso involutivo de la modernización capitalista, reproduce los mismos patrones de colonialidad de aquellos saberes que fueron castellanizados, pero que hoy emergen desde sus raíces ancestrales para abrir nuevas rutas de vida viables y urgentes frente a la crisis civilizatoria.

La intención reformista de las normales que se propone reclutar un ejército de maestros de inglés, no contempla la misma cruzada para cumplir con la Educación Indígena e Intercultural que enuncia como uno de sus cinco ejes; podemos deducir con toda certeza que la correlación entre la formación normalista y la inclusividad que se presume para la educación obligatoria, es una falsedad. La de Nuño y los empresarios no es una estrategia de fortalecimiento nueva, sino la misma que se propone exterminar al normalismo y su proyecto cultural que se mantiene vivo, aún en medio de todas estas tácticas de ataque a fuego abierto, represión física y de recolonización cultural.

5.7.17

La reforma patas arriba y la escuela al revés

Lev M. Velázquez Barriga

En el libro de Eduardo Galeano Patas arriba: la escuela del mundo al revés se describe un modelo de sociedad y de escuela que rompe con la lógica del sentido común, lleno de antivalores y prácticas opuestas al humanismo, la democracia y la justicia social. Mostrar de manera inversa una realidad cosificada, inhumana, carente de ética, deshonesta, en la que lo más importante no son los seres humanos, sino la ganancia, es tan sólo un recurso didáctico que nos ilustra lo cruda que es la educación en y para el mundo del capitalismo.

Cuando se consulta la versión acabada del Modelo educativo para la educación obligatoria, cuyos planes y programas fueron presentados por Aurelio Nuño hace unos días y publicados en el Diario Oficial de la Federación el pasado 28 de junio, nos recuerda la paradoja que evoca Galeano y pareciera que la Secretaría de Educación Pública (SEP) está planteando la reforma educativa al revés.

El esquema contiene una serie de contradicciones que pueden ser leídas de forma opuesta a lo que discursa; de esa manera es posible develar su verdadera esencia.

En el modelo educativo al revés, el gobierno mexicano se propone educar para la libertad, pero impulsa una estrategia de censura propia de las dictaduras políticas, en la que se asesina a los periodistas que luchan por ella; balea y reprime a los estudiantes que la ejercen; encarcela, desaparece y persigue a quienes la buscan; espía a la ciudadanía y a sus opositores; además, amenaza a quienes denuncian las violaciones a la privacidad.

El modelo educativo al revés dice que los alumnos tendrán una formación integral, es decir, el desarrollo pleno de todas sus facultades, por eso propone enseñar menos para aprender más, reduciendo los aprendizajes a las competencias laborales para la sociedad del siglo XXI. Su pedagogía de la rentabilidad concibe al estudiante como capital humano, es decir, en su única dimensión económica y no en la complejidad ecobiosicosocial que lo define. Aun el desarrollo socioemocional está ligado a la transferencia de inteligencias, valores y habilidades de la escuela a los nuevos patrones organizativos empresariales del estilo Oxxo, que para seguir garantizando el éxito demandan empleados con mayor flexibilidad, capacidad para la autorregulación de las relaciones personales en el trabajo y manejo del estrés grupal.

Para ser inclusiva, la escuela al revés tiene que ser excluyente: sólo así niega a los alumnos con discapacidades el derecho a recibir educación y atención especial, confunde terriblemente integración con inclusión. La escuela de la diversidad está patas arriba, reconoce las diferencias, pero fomenta la evaluación estandarizada, de modo que para atender las muchas formas de aprender y de enseñar tiene una sola pedagogía universal que elimina a todas las demás, el enfoque por competencias.

Está tan de cabeza que por poner la escuela al centro deja a los alumnos fuera. El cierre masivo de escuelas multigrado o reconcentración escolar, que ya está en marcha, dejaría sin educación a millones de alumnos de comunidades rurales e indígenas, y a otros tantos los desplazaría de sus lugares de origen. Para crear oportunidades para los más vulnerables oferta becas en vez de escuelas y cierra las que están más cercanas, para que puedan ir a las más lejanas.

Fortalece la educación pública privatizándola; para garantizar que la educación sea gratuita, pide aportaciones económicas a los padres. El presidente de la República dio un gran discurso ejemplificando los beneficios de la autonomía de gestión: cuando falte algún vidrio o haya que arreglar alguna puerta, ya no tendrán que hacer engorrosos trámites burocráticos para que la SEP se haga cargo: ahora tendrán toda la facultad para hacer las cosas por sí mismos y pagar de su bolsillo lo que se necesite. La más innovadora de las propuestas trae dinero del futuro para invertir en el presente, dejando muy claro que eso no es deuda pública, pero hay que pagar intereses a 25 años.

En la reforma educativa al revés los profesores no son profesores, pues no hace falta estudiar esa profesión. Para fortalecer la formación inicial de los maestros se exterminan las normales y se contrata a quienes no tienen formación inicial docente. La escuela al revés profesionaliza al maestro desprofesionalizándolo, premia el individualismo y castiga su antigüedad con la evaluación para el despido, desconoce su experiencia y no le importa su preparación académica. Quizá lo que más puede presumirse en este tema es que busca la calidad de la enseñanza con la precariedad en el trabajo.

En el gobierno también se actúa al revés: el modelo educativo se anuncia al principio y se hace al final; el secretario de Educación cobra como funcionario, pero actúa como candidato; uno de los grandes estatistas de la reforma educativa no supo escribir su propia tesis y el otro no sabe hablar. Los planes y programas de estudio no serán para llevarse a cabo en este sexenio, sino en el otro; no obstante, dejan márgenes estrechos para enderezar la reforma patas arriba durante los próximos 12 años, de suerte que la solución no vendrá desde arriba ni con el cambio de gobierno; sólo será posible si los maestros son capaces de consolidar en cada escuela las contrapropuestas pedagógicas que ya se practican y construyen en varios estados.

1.7.17

¿Quién mató a Meztli Sarabia?

Aurelio Fernández

En Puebla existe un clima propicio para que se cometa cualquier tipo de crimen. El asesinato ayer de Meztli Sarabia Reyna, y el gravísimo daño que sufrió su compañero de organización, Pablo Alfredo Barrientos, quien tiene alojada una bala en el cráneo y se debate entre la vida y la muerte, así lo comprueba. Rafael Moreno Valle es el primer responsable de esta situación: persiguió encarnizadamente a la familia Sarabia, metiendo a la cárcel a Rubén, Simitrio, padre de la víctima fatal y dirigente histórico de la principal organización opositora al gobierno del estado, la Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de octubre, y le siguieron a la prisión la mitad de sus hijos y otros compañeros; prohijó el crecimiento exponencial del robo de combustible y con él la instalación de las mafias prácticamente a las puertas de la capital poblana –-recordemos que su jefe de policía fue detenido por el Ejército cuando daba protección a los huachicoleros, por lo que su secretario de Seguridad Pública, Facundo Rosas, debió abandonar el puesto–; redujo en más de 95 por ciento las agencias del Ministerio Público, dejando únicamente las que tenían menor incidencia delictiva y desanimando a miles de personas a acudir a grandes distancias a presentar las denuncias, todo para maquillar en las cifras el número real de delitos; capacitó y controló a las policías para la represión de los movimientos sociales pero no para combatir los delitos que más afectan a la gente.

Logró, con estas medidas, que Puebla subiera aceleradamente en el ranking de estados donde se roba combustible, hasta alcanzar el primer lugar. Hoy, la tendencia a los feminicidios también tiene un comportamiento inercial, y a medio año ya hay 57 mujeres asesinadas por odio de género. La seguridad de la población es una de las principales preocupaciones de los poblanos, los robos de toda índole ocurren con tal frecuencia que son el principal tema de conversación en todas partes de la entidad. La eficiencia de las instancias de procuración de justicia es deliberadamente mala y sesgada. Mientras se mantienen desde el sexenio pasado 366 presos, procesados y perseguidos políticos sin aplicar la justicia, se libera por falta de pruebas a un reo que, se aseguró, mató, torturó, descuartizó y disolvió en ácido a seis personas; se asegura que este hombre prestó sus camionetas blindadas y dio dinero y otros servicios para la campaña de Rafael Moreno Valle, ahí se explicaría el por qué de su total exoneración.

En este ambiente de enrarecimiento social e impunidad, ayer se presentaron cuatro individuos en el mercado Hidalgo preguntando por Meztli y le descargaron un tiro en el abdomen, otro en la nuca, y dispararon contra Pablo Alfredo, quien se encontraban con ella. Sicarios profesionales, sin duda. Dejaron un papel diciendo que el que seguía era Simitrio; más que una amenaza. ¿Quiénes fueron; quién fue? Dudo que las autoridades encuentren a los culpables, pero ellas son las responsables de hacerlo. Lo cierto es que esta irrespirable atmósfera de miedo tiene en hechos como éste su explicación. Aunque yo señalo sin ambages a Moreno Valle como el responsable de esta situación, Antonio Gali es quien debe dar la cara por ella, y su secretario de Gobierno, Diódoro Carrasco, heredado por el anterior gobernador, no puede hacerse a un lado.

Meztli tenía 42 años, tres hijos, uno de 15, uno de 11 y otro pequeño. La semana pasada la vi en casa de los Sarabia, donde Rubén purga una injustificable condena en la modalidad de prisión domiciliaria. Los fuimos a visitar en ese departamento de interés social en el que también vivía ella, la saludé al salir con su hijo pequeño rumbo al mercado. Pablo Alfredo se fue a un hospital privado, porque, a decir de la organización, le negaron la atención en el hospital de traumatología General Rafael Moreno Valle –inaugurado por el anterior gobernador y hoy aspirante a la Presidencia de la República con grandes fastos y en compañía de Peña Nieto–, aunque versiones extraoficiales del gobierno actual niegan esta versión. La Fiscalía del estado pone entre sus líneas de investigación el narcomenudeo, una acusación hecha sin pruebas desde hace años; los otros sicarios, lo de la tecla, dan por hecho esta versión, y los bots salieron casi al mismo tiempo que apareció la noticia en el portal lajornadadeoriente.com a dar esta versión por cierta acusando a Meztli de ser la culpable de su propia muerte; por cierto, investigar a estos bots sí es una línea seria para la Fiscalía, pero no hablan de ella.

Es demasiado. No debemos tolerar el nivel al que han llegado las cosas.